Asesinato en la terraza (1933), de W.S. Van Dyke

Comedia policiaca –o un caso policial con ribetes de comedia, como se prefiera–, que versa sobre un prestigioso abogado que comienza a involucrarse con gente de los bajos fondos hasta llegar a ser acusado de asesinato. La moraleja de evitar malas compañías es la clave de un asunto de estupendos diálogos y un buen clímax en su parte final.

Su director, W.S. Van Dyke, alcanzaría el éxito un año después con un cóctel similar de humor y suspense en La cena de los acusados, un matrimonio dedicado a la investigación según una novela de Dashiell Hammet y que daría origen a varias secuelas más. Tanto en ésta última como en Asesinato en la terraza, el protagonismo femenino recayó en la atractiva Myrna Loy.