Tenemos que hablar de Tenemos que hablar de Kevin

Recientemente me topé con una película que captó mi atención, una de esas pocas cintas en que, al terminar de verla, quedas pensando en por qué sucedieron las cosas de ese modo. We need to talk about Kevin (como es un título largo llamémosle Kev de ahora en adelante) es una película que a mí, como ex estudiante de psicología, me llamó bastante la atención.

Siempre he pensado de este modo: “nuestros intereses y aficiones llevan una inclinación” en mi caso, además de los videojuegos y de las películas de zombies, siempre he sentido una gran atracción hacia los temas de la psicopatía/sociopatía. Los personajes que muestran ese tipo de rasgos (el Dr. House, Sherlock Holmes, Light Yagami, Raskolnikov, etc) siempre se convierten en los que más recuerdo, fue la razón por la que estudié psicología.

Estas películas sobre los “orígenes del mal” no nos dan una completa realidad acerca del tema de los psicópatas sino un punto de vista en base al autor que no pretende dar una respuesta o que sólo va a entregar una sola de ellas, no podemos decir que ver una película así nos dará un término en el tema pero al menos nos puede hacer pensar al respecto.

Kev es una película de 2011, protagonizada por Tilda Swinton, basada en un libro del mismo nombre, publicado en 2003 por la autora Lionel Shriver y que, obviamente, tiene sus fundamentos en situaciones trágicas como la masacre de Columbine, pero con un enfoque más cercano al “malo” y a su familia.

La historia no es contada de la forma tradicional de inicio, clímax, desenlace sino que toma la típica ruta de las películas pretensiosas de una historia no lineal en que los sucesos que vemos no pertenecen a la misma línea de tiempo (como Memento), aunque esta técnica es predecible, es la única que funciona adecuadamente cuando el objetivo es poner a trabajar el cerebro del espectador.

Kevin es un niño que desde su nacimiento mostró signos de desorden mental, lloraba incontrolablemente desde bebé y mostraba una completa ausencia de cercanía al mundo que lo rodeaba, así como un claro odio a su madre (similar a Stewie Griffin). La historia comienza desde su concepción hasta los trágicos eventos que ocurrieron cuando cumplió 16 años.

La parte central de la trama es sobre el miedo/odio/amor/angustia que puede sentir una madre al no poder relacionarse a su hijo y al mismo tiempo ver quién es realmente pero sin poderlo admitir. Sin embargo otro aspecto es contemplado en la cinta/libro, que es la relación de los padres con las actitudes psicopáticas de los hijos. La madre de Kevin (la protagonista) lucha con su hijo para tratar de comprenderlo, amarlo y ser amada, pero se topa cada vez con una barrera de odio de él hacia su madre, la pregunta es: ¿Por qué?

Kevin es un psicópata, los psicópatas son personas incapaces de sentir empatía hacia los demás lo que, en ocasiones, los lleva a cometer actos de crueldad hacia otros seres vivos. Existen varias investigaciones que buscan llegar a una conclusión acerca del origen de un psicópata: ¿es a causa del medio ambiente o se nace así? Una respuesta que seguramente sería de utilidad para cualquier condición anormal (incluida la homosexualidad). Muchas investigaciones aseguran que los psicópatas nacen así, cosa que podemos notar desde el momento en que Kevin es un bebé que no deja de llorar al estar en brazos de su madre o cuando, en sus primeros años, no reacciona a estímulos externos a pesar de no tener ningún problema visible.

En esta historia hay un rumbo al que la escritora pretendía llegar, más allá de toda explicación científica, la intención de la autora era que Kevin no nació así sino que su madre lo convirtió en lo que es. Aunque en la película no se profundiza suficiente (asumo que en el libro será más claro), existen ciertos momentos en que te dicen que la madre no estaba segura de querer serlo.

La madre era una fotógrafa que viajaba por el mundo y escribiendo sobre él, incluso inicia con la “Tomatina española” único momento de la película en que podemos ver a la autora 100% feliz. Más adelante, al estar ya casada, se escucha una discusión que ella y su esposo tienen acerca de mudarse de Nueva York a una zona más apta para criar a Kevin, discusión en que la madre está en contra de hacerlo pues ama NY, aunque finalmente, asumo que a regañadientes, termina cediendo.

