CR�NICA

La orden 'discreta' protegida por el Rey Juan Carlos

2010. Reuni�n de caballeros de San Huberto en El Escorial . En la primera primera fila (2� izq.), el archiduque.

Son 350 caballeros en todo el mundo, sus s�mbolos son los mismos que la bebida de moda J�germeister, se re�nen para cazar desde el siglo XVII...

El que fuera gran maestre de San Huberto hasta 2013, un archiduque austriaco, cuenta por vez primera qui�nes son

Cuando el pasado 13 de febrero apareci� muerto Antonin Scalia, juez conservador de la Corte Suprema de EEUU, saltaron todas las alarmas: su fallecimiento pod�a suponer el cambio de rumbo de la pol�tica estadounidense durante los pr�ximos a�os. Dem�cratas y republicanos tomaron posiciones instantes despu�s de que saltara la noticia. Todo se precipit�. Enseguida se supo que se encontraba en un lujoso rancho tejano. Pero tambi�n que el magistrado, de 79 a�os, no estaba all� de relax. La �extra�a? muerte del que fuera azote de las pol�ticas m�s progresistas de Obama ocurri� en el transcurso de una cacer�a organizada por la Orden Internacional de San Huberto (IOSH, en sus siglas en ingl�s). Una "discreta" hermandad que hunde sus ra�ces en la Austria Imperial del siglo XVII, cuyo Protector mundial es el Rey Juan Carlos I y de la que a penas se conocen datos.

�Qu� es y qui�nes forman la Orden de San Huberto, cuyo escudo, con un ciervo y una cruz, es la marca de una de las bebidas alemanas m�s de moda, J�germeister? Quien fuera Gran Maestre de la IOSH desde 1991 hasta 2013, que se presenta como Su Alteza Imperial y Real, el Archiduque Andr�s Salvador de Habsburgo-Lorena y Salm-Salm, nos hace de cicerone para adentrarnos en el pasado y el presente de San Huberto. Es la primera vez que un miembro habla para un medio. Y no s�lo de la muerte de Scalia. "No somos una organizaci�n secreta, tan s�lo somos discretos. Una m�s de las tantas ONG, con unos estatutos y una constituci�n por los cuales nos regimos. No nos gusta estar en la palestra como a los pol�ticos", cuenta a Cr�nica quien es tambi�n pr�ncipe de la Toscana, de Hungr�a y de Baviera. "Conozco bien el trasfondo de la historia [la muerte del juez Scalia]", relata desde su castillo austriaco, reci�n llegado de Estados Unidos, donde ha sido informado en primera persona de los hechos.

Los hechos

Aquel s�bado por la ma�ana, amaneci� como una jornada m�s de caza en Cibola Creek, el lujoso rancho de 12.000 hect�reas con resort de lujo frecuentado por actores de Hollywood y grandes fortunas. No en vano, no era la primera vez que los miembros de San Huberto eleg�an este destino, entre ellos Andr�s Salvador de Austria. En 2010 los peri�dicos locales recog�an con detalle el despliegue de jets privados que hab�an transportado a personalidades llegadas desde EEUU, M�xico y Europa; los exquisitos men�s tras las batidas de perdices y faisanes, incluso de la ropa "al viejo modo europeo" utilizada para los ojeos.

A los compa�eros de armas del magistrado les extra�� que no apareciera a la hora del desayuno. Sol�a ser extremadamente puntual en los almuerzos y las cenas de gala que se celebraban despu�s de la caza. John Poindexter, el multimillonario due�o de Cibola, se dirigi� a la habitaci�n de Antonin Scalia, donde descubrir�a el cuerpo sin vida de su amigo: "Encontramos a Scalia con una almohada sobre su cabeza y la ropa de cama intacta", declar� a la prensa. Comentario que cobrar�a m�s fuerza cuando Donad Trump se hizo eco de �l en una entrevista.

