Kepa buscaba un partido y demostr� que est� preparado para todo

Kepa Arrizabalaga no dej� se sonre�r tras el encuentro vivido en el Reale Arena de San Sebasti�n. El partido fue mucho m�s que otros noventa minutos entre los tres palos de cualquier campo. El portero del Real Madrid sabe muy bien de qu� va el f�tbol y los tres puntos y la porter�a a cero, llegaron de la mano de un empuj�n an�mico que buscaba y necesitaba exteriormente. Nunca ha dudado, pero volver a defender esa camiseta y ese escudo en un partido, era algo que ten�a grabado a fuego.

El internacional espa�ol, como es l�gico, quiere y busca la titularidad en cada partido. Para ello trabaja, pero tambi�n para estar preparado. No da la espalda a la realidad de que ahora mismo vive el titular es Lunin y que su continuidad en el Real Madrid es un imposible, pero quer�a dejar el sello de buen portero en el madridismo. No por lo que pueda venir cara al futuro y s� por demostrar que est� capacitado y para devolver la confianza que han puesto sobre �l desde que le buscaron en el mes de agosto.

Ni una mala cara, ni un mal d�a de trabajo en Valdebebas. Su manera de reividicarse ha sido el silencio, la entrega y responder en ese partido que �l cre�a que merec�a antes de poner fin a la temporada. Adem�s, ha dejado claro que todav�a puede aparecer en lo que queda de curso. Por el momento lleva 19 partidos, repartidos en trece en LaLiga, cuatro en Champions y uno en Copa y Supercopa de Espa�a.

Momento clave

Ancelotti tuvo que decidir en un momento determinado y se inclin� por Lunin, como antes lo hab�a hecho por Kepa. Aquella lesi�n sufrida en el calentamiento del partido ante el Braga cambi� todo. F�tbol. As� lo ha entendido un futbolista que desde el primer d�a que pis� Valdebebas ha demostrado ser un profesional �ntegro.

Por si alguien ha podido tener alg�n tipo de duda, lo sucedido en el Etihad ha despejado la m�s retorcida de las inc�gnitas. El vasco se acerc� a Lunin para advertirle de como tiraban los penaltis viejos conocidos de la Premier, pero especialmente Bernardo Silva. Gesto de complicidad absoluto y de buscar el �xito colectivo, algo que no todos pueden gritarlo a los cuatro vientos.

El viernes ante la Real Sociedad transmiti� seguridad, contundencia por arriba y tres paradas de nivel, de esas que ayudaron a la victoria de su equipo, pero sobre todo se march� sabiendo y demostrando que est� preparando para lo que pueda venir en lo que resta de temporada. El futuro ya se resolver�, pero no se arrepiente de haberse bajado de ese avi�n que le llevaba precisamente... a M�nich para ser jugador del Bayern. El lunes pisar� el Allianz, pero vestido de madridista.