Entrevista a Built To Spill: "El espíritu original de una banda es uno de los tópicos más sobrevalorados en el mundo de la música"
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Entrevista a Built To Spill: "El espíritu original de una banda es uno de los tópicos más sobrevalorados en el mundo de la música"

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Built to Spill (2022)

Cuando un mes atrás os contábamos nuestras impresiones sobre el para nada desdeñable regreso de Built To Spill, después de siete largos años sin entregarnos material original propio, resaltábamos el incuestionable mérito que había detrás de cada una de las páginas de este nuevo capítulo para la banda que ha sido When The Wind Forgets Your Name (Sub Pop, 2022).

Su vocalista, guitarrista y piedra angular, Doug Martsch, ha demostrado un inquebrantable compromiso con el proyecto que levantó vuelo hace nada menos que 30 años, habiendo sufrido períodos de inestabilidad creativa y formativa que dejaron tiritando su progresión (idas y venidas de diferentes miembros, salidas y entradas en diferentes sellos discográficos…), hasta finalmente dar con una formación que le ha permitido desatascar su bloqueo personal y artístico.

De la mano de Melanie Radford al bajo y de Teresa Esguerra a la batería, Martsch ha encontrado el formato preciso para sonar hoy como ayer, y no perder vigencia al mismo tiempo. Sobre qué ha supuesto para él volver al ruedo después de un largo hiato de parón, su retorno al mundo de las disqueras independientes después de varios años publicando en el mainstream discográfico, y sus planes de futuro de la mano de su reformado equipo ha querido charlar con nosotros el legendario líder de Built To Spill, Doug Martsch.

Entrevista a Built To Spill

 

Un mes ya de la publicación de ‘When The Wind Forgets Your Name’, Doug.

Así es. Déjame decirte que ha sido genial, las reacciones han sido de lo más positivas y estamos muy contentos y sorprendidos con la buena acogida que el disco ha tenido. Francamente, no me lo esperaba.

¿Te vino la luz de devolver a la vida Built To Spill durante la pandemia?

No, para nada. Todas las canciones del disco son bastante viejas, de hecho, bastante anteriores a que la pandemia sucediera. Algunas salieron fruto de las sesiones de grabación de otro disco que luego fueron transcritas a mi rutina de trabajo con mi anterior banda. Digamos que durante el confinamiento me dediqué a hacer poca cosa [risas].

Tu anterior banda, compuesta por João Casaes y Lê Almeida, si no me equivoco, ¿verdad?

Así es. Inicialmente, conté con ellos para poder llevar a cabo diferentes shows en Brasil y Sudamérica. Más tarde decidí que no sería una mala idea mantenerles en la formación para el posterior tour por Estados Unidos y Europa, con motivo del veinte aniversario de ‘Keep It Like A Secret’, en 2019, lo que irremediablemente les llevó a estar firmemente envueltos en el proceso creativo de nuestro último álbum. Pero siempre supimos que iba a ser algo temporal. De algún modo siempre he visto su paso por la banda como un aprendizaje mutuo y una manera de pasarlo bien para ambas partes.

Y después de ello, aparecieron Melanie y Teresa.

Es increíble trabajar con ellas, de verdad. Melanie tocaba en una banda llamada Marshall Poole que tuve el gusto de poder ver en directo como dos años antes de que ella entrara a formar parte de Built To Spill. Simplemente me encantó la forma que tenía de tocar y de actuar sobre el escenario, era hipnótica. No puedes, literalmente, apartar los ojos de ella mientras está tocando su bajo, es la mismísima personificación de la música. Por su parte, Teresa es también genial… Ella también estaba en otra banda antes de unirse a mí, llamada Prism Bitch, quienes precisamente abrieron para Built To Spill unos años antes de que Teresa terminara uniéndose a la formación. No sé, me siento súper afortunado de que ambas formen parte de Built To Spill, además de ser unas profesionales buenísimas, son las personas más dulces y encantadoras del mundo.

¿Cómo ha sido para ellas adaptarse a tu sonido?

Diría que han sabido encontrar el perfecto equilibrio entre el hecho de darle una nueva perspectiva a las canciones y seguir manteniendo el sonido original de éstas. Me gusta mantenerme fiel a lo que Built To Spill solía aportar, por eso les pedí que mantuvieron la dinámica del sonido simple. Mel, por ejemplo, quería incorporar líneas de bajo añadidas a las que ya había, y yo sabía que ella podía hacerlo porque es una bajista fantástica y muy talentosa, pero no quería que complicásemos demasiado la estructura de las canciones. Vayamos a lo sencillo, les dije, directos y sin complicaciones. Ellas en todo momento entendieron lo que quería y se adaptaron perfectamente a lo que el proyecto exigía, y fue sobre todo tras nuestros primeros shows juntos que empecé a darme cuenta de que podía cerrar los ojos y dejar que ellas llevaran el ritmo sin preocuparme porque habían captado perfectamente lo que esperaba de ellas.

Con tantos cambios sucediendo alrededor de Built To Spill, ¿te ha costado mantener el espíritu original de la banda?

Yo diría que no existe tal cosa. El espíritu original de una banda es uno de los tópicos más sobrevalorados que oirás nunca en este mundillo. No sé, es solo música, ¿no? Ésta evoluciona, y tan pronto como se demuestre que estás implicado en ella con el fin de conseguir expresar de la mejor manera lo que llevas dentro, ya es suficiente.

