La batalla de Krasny Bor de la División Azul

Resumen de la Batalla de Krasny Bor

Febrero de 1943, los soldados de la Divisi�n Azul libraron un combate que figura entre los m�s encarnizados en que hayan tomado parte los españoles en el siglo XX, un episodio conocido como Batalla de Krasny Bor. El marco para esta batalla es, a primera vista, sorprendente. Combatieron, en lo m�s duro de un crudo invierno, de un lado, los hijos de la soleada Espa�a, vestidos con uniformes alemanes, frente a ellos, los soldados rusos del Ej�rcito Rojo. Y todo ello en un lugar tan remoto como los suburbios de San Petersburgo (Leningrado), la ciudad que Pedro el Grande, Zar de todas las Rusias, hab�a levantado junto al Golfo de Finlandia."Carlos Caballero Jurado. Morir en Rusia"

Krasny Bor fue una batalla que tuvo lugar el 10 y 11 de febrero de 1943 , cuando en el sector del frente de Leningrado defendido por la Divisi�n Azul , recibi� el ataque de todo un Ej�rcito ruso compuesto de 4 Divisiones. 4.500 soldados espa�oles neutralizaron completamente la ofensiva rusa, que atacaron con 44.000 soldados, 100 carros y 800 ca�ones.

Inicialmente, todo parecía perdido para los guripas españoles,  pero las sucesivas oleadas de soldados rusos embravecidos por la enorme superioridad de sus recursos  y por el nivel de vodka en sus venas, poco pudieron hacer frente a los soldados de la 250º División, que se  habían clavado  al terreno de Krasny Bor con la  firme  decisión de resistir hasta el final. El coste fue brutal, 2.253 bajas espa�olas frente a las 11.000 sovi�ticas.

La ofensiva de Stalin fracas� al poder avanzar tan s�lo 3 km. permaneciendo el frente estabilizado durante un a�o m�s.

"Si en el frente os encontr�is a un soldado mal afeitado, sucio, con las botas rotas y el uniforme desabrochado, cuadraos ante �l, es un h�roe, es un espa�ol..." J�rgens, General de Artiller�a, Comandante General del XXXVIII Cuerpo de Ej�rcito de la Wehrmacht en su libro La División de Voluntarios españoles

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Ficha Técnica de la Batalla de Krasny Bor

 

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Antecedentes Históricos de la Batalla de Krasny Bor

Espa�a se mantuvo neutral durante la II Guerra Mundial y promovi� el alistamiento de voluntarios para ir a la Uni�n Sovi�tica para luchar contra el Bolchevismo. De este modo, el general Franco mantuvo la neutralidad espa�ola mientras que simult�neamente compensaba a Hitler por la ayuda prestada al bando nacional durante la Guerra Civil Espa�ola con la presencia de Legi�n C�ndor.

 

 

El 24 de junio de 1941 se constituy� la agrupaci�n de voluntarios espa�oles, quedar�a encuadrada en un principio en el XVI Ejercito dentro del Cuerpo de Ej�rcitos Norte de la Wehrmacht y se le asign� el nombre de 250 Divisi�n. Los miembros eran voluntarios y la �nica condici�n que puso Alemania es que los mandos fueran profesionales. Los voluntarios se presentaron en los banderines de enganche de todas las �reas metropolitanas en Espa�a. Los cadetes de la Escuela de Oficiales de Zaragoza se ofrecieron voluntariamente en gran n�mero. Su comandante fue general Agust�n Mu�oz Grandes y qued� constituida por 15.500 soldados y 2.500 mandos.

El uniforme era boinas rojas de los carlistas, unos pantalones de color caqui de la Legi�n y las camisas azules de los falangistas, por lo que se empez� a llamar Divisi�n Azul. Este uniforme se utilizaba �nicamente durante los permisos en Espa�a; en el campo de batalla, los soldados espa�oles usaron el uniforme gris de la Wehrmacht, pero con la leyenda �Espa�a� y la bandera en roja y gualda en la manga. La justicia militar en la Divisi�n, se aplica seg�n el c�digo castrense hispano. Las funciones de polic�a militar, quedan a cargo de la Guardia Civil.

El 13 de julio de 1941 sali� de Madrid para Grafenw�hr (Baviera) el primer tren de voluntarios para pasar cinco semanas de instrucci�n. La Divisi�n Azul, . "250. Einheit spanischer Freiwilliger" se dividi� en 4 regimientos, para adaptarse a la organizaci�n alemana y cada regimiento se dividi� en 3 batallones y cada batall�n en 4 compa��as. El regimiento de artiller�a estaba dotado de tres bater�as de 150 mm y de una bater�a pesada de refuerzo.

Tambi�n se constituy� la agrupaci�n de aviadores voluntarios que formaron la Escuadrilla Azul, que lograron 156 derribos de aviones sovi�ticos.

Pasaron por la Divisi�n Azul , unos 45.482 soldados o guripas durante varios relevos. 4.954 de ellos encontraron la muerte, 8.700 fueron heridos y 372 fueron hechos prisioneros de guerra por el ej�rcito sovi�tico, y los �ltimos fueron repatriados a Espa�a en 1954, llegando al puerto de Barcelona el 2 de abril de 1954 en el barco liberiano Sem�naris. Unos pocos se casaron y se afincaron en Rusia, y no volvieron.

Hubo muy pocas deserciones, y quienes se alistaron con intenci�n de pasarse a los sovi�ticos tuvieron la enorme sorpresa de ser recluidos tambi�n en el GULAG, donde sobreviv�a asimismo un n�mero de pilotos y marineros espa�oles del Frente Popular, retenidos en 1939 e internados por no aceptar la ciudadan�a sovi�tica. De los prisioneros morir�an en los campos un 30%

En la unidad combatió una representación peculiar de la sociedad española, pues la integraron personas de todas las regiones y de capas sociales urbanas. Desproporcionado fue el porcentaje estudiantes universitarios e intelectuales, sobre todo en las primeras expediciones: el 25%.

Al margen de su significación moral como cancelación bien sobrada de la deuda de sangre con Alemania y en parte de la deuda económica, la división tuvo otros valores, desde el punto de vista del régimen.

