Una trilog�a que ha despertado el inter�s de much�sima gente y yo, como siempre, llegando tarde a la fiesta. Debo decir que ten�a mis reservas. Hac�a much�simo tiempo que no le�a novela fant�stica propiamente dicha y ten�a miedo de no poder conectar con la�historia. al parecer, esto es como nadar � normalmente se dice que es �como montar en bici�, pero resulta que yo no he aprendido a mis veinte a�os a ir en una, as� que vamos a dejarlo estar �, no se olvida nunca.�Puedo deciros que�
El nombre del viento�es una joya. Una joya de las de verdad. Un libro que levanta pasiones, �y con raz�n!
La historia podr�a dividirse en cuatro partes, al menos a mi juicio. La primera corresponde a unas pocas p�ginas, todas ellas narradas en tercera persona. La segunda ser�a la infancia de Kvothe. La tercer sus desgracias. La cuarta, el resurgimiento.�S�, creo que eso ser�a un resumen bastante ajustado a lo que se espera de la novela. Ahora bien, esto no quiere decir, ni mucho menos, que el libro siga un patr�n. Todo lo contrario.
La novela empieza, si quer�is mi opini�n, de un modo perfecto. Hablar de un modo tan sublime sobre los silencios,�el triple silencio, a m� me arranc� una sonrisa. Una novela perfecta. Perfecta porque s�.�Pero no quiero ponerme sentimental.�Kote es un posadero normal y corriente, o al menos eso quiere dar a entender a sus pocos clientes. al parecer, la econom�a no est� en su mejor momento y nuestro se�or posadero pelirrojo tiene que contentarse con unas pocas visitas, algunas historias y los silencios. Ay, los silencios. Si a�adimos a la ecuaci�n a Bast, su aprendiz, entender�is que yo era la mujer m�s feliz del mundo leyendo la novela.
Entre las historias contadas en la posada de Kote hay un momento que marca un antes y un despu�s. C�rter, el herrero, entra en la posada con el cuerpo hecho jirones. Un ataque, dicen. �Y vaya ataque!�No estamos hablando de un asalto en el camino, ni siquiera de una pelea callejera. Estamos hablando del ataque de una bestia, una asquerosa ara�a � autores y autoras del mundo, �por qu� siempre eleg�s una pu�etera ara�a? �Es qu� no hay nada menos asqueroso, maldita sea? � gigante que tiene las patas afiladas como cuchillas.�A nadie le sorprende que se hable de demonios. A nadie, mucho menos a Kote.
Me estaba perdiendo algo maravilloso. Ya no hablo s�lo de la historia, que es genial, no. Hablo de la prosa.�Hac�a a�os que no me encontraba con algo tan bien escrito, algo tan sumamente maravilloso y cuidado.
Patrick Rothfuss hace un trabajo de diez, as� de sencillo. Su texto est� pulido. Prosa convertida en verso. Verso que deriva en prosa. Canciones, silencios y magia.��Qu� m�s se puede pedir de una novela, eh?
Dec�a que el incidente de la ara�a gigante no sorprende a Kote. �l sabe qu� es esa cosa. Sabe qu� tiene que hacer. Bast tambi�n lo sabe.�Pero tranquilas, tranquilos, hay algo que nuestros chicos no saben. Lo que ninguno de los dos espera�� al menos en apariencia ��es que un d�a se presente en la posada un escribano. Un hombre que se presenta a s� mismo como Cronista. Alguien que ha o�do las historias de Kvothe el Sin Sangre y el sinf�n de nombres que se le dan a ese personaje.
Cronista sabe que Kote es, en realidad, Kvothe. Bast tambi�n lo sabe. Ahora s�lo queda esperar que nuestro posadero acceda a contar su historia.
Y ahora, bienvenidas y bienvenidos a la�Zona Spoiler
Redonda, as� es la historia. Dec�a m�s arriba que ten�a mis reservas. Ya sab�is, todo el mundo tiene miedo de empezar una novela que a todo el mundo le ha encantado. Miedos infundados el noventa por ciento de las veces, s�, pero miedos al fin y al cabo. Eso ha sido lo que me ha pasado a m� con este libro.�No s�lo me ha maravillado c�mo el autor juega con las palabras y las historias, sino que me ha fascinado ver la facilidad con la que logra atrapar a la persona que lee.�Me explico.�
El nombre del viento�es un libro ambicioso, un proyecto que, si quer�is mi opini�n, podr�a quedar grande a cualquiera. Pero no a Rothfuss. Ese hombre sabe lo que se hace, creedme. Tanto es as� que no pod�a dejar de darle vueltas a las peripecias por las que pasa nuestro dulce Kvothe.�Porque s�, tal vez acabe siendo un monstruo, alguien que ir� a por todas a cualquier precio, pero de momento s�lo es un ni�o. Nada m�s que un ni�o.
Me encant� la primera parte de la novela. Esos momentos en los que no sabes nada, esos en los que poquito a poco te sumerges en el mundo medieval que nos regala el autor. Me gust� m�s todav�a que Kvothe decidiera contar qu� fue de su vida, por qu� ha llegado hasta d�nde ha llegado.
