José Luis Sicre's Blog

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May 22, 2024

 FIESTA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD. CICLO B. El Greco, La T...

 

FIESTA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD. CICLO B.

 

El Greco, La Trinidad

 

Elaño litúrgico comienza con el Adviento y la Navidad, celebrando cómo Dios Padreenvía a su Hijo al mundo. En los domingos siguientes recordamos la actividad yel mensaje de Jesús. Cuando sube al cielo nos envía su Espíritu, que es lo quecelebramos el domingo pasado. Ya tenemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.Estamos preparados para celebrar a los tres en una sola fiesta, la de laTrinidad. Esta fiesta surge bastante tarde, en 1334, y fue el Papa Juan XIIquien la instituyó. Quizá se pretendía (como ocurrió con la del Corpus)contrarrestar a grupos heréticos que negaban la divinidad de Jesús o la delEspíritu Santo. Cambiando el orden de las lecturas subrayo la relación especialde cada una de ellas con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Dios Padre (Deuteronomio 4, 32-34. 39-40) 

Moisés habló al pueblo diciendo:

-Pregunta a los tiemposantiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobrela tierra; pregunta desde un extremo al otro del cielo, ¿sucedió jamás algo tangrande como esto o se oyó cosa semejante? ¿Escuchó algún pueblo, como tú hasescuchado, la voz de Dios, hablando desde el fuego, y ha sobrevivido? ¿Intentójamás algún dios venir a escogerse una nación entre las otras mediante pruebas,signos, prodigios y guerra y con mano fuerte y brazo poderoso, con terriblesportentos, como todo lo que hizo el Señor, vuestro Dios, con vosotros enEgipto, ante vuestros ojos?

Así pues, reconoce hoy, ymedita en tu corazón, que el Señor es el único Dios allá arriba en el cielo yaquí abajo en la tierra; no hay otro. Observa los mandatos y preceptos que yote prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos, después de ti, y seprolonguen tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre.

Como es lógico, un texto del Deuteronomio, escrito varios siglosantes de Jesús, no puede hablar de la Trinidad, se limita a hablar de Dios. Suautor pretende inculcar en los israelitas tres actitudes:

1) Admiración ante lo que el Señor ha hecho por ellos, revelándoseen el Sinaí y liberándolos previamente de la esclavitud egipcia.

2) Reconocimiento de que Yahvé es el único Dios, no hay otro; cosaque parece normal en un mundo como el nuestro, con tres grandes religionesmonoteístas, pero que suponía una gran novedad en aquel tiempo. Este mensajesigue siendo de enorme actualidad, ya que todos corremos el peligro de crearnosfalsos dioses (poder, dinero, etc.).

3) Fidelidad a sus preceptos, que no son una carga insoportable,sino el único modo de conseguir la felicidad.

Dios Hijo (Mateo 28, 16-20)

En aquel tiempo, los once discípulosse fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos sepostraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:

-Se me ha dado todo poder en elcielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos,bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo;enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos.
 

El texto del evangelio, el másclaro de todo el Nuevo Testamento en la formulación de la Trinidad, pero almismo tiempo pone de especial relieve la importancia de Jesús.

A lo largo de su evangelio, Mateoha presentado a Jesús como el nuevo Moisés, muy superior a él. El contraste másfuerte se advierte comparando el final de Moisés y el de Jesús. Moisés mueresolo, en lo alto del monte, y el autor del Deuteronomio entona su elogiofúnebre: no ha habido otro profeta como Moisés, «con quien elSeñor trataba cara a cara, ni semejante a él en los signos y prodigios…»Pero ha muerto, y lo único que pueden hacer los israelitas es llorarlo durantetreinta días.

Jesús, en cambio, precisamentedespués de su muerte es cuando adquiere pleno poder en cielo y tierra, y puedegarantizar a los discípulos que estará con ellos hasta el fin del mundo. Adiferencia de los israelitas, los discípulos no tienen que llorar a Jesús sinolanzarse a la misión para hacer nuevos discípulos de todo el mundo. ¿Cómo selleva a cabo esta tarea? Bautizando y enseñando. Bautizar en el nombre delPadre, del Hijo y del Espíritu Santo equivale a consagrar a esa persona a laTrinidad. Igual que al poner nuestro nombre en un libro indicamos que esnuestro, al bautizar en el nombre de la Trinidad indicamos que esa persona lepertenece por completo.

En la primera lectura, Diosexigía a los israelitas: «guarda los preceptos y mandamientos que yo teprescribo»; en el evangelio, Jesús subraya laimportancia de «guardar todo lo que os he mandado».

DiosEspíritu Santo (Romanos 8, 14-17)

Hermanos:

Cuantos se dejan llevar por elEspíritu de Dios, esos son hijos de Dios.
Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor,sino que habéis recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos:«¡Abba, Padre!». Ese mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de quesomos hijos de Dios; y, si hijos, también herederos; herederos de Dios ycoherederos con Cristo; de modo que, si sufrimos con él, seremos tambiénglorificados con él.

            La formulación no es tan clara comoen el evangelio, pero Pablo menciona expresamente al Espíritu de Dios, alPadre, y a Cristo. No lo hace de forma abstracta, como la teología posterior,sino poniendo de relieve la relación de cada una de las tres personas connosotros.

Lo que se subraya del Padre no es que sea Padre de Jesús, sinoPadre de cada uno de nosotros, porque nos adopta como hijos.

Lo que se dice del Espíritu Santo no es que «procede del Padre y del Hijo por generación intelectual», sino que nos libra del miedo a Dios, de sentirnos ante él comoesclavos, y nos hace gritarle con entusiasmo: «Abba» (papá).

Y del Hijo no se exalta su relación con el Padre y el Espíritu,sino su relación con nosotros: «coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para sertambién con él glorificados».

Reflexión final

La fiesta de la Trinidad provoca en muchos cristianos la sensaciónde enfrentarse a un misterio insoluble, no es la que más atrae del calendariolitúrgico. Sin embargo, cuando se escuchan estas tres lecturas la perspectivacambia.

            El Deuteronomio nos invita arecordar los beneficios de Dios, empezando por el más grande de todos: surevelación como único Dios. (Esto no debemos interpretarlo como una condena oinfravaloración de otras religiones).

            El evangelio nos recuerda elbautismo, por el que pasamos a pertenecer a Dios.

            La carta a los Romanos nos ofreceuna visión mucho más personal y humana de la Trinidad.

Finalmente, las tres lecturas insisten en el compromiso personalcon estas verdades. La Trinidad no es solo un misterio que se estudia en elcatecismo o la Facultad de Teología. Implica observar lo que Jesús nos haenseñado, y unirnos a él en el sufrimiento y la gloria.

 

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Published on May 22, 2024 23:57

May 16, 2024

DOMINGO DE PENTECOSTÉS. CICLO B

 


El “Gloria”, el himno que rezamos los domingos al comienzode la misa, comienza alabando al “Dios Padre Todopoderoso”; sigue exaltando al“Señor nuestro Jesucristo”. Al final, casi de pasada, y como con vergüenza,termina: “Con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre”. Es un símboloperfecto de la poca importancia que la mayoría de los católicos concede alEspíritu Santo. Aunque la situación ha cambiado notablemente en las últimasdécadas, la fiesta de hoy ayuda a advertir la enorme importancia del Espírituen nuestra vida cristiana y en la vida de la Iglesia.

La importancia del Espíritu(1 Corintios 12, 3b-7.12-13)

En este pasaje Pablo habla de laacción del Espíritu en todos los cristianos. Gracias al Espíritu confesamos aJesús como Señor (y por confesarlo se jugaban la vida, ya que los romanosconsideraban que el Señor era el César). Gracias al Espíritu existen en lacomunidad cristiana diversidad de ministerios y funciones (apostolado,enseñanza, gobierno, etc.). Y, gracias al Espíritu, en la comunidad cristianano hay diferencias motivadas por la religión (judíos ni griegos) ni las clasessociales (esclavos ni libres). En la carta a los Gálatas dirá Pablo que tambiéndesaparecen las diferencias basadas en el género (varones y mujeres). Se cumplelo anunciado por el profeta Joel: «Después derramaré mi espíritu sobre todos:vuestros hijos e hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestrosjóvenes verán visiones. También sobre siervos y siervas derramaré mi espírituaquel día». En definitiva, todo lo que somos y tenemos los cristianos es frutodel Espíritu, porque es la forma en que Jesús resucitado sigue presente entrenosotros.