Personalmente, creo que Built To Spill se lo ha montado muy bien para seguir siendo vigente para el público.

Agradezco tus palabras, precisamente porque me he pasado muchos años de mi vida preguntándome cuándo iba la gente a cansarse de mí. ¿Será con este álbum? ¿Será con el siguiente? [risas]. No tengo ni idea de qué tiene Built To Spill para seguir considerándose un proyecto relevante, francamente, si lo supiera haría lo posible por mantenerlo y que la banda pueda durar otros 30 años más. Nunca sé muy bien qué estoy haciendo, pero procuro mantenerme fiel a lo que solía hacer cuando era adolescente, que es mantener viva esa curiosidad que me empuja a descubrir música nueva y a experimentar con ella.

Ahora que veo tu camiseta [Doug lleva una camiseta del ‘Hi How Are You’ de Daniel Johnston] es imposible no sacar el tema de vuestro álbum tributo a Daniel.

Bueno, todo empezó en 2017 cuando Daniel nos pidió ser su banda de apoyo en algunos shows. Nos pasó como una lista de cien canciones que quería que tocásemos, de las cuales yo terminé eligiendo unas veinte para los diferentes conciertos. De aquellas éramos también un trío y a raíz de ensayarlas –nunca con Daniel, pues él simplemente se dejaba caer por los shows-, acabé desarrollando un gran apego por esas canciones y años más tarde supe que tenía que darles una segunda vida de alguna forma. Es curioso, porque en aquel momento estaba enamorado de una persona y sentía que esas canciones se las estaba cantando directamente a ella.

El imaginario de Daniel tiene eso, una facilidad tremenda para hacer sus canciones tuyas.

Exacto, sí, fue muy mágico. Total, que quedamos muy satisfechos con el resultado después de grabarlas, y decidimos lanzar el álbum como tal. Desafortunadamente, Daniel falleció poco antes del lanzamiento, así que nunca llegó a saber realmente del proyecto.

Algo que también se destaca de tu regreso al ruedo es que lo has hecho a través de Sub Pop, después de un largo periodo de tiempo publicando con Warner. ¿Cómo se siente volviendo a una discográfica independiente, después de tanto tiempo en el mainstream?

Se siente del todo genial, qué puedo decir, Sub Pop es una casa discográfica que siempre he respetado, llena de artistas que he admirado toda mi vida, y lo considero como el mejor sitio en el que Built To Spill puede estar ahora mismo. Siempre he tenido buenos amigos ahí dentro y han sido personas increíbles conmigo. Pero no me malinterpretes, tampoco tuve una mala experiencia en Warner, al contrario, aún tratándose de una corporación muy generalista siempre nos dejaron mucha libertad y control sobre nuestro proyecto, y además, ponían mucha pasta para que pudiéramos invertir en nuestros trabajos de la mejor manera posible, ya sabes, estudios de grabación apropiados, buenos presupuestos... Eso nos ayudó mucho a sonar de forma más profesional durante nuestro tiempo allí y contribuir a nuestra discografía con álbumes muy cuidados. Si tuviera que resaltar una diferencia entre publicar en un lado u en otro, destacaría la forma en la que Sub Pop tiene de promocionarnos, mucho más atentos en ese sentido.

A lo tonto, Built To Spill lleva perfectamente 30 años en activo. ¿Te ha costado seguirle el ritmo a los cambios de la industria?

Creo que respecto a eso tengo sentimientos encontrados. Por un lado, creo que el universo de las redes sociales ha obligado de repente a que los artistas tengamos una obligación nueva que antes no teníamos, que es esa necesidad de promocionarnos con más regularidad e insistencia que nunca, poniendo nuestros shows en distintas plataformas cada vez que anunciamos algo, y cosas así. Personalmente, lo encuentro del todo desgastante y prefiero delegar en alguien para que se encargue de ese tipo de responsabilidades. Pero por otro lado, creo que también hay que ser justos y valorar los beneficios que la globalización nos ha traído. Como amante y consumidor de la música es realmente fácil descubrir qué artistas actuarán cerca de mí en unos segundos, cuando hace unos años podías enterarte semanas después de que determinado artista había tocado en tu pueblo y no te habías ni enterado. O, por ejemplo, me parece increíble tener a golpe de click toda la música que quiera gracias a los distintos servicios de streaming, sin entrar a valorar el tema de los pagos indebidos a los artistas. Que, por otro lado, antes lo sufríamos por parte de las discográficas y ahora por parte de los servicios de streaming, tampoco ha cambiado mucho la cosa…

¿Seguir sacando música en 2022 puede considerarse un brindis al sol?

Sinceramente, creo que vivimos en un momento en el que cualquier música puede ser publicada. No importa lo rara, inusual, o experimental que sea, siempre va a haber alguien dispuesto a escuchar tu música o descubrirte por primera vez. Y en cuanto al rock como género, personalmente creo que a todo el mundo le gusta, no sé, quizás esté algo desfasado, pero pienso que es un estilo que sobrevive a pesar de los años y se mantiene en buena forma, es algo que a cualquiera puede acabar gustándole.

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