Con el paso de las horas se iban conociendo nuevos datos. Se supo que el levantamiento del cad�ver se hab�a hecho v�a telef�nica, sin la asistencia de la juez Guevara, que era quien estaba de guardia. Esta actuaci�n puede parecer extra�a, pero es legal en el estado de Texas. El nerviosismo que supon�a ser el centro de los comentarios de la prensa y la clase pol�tica estadounidense desemboc� en una cascada de desmentidos y rectificaciones, comenzando por la propia jueza, que primero dijo que hab�a sido un ataque al coraz�n y despu�s una muerte natural. El due�o del hotel tambi�n cambi� su versi�n y afirm� a la CNN que hab�a sido un malentendido y que lo que �l hab�a dicho es que la almohada estaba entre el cabecero y la cabeza del desafortunado Scalia. Ante la confusi�n, muchas voces se levantaron para pedir una autopsia que confirmara la ausencia de violencia en la muerte de Scalia, pero la numerosa familia del magistrado cat�lico -nueve hijos y 33 nietos- se neg� en rotundo, pues quer�an que sus restos regresaran a su Virginia natal para ser enterrado cuanto antes.

La versi�n del archiduque, alejada de conspiraciones, coincide con la de la familia Scalia: "Texas es un estado muy grande; el rancho Cibolo, que conozco bien, est� muy al sur. Llegar a un sitio tan remoto es un gran esfuerzo f�sico y el se�or Scalia era mayor y ten�a problemas coronarios. Ha muerto all� por casualidad. S� que hab�a miembros presentes en la cacer�a pero �l no perteneci� nunca a la Orden". El Gran Maestre Em�rito nunca conoci� al magistrado, pero admira su firmeza: "Scalia ten�a un elevado sentido del honor. Profundizaba mucho en sus argumentos, lo cual es destacable. Ten�a posturas maduras y de relieve, me recuerda al rey Balduino de los belgas, cuando se aprob� el aborto y renunci� moment�neamente para no tener que rubricar la ley. Hoy en d�a las personas que defienden una profunda postura moral resultan inc�modas".

Y es que el fallecimiento del que fuera azote de Obama dejaba empatados a conservadores y progresistas en el m�s alto tribunal estadounidense, que tiene la �ltima palabra en cuestiones como el aborto, el derecho a sufragio de los inmigrantes o el matrimonio homosexual, a los que el magistrado se opon�a frontalmente y cuyo voto inclinaba la balanza del lado conservador. A mediados de marzo el presidente norteamericano anunciaba que designar�a al sucesor de Scalia en pocas semanas, a lo que se niegan los republicanos, que creen que hay que esperar a que se celebren elecciones en noviembre para tomar una decisi�n tan trascendente.

La historia de la Venerable Orden de San Huberto trasciende en mucho la pol�tica interna de EEUU. Naci� lejos de all�, en Europa, auspiciada por el conde Anton von Spork en 1695 -con San Huberto como patr�n-, tras un viaje a Francia, donde se inici� en tradiciones venatorias mucho m�s refinadas y con elementos culturales. El conde quiso trasladar estas costumbres a sus dominios y al resto del Imperio Austro-H�ngaro. Deum diligite, animalia diligentes, "Honra a Dios, honrando a sus criaturas", reza su divisa.

Pioneros del ecologismo

Los principios de los caballeros deben mostrar un total respeto por el medio ambiente, exaltando los valores de la vida en armon�a con la naturaleza y considerando la caza como uno de los motores de la evoluci�n humana. "Para nosotros la caza es un reto contra la naturaleza, ver qui�n es m�s inteligente: el animal que conoce el entorno o el cazador que conoce los vientos, que sabe evaluar la situaci�n y cobrar la pieza", cuenta el archiduque. "Nosotros, al igual que los inuits, no cazamos; son los animales los que se ofrecen al cazador como sacrificio".

La Orden llev� una existencia pac�fica hasta que la Alemania nazi anexion� Austria en 1938, a�o en el que fue disuelta, como el resto de asociaciones. La web de la hermandad cuenta c�mo Hermann G�ring, lugarteniente de Hitler y presidente de la Asociaci�n de Cazadores del III Reich, intent� ser caballero infructuosamente, de ah� su prohibici�n y el asesinato del Gran Maestre y sus Senescales. "El deseo de G�ring era reunir 300.000 hect�reas en Austria como su coto de caza privado. Las expropiaciones de los israel�es no dieron para tanto como �l anhelaba, Austria est� muy dividida en parcelas peque�as. Que intentara ingresar es m�s fruto de la leyenda, en mi opini�n", apostilla el arist�crata.

