Siete mujeres de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua - Radio La Primerisima

Siete mujeres de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua Managua. Por Jorge Eduardo Arellano, Facebook

Siete mujeres de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua Managua. Por Jorge Eduardo Arellano, Facebook

Josefa Toledo de Aguerri (Juigalpa, 21 de abril, 1866-Managua, 28 de marzo, 1962). Egresada del famoso Colegio de Señoritas de Granada, a cargo de profesoras norteamericanas, desde 1883 se le considera la máxima educadora del país. No pocas páginas le consagraron quienes la conocieron y valoraron su trayectoria pedagógica, al igual que su amplia producción escritural, cultivando el ensayo, la crónica de viaje, la pieza de teatro, la biografía breve, el editorial y el artículo divulgativo. He aquí siete de sus obras impresas en la Tipografía Nacional: Al correr de la pluma (1924), Ideales y sentimientos patrióticos (1927), Puntos críticos sobre enseñanza nicaragüense (1933), Temas pedagógicos (1935), Anhelos y esfuerzos (1935), Educación y feminismo (1940) y El hogar y la escuela como factores en la elaboración de una paz futura y perdurable (1951).

Al mismo tiempo, propugnaba –como feminista pionera– la superación y los derechos de la mujer. Dirigió dos publicaciones periódicas Revista Femenina Ilustrada (1918-20) y Mujer Nicaragüense (1929-30), actividad que presenta otra faceta fundamental de su personalidad: la de promotora cultural. Dejó también una Enciclopedia nicaragüense (1932), muy útil para conocer el pasado literario, educacional y científico del país. A todo ello hay que sumarle el despliegue de una incansable labor como benefactora social, presidiendo numerosas instituciones filantrópicas. “Doña Chepita”, como se le llamaba, ha sido la única “Mujer de las Américas” que ha tenido Nicaragua (electa en 1951) solo precedida por Eleonor Roosevelt y Gabriela Mistral.

También única mujer fundadora de la AGHN, integró su primera directiva en 1934 como cuarto Vocal. En 1945 ya era primer Vocal y entre 1958 y 1960 Vicepresidente. En la Revista de la AGHN se han publicado varias semblanzas de su personalidad y en la reunión de la Junta Directiva de la AGHN en mayo de 2013 se tomó el acuerdo de declararla “Educadora emérita de Nicaragua”. Así el 11 de ese mes fue entregado en Juigalpa el diploma correspondiente a las autoridades locales y la máster Ligia Madrigal Mendieta brindó la conferencia “Josefa Toledo de Aguerri: primera feminista de Nicaragua”.

María Asunción Gámez [de Mercuri] (¿Rivas?, c. 1876-Managua, 17 octubre, 1940). Hija de la costarricense Camila Umaña Espinoza (1854-1904) y del historiador, periodista, político liberal y escritor José Dolores Gámez Guzmán (1851-1918). Siendo profesora de un colegio de señoritas, preparó, con base en la magna obra de su padre Historia de Nicaragua (1889), el Compendio de Historia de Nicaragua / Arreglado para uso de las escuelas elementales (Tipografía Nacional, 1896, con ocho ediciones, la última de 1936). Pionera de la literatura pedagógica, fue miembro de número de la AGHN electa en 1936. Asimismo, Gámez tuvo destacada participación en el movimiento feminista a inicios del siglo pasado. El periodista y escritor granadino Enrique Guzmán (1843-1911), anotó en su diario: «Ella se imagina (esto lo advierte cualquiera), que es una mujer superior». Publicó en Revista Femenina Ilustrada escritos de índole autobiográfica: «La Semana Santa» (año I, núm. 7, 11 de abril, 1919, pp. 16-18) y «Un ciclón en el mar de las Antillas (Fragmento de mis impresiones de viaje)» (año II, núm. 16, 18 de enero de 1920, pp. 19-22).

En 1902 casó con Chester Curtis Mercury (1870-1949), comerciante de maderas que en 1906 fue nombrado cónsul de los EE. UU. en Managua. El único hijo de la pareja, José Chester Mercury, nació en Ciudad de Guatemala el 24 de febrero de 1907. Se divorciaron hacia 1919. En 1937 María mantenía su activismo en las organizaciones de mujeres, continuando la lucha por el sufragio femenino, pero en los últimos años de su vida padeció grave enfermedad mental que la condujo a la muerte.