Ciento veintecontra diez. Dos versiones del don del Espíritu Santo.

            Lucas yJuan cuentan el don del Espíritu de manera muy distinta. Lucas, en la línea delprofeta Joel, lo presenta como un don a toda la comunidad cristiana,simbolizada por las ciento veinte personas reunidas en Jerusalén, que laimpulsa a proclamar las grandezas de Dios. Juan, en cambio, lo relaciona con lapromesa de Jesús durante la última cena: «Yo pediré al Padre que os dé otroabogado que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad» (Jn 14,15),ese Espíritu que «os enseñará todo y os irá recordando todo lo que yo os hedicho» (Jn 14,26). Una promesa hecha a los Once (Judas ya se ha ido de la cena)y que se cumple a los Diez (porque Tomás está ausente).

            En resumen,Lucas enfoca el don desde el punto de vista de la alabanza universal, Juandesde el punto de vista de la misión de los apóstoles.

La versión de Lucas (Hechosde los apóstoles 2,1-11)

            A nivelindividual, el Espíritu se comunica en el bautismo. Pero Lucas, en los Hechos, deseainculcar que la venida del Espíritu no es sólo una experiencia personal yprivada, sino de toda la comunidad. Por eso viene sobre todos los presentes,que, como ha dicho poco antes, era unas ciento veinte personas (cantidadsimbólica: doce por diez). Al mismo tiempo, vincula estrechamente el don delEspíritu con el apostolado. El Espíritu no viene solo a cohesionar a lacomunidad internamente, también la lanza hacia fuera para que proclame «las maravillas de Dios»,como reconocen al final los judíos presentes.

Había en Jerusalén judíospiadosos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al oír el ruido, lamultitud se reunió y se quedó estupefacta, porque cada uno los oía hablar en supropia lengua. Fuera de sí todos por aquella maravilla, decían: «¿No son galileostodos los que hablan? Pues, ¿cómo nosotros los oímos cada uno en nuestra lenguamaterna? Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, , forasteros romanos, judíos yprosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas lasgrandezas de Dios».

La versión de Juan 20, 19-23

            Tratándosede algo tan importante, resulta curioso la brevedad con la que trata el don delEspíritu, relegándolo al final, después del saludo, la confirmación de que esJesús quien se aparece, y el envío de los apóstoles.

El saludo es el habitual entre los judíos:“La paz esté con vosotros”. Pero en este caso no se trata de pura fórmula,porque los discípulos, muertos de miedo a los judíos, están muy necesitados depaz.

Ese paz se la concede la presencia deJesús, algo que parece imposible, porque las puertas están cerradas. Almostrarles las manos y los pies, confirma que es realmente él. Los signos delsufrimiento y la muerte, los pies y manos atravesados por los clavos, seconvierten en signo de salvación, y los discípulos se llenan de alegría.

Todo podría haber terminado aquí, con lapaz y la alegría que sustituyen al miedo. Sin embargo, en los relatos deapariciones nunca falta un elemento esencial: la misión. Una misión que culminael plan de Dios: el Padre envió a Jesús, Jesús envía a los apóstoles. [Dada laescasez actual de vocaciones sacerdotales y religiosas, no es mal momento pararecordar otro pasaje de Juan, donde Jesús dice: “Rogad al Señor de la mies queenvíe operarios a su mies”].

Todo termina con una acción sorprendente:Jesús sopla sobre los discípulos. No dice el evangelistas si lo hace sobretodos en conjunto o lo hace uno a uno. Ese detalle carece de importancia. Loimportante es el simbolismo. En hebreo, la palabra ruaj puede significar “viento” y “espíritu”. Jesús, al soplar (querecuerda al viento) infunde el Espíritu Santo. Este don está estrechamentevinculado con la misión que acaban de encomendarles. A lo largo de suactividad, los apóstoles entrarán en contacto con numerosas personas; entre lasque deseen hacerse cristianas habrá que distinguir entre quiénes pueden ser aceptadasen la comunidad (perdonándoles los pecados) y quiénes no, al menostemporalmente (reteniéndoles los pecados).

«¡La paz esté con vosotros!».

Y les enseñó las manos y elcostado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Él repitió:

«¡La paz esté con vosotros!Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros».

Después sopló sobre ellos yles dijo:

«Recibid el Espíritu Santo. Aquienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; a quienes se losretengáis, les serán retenidos».

Resumen

            Estas brevesideas dejan clara la importancia esencial del Espíritu en la vida de cadacristiano y de la Iglesia. El lenguaje posterior de la teología, con el deseode profundizar en el misterio, ha contribuido a alejar al pueblo cristiano deesta experiencia fundamental. En cambio, la preciosa Secuencia de la misa ayudaa rescatarla, aunque se le podría objetar una visión demasiado intimista, encomparación con la eminentemente apostólica de Hechos y Juan.

Ven, Espíritu divino,

   manda tu luz desde elcielo.

   Padre amoroso delpobre;

   don, en tus donesespléndido;

   luz que penetra lasalmas;

   fuente del mayorconsuelo.

 

Ven, dulce huésped del alma,

   descanso de nuestroesfuerzo,

   tregua en el durotrabajo,

   brisa en las horas defuego,

   gozo que enjuga laslágrimas

   y reconforta en losduelos.

 

Entra hasta el fondo del alma,

   divina luz, yenriquécenos.

   Mira el vacío delhombre,

   si tú le faltas pordentro;

   mira el poder delpecado,

   cuando no envías tualiento.

 

Riega la tierra en sequía,

   sana el corazónenfermo,

   lava las manchas,infunde

   calor de vida en elhielo,

   doma el espírituindómito,

   guía al que tuerce elsendero.

 

Reparte tus siete dones,

   según la fe de tussiervos;

   por tu bondad y tugracia,

   dale al esfuerzo sumérito;

   salva al que buscasalvarse

   ydanos tu gozo eterno.

El don de lenguas

«Y empezaron a hablar en diferentes lenguas, según elEspíritu les concedía expresarse». Elprimer problema consiste en saber si se trata de lenguas habladas en otraspartes del mundo, o de lenguas extrañas, misteriosas, que nadie conoce. En esterelato es claro que se trata de lenguas habladas en otros sitios. Los judíospresentes dicen que «cadauno los oye hablar en su lengua nativa». Pero esta interpretación no es válida para loscasos posteriores del centurión Cornelio y de los discípulos de Éfeso. Aunquealgunos autores se niegan a distinguir dos fenómenos, parece que nosencontramos ante dos hechos distintos: hablar idiomas extranjeros y hablar «lenguas extrañas» (lo que Pablo llamará «las lenguas de los ángeles»).

Elprimero es fácil de racionalizar. Los primeros misioneros cristianos debieronenfrentarse al mismo problema que tantos otros misioneros a lo largo de lahistoria: aprender lenguas desconocidas para transmitir el mensaje de Jesús.Este hecho, siempre difícil, sobre todo cuando no existen gramáticas niescuelas de idiomas, es algo que parece impresionar a Lucas y que desea recogercomo un don especial del Espíritu, presentando como un milagro inicial lo quesería fruto de mucho esfuerzo.

Elsegundo es más complejo. Lo conocemos a través de la primera carta de Pablo alos Corintios. En aquella comunidad, que era la más exótica de las fundadas porél, algunos tenían este don, que consideraban superior a cualquier otro. En labase de este fenómeno podría estar la conciencia de que cualquier idioma espobrísimo a la hora de hablar de Dios y de alabarlo. Faltan las palabras. Y serecurre a sonidos extraños, incomprensibles para los demás, que intentanexpresar los sentimientos más hondos, en una línea de experiencia mística. Poreso hace falta alguien que traduzca el contenido, como ocurría en Corinto.(Creo que este fenómeno, curiosamente atestiguado en Grecia, podría ponerse enrelación con la tradición del oráculo de Delfos, donde la Pitia habla unlenguaje ininteligible que es interpretado por el “profeta”).

Sinembargo, no es claro que esta interpretación tan teológica y profunda sea laúnica posible. En ciertos grupos carismáticos actuales hay personas que siguen «hablando en lenguas»; un observador imparcial me comunica que lointerpretan como pura emisión de sonidos extraños, sin ningún contenido. Estose presta a convertirse en un auténtico galimatías, como indica Pablo a losCorintios. No sirve de nada a los presentes, y si viene algún no creyente,pensará que todos están locos.


