Éléor es el décimo disco de estudio de Dominique Ané, más conocido como Dominique A. Un artista que se ha convertido en referente obligado a la hora de hablar de la música independiente francesa. A lo largo de los años el galo ha ido añadiendo diferentes influencias musicales a su inicial mezcla de chanson francesa y pop anglosajón. A veces más eléctrico, a veces más electrónico, a veces más tradicional, a veces más experimental, pero siempre manteniendo una reconocible personalidad (empezando por una sugerente y expresiva voz que sin aspavientos supera cualquier barrera idiomática). O dicho de otra manera, todos los discos de Dominique A suenan a Dominique A, y este no iba a ser una excepción.

Una de las cosas que primero llaman la atención de su nuevo trabajo es la gran presencia de arreglos de cuerda. No es que sea la primera vez que los utiliza pero aquí son una presencia casi constante y parte importante del sonido del disco. Otra característica es la importancia de las melodias, y una estructura formal en las canciones que podíamos definir como más «tradicional» de lo que nos tenía acostumbrados en sus últimos trabajos. Todo esto hace que en su conjunto sea probablemente su disco más accesible sin que esto lo convierta en un trabajo menor o menos interesante. De hecho es un disco que enamora desde el primer momento, pero el encanto perdura con las sucesivas escuchas. Un disco homogéneo para escuchar de principio a fin en el que es complicado destacar unos temas por encima de otros, aunque las dos primeras canciones elegidas como singles de adelanto («Au Revoir Mon Amour» y «Éléor» ) podrian ser una muestra bastante representativa.

Un disco de ambientes meláncolicos , que no tristes, combinados con cierta luminosidad. Como si tras el desastre te dieses cuenta de que aún te quedan fuerzas, y que algo (aunque haya sido a golpes) has aprendido por el camino (lección de vida, dirían algunos).

Tanto la edición especial en cd como la edición en vinilo vienen acompañados de un cd con temas extra titulado Autour D’Éléor. Nada menos que doce temas (la mayoría instrumentales) que son un complemento perfecto, y nos muestran al señor Ané en una faceta más experimental y cercana en muchos casos a la música para bandas sonoras.

Por si esto no fuese suficiente, poco antes de la publicación de Éléor se reeditaron todos sus discos en vinilo (muchos de ellos en este formato por primera vez). Una buena oportunidad para repasar la trayectoría de un artista que sin duda tendría mucho más reconocimiento fuera de Francia de no cantar en su lengua materna (ha probado con el inglés de vez en cuando pero siempre como algo puntual), pero de esa manera Dominique A no sería Dominique A.

Éléor es como el último capítulo (de momento) de una novela musical que no pierde calidad ni intensidad según avanza y que seguro aún nos deparará agradables sorpresas.

Como dirían en el país vecino: c’est magnifique.