¿Qué hizo la China comunista para convertirse en una potencia económica mundial? - Historia
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¿Qué hizo la China comunista para convertirse en una potencia económica mundial?

Aunque China es una civilización de cerca de cuatro milenios, la que hoy conocemos como nación cumple 70 años. Los analistas auguran que para 2030 China ya haya destronado a Estados Unidos de su lugar como primera potencia económica global.

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El 1 de octubre de 1949, el líder comunista Mao Zedong proclamó la fundación de la República Popular China. El logro de Mao fue posible luego de múltiples confrontaciones entre los comunistas que él lideraba y los nacionalistas del Partido Kuomintang de Chian Kai-Shek.

Derrotado y a pesar de haber resistido la invasión japonesa en la Segunda Guerra Mundial, y de haber unificado a las múltiples regiones chinas en una sola República, a Chian Kai-Shek le funcionó exiliarse en la isla de Taiwán, donde gobernó hasta su muerte. Setenta años después, la cuestión de Taiwán sigue siendo un escollo histórico para las intenciones de Beijing de que la isla vuelva a su seno.

Mao Zedong, el 'Gran Timonel' que impuso controvertidas transformaciones sobre China

Desde la Plaza de Tiananmen, la antesala a la Ciudad Prohibida, Mao se convirtió en el 'Gran Timonel' de China en 1949. La República comunista estaba sumergida en un profundo atraso económico e industrial.

Para cambiar la realidad de su pueblo, Mao se nutrió de las doctrinas del marxismo-leninismo, lo que más tarde se conocería en el interior de China como el maoísmo.

Según Alejandro Godoy, experto en geopolítica de Asia, y magíster de asuntos internacionales de la Universidad de Columbia, es importante destacar que Mao siempre quiso superar el poder de la Unión Soviética. Sin importarle que la URSS otorgó el mayor apoyo internacional a la causa comunista china, Mao comenzó a desligarse completamente de su padrino con la muerte de Stalin.

Un oficial de policía del Ejército chino hace guardia frente a un retrato de Mao Zedong en la Puerta de Tiananmen en Beijing, China, el 17 de septiembre de 2019.
Un oficial de policía del Ejército chino hace guardia frente a un retrato de Mao Zedong en la Puerta de Tiananmen en Beijing, China, el 17 de septiembre de 2019. EFE

Entre los grandes hitos que protagonizó se cuentan el 'Gran Salto Adelante' y la 'Revolución Cultural'. De acuerdo a Godoy, el 'Gran Salto Adelante' consistió en un experimento para colectivizar la agricultura, lo que en América Latina se conoce como comunas campesinas.

A diferencia de la Unión Soviética, que adelantaba un comunismo basado en el proletariado industrial, China enmarcó su progreso en el orden del campesinado.

En efecto, el 'Gran Salto Adelante' trastornó tanto la sociedad china, que cerca de 20 millones de ciudadanos (otros historiadores hablan de 40 millones) murieron de hambre, hubo desplazamientos y trabajos forzados, entre 1958 y 1962. Todo por cuenta de la controvertida y frenética estrategia de Mao por sacar a China de su marginalidad y pobreza.

Prácticamente expulsado del partido por sus políticas agresivas, Mao logró atornillarse en el poder gracias a su popularidad entre el pueblo, y a su despiadada astucia. En 1966 impulsó la 'Revolución Cultural', que terminaría diez años después con su muerte. Esta fue una década de oscurantismo, en la que la represión prevaleció como la máxima de Mao. El miedo reinaba ante las censuras, los fusilamientos a opositores, el desplazamiento de personas y el culto por su imagen.

Deng Xiaoping, el padre de la China moderna

Tras la muerte de Mao en 1976, Deng Xiaoping, otrora líder del Partido Comunista chino, tomó las riendas del gigante asiático en 1978.

Para el experto en geopolítica de Asia, la diferencia de Deng Xiaoping con otros líderes comunistas chinos, yace en que tuvo la oportunidad de vivir en países como Francia y la Unión Soviética. Sus experiencias en el exterior le valieron para entender cómo operaba la economía de las potencias capitalistas.

De allí que a su llegada al poder, Deng Xiaping ejecutara una serie de reformas por las cuales pasó a la historia.

A sabiendas de que la economía china era planificada, comenzó a establecer un modelo de mercado socialista que prontamente entendió su principal necesidad: abrirle la entrada a los capitales extranjeros y a la inversión. En su estrategia aplicó el desarrollo de zonas económicas especiales, lo que en América Latina se conoce como 'zonas francas', las cuales gozan de privilegios arancelarios.

Entretanto, su Administración tuvo episodios notables como las negociaciones con Margaret Thatcher, entonces primera ministra del Reino Unido, para devolver la colonia de Hong Kong a la China continental, al término de los 99 años de 'arrendamiento'.

Otro momento controvertido bajo el mandato de Deng Xiaoping fue la masacre de Tiananmén, en la que murieron cientos de jóvenes que exigían un cambio hacia la democracia y la libertad de expresión.

China: se cumplen 30 años de la masacre de Tiananmen

Pero el mote de modernista se lo ganó luego de que sus reformas transformaran la economía china en las décadas de 1980 y 1990, y la catapultaran en tan solo 30 años, como la segunda economía más grande del mundo, desplazando de ese puesto a su mayor enemigo histórico: Japón.

El turno de Xi Jinping en la China de hoy

Cuando en 2012 Xi Jinping asumió el poder de China, su país ya había logrado dos años atrás haberse situado detrás de Estados Unidos, con el segundo mejor Producto Interno Bruto del mundo.

El norte a seguir lo planteó con tres estrategias. La primera es conocida como el 'Sueño chino', un concepto que abriga la idea de que ningún ciudadano será pobre, y todos contarán con una alta calidad de vida.

La segunda estratagema tiene por nombre 'China 2025'. Este proyecto contempla abrir nuevos sectores de desarrollo, como por ejemplo la robótica y la industrialización de servicios médicos.

Los artistas pasan por la Plaza de Tiananmén con una carroza que muestra al presidente chino Xi Jinping en Beijing, China, el 1 de octubre de 2019.
Los artistas pasan por la Plaza de Tiananmén con una carroza que muestra al presidente chino Xi Jinping en Beijing, China, el 1 de octubre de 2019. Thomas Peter / Reuters

Y finalmente, el broche de oro lo cierra con un tercer plan conocido como 'La nueva ruta de la seda'. Emulando lo que en la antigüedad fue el esplendoroso corredor comercial que conectaba la China con Europa, luego de atravesar el Asia central y el Medio Oriente, Xi Jinping propuso reavivar dichos caminos, sobretodo por vías marítimas y férreas, para exacerbar el intercambio de productos y servicios entre Asia y occidente.

'La nueva ruta de la seda' estaría finalizada para el año 2049, justo cuando se cumplirán los cien primeros años de la República Popular China.

Pero antes de que se cumpla esa fecha, los pronósticos de expertos internacionales dan por sentado que para el año 2030 China será la principal superpotencia económica del mundo.

Así, esta nación comunista que cumple 70 años de edad avanza galopante, para en poco más de una década dar un giro al orden internacional. ¿Lo logrará?

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