Leonor [Emperatriz] García [Chávez] de Estrada (Sierritas de Managua, 18 de octubre, 1886-Managua, 10 de junio, 1977). Maestra graduada, fue profesora de la Escuela Normal de Señoritas y del Colegio Bautista. A los cuarenta años casó con José Dolores Estrada Zelaya. Por su relación con doña Chepita Toledo de Aguerri en 1937 ya era miembro de número de la AGHN, entre 1943 y 1945 se desempeñaba como cuarto vocal y en 1960 ocupó la Presidencia, única mujer que ha ostentado este cargo. De acuerdo con publicación de la Real Academia de la Historia de Madrid, fue miembro correspondiente de la misma. No se localiza ninguna colaboración suya en el Índice de la Revista de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua: 1936-1979 (Managua, Instituto Histórico Centroamericano, noviembre, 1995).

Celia Guillén de Herrera (Ocotal, 18 de abril, 1889-mayo, 1958). Hija del matrimonio de Atanasia Navarro y Teodoro Guillén —coronel y maestro de obras—, apenas terminó la primaria, pero se formó como maestra, telegrafista e historiadora local empírica. En 1946 se registra en la RAGHN como miembro de número. Fue pionera nacional del estudio del arte rupestre y describió algunas de sus manifestaciones en el artículo «Huellas aztecas en tierras segovianas» (Revista de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua. Año 1, tomo 1, núm. 2, diciembre, 1936, pp. 193-196). Publicó Nueva Segovia (Imprenta de Telpaneca, 1945; 2ª ed.: León, Editorial Hospicio, 1945). Los originales de otro libro suyo, titulado Entre la historia y la leyenda, se extraviaron en una imprenta capitalina. Ver menos

Mercedes Mauleón Isla (Bilbao, 26 de septiembre, 1920-ídem., 19 de junio, 2005). Doctora en Filosofía y Letras (sección de Historia) de la Universidad de Valladolid con la tesis La población de Bilbao en el siglo XVIII, defendida en 1959 y editada en 1961, se vinculó a la UCA desde 1968, consagrándose a la docencia en dicha universidad y en la UNAN-Managua; al igual que a su entrega pastoral como Misionera Mercedaria de Bérriz. Ingresó a la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua el 17 de agosto de 1999 e integró su Junta Directiva. Contribuyó a la creación del Archivo Arquidiocesano (departamentos de Managua, Masaya y Carazo), inaugurado el 9 de marzo de 2005; y dejó un aporte pionero, surgido en las aulas universitarias, es decir, con el apoyo de sus estudiantes: La población de Nicaragua: 1748-1867 (Fundación UNO, 2007), con prólogo del notable demógrafo español David Reher. Entre otros muchos, participó en el Congreso Internacional de Americanistas en Quito, 1997, con la ponencia “Fuentes útiles para los estudios de la población de Nicaragua desde finales de la época colonial hasta la primera mitad del siglo XIX”.

Isolda Rodríguez Rosales (Estelí, 7 de noviembre, 1947). Una de las escasas escritoras integrales de Nicaragua, se graduó en la Escuela de Ciencias de la Educación, especialidad de Español, entregándose a la docencia a nivel de enseñanza secundaria y universitaria, lo que le facilitó redactar tres libros de texto: Español para la Facultad de Preparatoria (UNAN, 1982), La expresión escrita (UCA, 1994) y Curso de Lengua Española (UCA, 1994), ambos reeditados. Fue jefa del Departamento de Literatura de la UNAN-Managua (1986-88), directora de la Escuela de Letras de la UCA (1989-91), catedrática en la misma universidad de literatura española, nicaragüense y universal, además de directora de cultura (1997-2005) y coordinadora de la Maestría de Literatura Centroamericana. También completó cursos monográficos de doctorado (Málaga, Madrid), un postgrado de Literatura y Semiótica Literaria (México) y la Maestría en Historia (UCA, 1993-96). Precisamente, se le deben tres tomos de la investigación diacrónica de nuestro pasado educacional, dedicados a la época del liberalismo de Zelaya (1893-1909), a la restauración conservadora (1910-1928) y a los cincuenta años comprendidos de 1929 a 1979, respectivamente editados en 1999, 2005 y 2007 por Hispamer.