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Published on May 16, 2024 00:28

May 9, 2024

Ascensión del Señor. Ciclo B.


 

Subir al cielo como imagen deltriunfo (Hechos 1,1-11)

 

            Jesús subiendo al cielo es una imagenbastante representada por los artistas, y la tenemos incorporada desde niños,además de formar parte de nuestra profesión de fe. Alguno podría imaginar queesta escena se encuentra en los cuatro evangelios. Sin embargo, el único que lacuenta es Lucas, y por dos veces: al final de su evangelio y al comienzo dellibro de los Hechos. Pero lo hace con notables diferencias.

En el evangelio, Jesús bendice antes de subiral cielo (en Hch, no).

En Hechos, una nube oculta a Jesús (en elevangelio no se menciona la nube).

En el evangelio, los discípulos se postran (enHch se quedan mirando al cielo).

En el evangelio vuelven a Jerusalén; en Hch seles aparecen dos personajes vestidos de blanco.

Si el mismo autor, Lucas, cuenta el mismo hechode formas tan distintas, significa que no podemos quedarnos en lo externo, enel detalle, sino que debemos buscar el mensaje profundo.

La idea de la ascensión resulta chocante allector moderno por dos motivos muy distintos: 1) no es un hecho que hayamosvisto; 2) se basa en una concepción espacial puramente psicológica (arriba lobueno, abajo lo malo), que choca con una idea más perfecta de Dios.

Precisamente por esta línea psicológica podemosbuscar la explicación. Desde las primeras páginas de la Biblia encontramos laidea de que una persona de vida intachable no muere, es arrebatada al cielo,donde se supone que Dios habita. Así ocurre en el Génesis con el patriarcaHenoc, y lo mismo se cuenta más tarde a propósito del profeta Elías, que esarrebatado al cielo en un carro de fuego. Interpretar esto en sentido histórico(como si un platillo volante hubiese recogido al profeta) significa no conocerla capacidad simbólica de los antiguos.

Sin embargo, existe una diferencia radicalentre estos relatos del Antiguo Testamento y el de la ascensión de Jesús. Henocy Elías no mueren. Jesús sí ha muerto. Por eso, no puede equipararse sin más elrelato de la ascensión con el del rapto al cielo.

Es preferible buscar la explicación en la líneade la cultura clásica greco-romana. Aquí sí tenemos casos de personajes que songlorificados de forma parecida tras su muerte. Los ejemplos que suelen citarseson los de Hércules, Augusto, Drusila, Claudio, Alejandro Magno y Apolonio deTiana. Los incluyo al final para los interesados.

Estos ejemplos confirman que el relato tanescueto de Lucas no debemos interpretarlo al pie de la letra, como han hechotantos pintores, sino como una forma de expresar la glorificación de Jesús.

En mi primer libro, Teófilo, escribí de todo loque Jesús hizo y enseño desde el comienzo hasta el día en que fue llevado alcielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido,movido por el Espíritu Santo. Se les presentó él mismo después de su pasión,dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durantecuarenta días y hablándoles del reino de Dios.

Una vez que comían juntos, les ordenó que no sealejaran de Jerusalén, sino: «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, dela que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotrosseréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días».

Los que se habían reunido, le preguntaron,diciendo:

-Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar elreino a Israel?.

Les dijo:

-No os toca a vosotros conocer los tiempos omomentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio,recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréismis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y “hasta el confín de latierra”.

Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado alcielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos alcielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos deblanco, que les dijeron:

-Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando alcielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo,volverá como lo habéis visto marcharse al cielo.

 

Sentarse a la derecha de Dios comoimagen del triunfo (Efesios 1,17-23)

La segunda lectura de hoy es muy interesante parainterpretar rectamente la fiesta de hoy. No habla de la ascensión de Jesús alcielo, pero se explaya hablando de su triunfo con una imagen distinta: estásentado a la derecha de Dios, por encima todo y de todos.

Hermanos: El Dios de nuestro Señor Jesucristo,el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo,e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanzaa la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, ycuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, loscreyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo,resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encimade todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombreconocido, no solo en este mundo, sino en el futuro. Y «todo lo puso bajo suspies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo,plenitud del que llena todo en todos.

El finaldel evangelio de Marcos une las dos imágenes: «fue llevado al cielo y se sentóa la derecha de Dios». Una forma muy humana de hablar, pero habitual en laBiblia. Jesús subió triunfalmente al cielo y ahora sigue ocupando la máximadignidad junto a Dios Padre.

Pero elevangelio concede más importancia aún al tema de la misión de los apóstoles,como se advierte comparándolo con la 1ª lectura.

En Hechos, los discípulos muestran una vez más supreocupación política por la restauración del reino de Israel, y Jesús desvíala atención hacia la próxima venida del Espíritu Santo, que les dará fuerzaspara ser sus testigos en todo el mundo.

En Marcos, el tema de la misión se trata en cinco puntos:

1) Ordende ir al mundo entero a proclamar la buena nueva.

2) Esanoticia puede ser aceptada o rechazada, pero con consecuencias muy distintas encada caso.

3) Semencionan las señales que acompañarán a los misioneros: expulsión de demonios,don de lenguas, inmunidad ante ataques de serpientes, curaciones. Estas señalesrecuerdan lo que se cuenta en el libro de los Hechos de los Apóstoles apropósito de Pablo.

4) EnHechos, la reacción de los discípulos es quedarse embobados mirando al cielo.En Marcos, se ponen en marcha de inmediato a pregonar el evangelio por todaspartes.

5) EnHechos se habla de la fuerza del Espíritu Santo que acompañará a los apóstoles.En Marcos, «el Señor cooperaba y confirmaba el mensaje con las señales que loacompañaban».

En aquel tiempo,se apareció Jesús a los once y les dijo:

-Id al mundo entero y proclamad el Evangelio atoda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el queno crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos:echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes ensus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos alos enfermos, y quedarán sanos.

Después de hablarles, el Señor Jesús fuellevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a predicarpor todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señalesque los acompañaban.      

Por eso, la Ascensión o triunfo de Jesús no esmotivo para quedarse mirando al cielo. Hay que mirar a la tierra, al mundoentero, en el que los discípulos de Jesús debemos continuar su misma obra,contando con la fuerza del Espíritu y la compañía continua del Señor.

Los cuarenta días

            Elevangelio no dice nada de este período de 40 días entre la resurrección y laascensión. ¿Qué significa, y por qué lo introduce Lucas? El número 40 se usa enla Biblia para indicar plenitud, sobre todo cuando se refiere a un período detiempo. El diluvio dura 40 días y 40 noches; la marcha de los israelitas por eldesierto, 40 años; el ayuno de Jesús, 40 días… Se podrían citar otros muchosejemplos. En este caso, lo que pretende decir Lucas es que los discípulosnecesitaron más de un día para convencerse de la resurrección de Jesús, y queJesús se les hizo especialmente presente durante el tiempo que considerónecesario.

Textosclásicos sobre la subida al cielo de un gran personaje

A propósito de Hércules escribe Apolodoro en su BibliotecaMitológica: “Hércules... se fue al monte Eta, que pertenece a lostraquinios, y allí, luego de hacer una pira, subió y ordenó que la encendiesen(...) Mientras se consumía la pira cuenta que una nube se puso debajo, ytronando lo llevó al cielo. Desde entonces alcanzó la inmortalidad...” (II,159-160).

Suetonio cuenta sobre Augusto: “No faltótampoco en esta ocasión un antiguo pretor que declaró bajo juramento que habíavisto que la sombra de Augusto, después de la incineración, subía a los cielos”(Vida de los Doce Césares, Augusto, 100).

Drusila, hermana de Calígula, pero tomada por éste como esposa, murió hacia el año40. Entonces Calígula consagró a su memoria una estatua de oro en el Foro;mandó que la adorasen con el nombre de Pantea y le tributasen los mismoshonores que a Venus. El senador Livio Geminio, que afirmó haber presenciado lasubida de Drusila al cielo, recibió en premio un millón de sestercios.