Más adelante, en las escenas en que el bebé no deja de llorar en brazos de la madre, podemos ver como ella lo sostiene de una forma extraña, incómoda, con los brazos extendidos, sin pegarse al bebé al cuerpo y con una sonrisa tenebrosa (aunque eso es debido a que la mujer es… rara) y cómo se desgasta mucho desde esos primeros momentos en el cuidado del bebé. Cuando el padre lo carga lo hace pegando al niño a su cuerpo y Kevin no llora, lo que, en apariencia, despierta algún tipo de celo en la madre.

Un poco más adelante y siendo Kevin aún un bebé, la madre le dice que tenerlo la ha desgastado mucho y que preferiría estar en Francia.

Aunque en ningún momento se dice que la madre no quiere al niño e incluso podemos ver cómo ella trata de formar una relación con él, los eventos que vimos al inicio de la vida de Kevin nos dan a entender que, de algún modo, el bebé sentía una falta de afecto de su madre hacia él, lo que ocasionó un odio inmediato hacia ella y lo convirtió en un psicópata.

Esa es, a mi parecer, la intención de la autora, aunque en la película no se explica una razón de la actitud de Kevin, las evidencias en las escenas del inicio muestran que la intención era culpar a la madre. Leyendo algunos foros encontré que hay gente que piensa justo lo contrario, que la película tiene un punto de vista feminista (pues el libro y la película son obra de mujeres), yo noto que la intención obvia es culpar a la madre.

Esta es una película muy psicológica, la madre, llamada Eva (considera que el hijo se llama kEVIn), se ve cansada todo el tiempo, confundida, molesta. Esta sensación es magnificada gracias a la extraordinariamente extraña cara de Tilda Swinton (una mezcla de Ozit y Gollum). Por su lado Kevin es interpretado por dos jóvenes actores que tienen un futuro brillante pues logran levantar antagonismo con el espectador, al mismo tiempo que resultan interesantes.

¿Dos jóvenes actores? Aquí veremos a Kevin en tres fases, de bebé, niño y adolescente. De bebé no hay mucho que decir pero la interpretación de Jasper Newell cuando Kevin tenía 6 años (y era asiático), y de Ezra Miller de Kevin a los 16 años (cuando se volvió un poco menos asiático) es fantástica, generando tanto odio como el pobre Joffrey Baratheon y siendo muy creíbles en sus roles de niño/joven psicópata. Es también de aplaudir la selección actoral pues ambos tienen bastante parecido con Tilda Swinton por lo que es más fácil creernos que son madre e hijo.

Si esta película se hubiera hecho a inicios de los 90´s, Kevin sin duda habría sido interpretado por Edward Furlong, quien ya hizo una película similar en Brainscan

Por la manera en que se desarrolla la película estaba esperando un giro al final que modificara lo que todo el tiempo nos hicieron creer, eso no llegó, nuestros primeros indicios eran ciertos, Kevin estaba mal de la cabeza, y aunque no todos capten la idea de la culpabilidad de la madre, era la intención de la autora el dejar ese punto en la ambigüedad. Al final no tenemos sorpresas, las cosas suceden justamente como lo harían en una situación como la que vemos, pero es el desarrollo y la interesante relación entre Kevin y su madre lo que nos hacen mantenernos viendo esta película de principio a fin.

Algunas cosas no me gustaron, se sigue romantizando el concepto del psicópata al marcarlo cono extraordinariamente inteligente a corta edad, también hubiera sido bueno que dieran un desenlace pues dejar las cosas a interpretación me hace pensar que es flojera argumental (es la salida fácil, como no ponerle voz a Link). Sin embargo debo decir que me gustó la película, que me hizo buscar información acerca de ella, que pretendo conseguir el libro.

¿Qué tan buena película es? Es difícil de ver, algo pesada y muy pesimista, pero si te atrae la psicología y, especialmente, el estudio de la mente criminal, seguramente te va a gustar. Si quieres verla debes saber que está disponible en Netflix en muy buena calidad de video.

Por cierto, Ezra Miller en esta película y Rhys Wakefield en The Purge, ahí están los candidatos al próximo Joker.