En 1950, el reci�n llegado canciller Leopold Figl quer�a premiar a los aliados que hab�an respetado el patrimonio cultural austriaco. Al estar prohibidas todas la �rdenes y las condecoraciones tradicionales austriacas, Figl reactiv� la orden del conde Spork con tal fin, que "tiene que ver con el Imperio Austro-H�ngaro pero no con la Familia Imperial", se�ala quien ocupa el n�mero 48 en el orden sucesorio al trono. La IOSH tambi�n ayud� a paliar el hambre de la poblaci�n en aquellos a�os duros: fueron los �nicos a los que se les permiti� el uso de armas y gracias a la caza mucha gente pudo obtener alimento.

"La palabra elitista no la acepto. El conocimiento del respeto a la naturaleza en los a�os 50 no estaba en boca de nadie, era un grupo peque�o que entendi� que la naturaleza ten�a una limitaciones y hab�a que protegerla. Es elitista en el sentido de los conocimientos, no de separarse del resto", defiende el archiduque. No da nombres de los integrantes, pero s� revela que son unos 350 miembros a nivel mundial, vinculados a profesiones liberales: abogados, banqueros, propietarios de fincas, empleados de seguros. No s�lo arist�cratas. Y son ellos quienes sostienen econ�micamente a la Orden. Andr�s Salvador de Austria ingres� en 1985 y en 1991 fue elegido Gran Maestre. Durante su mandato, San Huberto se activa en pa�ses de lengua latina. El ingreso de un nuevo miembro viene respaldado por dos caballeros. Tras un periodo de prueba, son investidos en una solemne ceremonia que tiene lugar en enclaves como El Escorial o la Catedral de Granada. Internacionalmente se dividen en Grandes Prioratos: Portugal, M�xico, Italia, Luxemburgo, Escocia, Estados Unidos y Espa�a.

Cuando el archiduque fue nombrado Gran Maestre, invit� al rey Juan Carlos, gran cazador, para que fuera Protector de la Orden, un puesto s�lo representativo que antiguamente siempre desempe�aba un soberano o el papa, y que daba respaldo a las ordenes. Su majestad, que todav�a desempe�a el cargo, acept� de buen grado, aunque no participa en las ceremonias: "No le hemos dado la lata con ninguna de nuestras actividades", bromea, "pero s� que le hemos dado grandes alegr�as en cuestiones de caza".

Adem�s del rey em�rito Juan Carlos, Cr�nica ha sabido que hay y ha habido otros espa�oles en San Huberto, entre ellos su primo el fallecido Carlos de Borb�n-Dos Sicilias, Ma-nuel Gil de Santib��ez (Gran Prior en Espa�a) o Antonio S�nchez de Le�n y Cotoner.

"Ha sido mucha la tarea que hemos realizado en estos a�os y estoy muy orgulloso de la gente a la que he podido conocer. Algunos consideran a San Huberto como los precursores del ecologismo y el conservacionismo", comenta orgulloso de sus logros.

La IOSH recopil� los conocimientos cineg�ticos de cada zona: "En Espa�a tradicionalmente no se caza con nieve porque es darle ventaja al hombre, mientras que en Austria se caza con la nieve para poder encontrar las reses. Uno no llega y le pega un tiro a un animal por el placer de matar, tiene que haber una motivaci�n m�s elevada, y todos estos estudios se han plasmado en casi una veintena de libros", se�ala.

�Y sobre el emblema de la Orden y el licor J�germeister? "No se sabe qui�n fue el autor del s�mbolo [el ciervo blanco con la cruz entre las astas], pero la bebida no tiene nada que ver con la Orden. Cualquiera pudo haberlo usado con valor cremat�stico", aclara resignado ante "el sensacionalismo", dice, del que han sido objeto en los �ltimos meses.

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