Geiranger, el fiordo noruego de las grandes cascadas

Geiranger, el fiordo noruego de las grandes cascadas

Mundo insólito

Al estar situado en el litoral meridional de Noruega, es visitable en las cuatro estaciones del año, aunque el invierno es para audaces

Fotografía aérea de la zona del fiordo Geiranger en Noruega

Fotografía aérea de la zona del fiordo Geiranger en Noruega

Getty Images/iStockphoto

Trabajar sin un día de descanso durante dos millones y medio de años tiene que dar frutos, a la fuerza. Es lo que hizo el hielo en la costa noruega, y así nos han quedado el mayor despliegue de fiordos de Europa, y uno de los paisajes más reconocibles y espectaculares del mundo.

Escoger cuál de los fiordos noruegos es más bello es un pasatiempo vano. Todos se mueven en la escala alta de la espectacularidad. Sin embargo, unos son más afamados que otros. Los viajeros foráneos se lanzan de cabeza a descubrir el Púlpito en Lysefjord o sus cercanos del sur de la península y en su ansiedad tal vez se olviden de recalar en Geiranger, situado algo más al norte.

Los fiordos de Noruega, uno de los paisajes más reconocibles y espectaculares del mundo

Geiranger está tocado por la varita de los rudos dioses nórdicos. Se trata de una ensenada que caracolea y juega a separarse de mar abierto. La glauca agua del fondo contrasta con los chorros vertiginosos que caen de una sucesión de cascadas impresionantes: las Siete Hermanas (De syv søstrene), el Pretendiente (Friaren) o el Velo Nupcial (Brudesløret), que recibe este nombre porque su chorro se rompe en millones de gotas hasta convertirse prácticamente en una neblina vertical. En los días soleados de verano –que son más de los que muchos sospecharían para Escandinavia–, las corrientes de aire que mueve el espray forman sucesiones de arco iris, en una postal perfecta, casi inventada.

Parecía inevitable que, con todas estas gracias en su haber, Geiranger fuera objetivo de la Unesco para ser declarado patrimonio de la humanidad, galardón que recibió en el año 2005 junto con la ensenada de Naerøy.

El mirador del Águila, que se sitúa a 1.500 metros de altitud, permite ver el interior del Geiranger

El mirador del Águila, que se sitúa a 1.500 metros de altitud, permite ver el interior del Geiranger

Marius Dobilas

Conscientes del imán turístico que supone, las autoridades noruegas siempre han intentado que haya carreteras que lleguen a las partes altas de los fiordos más célebres. En el caso de Geiranger, la ruta es muy afortunada, y su punto fuerte se halla en el llamado mirador del Águila, que se sitúa a 1.500 metros de altitud y proporciona una visión excelente del tramo interior del fiordo. Que, por cierto, es el más profundo. 

Esta es una norma general para las costas recortadas por grandes masas de hielo. Aunque pudiera pensarse que la zona más cercana al mar es la más honda, el trabajo de los glaciares queda ahora cubierto por las aguas, y suele ser el interior y no la embocadura la que proporciona grandes abismos. El récord de los noruegos lo ostenta el Sognefjord, que se sumerge hasta los 1.300 metros de profundidad.

Las aguas del interior de los fiordos son mansas y no es raro que se pueda ver algún cetáceo

Stranda, el término municipal de menos de cinco mil habitantes que es la referencia para visitar Geiranger, cuenta con una destacable red de senderos que van desde la meras excursiones familiares a los grandes travesías, y que aprovechan el recorte realizado por el hielo para enviar a los caminantes a auténticas aventuras de varias jornadas en un entorno semisalvaje. Quienes desean gozar de la majestuosidad de las grandes paredes verticales (hasta 260 metros de corte) suelen optar por el kayak marino, pues las aguas del interior de los fiordos son mansas y no es raro que haya alguna sorpresa adicional en forma de avistamiento de cetáceos.

Al estar situado en el litoral meridional de Noruega, Geiranger es visitable en las cuatro estaciones del año, aunque el invierno es para audaces (o para quienes lo ven cómodamente instalados en cruceros que recorren las más afamadas ensenadas de ese país escandinavo).

Hay cruceros que recorren las más afamadas ensenadas de ese país escandinavo

Hay cruceros que recorren las más afamadas ensenadas de ese país escandinavo

Getty Images/iStockphoto

Desde Ålesund, la ciudad importante más cercana, hay 110 kilómetros de una carretera que las autoridades mantienen abierta todos los días del año (excepto el tramo que pasa por Grotli desde Lom o Stryn), teniendo que utilizar algún ferry. No es un viaje rápido, hay que contar con algo más de dos horas de trayecto, además de las diferentes paradas para quedarse boquiabierto ante el espectáculo paisajístico.

Lee también
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...