Quién es Estaban Alvarado, el nombre que suena detrás de los crímenes mafiosos – Diario El Ciudadano y la Región
Policiales

Saga mafiosa

Quién es Estaban Alvarado, el nombre que suena detrás de los crímenes mafiosos

Cayó preso en 2007 cuando intentaba robar un Fiat Duna. Señalado como socio del empresario Luis Medina volvió a caer en agosto de 2012. Pero el asesinato del prestamista Lucio Maldonado lo ubicó desde fines de 2018 como protagonista de una banda delictiva mixta por cuyo liderazgo recibió perpetua


Este martes, en el Centro de Justicia Penal se realizó una audiencia imputativa por la saga de crímenes que conmocionaron a Rosario durante el mes de marzo, en el que fueron asesinados dos taxistas, un colectivero y un playero. Uno de los nombres que apareció fue el de un viejo conocido de las crónicas policiales, Esteban Alvarado, otro de los alfiles de este capo narco, Alejandro “Chucky Monedita” Núñez, y Claudio “Morocho” Mansilla.

Esteban Lindor Alvarado cayó preso en 2007 cuando intentaba robar un Fiat Duna en Cochabamba al 800 y terminó condenado en esa causa provincial por robo de autos. Señalado como socio del empresario Luis Medina y vinculados ambos con el narcotráfico, volvió a caer en agosto de 2012 y terminó condenado en Buenos Aires por liderar una banda dedicada a robar, desguazar y mellicear o emponchar autos.

Pero el asesinato del prestamista Lucio Maldonado, a pocos meses de que Chuchino Alvarado, como lo conocen, consiguiera la libertad condicional, lo ubicó desde fines de 2018 como protagonista de una investigación judicial que dejó a la vista una banda delictiva mixta, sumamente aceitada, dedicada a la comisión de hechos violentos que contaba con una pata económica dedicada a introducir en la economía legal ingresos con origen delictivo a través de una red de empresas y prestanombres.

Varios de los nombres que surgieron en la investigación, ya sea como testigos, imputados devenidos en colaboradores de la investigación o nombrados, sufrieron ataques armados; algunos de esos hechos terminaron en homicidio, como el reciente asesinato del mecánico Carlos Arguelles.

Tras un juicio oral que llevó dos meses en la justicia provincial, Alvarado fue condenado el 3 de junio de 2022 a prisión perpetua por una serie de homicidios, balaceras y liderar una asociación ilícita que abracaba hasta el lavado de dinero con empresas fantasmas. En tanto, el 9 de junio de ese mismo año, el capo narco tuvo su revés judicial en el fuero federal tras ser penado a 15 años de prisión al considerarlo organizador del transporte de media tonelada de marihuana a la provincia de Río Negro en 2017.

Capo de lo que la prensa porteña denominó Banda de los Rosarinos, para entonces Alvarado tenía un recorrido en las páginas del crimen local, aunque una sola condena, aquella por el robo de 2007. Aquella organización desbaratada en 2012, también mixta, se dedicaba a robar autos en la rica zona norte del Gran Buenos Aires, traerlos a Rosario, desarmarlos y hacer nuevos papeles a autos mellizos o ponchos para volverlos al mercado. O bien desguazarlos para el mercado ilegal de las autopartes, Con otras nueve personas, terminó investigado por el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, con quien la defensa de Alvarado, al que también llaman Rengo, acordó en 2015 un abreviado que incluyó una condena a 6 años y medio de cárcel.

Mientras estaba detenido, su socio Medina fue ejecutado en compañía de su novia, Justina Pérez Castelli, en diciembre de 2013, caso en el que siempre estuvo bajo sospecha, aunque nunca fue imputado. Desde 2017 Alvarado volvió a las calles de a poco, con transitorias, aunque el dato de su vinculación al narcotráfico ya tenía varios años: por un lado un informe de 2012 de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y, por otro, indicios que partieron de la incautación de un pendrive de su celda VIP de la cárcel de Campana, en 2013.

