Gerardo Aguilar
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Casi todas las nuevas series de televisión pasan por un proceso de maduración en el que personajes y guionistas encuentran su voz, pero pocas series de este otoño han intentado definir una personalidad más compleja que Michael Hayes, en la que David Caruso regresa a la televisión después de tres años intentando forjarse una carrera en el cine. Pero tras varios intentos no lo logra y se queda en CSI Miami por 10 años.
La complejidad de los personajes de Michael Hayes refleja uno de los contrastes más importantes entre escribir guiones para televisión y para cine: la televisión suele ser un proceso de colaboración en el que personas con puntos de vista muy diferentes trabajan juntas y funden sus ideas en una sola persona que piensa y respira. Escribir un guión para cine suele ser un proceso más solitario, en el que el guión final puede ser obra de muchas manos, pero normalmente de una sola.
Por ejemplo, David Caruso, él mismo productor ejecutivo, explicó en una entrevista que Hayes, que fue policía antes de licenciarse en Derecho y convertirse en fiscal de Manhattan, tiene que defender que la ley funciona y que los delincuentes son atrapados. Para Caruso, la misión de Hayes es erradicar el mal en Nueva York, hacer que la gente se sienta segura sin cuestionar nunca sus propias convicciones, muy firmes.
Mientras que en CSI Miami como Horatio Caine, es dirigir a un grupo de investigadores para resolver los crímenes más sangrientos que ocurre en la ciudad y capturar a los culpables. Es cierto que ambos programas tienen su diferencia, pero algo que los fans no logran entender es lo totalmente diferente que se veía David Caruso cuando estaba en Michael Hayes.
En Michael Hayes, David Caruso se mostraba mucho más delgado que en CSI Miami, con el pelo más largo y una actitud totalmente diferente. El trabajo de Caruso sorprendió a muchos, pero no fue suficiente para él, debido a que siempre estuvo buscando la pantalla grande.
Aunque muchos pensaban que David Caruso iba a seguir con el papel en Michael Hayes, la CBS decidió cancelar la serie después de su primera temporada. La cual tuvo 22 episodios y se transmitía en las noches, pero no logró atrapar a los espectadores. Hasta que, en 2002, Caruso aceptó el papel de Horatio Caine en CSI Miami y comenzó a recibir fama mundialmente por su gran trabajo.