De Alejandro Magno escribe el PseudoCalístenes: “Mientras decía estas y otras muchas cosas Alejandro, se extendiópor el aire la tiniebla y apareció una gran estrella descendente del cielohasta el mar acompañada por un águila, y la estatua de Babilonia, que llaman deZeus, se movió. La estrella ascendió de nuevo al cielo y la acompañó el águila.Y al ocultarse la estrella en el cielo, en ese momento se durmió Alejandro enun sueño eterno" (Libro III, 33).

Con respecto a Apolonio de Tiana, cuenta Filóstrato que, según unatradición, fue encadenado en un templo por los guardianes. “Pero él, amedianoche se desató y, tras llamar a quienes lo habían atado, para que noquedara sin testigos su acción, echó a correr hacia las puertas del templo yéstas se abrieron y, al entrar él, las puertas volvieron a su sitio, como silas hubiesen cerrado, y que se oyó un griterío de muchachas que cantaban, y sucanto era: Marcha de la tierra, marcha alcielo, marcha” (Vida de Apolonio deTiana VIII, 30).

Sobre la nube véase también Dionisio de Halicarnaso, Historia antigua deRoma I,77,2: “Y después de decirle esto, [el dios] se envolvió en una nubey, elevándose de la tierra, fue transportado hacia arriba por el aire”.

 

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Published on May 09, 2024 00:04

May 2, 2024

Dios nos ha amado. Amémonos unos a otros. Domingo 6º de Pascua. Ciclo B



La 2ª lectura y el evangelio están estrechamente relacionados. «Amémonos unos a otros»,comienza el texto de la carta de san Juan. Y el evangelio insiste dos veces: «Este es mi mandamiento:que os améis unos a otros»; «Esto os mando: que os améis unos a otros». Este precepto se basaen el amor que Dios nos ha manifestado de dos formas complementarias: enviandosu Espíritu y enviando a su Hijo.

Un Padre que da el Espíritu sin distinguir entre judíos ypaganos (1ª lectura)

            La lectura del libro delos Hechos de los Apóstoles recoge parte de un importantísimo episodio de laiglesia primitiva. Hasta entonces, los discípulos de Jesús se han visto a símismos con un grupo dentro del judaísmo, sin especial relación con los paganos.No se les pasa por la cabeza hacer apostolado entre ellos, mucho menos entraren sus casas si no se han convertido al judaísmo y se han circuncidado. Losconsideran impuros.

En este contexto, se cuenta que Pedro tuvo una visión: vebajar del cielo un mantel repleto de toda clase de animales impuros (cerdo, conejo,cigalas, etc.) y escucha una voz que le ordena: mata y come. Pedro se niega enredondo. «Nunca he probado un alimento profano o impuro». Y la voz del cielo leresponde: «Lo que Dios declara puro tú no lo tengas por impuro».

            Termina la visión. Pedrose siente desconcertado, y mientras piensa en su posible sentido, llaman a lapuerta de la casa tres hombres enviados por un pagano, el capitán Cornelio,para pedirle que vaya a visitarlo. Pedro comprende entonces el sentido de lavisión: no puede considerar impuro a un pagano interesado en conocer elevangelio. Al día siguiente se pone en camino desde Jafa a Cesarea y cuandollega a casa de Cornelio tiene lugar la escena que hoy leemos.


Cuando iba a entrar Pedro, salió Cornelio a su encuentroy se echó a sus pies a modo de homenaje, pero Pedro lo alzó, diciendo: 

-Levántate, que soy un hombre como tú.

Pedro tomó la palabra y dijo: 

-Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al quelo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.

Todavía estaba hablando Pedro, cuando cayó el EspírituSanto sobre todos los que escuchaban sus palabras. Al oírlos hablar en lenguasextrañas y proclamar la grandeza de Dios, los creyentes circuncisos, que habíanvenido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo sederramara también sobre los gentiles. Pedro añadió:

-¿Se puede negar el agua del bautismo a los que hanrecibido el Espíritu Santo igual que nosotros?

Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Lerogaron que se quedara unos días con ellos. 

            Indico algunos detallesinteresantes:

1) «Está claro que Dios no hace distinciones»; para él lo importanteno es la raza sino la conducta del que lo respeta y practica la justicia.

            2) La venida del EspírituSanto sobre este grupo de paganos produce los mismos frutos que en losapóstoles el día de Pentecostés: hablan lenguas extrañas y proclaman lagrandeza de Dios.

            3) El Espíritu Santo vienesobre ellos antes de recibir el bautismo. No se puede decir de forma más claraque «el Espíritu sopla donde quiere y cuando quiere».   

            La conducta de Pedroprovocó gran escándalo en los sectores más conservadores de la comunidad deJerusalén y debió subir a la capital a justificar su conducta. Pero esteepisodio deja claro que, para Dios, los paganos no son seres impuros. Él ama atodos los hombres sin distinción. Con ello se justifica el apostolado posteriorentre los paganos.

Un Padre que da su Hijo a los pecadores (2ª lectura)

La carta de Juan justifica el mandato de amarnos mutuamente diciendo que «Dios es amor» y cómo nos lo hademostrado.

 

Queridoshermanos: Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que amaha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porqueDios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Diosenvió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En estoconsiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nosamó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.

Cuando yo era niño, el catecismo de Ripalda, a lapregunta de quién es Dios nos enseñaba a responder: «Un señor infinitamentebueno, sabio y poderoso, principio y fin de todas las cosas». El autor de lacarta no necesita tantas palabras. Se limita a decir: «Dios es amor». Y eseamor lo manifiesta enviando a su hijo «como víctima de propiciación por nuestrospecados».

La «víctima de propiciación» era el animal que seofrecía para impetrar el perdón. El Día de la Expiación (yom kippur), elSumo Sacerdote ofrecía un macho cabrío por los pecados del pueblo. En otrasocasiones se ofrecían cabras y novillos con el mismo fin. Pero esas víctimascarecían de valor definitivo. La humanidad se encontraba en una especie decírculo cerrado del que no podía escapar. Entonces Dios nos proporciona laúnica víctima decisiva: su propio hijo.

            Y esto lo hace cuandotodavía éramos pecadores. No espera a que nos convirtamos y seamos buenos paraenviarnos a su Hijo. Si la primera lectura decía que Dios no hace distinciónentre judíos y paganos, la segunda dice que no hace distinción entre santos ypecadores.

En vez de amar a Dios, amar a los hermanos (evangelio)

En la segunda lectura el protagonismo ha sido de Dios. En el evangelio, elprotagonista principal es Jesús, que demuestra su amor hasta el punto de dar lavida por nosotros, llamarnos amigos suyos, elegirnos y enviarnos. (¡Cuántagente desearía poder decir que es amigo o amiga de un personaje famoso, que hasido elegido por él para llevar a cabo una misión!).

 

En aqueltiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Como elPadre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mismandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado losmandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto paraque mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste esmi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amormás grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, sihacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe loque hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a miPadre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soyyo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, yvuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis el Padre en mi nombre os lo dé.Esto os mando: que os améis unos a otros.

Lo que Jesús exige a cambio de esta amistad es muycurioso. Cuando era estudiante en el Pontificio Instituto Bíblico le escuchéeste comentario al P. Lyonnet: «Fijaos en lo que dice la 1ª carta de Juan:“Si tanto nos ha amado Dios…” Nosotros habríamos añadido: “también nosotrosdebemos amar a Dios”. Sin embargo, lo que dice Juan es: “Si tanto nos ha amadoDios, debemos amarnos unos a otros”».

            Algo parecido ocurre en elevangelio de hoy. «Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo oshe amado.» Jesús podría haber dicho: «Amadme como yo os he amado». Pero no piensa en él,piensa en nosotros. Es fácil engañarse diciendo o pensando que amamos a Jesús,porque no puede demostrarse ni negarse. Lo difícil es amar al prójimo.

 

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Published on May 02, 2024 00:28

April 25, 2024

El labrador, la vid y los sarmientos. Domingo 5º de Pascua. Ciclo B.

 


·Evangelio (Juan 15,1-8)

        Este pasaje se conoce como «la parábola de la vid y lossarmientos». Título erróneo, porque no tiene en cuenta al protagonistaprincipal, el labrador, que es quien poda, arranca y tira los sarmientos que nodan fruto. Y más bien que parábola es una fábula, donde los protagonistas sonanimales o plantas que pueden hablar y actuar. En este caso, los protagonistassecundarios, los sarmientos, no hablan, pero sí actúan. Algunos decidenmantenerse unidos a la vid, y dan fruto abundante. Otros deciden independizarse,cortar la relación con la vid, y dejan de dar fruto. 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy laverdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da frutolo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotrosya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo envosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en lavid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros lossarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porquesin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como elsarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Sipermanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo quedeseéis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis frutoabundante; así seréis discípulos míos.»

