Una de las alegr�as de este a�o es que editorial Minotauro finalmente est� reeditando los libros de la grand�sima Ursula K. le Guin. As� que hoy me gustar�a hablarles de Cuatro caminos hacia el perd�n, el libro con el que se inaugura la colecci�n Bibliotecas de Autor dedicada a la escritora de Terramar, La mano izquierda de la oscuridad y Los despose�dos. Con la traducci�n de Ana Quijada, incluye cuatro historias independientes (aunque m�s relacionadas de lo que en un primer momento podemos pensar), ambientadas en el Ekumen ese universo ficticio del �Ciclo de Hainish� en el que le Guin desarroll� muchas de sus novelas de ciencia ficci�n. ��C�mo ser�a un mundo as�, un mundo sin guerra? Ser�a un mundo verdadero. La paz era la verdadera vida, una vida de trabajo y aprendizaje. La guerra, que devoraba obras, ense�anza y ni�os, era la negaci�n de la realidad�. El primero de los relatos es Traiciones. Aqu� se nos cuenta la historia de Yoss, una mujer mayor, una educadora que vivi� c�mo su mundo se transform�. Ella es una de las habitantes en Yeowe, un planeta colonizado por otro llamado Werel, y que durante muchos siglos fue el lugar donde los esclavos, que all� eran llamados activos, viv�an y trabajaban para beneficiar a los due�os o propietarios. Y aunque ahora Yeowe, tras una cruenta guerra, ha logrado su libertad, sigue lejos de vivir en paz. El conflicto que antes era contra los propietarios ahora se est� enraizado entre los caciques y los gobernantes locales que quieren hacerse con el poder. A trav�s de un maravilloso relato en el que le Guin nos muestra m�s que contarnos, descubrimos una sociedad que ha vivido en la injusticia de la esclavitud, pero que, aunque se deshizo de los amos extranjeros, a�n no ha logrado la verdadera libertad. Un mundo complejo con su propias costumbres y tradiciones. Un lugar que al conocer la existencia del Ekumen y que hay muchos m�s mundos y maneras de hacer las cosas aspira a un futuro mejor. Y en medio de todo, una mujer que ayuda a un hombre que representa todo lo que ella odia. �Siempre hab�a una guerra que pelear en nombre de la Paz, la Libertad, la Justicia, el Se�or. Las tribus reci�n liberadas peleaban por la tierra, los caciques de las ciudades peleaban por el poder�. El d�a del perd�n nos llevar� junto a Solly, una mujer que como enviada del Ekumen llega a Werel. As� conoceremos al planeta que coloniz� a Yeowe. Un lugar donde solo se considera humanos a los propietarios, y en el que los activos o esclavos son simplemente siervos. En ese mundo, adem�s, los hombres son los �nicos que tienen derecho a hacer vida p�blica. Las mujeres est�n condenadas a la existencia en el hogar, en el que tienen un espacio solo para ellas. Para Solly el ser mujer presentar� todo un reto a la hora de tratar con esos hombres que, aunque quieren ganarse el favor de los alien�genas del Ekumen, no la pueden aceptar y la tratar�n como a un hombre. Para realizar su trabajo de enviada extranjera se ver� obligada a estar acompa�ada no solo por un anciano que trabaja como su traductor y que le indica la etiqueta a seguir, sino tambi�n a un guardaespaldas voedano. Un militar al que desprecia, pero que puede terminar resultando un aliado inesperado cuando la cosas se compliquen. �Solly no encajaba en ninguna parte. Iba por la ciudad sola, ocupaba una posici�n p�blica, y eso era una contradicci�n: las mujeres decentes permanec�an en sus casas, invisibles�. En Un hombre de pueblo podremos conocer a Havzhiva, desde que es un ni�o en Stse, un peque�o pueblo de Hain, el planeta desde que empez� la colonizaci�n del espacio. Digamos que fue criado para llevar una vida que �l cre�a que era perfecta, hasta que descubri� que exist�a mucho m�s y tuvo que encontrar su propio camino. Un camino que lo llevar� primero a ser historiador y luego a�n m�s lejos, como un enviado del Ekumen. Su evoluci�n es impresionante, a trav�s de �l descubriremos m�s de ese planeta desde el que la humanidad parti� para poblar el espacio, y tambi�n veremos c�mo su ayuda se vuelve fundamental para transformar a�n m�s a un pueblo que necesita un cambio profundo. �Todo conocimiento es parcial, infinitamente parcial� Todo conocimiento humano es local. Toda vida, toda vida humana, es local y arbitraria, el moment�neo e infinitesimal centelleo de un reflejo�. El �ltimo relato es La liberaci�n de una mujer, la narraci�n de una jov�n lamada Rakam que naci� como esclava o sierva en Werel. Y aunque no tuvo que trabajar en los campos, pues su madre era una de las siervas de la casa, y logr� que ella tambi�n lo fuese, desde peque�a sufri� todo tipo de violencia, a�n sin saber que lo era en ese momento. Es un relato por momentos muy duro que nos cuenta una historia de superaci�n personal y tambi�n la transformaci�n de una sociedad experimentada desde la �ptica de uno de sus oprimidos. Colonialismo, esclavitud, racismo, crueldad, guerra, machismo� Cuatro caminos hacia el perd�n, de Ursula K. le Guin, nos permite ver c�mo ante los grandes problemas que a�n aquejan a nuestra sociedad, la educaci�n y la colaboraci�n son herramientas fundamentales para transformar mundos. Aqu� no solo habla de las opresiones que ejercen hombres sobre otros hombres por razones de raza o credo, sino tambi�n la doble opresi�n que sufren las mujeres, la de raza y ante sus iguales por considerarlas inferiores. Es un viaje fascinante a unos mundos injustos, pero en plena revoluci�n y con unos protagonistas que har�n de esas aventuras algo m�s duro y memorable. �Leed a le Guin, no se arrepentir�n! Ya tengo otro par de sus libros reci�n reeditados en la pila esperando su turno. �Han le�do Cuatro caminos hacia el perd�n? �Les llama la atenci�n? Enlace: http://inthenevernever.blogs.. + Leer m�s |
Fundada en Argentina en 1955 e incorporada a Grupo Planeta en 2001.
Literatura fant�stica y ciencia ficci�n.
Editor de la obra completa de J. R. R. Tolkien, Minotauro cuenta con autores como Philip K. Dick; Ray Bradbury, art�fice de las m�ticasCr�nicas marcianas; Ursula K. le Guin, creadora de Terramar; William Gibson, padre del ciberpunk; John Crowley; Kim Stanley Robinson, autor de la Trilog�a de Marte, y el popular Christopher Priest. Cuenta, adem�s, con exitosos autores espa�oles como Javier Negrete, Le�n Arsenal, Rafael Mar�n y Juan Miguel Aguilera.
Adem�s de los autores cl�sicos del g�nero, el cat�logo de Minotauro cuenta con colecciones dedicadas a la fantas�a �con t�tulos como El hombre marcado, de Peter V. Bret, o Lamento, de Ken Scholes�, la ciencia ficci�n �La Vieja Guardia de John Scalzi es un buen ejemplo� y el terror �con obras como la antolog�a Zombies, editada por John Joseph Adams, o la novela 13 balas, de David Wellington.