 

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Datos Relevantes de la Divisi�n Azul

 

Condecoraciones de la Wehrmacht a la Divisi�n Azul

� 2 cruces de caballero de la cruz de hierro, una de ellas con hojas de roble

� 2 cruces de oro

� 2.497 cruces de hierro (138 de primera clase)

� 2.216 cruces del m�rito militar con espadas (16 de primera clase)

� Una medalla espec�fica de la divisi�n, ordenada por Hitler, distinci�n que ninguna otra unidad tuvo.

 

Condecoraciones de Espa�a la Divisi�n Azul

� 8 Laureadas de san Fernando

� 44 medallas militares.

 

Batallas en las que particip� la División Azul

Sitio de Leningrado, Primera Batalla de Leningrado, Batalla de Volkhov, Batalla de Udarnik, Primera batalla de Smiesko, Batalla de Sitno, Batalla de Muravji , Batalla de Nikitkino , Batalla de Possad, Segunda Batalla de Sitno , Batalla de Schevelevo, Tercera Batalla de Volkhov , Batalla de Maloye Samoshie, Batalla de Poselok , Batalla de Putrolovo ,Batalla de Pushkin, Batalla de Krasny Bor.

 

Los grandes n�meros de la Divisi�n Azul

Voluntarios 45.482,

Las bajas totales: 23.552 (52 %)

Muertos y Desaparecidos: 4.954 (11 %)

Heridos: 9.522 (21 %) .

Congelados: 1.512.

Otros enfermos: 5.570.

Prisioneros: 372

 

Comportamiento en el combate

La Divisi�n Azul se comport� en el combate igual que las mejores unidades alemanas. No cometieron cr�menes ni matanzas. Aunque los sovi�ticos acusaron a la divisi�n de cr�menes de guerra, el trato de los voluntarios a los civiles rusos fue en general correcto, incluso afectuoso y correspondido por los paisanos, que a menudo los proteg�an frente a los partisanos; tampoco hubo crueldades con los prisioneros, aunque en algunos casos extremos los divisionarios no admitieran la rendici�n de enemigos.

En contra de las tesis raciales del nacionalsocialismo, confraternizaron con los rusos y se sintieron horrorizados por la barbarie nacionalsocialista alemana. Los buenos recuerdos est�n acreditados por los testimonios dejados por la unidad cuando algunos veteranos, ya viejos, volvieron de visita por aquellas tierras.

Con los alemanes no faltaron roces y malentendidos, por la altaner�a de algunos mandos teutones, o por el abandono de estos en Krasny Bor. Pero prevaleci� ampliamente la camarader�a y el respeto mutuo.

Los soldados españoles combatieron en Rusia al comunismo con decisión y siempre contra un enemigo muy superior, provocando la admiración de los oficiales alemanes y de Hitler.

Conocido es el desprecio que tenía Hitler hacia los españoles, nos consideraba un pueblo mestizo e inferior pero tuvo que reconocer que los españoles eran excepcionales:

"Los españoles son un puñado de guarros. Contemplan el fusil como un instrumento que no debería ser limpiado bajo ningún pretexto. Sus centinelas sólo existen en teoría. No ocupan sus posiciones, o si lo hacen, se duermen. Cuando llegan los rusos, los nativos tienen que despertarlos. Pero los españoles no han cedido nunca una pulgada de terreno… No puedo imaginar a personas más valientes, apenas se cubren, desafían a la muerte. Sé que, de todas formas, nuestros hombres están siempre encantados de tener a los españoles como vecinos en su sector . Extraordinariamente valientes, duros contra las privaciones pero terriblemente indisciplinados ". Adolf Hitler

 

El R�gimen de Franco se distancia de la Divisi�n Azul y mira al tendido.

18 de diciembre de 1943 termina la repatriación de la División Azul, el general Esteban Infantes, sucesor de Agust�n Mu�oz Grandes al frente de la Divisi�n , llega a Madrid y al bajar del tren en la estaci�n del Norte no hab�a presencia de un recibimiento oficial, ni una compa��a de honores con su m�sica. A Esteban Infantes no le esperaban ni el ministro del Ej�rcito, ni una representaci�n de sus compa�eros de armas ni de la Falange. El esperado gent�o enfervorizado que dos a�os y medio antes hab�a aplaudido el ��Rusia es culpable!� de Serrano Su�er no apareci� por ninguna parte.

"Camaradas: no es hora de discursos. Pero sí de que la Falange dicte en estos momentos su sentencia condenatoria: ¡ Rusia es culpable!. Culpable de nuestra guerra civil. Culpable del asesinato de José Antonio , nuestro Fundador, y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos en aquella guerra por la agresión del comunismo ruso. La destrucción del comunismo es condición necesaria para la supervivencia de una Europa libre y civilizada." 24 de junio de 1941. Ramón Serrano Suñer. Secretario General de Movimiento

El R�gimen utiliz� en su beneficio el esp�ritu determinante y decidido de los falangistas y al final se puso de manifiesto que Franco trat� de distanciarse de ellos. A finales de 1943 ya se sab�a que el invencible III Reich, no iba a ganar la guerra y a petición de los Estados Unidos de América , Franco ordenó la repatriación e la División de Voluntarios Españoles .

La División Azul coincidió con el apogeo falangista del Régimen y supuso el dramático canto del cisne de  su etapa azul. El papel político de la División Azul fue muy importante para Franco. Evitó la entrada de España en la II Guerra Mundial y además libró a Franco de la vehemencia falangista. A la vuelta del frente oriental, las ganas y determinación política de los falangistas habían sido, en gran medida, neutralizada por el sufrimiento y desgaste psicológico de la campaña en Rusia. La división Azul acabó siendo una gran poda de la falange en los gobiernos posteriores del Régimen.

Durante muchas décadas, la 250ª División ha sido la gran olvidada de los historiadores españoles. Finalizada la II GM, ya nadie quería recordar que había habido una unidad de españoles combatiendo en las  estepas rusas. Soldados  que llevaron con orgullo el nombre de España, despertando  incluso  la admiración  entre los enemigos.

En el video siguiente se manifiesta Luis Teigell, un "camisa vieja", mostrando lo que finalmente supuso la División Azul para los falangistas, el olvido del Régimen de Franco.