En noviembre del 2019 el fiscal federal Guillermo Lega y la Procuraduría contra el Narcotráfico (Procunar) hicieron un pedido de indagatoria como organizador de transporte de marihuana tras analizar varias causas de las que surgen indicios sobre esa actividad ilegal. En una de ellas fue procesado.

En el ámbito provincial, su nombre resurgió con el crimen de Lucio Maldonado, ocurrido noviembre de 2018. El prestamista fue secuestrado frente a su casa en Garibaldi al 600 por cuatro hombres que lo obligaron a subir a un utilitario y se llevaron su auto. Volvieron en el coche, entraron a la casa y luego lo dejaron estacionado frente a la vivienda, se vio en una filmación. Según la acusación fiscal, lo llevaron hasta una quinta en el paraje Los Muchachos en Piñero, donde estiman fue torturado, asesinado y tirado al borde de la autopista Rosario-Buenos Aires con varios tiros, atado y con un cartel que decía: “Con la mafia no se jode”.

Esta investigación derivó en una causa por asociación ilícita y se libró un pedido de captura para Alvarado, quien fue detenido en febrero de 2019 en un camping de la localidad cordobesa de Embalse Río Tercero. Cuando se vio acorralado intentó deshacerse de su teléfono móvil tirándolo al agua pero fue recuperado y lo mandaron a Estados Unidos para su apertura.

Condenaron a prisión perpetua a Esteban Lindor Alvarado por homicidios y balaceras en Rosario

Fue una de las principales evidencias que utilizó la fiscalía para explicar el modus operandi de la banda mixta. Para el MPA, Esteban Lindor Alvarado fue el jefe de una asociación ilícita que funcionó al menos desde el 7 de septiembre de 2018 hasta el 29 de abril de 2019 y contaba con tres estamentos.

El primer estamento, formado por la mano de obra que cometían los delitos, proveían la logística, y los elementos necesarios para llevarlos adelante, pagaban los “trabajos” y hacían tareas de inteligencia e identificaban y amedrentaban a personas para obtener un beneficio ilegal. Los otros dos, se dedicaban a proveer impunidad y estaba integrado por miembros de las fuerzas policiales y otro que conformaba un entramado de empresas comerciales y unipersonales que le daban apariencia de legalidad a los ingresos ilícitos y proveía logística y recursos materiales y humanos a la banda, contaron.

Casi la mitad de informantes del MPA en caso Esteban Alvarado fue asesinado: ahora se sumó condena

Tras un juicio oral que llevó dos meses en la Justicia provincial, Alvarado fue condenado el 3 de junio de 2022 a prisión perpetua por una serie de homicidios, balaceras y liderar una asociación ilícita que abracaba hasta el lavado de dinero con empresas fantasmas.

Condena a Esteban Alvarado: para la Justicia federal es “el hombre de atrás”

En tanto, el 9 de junio de ese mismo año, el capo narco tuvo su revés judicial en el fuero federal tras ser penado a 15 años de prisión al considerarlo organizador del transporte de media tonelada de marihuana a la provincia de Río Negro en 2017.

Tras su intento de fuga, ordenaron llevar a otra cárcel a Esteban Lindor Alvarado

Fuga frustrada

El nombre de Alvarado se hizo conocido a nivel nacional a principios del año pasado al desbaratarse un cinematográfico plan de fuga del penal de Ezeiza. Al procesarlo, la Justicia federal dio por acreditado que el plan de fuga de Alvarado comenzó a ejecutarse el 10 de marzo de 2023 “en horas tempranas”, y requería que un piloto contratado por el capo narco rosarino, apodado ‘Lobo’, tomara posesión de un helicóptero comprado en el exterior, en el aeródromo de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.

Desde allí, el piloto debía trasladarse hacia el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza y arribar “al patio exterior en el preciso instante en que los internos se hallaban en el lugar”.

“Allí, o bien aterrizaría por breves segundos, o bien sobrevolaría el terreno a muy baja altura, lo que permitiría que Alvarado y otro recluso abordasen la aeronave rápidamente”, sostuvo el juez Ernesto Kreplak.

