- En este ángulo ha habido un nombre escrito (respondió el maestro); pero hace muy pocos meses que ha sido borrado. En cuanto a la pintura, no tiene arriba de treinta
años, ni menos de veinte.
Pedro Antonio de Alarcón
Porque todos tres están descalzos, lo mismo las mujeres que el rapaz desmedrado y consumido, que representa once
años a lo sumo, aunque ha cumplido trece.
Emilia Pardo Bazán
Solo en la tierra con el chiquillo, Jácome le crió sabe Dios cómo; y ahora se le caía la baba viendo despuntar en Sendiño, a los seis
años mal contados, otro cazador, otro merodeador, sin afición alguna al trabajo lento y metódico del labriego, fértil ya en ardides y tretas de salvaje para sorprender nidos y pajarillos nuevos, para descubrir dónde ponen las gallinas del prójimo y aun para engolosinarlas echándoles granos de maíz, hasta atraerlas a la boca del saco.
Emilia Pardo Bazán
o sé que día de Agosto del año 1816 llegó a las puertas de la Capitanía General de Granada cierto haraposo y grotesco gitano, de sesenta
años de edad, de oficio esquilador y de apellido o sobrenombre "Heredia", caballero en flaquísimo y destartalado burro mohino, cuyos arneses se reducían a una soga atada al pescuezo; y, echado que hubo pie a tierra, dijo con la mayor frescura «que quería ver al Capitán General.» Excuso añadir que semejante pretensión excitó sucesivamente la resistencia del centinela, las risas de los ordenanzas y las dudas y vacilaciones de los edecanes antes de llegar a conocimiento del Excelentísimo Sr.
Pedro Antonio de Alarcón
No te lo decía por no afligirte. Hace catorce
años que nos hemos casado, de manera que ya las esperanzas... ¡Qué se le ha de hacer!
Emilia Pardo Bazán
Sabía Gayoso que Inesiña era la víctima, la oveja traída al matadero; y con el feroz egoísmo de los últimos
años de la existencia, en que todo se sacrifica al afán de prolongarla, aunque sólo sea horas, no sentía ni rastro de compasión.
Emilia Pardo Bazán
A fe, más quiero arrancar terrones. Había un chiquillo de siete
años que era el pecado. Estando yo dormida me metió un palo de punta por este ojo y me lo echó fuera...
Emilia Pardo Bazán
a nación mexicana que por trescientos años ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido.
Si no es la quiebra de su amigo y paisano Costavilla, no tendría ocasión de ponerse en frecuente contacto con la hermana, aquella Anita Dolores -mujer ya espigada en los treinta
años, y más desenvuelta que candorosa.
Emilia Pardo Bazán
una _especialidad_, como dicen ustedes ahora...; pero también es cierto que hace dos
años regalé mi corneta a un pobre músico licenciado, y que desde entonces no he vuelto...
Pedro Antonio de Alarcón
Se portaría como hija, y aún más, porque las hijas no prestan cuidados tan íntimos, no ofrecen su calor juvenil, los tibios efluvios de su cuerpo; y en eso justamente creía don Fortunato encontrar algún remedio a la decrepitud. «Lo que tengo es frío -repetía-, mucho frío, querida; la nieve de tantos
años cuajada ya en las venas.
Emilia Pardo Bazán
Basilio. Hace diez y siete
años que ardía en España la guerra civil. Carlos e Isabel se disputaban la corona, y los españoles, divididos en dos bandos, derramaban su sangre en lucha fratricida.
Pedro Antonio de Alarcón