Dec�a que s�lo era un ni�o. Lo mantengo. Una criatura de poco m�s de doce a�itos tremendamente inteligente. Un chico que tiene much�simo que aportar al mundo, hasta que un d�a, sencillamente, su vida se va a la mierda. Me doli�. Me doli� horrores ver�(leer)�por todo lo que tuvo que pasar tras la muerte de su familia. Su troupe era eso, a fin de cuentas, su familia. Pero hubo algo que me doli� mucho m�s. Su vida en Terbean, s�.�Por amor de Dios, �se portan fatal con �l! Un ni�o no deber�a vivir, jam�s, de esa manera. Desamparado, sin un plato de comida caliente, recibiendo golpes de otros ni�os y, lo que es a�n m�s despreciable, adultos. Estuve a punto de llorar tantas veces que llegu� a plantearme seriamente si no ser�a que me estoy volviendo terriblemente sensiblera.
Debo decir que mi parte favorita de la novela es la que corresponde a toda su educaci�n en la Universidad. Personajes como Simmon o Wilem, el cambiante Elod�n, los profesores Elxa-Dal, Kilvin y Arwyl� dieces. Eso son, todos ellos. Personitas maravillosas que van allanando de forma casi imperceptible el camino por el que danza nuestro Kvothe.
Pasando a temas m�s escabrosos, quiero comentar toda una serie de cosas que me han maravillado de la novela.�Me gusta la transparencia, la forma c�mo nuestro protagonista afronta sus problemas econ�micos. �l no es rico. de hecho, es terriblemente pobre. Un chico que sabe lo que es no tener nada que llevarse a la boca. Probablemente hablo�(escribo)�por hablar�(escribir),�pero si lo que Rothfuss pretend�a era reivindicar la situaci�n econ�mica de todo el pu�etero mundo, yo s�lo puedo inclinarme ante su grandeza. Los ricos son demasiado ricos. Los pobres son demasiado pobres. Y luego est�n las personas que van viviendo el d�a a d�a. Un desfile de personalidad que van de lo mejor a lo peor de todas y cada una de nosotras, de todos y cada uno de nosotros.�Gente, gente maravillosa y gentuza.�Hablando de gentuza, �nadie va a matar a Ambrosse? Porque estoy hasta las narices de ese ni�ato. �Menudo desgraciado, el campe�n!
Siguiendo con temas m�s bien turbios, no quiero perder la oportunidad de hablar�(escribir)�sobre Denna. Esa chica me tiene intrigada. Por un lado me gusta el personaje. Me fascina que sea de esas personas que no pueden estar demasiado tiempo en el mismo sitio.�Que sea un esp�ritu libre, por decirlo de alg�n modo. Y es que la descripci�n que hace Kvothe sobre ella se ajusta muy bien a la imagen que da. Una chica que no es de nadie, ni siquiera de s� misma.
Trigo de otro costal, son Fela y Auri. Si quer�is mi opini�n, esas dos chicas son un par de soles. La primera porque es sencillamente encantador y la segunda porque enamora. Nada m�s que decir.
La historia cuenta con toda una serie de momentos que me pusieron los pelos como escarpias. No, no digo�(escribo)�esto porque diera miedo, a lo que me refiero es que se pasa mal. Mal, porque nuestro protagonista es, en cierto modo, un h�roe.�Un h�roe al que el tiempo castiga, seg�n lo que podemos entrever en la posada de �Kote�. Kote. Kvothe. Que bonitos, los nombres, y cu�nto poder guardan, como muy bien se encarga de recordarnos Elod�n.
Mirad, el libro es largo. Terriblemente largo. Esto viene a colaci�n de que no s� ni por d�nde empezar para que entend�is lo maravilloso que es. Cada p�gina vale la pena. Cada palabra, cada sonido. Porque el libro esconde magia, leyendas y misterios. Si bien es cierto que Kvothe ha tenido una vida dura, una de la que aqu� s�lo conocemos una �nfima parte, el presente es el mayor enigma.�No s� como un Fata pudo llegar a convertirse en el aprendiz de alguien como nuestro protagonista, al igual como no s� por qu� Kvothe tiene la certeza de que va a morir. No s� por qu� se habla de los silencios. Realmente, no s� nada. S�lo puedo deciros que el libro es genial. Jodidamente genial, de hecho. Brilla con luz propia, si quer�is que me ponga po�tica.
Antes de dejar la rese�a, quiero hacer dos �ltimas menciones. Una para el presente y otra para el pasado.�Respecto al ahora, quiero saber qu� es lo que lleva a un mercenario de esas caracter�sticas al refugio que entre Bast y Kvothe han creado. Un refugio que m�s bien es una c�rcel, como muy bien dice nuestro Fata�� en serio, yo me he enamorado de ese chico �. Ya no es tanto las preguntas que pueda hacerme, que son demasiadas, sino las reflexiones que saco en claro.�Me gusta el mensaje de Bast, el de darle una patada en el culo a lo malo y afrontar la realidad.�No s� qu� ha hecho Kvothe que sea tan terrible, pero me muero de ganas por descubrirlo.
Sobre el pasado� bueno, miles de preguntas. Todas ellas con dos constantes: los Chandrian y Denna. Ver�is, no puedo quitarme de la cabeza las palabras de Wilem.�Y es que ese chico tiene raz�n. �Por qu� iba alguien tan escurridizo como Denna a obligar a Kvothe a buscar a alguien que sabe que ya no est� en el bosque?�Porque mis conclusiones son terribles, la verdad. No s� qu� tendr� que ver esa chica con los Chandrian, ni siquiera s� si estoy en lo cierto; pero sea lo que sea, me da en la nariz que los secretos de Denna son muy oscuros.