El enfoque del evangelio, insistiendo en la idea depermanecer en Jesús, se comprende recordando un episodio de Lucas. En laaparición a los discípulos de Emaús, estos terminan pidiéndole: «Quédate con nosotros, Señor». En Juan cambia la perspectiva. Es Jesús quien nos dice:«Permaneced en mí». Es muy distinto «quedarse con» y «permanecer en», aunqueparezcan lo mismo. Lo segundo habla de mayor intimidad, como la de un niño enel seno de su madre.

            El título habitual subraya laimportancia de la vid. Y en parte lleva razón: de estar unidos a ella oseparados de ella depende el futuro de los sarmientos. Pero la vid no hacenada. Simplemente está ahí. Todas las acciones las realizan el labrador o lossarmientos. Enfoque curioso, que nos obliga a reflexionar sobre la importanciade Dios Padre en la vida del cristiano; y el papel fundamental de Jesús, aunquea veces tengamos la impresión de que no hace nada en nuestra vida.

1ª lectura: la viña y la poda de Dios

Aunqueno tenga relación con el evangelio, el texto de los Hechos se puede leer comouna concreción del mismo. El final nos dice cómo la vid, la comunidadcristiana, se extiende y fructifica. Y la primera parte, la que trata de Pablo,recuerda lo que dice la fábula a propósito del labrador: «a todo el que dafruto lo poda, para que dé más fruto». Podar es cortar, herir al árbol,despojarlo de algo que le ha costado tiempo y esfuerzo producir. Pero elcampesino lo hace para que esté más sano y fuerte. Eso es lo que hace Dios conPablo.

En aquellos días, llegado Pablo aJerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo,porque no se fiaban de que fuera discípulo. Entonces Bernabé, tomándoloconsigo, lo presentó a los apóstoles y él les contó cómo había visto al Señoren el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había actuadovalientemente en el nombre de Jesús. Saulo se quedó con ellos y se movía conlibertad en Jerusalén, actuando valientemente en el nombre del Señor. Hablaba ydiscutía también con los helenistas, que se propusieron matarlo. Al enterarselos hermanos, lo bajaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso. La Iglesia gozaba depaz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en el temordel Señor, y se multiplicaba con el consuelo del Espíritu Santo.

Despuésde su conversión, Pablo podría esperar que lo recibieran muy bien en Jerusalén.Pero ocurre algo muy distinto: no se fían de él, lo rehúyen, hasta que Bernabélo presenta a los apóstoles. Cuando comienza a predicar, los judíos de lenguagriega intentan eliminarlo y debe huir a Tarso. En realidad, toda la vida dePablo fue una gran poda, una vida llena de persecuciones y sufrimientos. Pero através de ellos se convirtió en el mayor de los apóstoles. Dio mucho fruto. Unabuena enseñanza para los que quisiéramos que todo nos fuera bien en la vida,sin ningún tipo de dificultades.

2ª lectura: cómo permanecer unidos a la vid (1ª carta de Juan 3,18-24)

Elevangelio insiste en la necesidad de que el sarmiento esté unido a la vid. Lasegunda lectura nos indica el modo concreto de mantener la unión.

Hijos míos, no amemos de palabra y deboca, sino de verdad y con obras.
En esto conoceremos que somos de la verdad ytranquilizaremos nuestro corazón ante él, en caso de que nos condene nuestrocorazón, pues Dios es mayor que nuestro corazón y lo conoce todo. Queridos, siel corazón no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Cuanto pidamos lorecibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, yque nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda susmandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permaneceen nosotros: por el Espíritu que nos dio.

Eltexto, como es habitual en Juan, resulta complicado y mezcla diversos temas: elamor falso y el verdadero, el complejo de culpabilidad, la confianza en Dios,la observancia de los mandamientos, la fe en Jesús y el amor mutuo, lapermanencia en Dios y el don del Espíritu. Siguiendo la metáfora del evangelio,es una vid demasiado frondosa que conviene podar. Bastaría recordar que amar deverdad y con obras equivale a creer en Jesús y amarnos unos a otros. Esa es laforma de permanecer unidos a la vid y la única garantía de que daremos fruto comocristianos.

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Published on April 25, 2024 00:33

April 18, 2024

Pasado, presente y futuro. Domingo 4º de Pascua. Ciclo B

 


En los domingos anteriores se han recordadodiversas apariciones de Jesús resucitado. A partir de este domingo y hasta laAscensión las lecturas del evangelio, tomadas siempre del evangelio de sanJuan, se centrarán en diversos aspectos de la relación entre Jesús y elcristiano: buen pastor, vid y sarmientos, mandamiento nuevo, oración sacerdotal.

No es fácilencontrar una relación entre las tres lecturas de hoy porque se usan imágenesmuy distintas: Piedra angular para hablar de Jesús (1ª lectura); Padre e hijospara hablar de Dios y nosotros (2ª lectura); pastor y rebaño, para hablar deJesús y nosotros (evangelio). Buscando una relación entre ellas la vería en elritmo del tiempo de Jesús y de nosotros.

Pasado y presente de Jesús (Hechosde los apóstoles 4,8-12)

            Sesupone conocido el relato anterior. Pedro y Juan suben al templo para laoración de media tarde y en la puerta Hermosa encuentran tendido a un lisiadoque les pide limosna. Pedro lo agarra de la mano derecha, lo levanta y lo cura.Ante el asombro del pueblo, Pedro pronuncia un discurso en el que atribuye lacuración a Jesús (este discurso se leyó en parte el domingo pasado, 3º delciclo B). Los sacerdotes, el comisario del templo y los saduceos, se irritan alescuchar sus palabras y al día siguiente los convocan ante el Consejo y losinterrogan. La respuesta de Pedro es la siguiente:

 

En aquellos días, lleno de Espíritu Santo,Pedro dijo:

«Jefes del pueblo y ancianos: Porque lehemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poderha curado a ese hombre; quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel queha sido el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis ya quien Dios resucitó de entre los muertos; por este Nombre, se presenta estesano ante vosotros. Él es “la piedra que desechasteis vosotros, losarquitectos, y que se ha convertido en piedra angular”; no hay salvación enningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por elque debamos salvarnos»

Para un judío,el nombre equivale a la persona. El nombre de Jesús es Jesús. En estas pocaspalabras se resume su pasado y su presente. El pasado ofrece una imagen deJesús totalmente pasiva: no se recuerda su predicación ni sus milagros. Sólo secuenta lo que hicieron con él las autoridades judías y Dios. Las autoridades lorechazaron y crucificaron; Dios los resucitó y convirtió en piedra angular. Deesto se deduce su situación presente: él es quien ha curado al lisiado, y elúnico que puede salvarnos a todos nosotros.

Presente y futuro del cristiano (1ªcarta de Juan 3, 1-2)

 

Queridos hermanos: Mirad quéamor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! Elmundo no nos conoce porque no lo conoció a él. Queridos, ahora somos hijos deDios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él semanifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

La 1ª lecturahablaba del pasado y el presente de Jesús. Esta 2ª habla de nuestro presente ynuestro futuro. El presente: somos hijos de Dios. El futuro: seremos semejantesa Dios. Cuando nace un niño siempre se buscan parecidos con el padre, la madre yotros miembros de la familia. Para el autor de la carta, nuestra semejanza conDios no es algo que se perciba ya desde ahora; se manifestará en el futuro,cuando veamos a Dios cara a cara. Pero eso no impide que seamos ya realmentehijos de Dios. Lástima que esto no se valore. Si fuéramos hijos de undeportista famoso o de un cantante de moda, todos querrían hacerse una foto connosotros.

Pasado y futuro de Jesús (evangelio de Juan 10,11-18)


En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yosoy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado,que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejasy huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no leimportan las ovejas. Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las míasme conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vidapor las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también aesas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un soloPastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poderrecuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poderpara entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de miPadre».»

