Reseña del episodio 8 de la temporada 4 de 12 monos: Demonios

Un viaje a la Inglaterra medieval exuda un aire inquietantemente mítico cuando la búsqueda del arma de 12 monos llega a un final culminante pero trágico.

Este 12 monos La reseña contiene spoilers.

12 monos temporada 4 episodio 8

Aquí es donde queda claro que 12 monos está terminando de verdad, por triste que sea. Sí, un reinicio podría deshacer toda la miseria, pero ¿alguien cree que es hacia eso a lo que nos dirigimos? En un episodio que parece haber frustrado la única oportunidad del equipo de usar el arma que los Videntes hicieron para Cole, la historia toma un giro decididamente más oscuro, elevando las apuestas a una altura impactante en lo alto de una escalera larga y sinuosa mientras agrega toneladas. de profundidad a una mitología ya profunda en un pasado lejano. Salpicado con la cantidad justa de humor de Jennifer, este trágico episodio parece marcar el comienzo del verdadero final de la serie.

Un hilo que ha estado pendiente desde la primera temporada es la referencia recurrente a la Hermandad Drusa, que ha estado ayudando y poblando al Ejército de los 12 Monos durante cientos de años. En retrospectiva, parece obvio que un grupo así necesitaría ser fundado por una Primaria, pero la presentación de Andrus el Carnicero aún logra ser completa e impresionantemente inesperada. Su odiada devoción por el Testigo, que sin duda acecha en sus sueños como un dios malévolo, encaja perfectamente con la estricta atmósfera religiosa de la Baja Edad Media.

La llegada inicial de Jennifer también ayuda a facilitar la transición a un lugar tan extranjero, y realmente no podemos culparla por caer en la trampa de brujas de Andrus; el símbolo del mono debe haber sido extrañamente alentador porque estaba en el camino correcto, incluso cuando hablaba torpemente de “los dragones en el campo esta mañana”. Su humor en la adversidad, especialmente sus referencias a la cultura pop. La leyenda de Zelda y El Señor de los Anillos (e incluso el gran chiste de la caca), nos mantuvo en territorio familiar hasta que Cole y Cassie pudieron acudir a su rescate.

Olivia parece mucho más cómoda en este lugar, incluso con su máscara de Testigo más parecida a un caballero, y Andrus, llevándola al círculo de Videntes, escucha la escena inicial del estreno de la temporada, esta vez con razones más específicas para las antorchas humanas. Es interesante notar que Alpha Primary descarta a Olivia como un subproducto “deslizándose a través de las entrañas de la causalidad” y afirma que James Cole es el único que importa. Aunque esto se desarrolla en el episodio final de la noche, aquí fue un shock tanto para la audiencia como para el Testigo cuando les quemó la ubicación del arma.

Cole y Cassie, por supuesto, tuvieron que aprender dónde “subir las escaleras” y “tocar la campana” de Nicodemus, el inventor parecido a Da Vinci con la hija de la Primaria, Chorus. Fue un buen toque tener a Deacon esperándolos, ya que el rey scav había enviado a sus posibles asesinos desde án, colgando sus cadáveres como sistema de alerta temprana. En retrospectiva, su seria discusión con Jennifer mientras le entregaba su daga fue uno de esos momentos que presagian la desaparición de un personaje, pero el vínculo curiosamente fuerte entre Deacon y Jennifer ha sido maravillosamente subestimado desde que le preguntó a la vieja Jennifer: “Ves algo que te guste”. , ¿Abuelita? en la segunda temporada.

La mentalidad abierta de Nicodemo sobre el don de Coro contrasta agradablemente con la autoflagelación de Andrus, y la idea de que pudiera ayudar a construir una máquina de astillas medieval impulsada por una paradoja tenía un cierto aspecto de realismo mágico: algo mítico, algo Increíble, innegablemente impresionante. El hecho de que Olivia y Andrus llegaran justo como lo hicieron Cole y Cassie no es demasiado sorprendente, pero la aparición de la racha blanca de Cassie cuando ella y Andrus agarraron la campana fue una verdadera revelación. ¡El mechón de cabello incoloro significa que realmente nos estamos acercando al final, y esta escena indica que el uso del arma no tuvo éxito!

Como si eso no fuera suficiente, el hecho de que Deacon diera su vida para retrasar al Testigo el tiempo suficiente para que Adler le enviara a Cole el chaleco de astillas fue trágicamente injusto y atípicamente heroico. La decapitación y la posterior paradoja de la iglesia abandonada fue la forma en que los escritores dijeron que Deacon está real y verdaderamente muerto y que no se puede deshacer, y que su sacrificio fue un final noble para un personaje que se ganó nuestros corazones a pesar de ser un autoproclamado malo. chico. Nadie dijo el fin de 12 monos Iba a ser fácil y feliz, y esta muerte estaba en una buena posición para subir la apuesta para la batalla final.

Las continuas hemorragias nasales de la anciana Jennifer mientras insta a Adler a arreglar el chaleco siguen siendo desconcertantes en cuanto a lo que implican sobre un cambio en la historia, pero es alentador notar que Jennifer eventualmente recuperará su ritmo, especialmente porque Chorus le aseguró al “huevo” más joven que sus voces. Sólo guardaron silencio porque se escondían del Testigo. Parece que el “pollo” no sabía que Deacon moriría hasta que lo hizo (¿la historia cambió?), pero la información clave que avanza tiene que ver con los símbolos antiguos que hemos visto antes pero que aún no les hemos atribuido significado. . El suave raspado de la tiza fue la forma perfecta de finalizar este solemne episodio.

Entonces 12 monos se dirige a lo que el showrunner Terry Matalas llama el penúltimo episodio si el final de dos horas se ve como un único tour-de-force cinematográfico que seguramente será. Este viaje a la Inglaterra de 1491 fue un interludio enormemente importante en la ya enormemente crucial historia de Hannah y Emma, ​​a quienes solo vimos brevemente en este episodio, y solo podemos adivinar la asombrosa escala del final si esto sirve de indicación. A medida que nos alejamos del ciclo de la plaga, el ciclo de los Mensajeros y el ciclo de Athan, al ciclo de los grandes Djinn, la naturaleza épica de 12 monos amenaza con abrumarnos, pero con gusto nos quedamos en la orilla mientras se acerca el maremoto, con los brazos extendidos en un bienvenido abandono.