Crítica de SensaCine.com para Soldado Universal 2: El retorno: Prescindibles prolongaciones

Segunda parte de una prescindible saga a la que le dio su pistoletazo de salida el realizador de origen alemán Roland Emmerich (Godzilla, El día de mañana). De esta primera secuela se encargó Mic Rodgers, ayudante de dirección, actor y doble que solo cuenta con este título en su haber como realizador.

Soldado universal: El retorno retoma el "filón actoral" de la primera, Jean-Claude Van Damme, y le inserta en una nueva misión que acometer: la neutralización de un nuevo sujeto bélico controlado por ordenador que se rebela contra sus superiores. Por supuesto, será el personaje al que le da vida Van Damme el único capaz, y que esté por la labor, de ejecutar tal encargo. El filme se reduce a una sucesión de escenas de acción destructiva sin ton ni son ni orden ni concierto, a un despliegue de efectos en pospoproducción porque sí y a ser una simple excusa para dar rienda suelta a las patadas y músculos del belga.

A favor: Para fans incondicionales e irreprimibles de Van Damme.

En contra: Intrascendente e insulsa hasta decir basta.