 

            Laimagen del pastor era frecuente en el Antiguo Oriente para referirse al rey:simbolizaba la relación correcta con sus súbditos, que no debía ser despóticasino preocupada por su bienestar. Jesús se la aplica, pero llegando a unextremo que no se da entre los pastores: da la vida por sus ovejas. Es ciertoque un pastor, a diferencia del asalariado, está dispuesto a luchar con el lobopara defender al rebaño. Pero no es normal que esté dispuesto a morir por susovejas. A tanto no llega. Jesús, en cambio, ve así su misión: dar la vida porellas. No lo hace por obligación, forzado, sino libremente. Sabiendo que esavida que entrega la podrá recuperar. Y esto tampoco puede hacerlo un pastornormal y corriente. Aunque el evangelio hable de Jesús como “el buen pastor”debería haber dicho: bueno y excepcional.

Este pasaje delevangelio concede también especial importancia al futuro de Jesús: a su laborcon respecto a otras ovejas, a las que debe buscar para que haya un solo rebañoy un solo pastor. Es una referencia a las comunidades cristianas que se iríanformando en países paganos y a todos nosotros. 

Reflexión final

Relacionandolas tres lecturas, Jesús, buen pastor nos ha salvado y nos ha conseguido el serhijos de Dios. A nosotros nos corresponde escuchar su voz y agradecerle el donque nos ha hecho.

 

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Published on April 18, 2024 00:17

April 11, 2024

Perdón, resurrección y misión. Domingo 3º de Pascua. Ciclo B

  


El perdón

            Las treslecturas de hoy coinciden en el tema del perdón de los pecados a todo el mundogracias a la muerte de Jesús. La primera termina: “Por tanto, arrepentíos yconvertíos, para que se borren vuestros pecados.” La segunda comienza: “Hijosmíos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a unoque abogue ante el Padre: a Jesucristo, el justo.” En el evangelio, Jesúsafirma que “en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecadosa todos los pueblos”.

Personas con poco conocimiento de la culturaantigua suele decir que la conciencia del pecado es fruto de la mentalidadjudeocristiana para amargarle la vida a la gente. Pero la angustia por elpecado se encuentra documentada milenios antes, en Mesopotamia y Egipto. Lotípico del NT es anunciar el perdón de los pecados gracias a la muerte deJesús.

La resurrección

            En estaépoca de Pascua, es lógico que el evangelio de este domingo conceda especialimportancia a la resurrección de Jesús. Imaginemos la situación de los primerosmisioneros cristianos. ¿Cómo convencer a la gente para que crea que una personacondenada a la muerte más vergonzosa por las autoridades, religiosas,intelectuales y políticas ha resucitado, de que Jesús sigue realmente vivo?

Lucas parece moverse entre cristianos quetienen muchas dudas a propósito de la resurrección (recuérdese que en Corintohabía cristianos que la negaban), y proyecta esa situación en los apóstoles:ellos son los primeros en dudar y negarse a creer, pero Jesús les ofrecepruebas físicas irrefutables: camina con los dos de Emaús, se sienta con ellosa la mesa, bendice y parte el pan. El episodio siguiente, el que leemos estedomingo, insiste en las pruebas físicas: Jesús les muestra las manos y lospies, les ofrece la posibilidad de tocarlos, y llega a comer un trozo depescado ante ellos.

En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasadopor el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y lesdice:

«Paz a vosotros».

Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y élles dijo:

«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mismanos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espírituno tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».

Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creerpor la alegría, y seguían atónitos, les dijo:

«Tenéis ahí algo de comer?».

Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante deellos.

            El hechode que Jesús comiese un trozo de pescado podría ser una prueba contundente paralos discípulos, pero no para nosotros, los lectores actuales del evangelio, quedebemos hacer un nuevo acto de fe: creer lo que cuenta Lucas.

            Por eso,el evangelista añade un breve discurso de Jesús que está dirigido a todosnosotros: en él no pretende probar nada, sino explicar el sentido de su pasión,muerte y resurrección. Y el único camino es abrirnos el entendimiento paracomprender las Escrituras. A través de ella, de los anunciado por Moisés, losprofetas y los salmos, se ilumina el misterio de su muerte, que es paranosotros causa de perdón y salvación.

Y lesdijo:

«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario quese cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmosacerca de mí».

Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y lesdijo:

«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos altercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de lospecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigosde esto».

La misión

Las últimas palabras de Jesús anuncian elfuturo: “En su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todoslos pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.” Lafrase final: “vosotros sois testigos de esto” parece dirigida a nosotros,después de veinte siglos. Somos testigos de la expansión del evangelio entre personas que, comodice la primera carta de Pedro, “lo amáis sin haberlo visto”. Esta es la mejorprueba de la resurrección de Jesús.

1ª lectura (Hechos de los Apóstoles3, 13-15. 17-19)

En aquellos días, Pedro dijo a la gente:

El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, haglorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis antePilato, cuando había decidido soltarlo.

Vosotros renegasteis del Santo y del justo, y pedisteis el indulto de unasesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre losmuertos, y nosotros somos testigos de ello.

Ahora bien, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, al igual quevuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predichopor los profetas, que su Mesías tenía que padecer.

Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados.

2ªlectura (Primera carta del Apóstol San Juan 2, 1-5a)

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca,tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctimade propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino tambiénpor los del mundo entero.

En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos. Quiendice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y laverdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Diosha llegado en él a su plenitud.

 

 

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Published on April 11, 2024 00:38

April 4, 2024

Una aparición muy peculiar. Domingo 2º de Pascua. Ciclo B.

  


Todas las apariciones de Jesús resucitado sonpeculiares. Incluso cuando se cuenta la misma, los evangelistas difieren:mientras en Marcos son tres las mujeres que van al sepulcro (María Magdalena,María la de Cleofás y Salomé), y también tres en Lucas, pero distintas (MaríaMagdalena, Juana y María la de Santiago), en Mateo son dos (las dos Marías) yen Juan una (María Magdalena, aunque luego habla en plural: «no sabemos dóndelo han puesto»). En Mc ven a un muchacho vestido de blanco sentado dentro delsepulcro; en Mt, a un ángel de aspecto deslumbrante junto a la tumba; en Lc, alcabo de un rato, se les aparecen dos hombres con vestidos refulgentes. En Mt, adiferencia de Mc y Lc, se les aparece también Jesús. Podríamos indicar otrasmuchas diferencias en los demás relatos. Como si los evangelistas quisieranacentuarlas para que no nos quedemos en lo externo, lo anecdótico. Uno de losrelatos más interesantes y diverso de los otros es el del próximo domingo (Juan20,19-31).

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban losdiscípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y enesto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó lasmanos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.Jesús repitió:

«Paz a vosotros. Como el Padre meha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellosy les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; aquienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se losretengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamadoel Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos ledecían:

«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:

«Si no veo en sus manos la señalde los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la manoen su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos.Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:

«Trae tu dedo, aquí tienes mismanos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sinocreyente».

Contestó Tomás:

«Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:

«¿Porque me has visto has creído?Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Muchos otros signos, que no estánescritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sidoescritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que,creyendo, tengáis vida en su nombre.

Las peculiaridades de este relato deJuan

1. El miedo de los discípulos. Es elúnico caso en el que se destaca algo tan lógico, y se ofrece el detalle tanvisivo de la puerta cerrada. Acaban de matar a Jesús, lo han condenado porblasfemo y por rebelde contra Roma. Sus partidarios corren el peligro determinar igual. Además, casi todos son galileos, mal vistos en Jerusalén. Noserá fácil encontrar alguien que los defienda si salen a la calle.

2. El saludo de Jesús: «paz a vosotros». Tras la referencia inicialal miedo a los judíos, el saludo más lógico, con honda raigambre bíblica,sería: «no temáis». Sin embargo, tres veces repite Jesús «paz a vosotros».Algún listillo podría presumir: «Normal; los judíos saludan shalom alekem,igual que los árabes saludan salam aleikun». Pero no es tan fácil comopiensa. Este saludo, «paz a vosotros» sólo se encuentra también en la aparicióna los discípulos en Lucas (24,36). Lo más frecuente es que Jesús no salude: nia los once cuando se les aparece en Galilea (Mc y Mt), ni a los dos que marchana Emaús (Lc 24), ni a los siete a los que se aparece en el lago (Jn 21). Y alas mujeres las saluda en Mt con una fórmula distinta: «alegraos». ¿Por quérepite tres veces «paz a vosotros» en este pasaje? Vienen a la mente laspalabras pronunciadas por Jesús en la última cena: «La paz os dejo, os doy mipaz, y no como la da el mundo. No os turbéis ni os acobardéis» (Jn 14,27). Enestos momentos tan duros para los discípulos, el saludo de Jesús les desea ycomunica esa paz que él mantuvo durante toda su vida y especialmente durante supasión.

