El Girona FC logró una increíble gesta el pasado sábado, clasificándose para la Liga de Campeones por primera vez en su casi centenaria historia (fue fundado en julio de 1930, por lo que tiene casi 94 años de existencia). De hecho, será la primera vez que el club blanquirrojo disputará competición europea después de haber logrado el ascenso a Primera División en verano de 2022.
El año pasado acabó décimo y el presente curso se ha asegurado acabar entre los cuatro primeros, a falta de cuatro jornadas para el final, tras golear al FC Barcelona en Montilivi (4-2) en un partido en el que brilló Cristian Portu con dos goles y una asistencia. Una victoria que, de paso, permitía al Real Madrid sellar matemáticamente su trigésimo sexto título liguero, después de que los blancos hicieran los deberes horas antes frente al Cádiz en el Santiago Bernabéu (3-0).
Así, tras la disputa de la trigésimo cuarta jornada de LaLiga EA Sports, el conjunto de Míchel Sánchez, que cuenta con un presupuesto de apenas 60 millones de euros —uno de los más bajos de la categoría—, se asegura acabar entre los cuatro primeros: con 74 puntos saca 13 al quinto clasificado, el Athletic de Bilbao, con 12 por disputarse. Tras los catalanes están el Barcelona (73) y el Atlético de Madrid (67), por lo que no es nada descabellado que pueda acabar tercero en la tabla o incluso segundo en una temporada absolutamente histórica.
Y es que, además de su bajo presupuesto, el Girona cuenta con una masa social baja de cerca de 12.000 socios, de los cuales unos 10.000 son abonados. También cabe recordar que el máximo accionista del club es City Football Group —el holding donde también hay otros clubes como el Manchester City, New York City FC, Troyes o Yokohama Marinos, entre otros—, con un 47 por ciento de las acciones, mientras que el resto se reparten entre el empresario boliviano Marcelo Claure (35%), Girona FG (16%) y otros (2%).
El aforo de Montilivi
Asimismo, conviene reseñar que el Estadio Municipal de Montilivi tiene capacidad para 14.624 espectadores, todos ellos sentados. Y aquí es precisamente donde radica el problema de cara a la posibilidad de que el conjunto gerundense pueda jugar en Montilivi la Champions —que, además, estrena formato— en la temporada 2024/25. Y es que con el ascenso a Primera en la temporada 2021/22 se instalaron en el estadio gradas supletorias que permitieron aumentar la capacidad de Montilivi de unos 9.000 espectadores a los 14.624 actuales.
Sin embargo, la normativa de la UEFA prohíbe jugar con gradas supletorias y además obliga a un mínimo de 10.000 espectadores. El Girona no llegaría a esa cifra y, mientras no haya una reforma del estadio, está en serio riesgo de poder jugar la primera Champions de su historia en su feudo.
Los aficionados gerundenses —empezando por el alcalde de la ciudad, Lluc Salellas (CUP)—, y el técnico Míchel Sánchez lo tienen muy claro: el Girona debe jugar la Champions en Montilivi, aunque el político también reconoce que es "decisión del club".
La entidad baraja otras alternativas y, según informa Esport3, el equipo blanquirrojo ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona para poder disputar sus partidos de la máxima competición europea en el Estadio Olímpico Lluís Companys en Montjuic, aunque de momento no hay nada cerrado.
De oficializarse el acuerdo, el Girona podría compartir estadio con el Barcelona, al menos durante la primera mitad de la temporada 2024/25. Ambos equipos compartirían recinto durante ese tiempo, una circunstancia que alteraría factores logísticos como el sorteo o el desplazamiento de las aficiones. Otra posibilidad es que el conjunto de Míchel pueda jugar sus partidos europeos en el campo del Espanyol, el Stage Front Stadium —en Cornellá-El Prat—, aunque, según informa el medio La Grada, el club perico no está por la labor de ceder su estadio.
‘Divorcio’ amistoso
Pero además de todo ello, también hay un problema en cuanto a la normativa, más allá de la capacidad del estadio, y es el referido a la multipropiedad. Y es que el artículo 5.01 sobre la integridad de la competición y la multipropiedad del reglamento de competiciones de clubes de la UEFA asegura que "ningún club que participe en una competición de clubes de la UEFA puede, ya sea directa o indirectamente: pedir o negociar valores o acciones de cualquier otro club que participe en una competición de clubes de la UEFA, ser miembro de cualquier otro club que participe en una Competición de clubes de la UEFA, participar en cualquier formato en la gestión, administración y/o actividades deportivas de cualquier otro club que participa en una competición de clubes de la UEFA, o tener cualquier poder en la gestión, administración y/o actividades deportivas de cualquier otro club que participa en una competición de la UEFA".
Es decir, el Girona tiene vía libre para jugar la Champions la campaña 2024/25, aunque también participe el Manchester City, pero para ello debe acometer una reestructuración de su Consejo de Administración. Los cuyos consejeros son el citado Marcelo Claure, además de Roger Solé, Ingo Bank, John MacBeath y Simon Cliff. Estos tres últimos también forman parte del City, por lo que deben desvincularse de la entidad catalana para evidenciar que el conjunto de Mánchester no toma decisiones en el cuadro blanquirrojo.
Además, el Girona debe acreditar que el Manchester City no tiene influencia en la dirección deportiva del club blanquirrojo, cuyo responsable es Quique Cárcel. Dicho de otra manera: la multipropiedad no será obstáculo para que que los gerundenses puedan disputar la Liga de Campeones, aunque el aforo de Montilivi, tras la eliminación de la grada supletoria, es harina de otro costal...