La realidad supera la ficción

¿Qué habría sido de Notre Dame sin su jorobado protector?

Notre Dame

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Vista de la catedral de Notre Dame desde el río Sena, antes del incendio de 2019.

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Una gran cantidad de historias, tanto reales como ficticias, rodean la famosa catedral de Notre Dame, la icónica edificación gótica que se alza en el centro de París. Influenciada por este estilo, su estructura era estilizada, de techos altos, y disponía de enormes ventanales con vidrieras que buscan la entrada de luz natural. 

Su arquitectura y decoración nos acercan al cristianismo de la época medieval en un momento en que la Iglesia católica dominaba el panorama religioso. Por ello, el ornamento que podemos encontrar en Notre Dame relata visualmente historias como el Juicio Final y la protección de la religión ante la contundencia de Dios contra las almas impías, asegurando que la vida cotidiana en el medievo estaba dedicada a la incuestionable Iglesia, que representaba la voluntad divina. 

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Justamente esta semana se han cumplido 5 años del gran incendio que paralizó a la capital francesa durante más de 9 horas, y donde gran parte de toda esta estructura quedó tristemente destruida por las llamas. Una intensiva campaña de recolección de fondos para su reconstrucción percibió más de 800 millones de euros en tan solo 24 horas, una extraordinaria cifra que logró poner en marcha los trabajos de forma inmediata, y que se estima que culminen este mes de diciembre de 2024. Aunque la respuesta parezca casi milagrosa, lo cierto es que no es la primera vez que algo así le ocurre a la gran Notre Dame. 

La construcción original de la catedral data del siglo XII, pero su aspecto actual se debe a una restauración casi integral que recibió durante el siglo XIX a manos de Eugène Viollet-le-Duc. El arquitecto eliminó algunas estructuras e inventó nuevos elementos con la creencia de que respetaban el origen medieval de la catedral, no obstante su obra no estuvo exenta de polémicas. 

Sin embargo, antes de aquel momento, la edificación se encontraba en ruinas debido a un largo periodo de abandono fruto de los inestabilidad ideológica que definió la Francia de la Edad Media y la destrucción sufrida durante la Revolución Francesa. Esto había llevado a las autoridades competentes a plantearse si mantener sus ruinas como si se tratara de un monumento del Mundo Antiguo, temiendo que devolverle su esplendor sería un proyecto complejo.

Pero entonces, si Notre Dame se encontraba en tan mal estado y no era el emblemático edificio que es en la actualidad, ¿por qué finalmente decidieron restaurarla?

Se dice que la catedral ha visto arder en la hoguera al último gran maestre templario, que allí Napoleón fue coronado como emperador y que, en la noche de la muerte de Juana de Arco las míticas gárgolas de su fachada sobrevolaron toda París para vengar su muerte. Pero quizás una de las historias más conocidas a día de hoy tenga que ver con la narración de Victor Hugo, Nuestra Señora de París, escrita en 1831 y que más de un siglo después sería adaptada a una película animada de Disney, El jorobado de Notre Dame (1996), acercando su historia a nuevas generaciones. 

El conmovedor relato del jorobado Quasimodo y la gitana Esmerlada, ambientado en el siglo XV, sirvió como inspiración a la ciudad de París para volver a admirar tan magnífico monumento del arte gótico, devolviéndole así el valor histórico y arquitectónico que una vez tuvo. Se inició así una campaña para recaudar fondos que consiguió poner en marcha las obras designadas a Viollet-le-Duc en 1840, y que duraron casi 25 años. Entre otros arreglos, se restauraron la fachada oeste y la Galería de los Reyes, añadiendo también una elevada torre, las esculturas de los Doce Apóstoles, y sus características gárgolas y quimeras

Así, podemos decir sin duda que el personaje ficticio de Quasimodo, con su mera existencia, se convirtió en un verdadero ser protector y salvador de la catedral de Notre Dame, dentro y fuera de la obra de Victor Hugo.

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