3. Las manos, el costado, las pruebas y la fe. Losrelatos de apariciones pretenden demostrar la realidad física de Jesúsresucitado, y para ello usan recursos muy distintos. Las mujeres le abrazan lospies (Mt), María Magdalena intenta abrazarlo (Jn); los de Emaús caminan,charlan con él y lo ven partir el pan; según Lucas, cuando se aparece a losdiscípulos les muestra las manos y los pies, les ofrece la posibilidad depalparlo para dejar claro que no es un fantasma, y come delante de ellos untrozo de pescado. En la misma línea, aquí muestra las manos y el costado, y aTomás le dice que meta en ellos el dedo y la mano. Es el argumento supremo parademostrar la realidad física de la resurrección. Curiosamente se encuentra enel evangelio de Jn, que es el mayor enemigo de las pruebas física y de losmilagros para fundamentar la fe. Como si Juan se hubiera puesto al nivel de losevangelios sinópticos para terminar diciendo: «Dichosos los que crean sin habervisto».

4. La alegría de los discípulos. Es interesante el contraste con lo que cuentaLucas: en este evangelio, cuando Jesús se aparece, los discípulos «se asustarony, despavoridos, pensaban que era un fantasma»; más tarde, la alegría vaacompañada de asombro. Son reacciones muy lógicas. En cambio, Juan sólo hablade alegría. Así se cumple la promesa de Jesús durante la última cena: «Vosotrosahora estáis tristes; pero os volveré a visitar y os llenaréis de alegría, ynadie os la quitará» (Jn 16,22). Todos los otros sentimientos no cuentan.

5. La misión. Condiferentes fórmulas, todos los evangelios hablan de la misión que Jesúsresucitado encomienda a los discípulos. En este caso tiene una connotaciónespecial: «Como el Padre me ha enviado, así os envío yo». No se tratasimplemente de continuar la tarea. Lo que continúa es una cadena que se remontahasta el Padre.

6. El don de Espíritu Santo y el perdón. Mc y Mt no dicen nada de este don y Lucas loreserva para el día de Pentecostés. El cuarto evangelio lo sitúa en este  momento, vinculándolo con el poder deperdonar o retener los pecados. ¿Cómo debemos interpretar este poder? No pareceque se refiera a la confesión sacramental, que es una práctica posterior. Entodos los otros evangelios, la misión de los discípulos está estrechamenterelacionada con el bautismo. Parece que en Juan el perdonar o retener lospecados tiene el sentido de admitir o no admitir al bautismo, dependiendo de lapreparación y disposición del que lo solicita.

* * *

1ª Lectura: Hechos de los Apóstoles 4,32-35

Efecto de la resurrección en la comunidadcristiana, insistiendo en compartir los bienes.


En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todoen común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles dabantestimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios losmiraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseíantierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de losapóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

2ª Lectura: Primera carta de san Juan 5,1-6

Consecuencias para el cristiano de la fe en JesúsMesías: 1) se convierte en hijo de Dios, ha nacido de él; 2) ama a Dios; 3) amaa los hijos de Dios (en esto consisten “sus mandamientos”, de hecho, uno solo:“amaos unos a otros como yo os he amado”); 4) vence al mundo, que niega queJesús es el Hijo de Dios, o la realidad de su muerte; el Espíritu testimoniaque “vino con agua y sangre”.


Todo el que cree que Jesús es el Cristo hanacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que hanacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos aDios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en queguardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo queha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre elmundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesúses el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. Nosólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien datestimonio, porque el Espíritu es la verdad.

 

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Published on April 04, 2024 00:32

March 28, 2024

Tres reacciones ante la resurrección de Jesús. Domingo de Pascua



La tumba vacía

Una elección extraña

 

            Las dos frases más repetidas por laiglesia en este domingo son: “Cristo ha resucitado” y “Dios ha resucitado aJesús”. Sin embargo, como evangelio para este domingo se ha elegido uno que notiene como protagonistas ni a Dios, ni a Cristo, ni confiesa su resurrección.Los tres protagonistas que menciona son puramente humanos: María Magdalena,Simón Pedro y el discípulo amado. Ni siquiera hay un ángel. El relato delevangelio de Juan se centra en las reacciones de estos personajes, muydistintas.

      

EL primer día de la semana, María la Magdalena fueal sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada delsepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y nosabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino delsepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro;se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos;pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en elsepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto lacabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el quehabía llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habíanentendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. 

           

Maríareacciona de forma precipitada: le basta verque han quitado la losa del sepulcro para concluir que alguien se ha llevado elcadáver; la resurrección ni siquiera se le pasa por la cabeza.

Simón Pedro actúa como un inspector de policía diligente:corre al sepulcro y no se limita, como María, a ver la losa corrida; entra,advierte que las vendas están en el suelo y que el sudario, en cambio, estáenrollado en sitio aparte. Algo muy extraño. Pero no saca ninguna conclusión.

El discípulo amado también corre, más incluso que Simón Pedro,pero luego lo espera pacientemente. Y ve lo mismo que Pedro, pero concluye queJesús ha resucitado.

Elevangelio de san Juan, que tanto nos hace sufrir a lo largo del año con susenrevesados discursos, ofrece hoy un mensaje espléndido: ante la resurrecciónde Jesús podemos pensar que es un fraude (María), no saber qué pensar (Pedro) odar el salto misterioso de la fe (discípulo amado).

¿Por qué espera el discípulo amado a Pedro?

 Es frecuente interpretar este hecho de lasiguiente manera. El discípulo amado (sea Juan o quien fuere) fundó unacomunidad cristiana bastante peculiar, que corría el peligro de considerarsesuperior a las demás iglesias y terminar separada de ellas. De hecho, el cuartoevangelio deja clara la enorme intuición religiosa del fundador, superior a lade Pedro: le basta ver para creer, igual que más adelante, cuando Jesús seaparezca en el lago de Galilea, inmediatamente sabe que “es el Señor”. Sinembargo, su intuición especial no lo sitúa por encima de Pedro, al que espera ala entrada de la tumba en señal de respeto. La comunidad del discípulo amado,imitando a su fundador, debe sentirse unida a la iglesia total, de la que Pedroes responsable.

Las otras dos lecturas: beneficios y compromisos.

Adiferencia del evangelio, las otras dos lecturas de este domingo (Hechos yColosenses) afirman rotundamente la resurrección de Jesús. Aunque son muydistintas, hay algo que las une:

a)las dos mencionan los beneficios de la resurrección de Jesús para nosotros: elperdón de los pecados (Hechos) y la gloria futura (Colosenses);

b)las dos afirman que la resurrección de Jesús implica un compromiso paralos cristianos: predicar y dar testimonio, como los Apóstoles (Hechos), yaspirar a los bienes de arriba, donde está Cristo, no a los de la tierra(Colosenses).

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34a. 37-43

En aquellos días, Pedro tomó la palabra ydijo: 

            «Vosotrosconocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después delbautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios conla fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos losoprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en latierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de unmadero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia demanifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: anosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entrelos muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemnetestimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dantestimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por sunombre, el perdón de los pecados».

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3,1-4

HERMANOS:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienesde allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a losbienes de arriba, no a los de la tierra.

Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristoescondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces tambiénvosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.

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Published on March 28, 2024 01:33

March 21, 2024

Domingo de Ramos. Ciclo B

 


Este domingo se lee el relato de la Pasión de Jesús en elevangelio de Marcos, precedido de dos lecturas: una del libro de Isaías y otrade la carta a los Filipenses. Dada su extensión, la Conferencia Episcopalpermite que, atendiendo a la índole de la asamblea, se lea una sola de las doslecturas, o incluso que solo se lea el evangelio. Pero ambas ayudan grandementea comprender la pasión de Jesús.