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Orden de Batalla del Frente Leningrado: Kolpico-Kranys Bor

Unión Soviética

55� Ej�rcito Sovi�tico. 44 000 soldados

Comandante: General V. P. Sviridov

� 43� Divisi�n de infanter�a .46� Divisi�n de infanter�a .56� Divisi�n de infanter�a .72� Divisi�n de infanter�a .14� Regimiento de infanter�a .133� Regimiento de infanter�a .141� Regimiento de infanter�a .9� Regimiento de artiller�a .131� Divisi�n de infanter�a .268� Divisi�n de infanter�a .45� Divisi�n de Guardias fusileros .63� Divisi�n de Guardias fusileros .56� Brigada de fusiles .250� Brigada de fusiles .122� Brigada acorazada .31� Regimiento acorazado .34� Brigada de esquiadores .35� Brigada de esquiadores .187 bater�as de artiller�a de todos los calibres en formaciones artilleras independientes .2 Batallones independientes de morteros y lanzacohetes. 2 Batallones independientes contracarro equipados con ca�ones antitanque de 76,2 mm

Alemania

Cuerpo de Ej�rcitos Norte. XVIII Ej�rcito. 50� Cuerpo Alem�n

Comandante:General Kleffel

 

Divisi�n Azul , 250� Divisi�n de Infanter�a

5300 hombres, 4500 soldados y 800 mandos

Comandante: Emilio Esteban Infantes

250� Batall�n de reemplazo 262� Regimiento (3 batallones). Compa��a de esquiadores. 250� Batall�n de Reconocimiento . 1� Batall�n de Artiller�a (3 bater�as) con ca�ones de 10,5 cm . Una bater�a del 3� Batall�n de Artiller�a con ca�ones de 10,5 cm . 250� Batall�n antitanque con ca�ones contracarro de 37 mm Pak36 . Grupo de zapadores de asalto. Una compa��a independiente de ca�ones antitanque con ca�ones contracarro de 75 mm Pak40

 

Otras Unidades del XVIII Ejército Alemán

� 4� Divisi�n SS Volkspolizei � 212� Grupo de combate de la divisi�n de infanter�a � 215� Grupo de combate de la divisi�n de infanter�a � Grupos de combate de las 11�, 21�, 227� divisiones de infanter�a � Legi�n voluntaria de las SS Flandes (2 compa��as) � Legi�n voluntaria de las SS Lituania (2 compa��as)

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Despliegue de la Divisi�n Azul

Estas dos escenas son el pintor Augusto Ferrer-Dalmau y pueden ser visitadas en

http://www.historicaloutline.com/HistoricalOutline.html

 

El 31 de julio de 1942 , en presencia del general Fromm, los españoles juraron fidelidad a Hitler "para combatir al comunismo" y 20 días después partieron hacia el Frente como unidad hipomovil, es decir, una unidad no motorizada.

El 19 de agosto de, Mu�oz Grandes recibe la orden de trasladar a la Divisi�n Azul al frente de Leningrado. Queda encuadrada en el Ej�rcitos Norte, dentro del XVIII Ej�rcito, y en el 50� Cuerpo al mando del general Kleffel. El objeto es compensar las bajas de la 121 Divisi�n. El 1 de septiembre de 1942 llegan al frente un total de 14.600 soldados espa�oles, un 33 % de los recursos totales de la Divisi�n Azul .

El 7 de septiembre relevan a la 121� Divisi�n, ocupando sus posiciones a lo largo de 17 km desde Alexandrovka a Krasny Bor, a lo largo de la l�nea de ferrocarril Mosc�-Leningrado. El sector donde se despliega es una llanura pantanosa cruzada por los r�os Slavianka e Ishora que van a desembocar al Neva. Las poblaciones est�n rodeadas de bosques muy hermosos.

El 2 de octubre, el general espa�ol recibe la visita de Lindemann y Von Manstein, que le informan del retraso en el asalto a Leningrado �hasta nueva orden del F�hrer�. Noche tras noche arrecian los bombardeos de la Luftwaffe sobre la ciudad.

El 12 de diciembre, Mu�oz Grandes recibe la comunicaci�n oficial de su ascenso a Teniente General y, con ella, la orden de entregar el mando de la Divisi�n a Esteban Infantes. Franco desconf�a de Mu�os Grandes y le proporciona el retorno a Espa�a.

 

Vista la situaci�n del frente, general Esteban Infantes organiz� el subsector de Krasny Bor en 3 l�neas defensivas: en la primera coloca la infanter�a; en las otras dos, los morteros y los antitanques, las planas mayores y las piezas de artiller�a. Las tres l�neas suman unos 5300 hombres. La mayor�a pertenecen al 262 regimiento del Coronel Sagrado, pero tambi�n est�n desplegados en la zona el Batall�n de Dep�sito M�vil, el I Grupo del Regimiento de Artiller�a, el Batall�n de Zapadores, el grupo de Exploraci�n y el Grupo Antitanque Divisionario.

Despliegue de las unidades de la División Azul el 1 de febrero de 1943.

Detalle del despliegue de la Divisi�n Azul

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Despliegue de los Sovi�ticos

 

La Operaci�n Estrella Polar (Polyarnaya Zvezda) , ten�a como objetivo embolsar a todo el XVIII� Ej�rcito alem�n

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Se planifican 2 ataques convergentes :

1�) Desde Pogoste, el 44º Ej�rcito atacar�a las divisiones alemanas 133ª y 61ª.

2�) El 55º Ej�rcito atacar�a desde Kolpino. Este ataque ten�a como objetivo , romper las l�neas en el sector cubierto por la Divisi�n Azul y la SS Polizei. Despu�s, progresar�an por el sudeste para enlazar con el 44 Ej�rcito y cerrar la bolsa y neutralizar al XVIII� .A su vez este ataque ten�a 2 maniobras:

2.1.) Las 43�, 45� y 63� divisiones, del 55�, avanzar�a sobre la zona la Divisi�n Azul para romper el frente en Krasny Bor y posteriormente embolsarla para su neutralizaci�n posterior

2.2.) La 72� Divisi�n atacar�a por el oeste hasta Putrolovo para desde all� alcanzar el r�o Ishora, una vez sobrepasada la carretera, girar�a hacia Krasny Bor envolviendo la retaguardia espa�ola.

Una vez eliminada la resistencia avanzar�an hacia el sur evitando las impenetrables masas boscosas y girando luego hacia el este para as� romper el cerco de Leningrado.

