La familia Harmon se muda de Boston a Los Ángeles y elige como residencia una antigua mansión que oculta secretos oscuros entre sus muros. Y es que, mientras Vivien descubre un mural inquietante tras el empapelado de la pared, Violet hace un amigo nuevo y peligroso.
Ben debe ausentarse unos días. Y es que su examante le ha confesado que está embarazada y se dispone a viajar hasta Boston para solucionar el problema a espaldas de su mujer. Mientras tanto, las cosas se pondrán feas en la casa.
A pesar de la negativa de Ben y Violet, Vivien pone la casa en venta, iniciativa que apenas tendrá éxito a la hora de atraer compradores debido a la mala reputación de la vivienda. Por ello, la madre de familia llevará a cabo su propia investigación.
El agente inmobiliario de los Harmon contrata a unos decoradores para que engalanen la casa con adornos de Halloween a espaldas de Ben y Vivien, que ignoran la profunda conexión de los nuevos empleados con la vivienda.
Los múltiples espíritus de la casa se hacen más fuertes en una fecha muy especial: la noche de Halloween. Y es que en esta fiesta de los muertos, los fantasmas logran burlar la línea que separa la vida y la muerte.
Ben trata a un paciente que está obsesionado con la leyenda urbana del cerdito. Y es que se piensa que, si dice tres veces delante del espejo "Cerdito, cerdito", un asesino con la cabeza de tocino le matará.
Mientras se descubre la verdadera identidad del hombre de la cara quemada, Vivien se alegra al ver que hay alguien que se interesa en comprar la casa.
Incapaz de encontrar una explicación racional a los extraños sucesos que se producen en su hogar, Vivien comienza a sufrir paranoia. Mientras trata de mantener la cordura, creerá haber encontrado un aliado en la casa con el que tiene muchos puntos en común.
Una de las víctimas de los famosos asesinatos de 1947 (Mena Suvari), crímenes que nunca llegaron a esclarecerse, regresa a la mansión sin saber lo que le ocurrió allí, por lo que algunos habitantes de la casa le ponen al día de su situación.
Mientras Violet descubre secretos de la misteriosa casa en la que habita, la policía interroga a Constance. Y es que las múltiples muertes que se suceden alrededor de la mujer hacen que los agentes de la ley empiezan a sospechar de ella.
Chad y Patrick se preparan para conseguir uno de los gemelos que espera Vivien, aunque no saben que los bebés también son el objeto de deseo de Nora y Hayden. Mientras tanto, Ben intenta sacar a Violet de la casa para que vea a su madre.
Constance y Ben se enfrentan por la custodia del recién nacido. El psiquiatra pretende alejarlo de la casa, pero su maquiavélica vecina no está dispuesta a aceptarlo, con lo que decide utilizar todos sus recursos a su alcance para retener al bebé.