El Siervo (Jesús) acepta el plan de Dios(Isaías 50,4-7)

«Jesús murió porque hizo la cosa másinadecuada (entrada triunfal) en el momento más inadecuado (semana de Pascua) yen el sitio más inadecuado (Jerusalén)». ¿Una imprudencia? ¿Un suicidio? Lalectura de Isaías indica que Jesús sabe perfectamente que le esperan golpes,insultos y salivazos. Ha sido el Padre quien se lo ha comunicado. Y él no seechó atrás. Lo aceptó, convencido de que el Padre lo ayuda y no quedarádefraudado. Al mismo tiempo, el Padre le ha encomendado «decir al abatido unapalabra de aliento». Y quien sufre hasta la muerte es la persona más capacitadapara animar a los que sufren.

El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo,

para saber decir al abatido una palabra de aliento.

Cada mañana me espabila el oído,

para que escuche como los discípulos.

El Señor Dios me abrió el oído;

yo no resistí ni me eché atrás.

Ofrecí la espalda a los que me golpeaban,

las mejillas a los que mesaban mi barba;

no escondí el rostro ante ultrajes y salivazos.

El Señor Dios me ayuda, por eso no sentía los ultrajes;

por eso endurecí el rostro como pedernal,

sabiendo que no quedaría defraudado.

Por la cruz a la victoria (Filipenses 2,6-11)

El Siervo estaba convencido de que noquedaría defraudado. Y eso mismo ocurre con Jesús. La lectura de la pasión noes la historia de un fracaso, sino de un triunfo. A la muerte más cruel einfamante, la de cruz, sigue el nombre sobre todo nombre y la adoración detodas las creaturas.

Cristo Jesús, siendo de condición divina,

no retuvo ávidamente el ser igual a Dios;

al contrario, se despojó de sí mismo

tomando la condición de esclavo,

hecho semejante a los hombres.

Y así, reconocido como hombre por su presencia,

se humilló a sí mismo,

hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todo

y le concedió el nombre sobre todo nombre;

de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble

en el cielo, en la tierra, en el abismo,

y toda lengua proclame:

Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Pasiónde Jesucristo según san Marcos (14,1-15,47)

            Este domingo selee el relato de la Pasión de Jesús en el evangelio de Marcos. Dada suextensión me limito a sugerir dos puntos de atención (Jesús y sus discípulos) ya ofrecer cuatro posibles lecturas de la pasión.

¿Quién es Jesús?

El relato del capítulo 15 supone un gran contraste con el de los doscapítulos anteriores, 13-14. En estos, Jesús se enfrenta a toda clase deadversarios en diversas disputas y los vence con facilidad. Ahora, losadversarios, derrotados a nivel intelectual, deciden vencerlo a nivel físico,matándolo (14,1). Lo que más se destaca en Jesús es su conocimiento yconciencia plena de lo que va a ocurrir: sabe que está cercana su sepultura(14,8), que será traicionado por uno de los suyos (14,18), que morirá sin remedio(14,21), que los discípulos se dispersarán (14,27), que está cerca quien loentrega (14,42). Las palabras que pronuncia en esta sección están marcadas poresta conciencia del final y tienen una carga de tristeza. Como cualquiera quese acerca a la muerte, Jesús sabe que hay cosas que se pierden definitivamente:la cercanía de los amigos (“a mí no siempre me tendréis con vosotros”: 14,7),la copa de vino compartida (14,25). No falta un tono de esperanza: del vinovolverá a gozar en el Reino de Dios (14,25), con los discípulos se reencontraráen Galilea (14,28). Pero predomina en sus palabras un tono de tristeza, inclusode amargura (14,37.48-49), con el que Marcos subraya ―una vez más― la humanidadprofunda de Jesús.

Cuatro veces se debate en estos capítulos la identidad de Jesús: el sumosacerdote le pregunta si es el Mesías (14,61), Pilato le pregunta si es el Reyde los judíos (15,2), los sumos sacerdotes y escribas ponen como condición paracreer que es el Mesías que baje de la cruz (15,31-32), el centurión confiesaque es hijo de Dios (15,39). A la pregunta del sumo sacerdote responde Jesús ensentido afirmativo, pero centrando su respuesta no en el Mesías, sino en elHijo del Hombre triunfante (14,62). A la pregunta de Pilato responde con unaevasiva: “tú lo dices” (15,2). A la condición de los sumos sacerdotes yescribas no responde. Cuando el centurión lo confiesa hijo de Dios, Jesús ya hamuerto.

 

Los discípulos

Los datos son conocidos. Se entristecen al enterarse de que uno de ellos lotraicionará; pero, llegado el momento, todos huyen. Una vez más, Pedrodesempeña un papel preponderante. Se considera superior a los otros, más fiel yfirme (14,29), pero comenzará por quedarse dormido en el huerto (14,37) yterminará negando a Jesús (14,66-72). En este contexto de abandono total porparte de los discípulos adquiere gran fuerza la escena final del Calvario,cuando se habla de las mujeres que no sólo están al pie de la cruz, sino queacompañaron a Jesús durante su vida (15,40-41).

Cuatro lecturas posibles de losrelatos de la pasión de Jesús.

La lectura deidentificación personal y afectiva

            El testimonio escrito más antiguoque poseemos en este sentido es el de san Pablo. A veces, cuando habla de lamuerte de Jesús, lo hace con frialdad dogmática, recordando que murió pornuestros pecados. Pero en otra ocasión lo enfoca de manera muy personal yafectiva: “He quedado crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que viveCristo en mí. Y mientras vivo en la carne vivo en la fe en el Hijo de Dios, queme amó y se entregó por mí” (Gal 2,19-20). En línea parecida, san Ignacio deLoyola, en la tercera semana de los Ejercicios espirituales, cuando secontempla la pasión, el ejercitante debe pedir “dolor con Cristo doloroso,quebranto con Cristo quebrantado, llanto, pena interna de tanta pena como elSeñor pasó por mí”.

La lecturaindignada

            Es la que practicamos todas lasmañanas al leer el periódico, cuando acompañamos la lectura de los titulares yde las noticias con toda suerte de imprecaciones, insultos y maldiciones. Losrelatos de la pasión cuentan tal cantidad de atropellos, injusticias,traiciones, que se prestan a una lectura indignada. Sin embargo, los evangeliosnunca invitan al lector a indignarse con la traición de Judas, a maldecir a lasautoridades judías o romanas que condenan a Jesús, a insultar a quienes seburlan de él, a sentir como en el propio cuerpo los azotes, la corona de espinao los clavos, a llorar la muerte de Jesús. En ningún momento pretenden losevangelios excitar los sentimientos y, mucho menos, fomentar elsentimentalismo.

La lecturadetallada

https://www.dropbox.com/s/1fm0ubby7kr5mue/La%20Pasi%C3%B3n%20de%20Jes%C3%BAs%20en%20el%20evangelio%20de%20Mc.docx?dl=0

Ofrezco un extenso comentario, que puede bajarse de la dirección indicada. Enel ángulo superior derecho aparecerán dos ventanitas: COMPARTIR y ABRIR. Sepulsa ABRIR y se elige la opción que prefiera.

Presto gran atención a cuatro aspectos:

1) la división minuciosa de cada episodio, que a veces quizá parezcaexagerada, como cuando distingo siete momentos en el relato de la oración delhuerto; pero es la única forma de no pasar por alto detalles importantes.

2) los protagonistas, advirtiendo qué hacen o no hacen, qué dicen o nodicen, cómo reaccionan, por qué motivos se mueven, qué sienten.

3) la acción que se cuenta y sus presupuestos; a veces predominará loinformativo, ya que ciertos detalles a veces no se conocen bien, como lacelebración de la Pascua en el mundo judío y en Qumrán o el proceso ante elSanedrín.

4) el arte narrativo de Mc, que a menudo no se tiene en cuenta, pero quesirve también para captar su teología.

Este tipo de lectura, aunque aplique el mismo método a todas las escenas,pone de relieve lo típico de cada una de ellas y deja claro que el relato de lapasión está formado por episodios aparentemente cotidianos y por otrosterriblemente dramáticos, como la oración del huerto. Lo importante es captarel espíritu y mensaje de cada episodio y el mensaje global de cada evangelio.

La lecturainteractiva y orante

            Sería la respuesta personal alcomentario anterior, reflexionando cada cual sobre lo que el texto le sugiere ylo que le invita a pedir.

 

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Published on March 21, 2024 01:27

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José Luis Sicre
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