Para ello en la madrugada del 10 de febrero contaban con 45.482 hombres.

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Comienza la Batalla de Krasny Bor

Durante la primera semana de febrero de 1943 se reciben en el Estado Mayor de la Divisi�n Azul una serie de informes en los que se alerta de que los rusos est�n concentrando numerosas tropas en la zona de Kolpino.

El 9 de febrero , el general Kleffel, jefe del 50� Cuerpo de Ej�rcito, telefonea a Esteban Infantes para comunicarle que al d�a siguiente se espera un ataque a gran escala contra el flanco derecho de la Divisi�n Azul.

 

La noche en vela anterior a la batalla

Noche del 9 al 10 de febrero. Desde Krasny Bor se percib�a, que en la cercana Kolpino, hab�a un continuo movimiento de armas y tropas. Las fuerza espa�olas percibieron como los rusos preparaban un gran ataque contra sus l�neas defensivas. Algunos desertores y prisioneros tambi�n confirmaron estas sospechas. El capit�n Miranda, consciente de lo que iba a ocurrir, solicit� al Pater Pumari�o oficiase una misa en el b�nker de la compa��a para que asistiera el mayor n�mero posible de voluntarios. La comuni�n puso una paz en los esp�ritus y prepar� a los soldados para los momentos de m�xima exigencia que se avecinaban.

Durante la noche , muy fr�a y oscura, se o�an paladas, martillazos y voces de mando rusas, preparando los emplazamientos para la artiller�a. Tambi�n , pudieron nuestros soldados escuchar el fuerte rugido de motores de los carros de combate. Los motores estuvieron funcionando durante toda la noche, para evitar que la helada les impidiera arrancar por la ma�ana.

El d�a de la batalla

10 de febrero de 1943; 5:30 h. Amanece en Krasny Bor.

6:00 . La niebla ya ha desaparecido. Los soldados espa�oles pueden ver el despliegue de las bater�as rusas � los �rganos de Stalin� y los carros de combate. Las trincheras est�n �alicatadas hasta el techo�.

6:10. La artiller�a espa�ola abre fuego contra las l�neas sovi�ticas pero no responden al fuego.

6.45. Comenz� la preparaci�n artillera sovi�tica . Unas 800 piezas de artiller�a abren fuego simult�neamente sobre los 5 km de la primeras l�nea de las fuerzas espa�olas. El ataque artillero super� todo lo imaginado. Kolpino fue un volc�n en erupci�n que convirti� a Krasny Bor en el Infierno. La tierra tembl�, se hundieron las trincheras y se dejaron de oír los tel�fonos.

 

7:15 la aviación soviética ( la Parrala, como la denominaba los españoles, porque no sabían por donde aparecería) hizo su aparición: 30 bombarderos y 20 cazas (de los algo más de 100 aviones que el 13º Ejército Aéreo soviético del general Rybalichenko lanzó contra el Lº Cuerpo alemán ese día) atacaron los objetivos que la artillería no había logrado anular en el sector de los españoles.

8:15. Continúan las pasadas de la aviaci�n sobre las posiciones espa�olas

8:40. Después de dos horas de martilleo, las piezas soviéticas dejaron de machacar la primera línea y alargaron su tiro. Todo el mundo sabía lo que eso significaba: empezaba el asalto. La frecuencia de disparo, un proyectil cada 10 segundos por pieza y durante 2 horas. La preparación no pudo ser más intensa. Fueron decenas de miles de proyectiles.

8:45. Comienza el asalto de la infanter�a. Despu�s de la intensa preparaci�n artillera, 4 divisiones sovi�ticas de infanter�a la 43�, 45�, 63� y 72�, con un total de 44 000 hombres, apoyadas por el 31� y 46� Regimientos acorazados que comprend�an casi 100 carros de combate KV-1 y T-34, dos batallones de ca�ones anticarro con piezas ZIS de 76 mm, la 35� Brigada Motorizada y las 34� y 250� Brigadas de Esquiadores se lanzan, escalonadamente, contra las ya d�biles l�neas espa�olas.

La unidad que iba a llevar el peso del asalto, la 63ª División de la Guardia, fue arengada por su comandante, el general Simoniak. Simoniak les pidió que atacaran con la rapidez del rayo: "Deberéis recorrer la distancia que nos separa del enemigo en un respiro: Al saltar de nuestras trincheras aspiráis, y al llegar a Krasny Bor expiráis". Desde el punto de partida de los hombres de Simoniak hasta Krasny Bor había 3 kms., y todo el mundo daba por hecho que la ruptura del frente sería un golpe rápido.

En este momento de la batalla, las compa��as espa�olas hab�an sufrido ya una media del 50 % de bajas por la intensidad del fuego artillero, pero permanec�an en sus puestos defendiendo sus posiciones .La diferencia de recursos era enorme, a cada batall�n espa�ol se las ve�a con m�s de una divisi�n rusa. La fuerza del combate era terrible, los espa�oles estaban clavados al terreno y hab�an decidido luchar hasta el final.

El avance sovi�tico se produjo por 4 l�neas de penetraci�n con una divisi�n en cada una. La artiller�a hab�a derretido la nieve, convirtiendo el campo de batalla en un barrial, quedando empantanados algunos carros de combate.

Las ametralladoras de la divisi�n Azul, estaba al rojo vivo, eran oleadas y oleadas inmensas , parec�an manadas de bisontes, se lleg� al cuero a cuerpo. Momentos llenos de valor y hero�smo.

12:00, los sovi�ticos rompen el frente por tres sitios, pero las compa��as de la 250 Div�. siguen resistiendo esperando los refuerzos alemanes que no llegan. La 4� Divisi�n SS Volkspolizei est� inmovilizada a pocos km, esperando un ataque ruso. Los voluntarios luchan hasta el final.

La situaci�n era terrible, los soldados no pod�a resistir el empuje de los sovi�ticos. El general orden� la vuelta del Batall�n de Regreso que estaba a 20 kil�metros , a punto de salir para Espa�a. Regres� para ayudar a sus compa�eros.

La compa��a del Capit�n Oroquieta qued� aniquilada; la del Capit�n Palacios, casi; la del Capit�n And�jar, diezmada, y la del Capit�n Huidobro se defendi� numantinamente animada por sus voces de ��Esto no es nada, chicos. �No pasar�n! �Somos espa�oles!�. El Capit�n Losada lleg� a pedir a la artiller�a propia �Fuego sobre mi posici�n�. Las posiciones quedaron rodeadas, aisladas y machacadas, pero segu�an frenando el avance sovi�tico.