A la izquierda, Isolda Rodríguez Rosales

El 8 de septiembre de ese año fue incorporada como individua de número a la Academia Nicaragüense de la Lengua. El título de su discurso fue “Lizandro Chávez Alfaro o la desacralización histórica en Trágame tierra”; le contestó Julio Valle-Castillo: “Isolda se ha empeñado en darle cuerpo crítico a nuestra literatura, es decir, existencia discursiva nacional”. Centrada especialmente en los discursos narrativos, asimilando y aplicando las teorías modernas, ha aportado dos obras: Una década en la narrativa nicaragüense y otros ensayos (CNE, 1999) y En el país de las alegorías / Ensayos sobre literatura nicaragüense (CNE, 2006). En el primero destacan sus análisis de tres novelas de Sergio Ramírez (Castigo divino, Un baile de máscaras; Margarita, está linda la mar), dos de Milagros Palma (Bodas de ceniza y El obispo), de La niña blanca y los pájaros sin pies de Rosario Aguilar; Timbucos y calandracas de Jorge Eduardo Arellano y Waslala / Memorial del futuro de Gioconda Belli, entre otros. Y en el segundo realiza prospecciones en la parodia, el pastiche, la reescritura, la intertextualidad, la polifonía bajtiniana, y otros discursos narratológicos, privilegiando la novela y el cuento, la autobiografía y el testimonio.

Pero la poesía no se queda atrás en las acertadas exégesis de Isolda. Porque ella opta, asimismo, por dilucidar la escisión vital de Rubén Darío en Cantos de vida y esperanza (1905), el conceptismo telúrico nicaraguanizado de Río hasta el fin –un kilométrico poema de Ángel Martínez Baigorri (1899-1971)– el amor conyugal y lúdico de José Cuadra Vega en Poesía reunida y el retablo mestizo que es El lienzo del pajaritero de Julio Valle-Castillo. Por otra parte, tres colecciones la acreditan como cuentista: La casa de los pájaros (anamá, 1996), Daguerrotipos y otros retratos de mujeres (CIRA, 1999) y Las diosas de Elam (San José, Costa Rica, Uruk, 2015); unas memorias noveladas como autobiógrafa: Me queda la palabra… (ANL, 2008); y cuatro poemarios: Navegante sin Tiempo (León, Editorial Universitaria, 2013), Casa sosegada (ANL, 2014), Arte ritual (ANL, 2017) y Mujeres de fuego (Instituto Nicaragüense de Cultura, 2022). Es autora también de cinco cuentos para niños, editados en 2017 por Hispamer: Sofía y las Mariposas, La princesita Sofía, Nela y sus amigos, La isla de Dani y Vani y las estrellas. El Festival Internacional de Poesía de Granada le consagró una Tertulia literaria (2018), con prefacio de Anastasio Lovo.

Ligia Madrigal Mendieta

Ligia Madrigal Mendieta (Managua, 19 de junio, 1965). Máster en Historia de la UCA, catedrática titular e investigadora. Desde 2000 es miembro de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua, subdirectora de su revista y tesorera. Es autora de libros de textos para la enseñanza secundaria en Ciencias Sociales y coautora de diversos libros y artículos científicos a nivel nacional e internacional, en el campo de las mentalidades, la enseñanza y el análisis del discurso histórico. Uno de ellos, Perspectivas nicaragüenses de la independencia centroamericana (AGHN, 2021). Igualmente, ha trabajado como consultora en asuntos de capacitación y evaluación universitaria, proyectos archivísticos, difusión y protección documental, entre otros. Colaboró en las compilaciones: Nicaragua / Ideas siglo XX (Santiago de Chile, LOM Editores, 2005), editada por Eduardo Devés; Ruptura y reconciliación / España y el reconocimiento de las independencias latinoamericanas (Madrid, Fundación Mapfre / Taurus, 2012); y Cronología de América / Siglo XIX y XX (Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe / UNAM / Siglo Veintiuno Editores / Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2018). En su haber tiene dos obras: La evolución de las ideas. El caso de los protestantes en Nicaragua: 1856-1925 (UNAN, CIEETS, 1999) e Historia de las mentalidades: El Cielo y el Infierno. La construcción histórica de la muerte en el pensamiento nicaragüense (AGHN, 2017).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *