Los Asolanos, Pietro Bembo

[Gii Asolani]. Obra de Pietro Bembo (1470-1547), iniciada hacia 1497 y publicada en 1505 con una dedica­toria a Lucrecia Borgia. En Asolo, corte de Catalina Cornaro, reina de Chipre, se celebran los esponsales de una dama. En jornadas, algunos gentilhombres vene­cianos — Perottino, Gismondo y Lavinello — con otras tantas damas hablan de amor. El argumento está tratado con deli­cadeza y vivacidad según las diversas jor­nadas. Al principio, Perottino condena, en el amor, el origen de todo dolor humano por los conflictos que produce en el ca­rácter y por las penas que hace sufrir; pero Gismondo exalta en él la sencillez del sentimiento que es la misma vida e impul­sa a los hombres hacia la actividad; final­mente Lavinello, con algunas distinciones, pone en evidencia los bienes del amor es­piritual y los males del amor sensual. Así se exalta el valor del amor platónico que, uniendo las almas, las eleva hasta una es­fera de pureza que es contemplación de la verdad y finura de sentimientos.

Las muje­res, que están escuchando, comprenden por la discusión de los tres gentilhombres la importancia del tema en la sociedad con­temporánea y por ello aprueban con mu­cha atención y con actitudes lánguidas y suspirantes; en su condescendencia a la resolución de considerar la pureza del amor y su necesidad en la vida, está precisamen­te la conciencia más profunda del nuevo soplo ideal que envolvía las Cortes de la época. Esta obra es bastante famosa por la importancia histórica que adquiere en la doctrina estética y literaria de Bembo. La referencia a la poesía de Petrarca (notable también por la inclusión de las canciones imitadas por él) es necesaria para valorar en Bembo la alabanza del amor puro que eleva hasta la verdad y da una razón de ser a la vida: con elegancia y finura espiri­tual y con las modalidades que constituirán la característica de la nueva sociedad del siglo XVI. Las mismas comparaciones con las ideas del neoplatonismo de Marsilio Ficino ponen en evidencia el carácter más que nada literario de los Asolanos; por el cual están contempladas en el halo del Can­cionero (v.) petrarquista situaciones amo­rosas, sentimientos elegantes y una conti­nua idealización de la vida.

La misma na­rración, que anticipa las Prosas sobre la lengua vulgar (v.), es limpiamente amane­rada según el ideal de una pura forma, hecha más de encantos poéticos que de ra­zonamientos. La obra conserva además en su esplendor formal un carácter humanista en el que la narración y la filosofía se combinan amablemente. [Trad. castellana anónima: Los Asolanos de M. Petro Bembo, nuevamente traducidos de lengua toscana en romance castellano. En Salamanca, 1551.]

C. Cordié

La forma latina de escribir, unida en Boccaccio y en Alberti con la gracia y el brío del dialecto, tan desnuda y abstracta, encuentra su expresión pedante en los Aso­lanos de Bembo. (De Sanctis)