 

Los Rusos se equivocan y se detiene el avance

Después de rota la primera línea, Huidobro-Altura a las 13:30, Palacios y Oroquieta a las 16:00 y "El Bastión" a las 24'00 , la batalla de Krasny Bor entra en su segunda fase, con dos frentes. Uno a lo largo del rio Ishora y otro en el poblado de Krasny Bor y las aldeas aledañas al SE .

El ataque soviético ya había perdido su ritmo. El asalto a la primera línea defensiva española, había sido mucho más duro y prolongado de los previsto. Se esperaba romper el frente en "un minuto" , pero los rusos necesitaron horas de duro pelear. El error táctico consistió en intentar acabar definitivamente con la resistencia española. Hubiera sido más eficiente haberlos rebasado y no perder mucho tiempo . En diciembre las horas de luz eran tan escasas, cada minuto de retraso era un grave contratiempo y en realidad se habían perdido horas.

Los mandos soviéticos estaban que echaban chispas. Nada había salido de acuerdo a lo planeado. Cuando Simoniak, hacia las 12'00, comunicó que ya controlaba Krasny Bor, Sviridov creyó que la jornada iba a acabar victoriosamente. Pero desde ese momento todas las noticias empezaron a ser malas. No había forma de desalojar a los españoles del sector meridional de Krasny Bor y el avance era demasiado lento.

Tanto Govorov, jefe del Frente , como Sviridov, comandante del 55º Ejército , recriminaban a sus subordinados el pésimo nivel de coordinación que habían mostrado las unidades y el que no hubieran sabido aprovechar el derroche de potencia de fuego que se había empleado. Los generales y coroneles, a su vez, lanzaban diatribas contra sus comandantes y capitanes, a los que tantos años de vida de trincheras les había convertido en incapaces de dirigir y coordinar un asalto a gran escala, y que habían perdido totalmente el control sobre sus soldados .

El frente se volvi� a estabilizar , se hab�a retrocedido tan solo 3 kms . Pese a una resistencia heroica de la Divisi�n Azul, Krasni Bor cay� en manos rusas, porque la ayuda alemana no lleg� a tiempo .

Despu�s del fracasado asalto sovi�tico, el cerco sobre Leningrado no se rompe. El mando sovi�tico orden� a sus fuerzas pasar a la defensiva y el frente queda estabilizado por un a�o, fracasando la Operaci�n Estrella Polar (Polyarnaya Zvezda).

El General ruso al mando de la operaci�n minusvalor� la actuaci�n de la infanter�a rusa , confirmando que la artiller�a actu� con mayor intensidad que en otras operaciones de importancia. Tambi�n cabe destacar que la Operaci�n Estrella Polar ten�a unos objetivos m�s ambiciosos que los que son afirmados por las fuentes oficiales rusas, pero tras el estrepitoso fracaso la concepci�n original fue ocultada y clasificada como una operaci�n menor.

En menos de 24 horas, los espa�oles sufrieron un total de 2.252 bajas; 1.127 muertos, 91 desaparecidos y 1.035 heridos. Adem�s de 91 desaparecidos, unos 300 espa�oles, casi todos heridos, cayeron prisioneros. Los sovi�ticos perdieron 10.000 hombres.

Muchos de los combatientes de Krasny Bor en aquella jornada de gloria y tragedia eran veteranos curtidos en la Guerra Civil Española , y habían intervenido en combates de gran dureza durante su trascurso, como la ofensiva de Brunete, Teruel, la batalla del Ebro, etc. Pero casi con unanimidad todos ellos afirmaron que lo vivido en Krasny Bor superaba con creces cualquiera de sus experiencias anteriores.

 

Las bajas españolas fueron enormes y se dio orden de recuperar a toda prisa la capacidad de combate de la División. Se pidió el envío urgente de Jefes y Oficiales. En cuanto a la tropa, en aquellos momentos dos Batallones de Marcha estaban en camino desde España hacia Rusia. La División Azul se recuperó perfectamente de aquel duro golpe y se mantuvo en sus posiciones hasta octubre de 1943, en que recibió la orden de repatriación desde Madrid.

Conocidos posteriormente los detalles de las heroicas actuaciones individuales, se concedieron 3 laureadas y 11 Medallas Militares. Resaltar que de las 8 laureadas concedidas a la Divisi�n Azul, 3 se consiguieron en esta batallas de 24 horas En esta batalla se produjo el 22 % del total de muertos que tuvo la Divisi�n Azul en Rusia, que fueron un total de 4.954 muertos y 8.700 heridos

24 de septiembre de 1943, por las presiones norteamericanas, Franco decide retirar la Divisi�n Azul. Tras obtener el permiso alem�n, el 7 de Octubre la unidad abandona las trincheras , siendo enviada al sector de Oranienbaum, desde donde deber�a ir repatri�ndose progresivamente.

20 de septiembre de 1943 empieza a organizarse la unidad que deb�a suceder a la Divisi�n Azul, la Legi�n Azul, con nivel de Regimiento. En agosto 1943 hab�a concluido la presencia de marinos espa�oles en la "Kriegsmarine".

17 de noviembre de 1943 se constituye oficialmente la Legi�n Azul, cuyo mando asumir� el coronel Antonio Garc�a Navarro.

18 de diciembre de 1943 el general Esteban Infantes regresa a España con su Cruz de Caballero. Llega a Madrid y al bajar del tren en la estación del Norte no había presencia de un recibimiento oficial, ni una compañía de honores con su música. Al comandante de la división no le esperaban ni el ministro del Ejército, ni una representación de sus compañeros de armas ni de la Falange. Había terminado la repatriaci�n de la Divisi�n Azul

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Crónicas de la Batalla de Krasny Bor

El d�a 13 de febrero, citando fuentes sovi�ticas, la BBC informó en sus emisiones en castellano que la Divisi�n Azul hab�a sido totalmente destruida por el Ej�rcito Rojo, lo cual provoc� el l�gico temor en Espa�a. La noticia lleg�, inevitablemente, a los o�dos de las decenas de miles de familias espa�olas que ten�an alguno de sus miembros sirviendo en Rusia. Radio Berl�n respondi� a la BBC el d�a 27 de febrero, cuando en su programa en espa�ol radi� una �pica cr�nica de la Batalla, dejando claro que la Divisi�n Azul no s�lo no hab�a sido destruida, sino que en realidad hab�a escrito una p�gina llena de hero�smo en su historia.

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Consecuencias de la Batalla de Krasny Bor

Despu�s del fracasado asalto sovi�tico, el frente s�lo retrocede 3 km en alg�n sector, pero el cerco no se rompe. El ej�rcito sovi�tico no vuelve a enfrentarse directamente a las tropas espa�olas, limit�ndose a bombardeos a�reos o artilleros. El mando sovi�tico orden� a sus fuerzas pasar a la defensiva. El frente queda estabilizado por un a�o.

La batalla de Krasny Bor, con una encomiable resistencia de la Divisi�n Azul, hizo fracasar la Operaci�n Estrella Polar, una gran ofensiva posterior para romper el sitio de Leningrado. Se consiguieron tres de las ocho condecoraciones laureadas de la Divisi�n Azul en la URSS.

Casi trescientos divisionarios fueron hechos prisioneros de guerra por el ej�rcito sovi�tico, y encarcelados en Gulags en Siberia, condenados a trabajos forzados. Fueron los �ltimos repatriados a Espa�a en 1954, y llegaron al puerto de Barcelona el 2 de abril de 1954 en el barco liberiano Sem�ramis

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Laureadas de San Fernando Ganadas por la Divisi�n en Krasny Bor

Soldado Antonio Ponte Anido, del Batall�n de Zapadores, por su hero�smo en la batalla de Krasny Bor. Ca�do en combate. Concesi�n oficial: 17-II-1944.

Capit�n Manuel Ru�z de Huidobro, de la 3/I/262, por su papel en la batalla de Krasny Bor. Ca�do en combate. Concesi�n oficial: 16-XI-1945.

Capit�n Teodoro Palacios Cueto, de la 5/II/262. Por su participaci�n en la batalla de Krasny Bor. Pas� once a�os de cautiverio en Rusia. Concedida el 17-XI-1944. Fue la �nica de las otorgadas a divisionarios que no lo fue a t�tulo p�stumo.

La Laureada del Capit�n Manuel Ruiz Huidobro

El capit�n don Manuel Ru�z de Huidobro Alzurena cubr�a, con su Compa��a, constituida por 120 hombres, un frente de unos 2 kil�metros. Se dirige al observatorio de antitanques y, al comprobar la presencia de fuertes contingentes enemigos en el citado bosque, establece all� su puesto de mando, instalando el equipo de radio.

En estos comienzos del ataque comunica al jefe del Batall�n que no hab�a novedad en la posici�n a su cargo. M�s tarde, comunic� por radio el siguiente parte:

"El enemigo ataca en grandes masas. Barrera de artiller�a delante de la posici�n y sobre el bosque."

Este primer ataque fue rechazado brillantemente, con nutrido fuego de fusiler�a y armas autom�ticas. Un nuevo ataque, ejecutado con mayor intensidad, es rechazado de igual modo; pero en el tercer asalto, apoyado por lanzallamas, el enemigo consigui� rebasar la linde del bosque, sin que por ello decaiga un momento el elevado esp�ritu del capit�n Ru�z de Huidobro, quien transmite al jefe del Batall�n otro mensaje.

Sale luego del observatorio y, con extraordinaria serenidad, recorre sus puestos, anima a la tropa con su ejemplo, areng�ndola en�rgicamente. Este, se sube encima de la trinchera, no obstante el intens�simo fuego enemigo, para desde all� ordenar el despliegue necesario.Los soldados, comprendiendo lo indispensable que en aquellos momentos le era su capit�n, le instaban a que bajase de la trinchera, pero �l continuaba en el sitio elegido para dirigir tan tenaz defensa, electrizando a su gente con frases de aliento y patriotismo "�Que somos espa�oles! �Esto no es nada...No han de pasar..." Los soldados le instan para que abandone lo alto de la trinchera e incluso el alf�rez Duque, de antitanques, se sube al parapeto para ello, logrando que el capit�n baja al fin, tras mutuo forcejeo y empujones.

Inmediatamente se cubre el flanco y establecen los dos frentes cubriendo la rotura de la l�nea, mandando que ocupara el teniente Borque unas ruinas situadas frente al b�nker de mando.

El capit�n Huidobro curs� su �ltimo parte oficial:

"El enemigo contin�a atacando en grandes masas; barrera de artiller�a delante de la posici�n. Moral elevada. Sin novedad."

Al poco el capit�n Manuel Ru�z de Huidobro y Alzurena ca�a herido mortalmente, empleando sus �ltimas palabras en alentar a la gente y exhort�ndoles a que se mantuviesen fuertes defendiendo la posici�n.

La Lureada del soldado Antonio Ponte Anido

Antonio Ponte Anido pertenec�a a la tercera compa��a de Zapadores donde prestaba servicio como enlace a las �rdenes directas de su jefe, el capit�n Aramuburu Topete . Cuando se encargaba de las actividades de enlace de compa��a, vio que un carro de combate T34 que estaba haciendo fuego sobre una "isba" ( hospitalillo) utilizada como puesto de socorro. No dud� un segundo, el valiente guripa cogiendo una mina M42 de un campo de minas, lanz�ndose como si fuese un "kamikaze" debajo del carro, volando con �l. Por esta acci�n le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando

La Laureada del capit�n Teodoro Palacios Cueto

A las siete de la ma�ana del d�a 10 comenz� la preparaci�n artillera, con una intensidad y violencia extraordinarias, que dur� dos horas. A las 10:30 horas hab�an sido aniquilados el primer batall�n...que ocupaba el flanco derecho de la 5� Compa��a. Del Batall�n 250 s�lo se conserv� una posici�n a cuatro kil�metros de la que ocupaba el capit�n Palacios que con los supervivientes de su Compa��a qued� totalmente cercado por el enemigo.

En estas condiciones continu� resistiendo los incesantes ataques del enemigo, al que caus� numeros�simas bajas y le impidi� usar la carretera que desde Kolpino penetraba en la retaguardia hacia Krasny Bor, cuya utilizaci�n por el enemigo hubiera puesto en grave riesgo el frente propio. Los rusos atacaban una y otra vez, apoyados por carros de combate, artiller�a y aviaci�n.