Luego de la extracción de Alvarado, el helicóptero debía partir “inmediatamente después” hacia una zona rural del partido bonaerense de General Rodríguez, donde debía aterrizar “brevemente para que descendieran los reclusos evadidos”.

“Allí aguardarían otros integrantes de la organización criminal conducida por Alvarado, quienes a bordo de varios vehículos se encargarían de transportar a los internos a otro sitio para terminar de perfeccionar el escape”, señaló el juez federal en su fallo.

En ese sentido, añadió que “el piloto de la aeronave, en tanto, se trasladaría por aire hacia un campo de la localidad bonaerense de Open Door, partido de Luján, donde la escondería en un galpón”.

En cuanto a los otros dos procesados, Kreplak afirmó que el día del intento de fuga Orpianese pasó a buscar a bordo de una camioneta Ford Eco Sport a un hombre por un lugar cercano de la Terminal Mariano Moreno de la ciudad de Rosario, posiblemente el piloto “Lobo”.

Desde ese lugar partieron ambos hacia el aeródromo de Gualeguaychú, donde se encontraron con Donnet, “con quien terminaron la puesta a punto del helicóptero, que finalmente despegó en dirección hacia la provincia de Buenos Aires”.

“La aeronave fue hallada en horas de la tarde, cuando Alvarado aún permanecía en el patio de su unidad de detención, en un predio perteneciente al ‘Country Club Banco Provincia”; en la localidad bonaerense de Francisco Álvarez, “a menos de 50 kilómetros en línea recta de su primer destino”, reseñó el juez.

Tras el hallazgo del helicóptero por parte de efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), se constató “una avería en los magnetos del motor, lo que habría impedido una correcta ignición de las bujías y la consecuente pérdida de sustentación, causa probable del aterrizaje prematuro de la aeronave en ese sitio”.

Según la pesquisa, el intento de fuga de uno de los capos narcos más importantes del país, líder de una organización enfrentada a Los Monos de Ariel Máximo “Guille” Cantero, comenzó a planificarse hace seis meses.

Los investigadores de la PFA lograron obtener el dato a través de una persona que declaró como testigo de identidad reservada ante el Ministerio de Seguridad y, desde entonces, se comenzó a trabajar sobre el tema, con la colaboración de los fiscales de la Procunar, Diego Iglesias y su secretario Matías Álvarez, y la fiscal federal Cecilia Incardona.

Cattalini: “El Consejo de la Magistratura debe acelerar la investigación sobre el juez Bailaque por la causa Alvarado”

Con la información obtenida, los pesquisas, que contaron con la colaboración de efectivos de las Direcciones de Seguridad y de Inteligencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF), lograron acceder al teléfono celular que utilizaba el capo narco dentro de su pabellón y, mediante un sofisticado programa tecnológico, “clonar” su chat de WhatsApp y el de su interlocutor.

De acuerdo a lo que lograron obtener los pesquisas, en base a ese intercambio de mensajes de Alvarado con un hombre apodado “Lobo”, los investigadores establecieron que existió un primer intento de rescate que se iba a llevar a cabo el viernes 3 de marzo.

Ese operativo de rescate se frustró, porque ese día, tres jueces de jurisdicciones distintas ordenaron la realización de distintos allanamientos en la cárcel de Ezeiza y del penal de Rawson, en el marco de operativos ante la sospecha de que desde el penal se organizaban balaceras y delitos vinculados al narcomenudeo.

La pulseada entre Los Monos y Esteban Alvarado: uno de entre muchos homicidios y dos condenas

Finalmente, el 10 de marzo, los efectivos de la División Drogas Peligrosas de la PFA lograron desbaratar la maniobra y detuvieron a tres sospechosos, como así también el secuestro del helicóptero.

Sin embargo, el piloto de la aeronave, el hombre apodado “Lobo”, logró escapar y todavía permanece prófugo.

Los pesquisas lograron establecer que el helicóptero había sido comprado en Paraguay hace unos meses, en una maniobra que ahora es investigada, ya que se sospecha que fue adquirido por dinero obtenido por la venta de drogas.

Apresan a experto en lavado de activos para narcos y al padre del mayor proveedor de cocaína en la región 

Comentarios

10