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El encuentro de Ryan Gosling y Emily Blunt: "No hay algoritmo que explique lo que pas� con el fen�meno Barbenheimer"

Los dos actores contin�an camino del cielo, tras enfrentarse el a�o pasado, cada uno en un lado de la trinchera, con 'Barbie' y 'Oppenheimer', ahora comparten cartel en 'El especialista', un rendido homenaje al cine de todos los tiempos

Ryan Gosling y Emily Blunt, en Berl�n.
Ryan Gosling y Emily Blunt, en Berl�n.
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�Puede ser que el futuro del cine (su salvaci�n, se entiende) pase por el novio bobo y machista de una mu�eca y por la mujer del autor del mayor desastre jam�s ideado por la Humanidad? Puede. Ryan Gosling (London, Ontario, 1980) y Emily Blunt (Londres, 1983) (o Ken y Kitty, seg�n sus respectivos papeles en Barbie, de Greta Gerwig, y Oppenheimer, de Christopher Nolan) viven su reconciliaci�n tras la guerra (llam�mosla as�) vivida el a�o pasado.

El especialista, de David Leitch, les convierte en pareja. Si aquel fen�meno que el tiempo dio llamar Barbenheimer se convirti� de forma quiz� no pretendida en la tabla de salvaci�n para una taquilla moribunda, ahora, de manera mucho m�s consciente, todo discurre a mayor gloria del cine, del de ahora, del de antes, del de siempre. Se cuenta la historia de una directora de cine y de un doble de cine (o, mejor, especialista, como dice el t�tulo) y se cuenta durante el rodaje de una pel�cula de acci�n en el que el drama duele en el m�s literal de los sentidos. Por cada bofetada, ca�da o simple trompazo, una muy dolorosa carcajada. Se dir�a que todo encaja. Primero salvaron el cine y ahora se salvan los dos (o, mejor, sus personajes) gracias al cine. Cine dentro del cine, cine que devora cine.

P. El especialista parece por momentos un alegato contra la Inteligencia Artificial y contra los efectos digitales de los �ltimos a�os...

Emily Blunt. Sin duda, algo de eso hay. La intenci�n de la pel�cula es hacer que el cine se sienta como algo muy personal y a la vez como algo muy tangible. Muchas de nuestras experiencias en un plat� est�n en El especialista y no ocultamos que la cinta quiere ser una carta de amor a los dobles de acci�n, unos tipos con una habilidades incre�bles y �nicas que, a fecha de hoy, un ordenador es incapaz de reproducir. Chris O'Hara, el coordinador y dise�ador de las acrobacias, es un hombre de la vieja escuela. Nadie est� en contra de los avances tecnol�gicos, pero est� claro que no pueden despojar a una pel�cula de su humanidad. Por lo dem�s, nuestro objetivo no era denunciar nada sino hacer algo muy divertido. Nosotros, desde luego, nos hemos divertido.

Ryan Gosling. Me atrever�a a decir que �sta es una pel�cula que un algoritmo nunca podr�a hacer. De hecho, hemos llegado a un momento en que el cine se tiene que plantear hacer cosas que jam�s har�a un algoritmo. De alg�n modo, considero que esta pel�cula es la m�s personal de mi carrera puesto que est� inspirada en 20 o 30 a�os de experiencias compartidas con toda la gente que he conocido por el camino. Tiene algo de la sangre, el sudor y las l�grimas derramadas todo este tiempo. Todo est� hecho a mano, dir�a.

Para saber m�s

P. En varias ocasiones se ha manifestado a favor de incluir el dise�o de acci�n como una categor�as m�s de los Oscar. �No es ya bastante larga la ceremonia?

R.G. Es una locura que no sea as�. Piense en Asalto y robo de un tren [Edwin S Porter, 1903], la primera pel�cula de acci�n del cine. Ah� ya hab�a especialistas.

E.B. Un especialista arriesga literalmente la vida y no puede ser que viva en las sombras...

R.G. Hay dobles desde el nacimiento del cine �por qu� no existe una categor�a en los Oscar para ellos como hay para decoradores o maquilladores? No solo es una cuesti�n de t�cnica, es un aut�ntico arte que exige un planteamiento y un dise�o. Muchas de las escenas m�s memorables de la historia del cine que consideramos ic�nicas son obra suya...

E.B. En esta pel�cula Logan Holladay ha batido el r�cord de vueltas de campana de un coche. Para conseguirlo fueron semanas y semanas de preparaci�n donde interviene la ingenier�a, la f�sica y un valor descomunal. Y todo ello para transmitir al espectador una sensaci�n de asombro completamente real. Eso lo podr�a haber hecho un ordenador en segundos, pero el resultado hubiera sido otro infinitamente peor. Es hora de reconocer su trabajo.

Fotograma de 'El especialista'.
Fotograma de 'El especialista'.

P. Esta es oficialmente para los dos su primera pel�cula despu�s del fen�meno Barbenheimer. �Tienen consciencia de haber cambiado, adem�s de la conversaci�n de millones de personas, quiz� hasta la historia del cine? Y no me refiero a solamente la taquilla, el propio concepto de cine popular o blockbuster es ya otro...

R.G. Lo �nico que puedo decir es que lo que ocurri� nos sorprendi� a todos. No hab�a un plan. No solo fue que la gente volviera a las salas de cine, sino que lo hicieron de la mano de dos pel�culas tan diferentes a todo como Barbie y Oppenheimer. Es muy complicado ahora mismo ir al cine. Una pel�cula tiene que ser algo que te convenza a pagar a una ni�era para salir de casa en primer lugar. Tiene que tener un poco de todo: tiene que ser divertida, dram�tica, original, nost�lgica en determinados aspectos y subversiva en otros. Y luego hay otra cuesti�n a tener en cuenta. Ahora todos los espectadores somos un poco cineastas. Esto es un fen�meno nuevo en la historia. Vivimos un tiempo en el que todo el mundo crea sus propios contenidos con una habilidad incre�ble. Es decir, el espectador sabe perfectamente c�mo est� hecha la salchicha. Todo eso hace que sea muy complicado, m�s que nunca, acertar.

E.B. S�, y adem�s son muy exigentes con el resultado. Basta ver la cantidad de veces que algunos son capaces de repetir un selfi. Son m�s concienzudos que cualquier actor. Pero, ya en serio, la propia forma en la que nos movemos y nos comunicamos con las redes sociales hace que todo sea mucho m�s previsible que antes. Nuestras vidas est�n m�s estructuradas que nunca y nadie quiere salirse del patr�n establecido. Por eso tuvo tanto m�rito lo que pas� con Barbenheimer u Oppenbarbie. De repente, las dos pel�cula cumplieron un deseo del p�blico de forma inesperada. La gente fue seducida por algo que no hab�a experimentado nunca antes. Es un aut�ntico gozo formar parte de una pel�cula que captur� su momento y cre� una conversaci�n completamente nueva. Cuando me propusieron una pel�cula de tres horas sobre un f�sico, pens� si estaban locos. Y mira ahora. A veces bromeamos y decimos que Barbenheimer no es m�s que una gran estrategia de marketing para la promoci�n de El especialista. Definitivamente, no hay algoritmo para lo que pas�.

Fotograma de 'El especialista'.
Fotograma de 'El especialista'.

P. Me pregunto si uno de los cambios no es el fin del blockbuster como pel�cula de superh�roes. Miro sus filmograf�as respectivas y ninguno ha hecho una pel�cula de superh�roes. El especialista parece, de hecho, una refutaci�n de toda la era Marvel.

E.B. Bueno, Mary Poppins era un poco una superhero�na. Era m�gica y lo arreglaba todo.

R.G. No, no tengo nada en contra de los superh�roes en absoluto. Y no quisiera que esta pel�cula fuera considerada como una respuesta a los superh�roes. Entiendo el sentido de la pregunta y de la conversaci�n porque s�, admit�moslo, ha habido muchas pel�culas de superh�roes. Pero no hay algo as� como una oposici�n. Recuerdo que cuando rod� Cruce de caminos en 2012, el mismo especialista que me doblaba en las escenas de moto, Rick Miller, era el que hac�a lo mismo en Batman, en El caballero oscuro. Los dobles de acci�n tienen mucho de superh�roes y las pel�culas de superh�roes ser�an imposibles sin ellos.

P. En El especialista, el protagonista envidia a su doble, �eso pasa?

R.G. Con cada uno es diferente. No se puede generalizar. Lo que s� puedo decir es que la comunidad de dobles es un grupo muy especial de personas. Son unos tipos completamente desinteresados que nunca quieren ser el centro de atenci�n. En este sentido son lo contrario a los actores. Nos apoyan siempre y todo su empe�o es que nosotros salgamos lo mejor posible.

P. �Por qu�, de repente, se hacen tantas pel�culas sobre el cine? Se dir�a que el cine vive un proceso de repensarse, de volver a encontrar su sitio...

R.G. Es un poco por lo que dec�a antes. Ahora todos somos cineastas. Por eso, me resulta especialmente interesante incorporar a la propia pel�cula las secuencias que antes consider�bamos partes del making of o las escenas entre bastidores...

E.B. De repente, el proceso de hacer una pel�cula se ha convertido en parte del inter�s de la pel�cula. El secreto de las pel�culas es ahora m�s compartido que nunca.

P. Le pregunto a Ryan, pero me interesa saber su opini�n Emily. �Por qu� lloran tanto los h�roes hombres ahora?

R.G. La realidad es as�. Est� m�s cerca de la realidad. �Estamos acaso diciendo que los hombres lloran ahora m�s que antes? No lo creo. Quiz� antes lo hicieran m�s en privado, pero no creo. El error es considerarlo extra�o. Si un hombre llora no se muestra vulnerable, simplemente es realista... Las personas, todas, lloramos. En el proceso de escritura de la pel�cula, el director y yo mismo nos dimos cuenta de que todo lo que hac�a el protagonista acababa en dolor. Si te atropella un coche, duele; si te tiran por una ventana, duele; si te prenden fuego, duele... Pod�amos fingir que no le dol�a nada, pero no. As� que decidimos mostrar ese dolor. Pero no por nada, sino para que realmente pareciera de verdad. No le quita m�rito que se queje o llore, al rev�s, hace que todo resulte m�s profundo.

E.B. A nadie le importa ni le interesa una pel�cula de acci�n en la que el h�roe tiene todas las respuestas. Esa es parte de la gracia, ver y notar el sufrimiento de alguien para salir a flote. Ese es el �nico modo de identificarte con el protagonista.

P. S�, pero el protagonista llora al escuchar una canci�n de Taylor Swift...

R.G. No s� cu�ntos guiones de acci�n habr� le�do en los que la c�mara recorre todas las cicatrices del cuerpo del protagonista. Su cuerpo cuenta una historia a trav�s de su rostro atormentado... Basta. Es m�s interesante un hombre que llora con una canci�n de Taylor Swift que otro que ense�a sus cicatrices.

E.B. S�, cuando lees ese tipo de cosas, est�s fuera, te pones a pensar en otra cosa.

P. �Compartieron juntos el dolor de perder el Oscar en la pasada ceremonia?

R.G. Estaba fuera de nuestro alcance.

E.B. A mis hijos les encanta el momento en el que pierdo.