Durante el combate, el capit�n Palacios utiliz� todos los recursos de su ingenio y conocimientos para mantener la moral de sus tropas, siempre estuvo en los sitios de mayor peligro y demostr� poseer un valor heroico y extraordinarias dotes de mando, que hicieron posible tan prolongada resistencia. A las 16:30 horas, agotadas las municiones hasta el �ltimo cartucho, tras haber causado un elevad�simo n�mero de bajas al enemigo y despu�s de nueve horas de combate, fue hecho prisionero con un peque�o grupo de supervivientes. Estuvo prisionero 11 años en los Gulags Estalinistas de Siberia, hasta su regreso a Espa�a, dando en todo momento ejemplo de las m�s altas virtudes castrenses. Fue la �nica laureada no concedida a t�tulo p�stumo.

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El Testimonio Directo del Teniente �ngel Salamanca.

�ngel Salamanca lleg� a Rusia en 1942 y se incorpor� a la 5� compa��a del Regimiento 262, al mando del capit�n Teodoro Palacios. El 10 de febrero de 1943 tuvo lugar la batalla de Krasny Bor. El sargento �ngel Salamanca cay� herido y sufri� cautiverio en Rusia durante 11 a�os. Por su acci�n de guerra le fue concedida la Medalla Militar Individual, la segunda condecoraci�n militar en importancia tras la Cruz Laureada de San Fernando.

Su testimonio

Parece que el cielo se va a desplomar encima de ti, que se acaba el mundo, que nadie va a quedar vivo. Faltaban pocos minutos para las siete de la ma�ana del 10 de febrero de 1943 y hab�a comenzado el mi�rcoles negro en Krasny Bor. La artiller�a rusa inici� el castigo sin piedad. Los espa�oles que est�bamos en primera l�nea corrimos a los b�nkeres a cobijarnos de los fogonazos de m�s de 800 ca�ones que hac�an agujeros tan grandes como plazas de toros. La tierra temblaba y el humo hac�a dif�cil la visibilidad. Est�bamos escondidos como ratas en el b�nker, a 2,5 metros de profundidad. Todo era ruido, fuego, gritos, lodo, nieve y sangre. El term�metro no sub�a de los 25� bajo cero. Pese al fr�o, se sudaba, pero no se com�a, ni se beb�a, ni se fumaba, ni se daban los buenos d�as.

Muchos oficiales, en labores de vigilancia, fueron alcanzados con los primeros bombazos, dejando sin mando a la tropa. Fue �sta una de las claves de la batalla. Se dec�a que nunca ca�a un ob�s o un mortero donde ya hab�a ca�do otro. Mentira. Ca�an por cientos, unos encima de otros, y al explotar esparc�an metal caliente en todas direcciones. Cada una de las 800 bocas vomitaba fuego cada 10 segundos, el tiempo necesario para cargar y disparar. Enseguida se sumaron los famosos organillos de Stalin, camiones con plataformas de artiller�a que disparaban consecutivamente, provocando un ruido atroz, como si fuesen �rganos. Tanto poder�o militar para el sector tan reducido por el que se peleaba era una barbaridad.

La Divisi�n Azul estaba desplegada en el norte del pueblo de Krasny Bor, en un frente de 20 kil�metros de largo al sur del sitiado Leningrado. Desde 1941 los alemanes hab�an cercado la ciudad y, en su intento definitivo por acabar con el sitio, los sovi�ticos hab�an elegido Krasny Bor. Est�bamos, pues, en el eje de su ataque. Mi unidad, unos 5.000 hombres -aproximadamente un tercio de los efectivos espa�oles- se encontraba all�.

Yo estaba incorporado como sargento a la Quinta Compa��a del II Batall�n del Regimiento 262, a las �rdenes del capit�n Teodoro Palacios, quien me destin� a la segunda secci�n, al mando del alf�rez C�spedes. A mi cargo ten�a un pelot�n reducido de 35 hombres. Ven�a de un larga experiencia en combate en primera l�nea adquirida en los frentes de Arag�n, Madrid y Catalu�a durante la Guerra Civil desde agosto de 1936, cuando ten�a 17 a�os. Me enrol� en la Divisi�n Azul en verano de 1942, en Logro�o.

Cuando empezaron las hostilidades aquella ma�ana del 10 de febrero, en realidad hac�a ya d�as que sab�amos que algo gordo se coc�a en las filas rusas. En las trincheras, Radio Macuto informa con mucha antelaci�n. Un ucraniano que se pas� al bando espa�ol en la noche del 9 de febrero fue la se�al inequ�voca de que el ataque era inminente: llevaba ropa interior nueva, una costumbre local antes de la batalla para morir limpios y puros si ca�an abatidos en combate. Entendimos r�pidamente que en pocas horas empezar�a el baile. Hab�a tensi�n, pero no miedo.

El fuego de artiller�a dur� m�s de dos horas, en las que se produjo la mitad de las bajas del d�a. Al cesar la artiller�a, comenzaron las pasadas de la aviaci�n enemiga, que hostigaron especialmente a nuestra Quinta Compa��a; s�lo en el pelot�n bajo mi mando hubo una decena de bajas, entre muertos y heridos, en las tres primeras horas. Otras compa��as fueron literalmente trituradas.

Pese a que el avance terrestre del Ej�rcito Rojo se produjo por cuatro l�neas de penetraci�n con una divisi�n en cada una. Pero m�s importante fue que no esperaban nuestra respuesta. Cre�an que tras el bombardeo estar�amos todos muertos. Y lo que hicimos fue salir a nuestros puestos, emplazar las m�quinas y recibirlos a fuego limpio. Las �rdenes del capit�n Palacios eran claras: "�Resistir y resistir!".

Aunque la infanter�a rusa llegaba por oleadas, lo hac�a muy desordenada y pudimos repeler los primeros ataques. Hab�a que resistir hasta morir. Pero iban acumul�ndose las bajas; entre ellas la del alf�rez C�spedes. Si hab�a heridos, se les evacuaba. Si hab�a cad�veres, se apartaban para no pisarlos y se segu�a disparando. El espect�culo era dantesco. Para coger una pistola y pegarse un tiro.

