Stanley Kubrick rodó su última película, ‘Eyes Wide Shut’ (1999), que actualmente se encuentra disponible en el catálogo de HBO Max, durante los últimos compases de la década de los 90, en un extensísimo rodaje que se alargó durante 14 meses y que figuró en el libro Guiness de los récords como el más largo de la historia del celuloide. El director, falleció de un infarto tan solo cuatro días después de entregarle el montaje final a la Warner Bros., si bien es cierto que otros aspectos como la banda sonora todavía no habían sido completados.

eyes wide shut
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La filmación se realizó en Londres y contó con una gran peculiaridad, ya que el matrimonio de personajes protagonistas, William y Alice Harford, serían interpretados por Tom Cruise y Nicole Kidman, quienes en aquella época estaban felizmente casados y conformaban una de las relaciones más mediáticas del firmamento hollywoodiense. Kubrick quiso sacarle provecho al hecho de la pareja ficticia, también lo fuese en la vida real, y durante el rodaje trató de llevar su relación al límite para que esos sentimientos fueran trasladados a la gran pantalla con la intención de darle más verosimilitud a las escenas que ambos compartían.

Para empezar, Tom Cruise y Nicole Kidman firmaron unos contratos redactados por el propio Kubrick en los que se comprometían a trabajar de manera indefinida en la película hasta que el director les liberase. El matrimonio se dio cuenta de que se enfrentaban a un interminable rodaje cuando el actor Vincent D’Onofrio, que ya había trabajado con Kubrick en ‘La chaqueta metálica’ (1987), les recomendó que alquilaran una casa ya que conociendo los métodos del director, preveía que su estancia en Londres se alargaría de manera irremediable. Se dice que el rodaje se dilató tanto que a su término, los hijos pequeños del matrimonio regresaron a Estados Unidos exhibiendo un curioso acento inglés.

Tom Cruise y Nicole Kidman
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Al comienzo del rodaje, Stanley Kubrick había preparado un hermético set en el que dirigió a ambas estrellas de manera independiente, quedando aisladas la una de la otra y prohibiéndoles compartir sus experiencias tras las largas jornadas de grabación. La preparación para los papeles protagonistas conllevó intensas terapias de psicoanálisis en las que Kubrick incitaba a los actores a que contasen sus miedos y secretos más escabrosos en torno a su relación en la vida real, difuminando la línea que les separaba de sus personajes.

Para que la película reflejase fielmente el aumento de la desconfianza entre el Dr. Harford y su mujer Alice, Kubrick trató de poner a prueba los celos de la pareja. La secuencia de 1 minuto que aparece en la versión final de la película y en la que el personaje de Nicole Kidman mantiene relaciones sexuales con un apuesto oficial naval interpretado por Gary Goba, tardó en grabarse nada menos que tres días, durante los cuales los dos actores probaron decenas de posiciones sexuales bajo la atenta mirada de un Kubrick que expulsó del set a Tom Cruise y obligó a Kidman a no revelarle ningún detalle tras la grabación de las tomas para que de este modo aumentara la desconfianza de Cruise sobre su esposa.

“No creo que hubiera hecho lo que hice para cualquier otro director. Stanley quería que fuera casi pornográfico, pero no me explotó. Lo hice porque pensé que era importante para la película. La película trata sobre el sexo y la obsesión sexual, y las escenas no podrían haber sido mías en sostén y bragas pretendiendo tener relaciones sexuales con alguien. Tenía que tener una calidad gráfica. Fue difícil regresar a casa con mi esposo después de esas escenas, pero ambos decidimos que básicamente íbamos a perdernos en este mundo durante un año y medio, y eso fue lo que hicimos”, aseguró Nicole Kidman en una rueda de prensa durante la promoción de una película que la prensa no tardó en calificar como el desencadenante de la ruptura entre ambos un par de años después.

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