A media ma�ana, los rusos hab�an perforado el frente por tres sitios, pero los capitanes Campos, Oroquieta, Aramburu y Palacios resist�an a duras penas con seis compa��as muy debilitadas. La Luftwaffe no hac�a acto de presencia; y la Divisi�n SS Volkspolizei, situada en la media distancia, no pod�a auxiliar, pues deb�a aguantar para hacer frente a una previsible embestida rusa.

A mediod�a est�bamos pr�cticamente cercados por el flanco izquierdo. Mi secci�n, sin oficial al mando, era ya un islote con unos pocos supervivientes. S�lo pude atrincherarme y abrir fuego de costado. Primero con un �nico tubo de mortero que defend�a Joaqu�n, un cabo de Ponferrada. Cubr�a su ojo izquierdo con una mano porque le hab�an pegado un tiro en la cara.

Nos retiramos por la trinchera de evacuaci�n y regres� con dos soldados m�s para recuperar parte de la munici�n y alimentos del b�nker y destruir el resto. Tiramos bombas de mano como locos. Al retirarnos al enclave donde resist�a Palacios, �ste me dijo: "�Salamanca, desde este momento eres Medalla Militar!". Acto seguido acud� al sector del puesto de mando. S�lo quedaba operativo un fusil ametrallador, pero caus� estragos.

Llegaban columnas con medio centenar de hombres que eran abatidos sistem�ticamente. Dispar�bamos ferozmente, sin parar, esperando a que el enemigo se encontrase a menos de 100 metros, dispar�bamos al bulto. Pero hasta un ciego habr�a hecho blanco.

Toda la potencia de fuego de la m�quina, 1.300 disparos por minuto, provoc� una carnicer�a en las filas enemigas y nos mantuvo con vida. No es que nuestro ca��n estuviese caliente, es que estaba al rojo vivo. En la refriega, tres veces cay� el soldado que la serv�a. Cuando un cuarto soldado me dijo con la mirada: �Sargento, �quiere usted que me maten?�, decid� empu�ar personalmente la ametralladora. Al cabo, los rusos acertaron con una granada de 120 que cay� ante el ca��n. Sal� despedido cuatro metros, perdiendo el conocimiento moment�neamente, la cara llena de sangre y metralla y una ceguera casi total por el alumbramiento del fogonazo. Fui evacuado al b�nker. Luego supe que ten�a tambi�n una herida de bala en la rodilla.

Sin munici�n, con la mayor�a de los supervivientes heridos y los indemnes, agotados, el final estaba pr�ximo. A las tres de la tarde, un soldado entr� al b�nker: "De parte del capit�n, que salg�is todos; estamos hechos prisioneros". Los 25 heridos salimos y encontramos a otros 18 hombres con las manos en alto con el capit�n Palacios al frente. Nos mandaron formar e hicieron un simulacro de fusilamiento pero s�lo se tiraron como fieras sobre nuestros relojes y todo lo que llev�bamos.

El trayecto hasta Kolpino, en fila de a tres, fue entre una alfombra de cad�veres. No nos trataron mal gracias a un jefe de escolta mongol que no debi� de haber otro mejor en toda la Uni�n Sovi�tica. Los 30 detenidos de Oroquieta, con los que enlazamos, recibieron toda suerte de golpes. Al llegar a Kolpino, un enloquecido grupo de mujeres rusas trat� de atacarnos, pero el mongol las rechaz� a culatazos.

Enseguida empezaron los interrogatorios, con las traducciones de un espa�ol enrolado en el Ej�rcito sovi�tico. Todo el af�n del coronel ruso era saber qu� armamento us�bamos, habl�ndonos incluso de un arma secreta de Hitler. �Dice el coronel que hab�is causado m�s de 14.000 bajas, y eso es imposible con ametralladoras y fusiles maúser corrientes�, nos inform� el republicano espa�ol.

Luego vino un cautiverio en campos de concentraci�n que se alarg� hasta 1954.

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Diario de Lidia Osipova, sobre la batalla de Krasny Bor y los espa�oles

Lidia Osipova, trat� a los espa�oles (agosto 1942-abril 1943) al ser la encargada de la lavander�a espa�ola en Pavlovsk, cerca de Leningrado . En su diario hizo anotaciones sobre los ocurrido durante la batalla y el comportamento de la División Azul.

8 de enero de 1943.

"Algaradas entre los espa�oles y los alemanes. Estos hab�an golpeado a unas mujeres; los espa�oles salieron a la calle y comenzaron a agredir a todo alem�n que encontraban en el camino; las peleas fueron aut�nticas. Como siempre en nuestro mundo loco, las acciones caballerescas no proced�an del mando, sino de los simples soldados�.

8 de febrero de 1943.

"(Despu�s de varios dias de combates por Krasny Bor ) El combate termin�. �Los espa�oles y toda la poblaci�n lucharon con rifles y rev�lveres. Los rojos no �liberaron� a nadie y no tomaron prisioneros. Conduc�an los tanques a las casas y bat�an las casas y s�tanos donde se escond�an los rusos. Los espa�oles se manten�an por encima de cualquier elogio; a los rojos los pararon. Las p�rdidas de los espa�oles fueron de hasta el 50%, pero ellos continuaron la lucha. Incluso los alemanes los admiran� La poblaci�n ha cambiado el nombre de el Bosque Rojo (Krasny Bor) por el �Bosque de la Carne�. El asunto es muy peque�o y no tiene ning�n significado en el curso general de la guerra, pero a nosotros lo mismo nos da morir en un �asunto grande� o cuando �no hay novedad en el frente�; y especialmente nos da igual caer en manos de los rojos durante el combate o sin �l. Tuvimos cierto alivio y as� vamos viviendo."

Enlace al texto original en ruso y traducido al español

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Nuestro amigo Manuel Gomez Vargas nos remite esta fotos para ilustrarnos e imaginarnos lo vivido por estos valientes y duros soldados españoles en las lejanas estepas rusas.

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Paco Domingo

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Libro: Franco and Hitler: Spain, Germany, and World War II Escrito por Stanley G. Payne

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Wikipedia: la batalla de Krasny Bor

Battle of Krasny Bor

Krasny Bor por Aramburu Topete

Planos de las operaciones en el campo de batalla de Krasny Bor

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