Quién fue el padre de Haaland, dónde jugó y qué pasó con Roy Keane

Erling Haaland es indiscutiblemente una de las grandes estrellas del fútbol actual. Goleador implacable, el delantero del Manchester City ya tiene a su corta edad una carrera con logros notables. En esta temporada, por ejemplo, ha marcado 52 goles, 48 de ellos en la Premier League y en la Champions, dos torneos exigentes y de primer nivel. Heredó la pasión por el fútbol de su padre, Alf-Inge Haaland, que jugaba en el primer equipo del Leeds United cuando nació Erling, un 21 julio de 2000.

De niño, Erling Haaland también probó con el balonmano y el atletismo, pero se terminó decantando por el fútbol, inspirado por la carrera de su padre, que jugó en la Premier League entre 1990 y 2003 y también llegó a la Selección de Noruega en 1994. Solo disputó como titular con la camiseta nacional un par de partidos, uno de ellos cuatro días después de una violenta entrada de Roy Keane en 2001 de la que nunca pudo recuperarse del todo y que tiene una buena historia para contar.

Alf-Inge Haaland nació un 23 de noviembre de 1972 en Trondheim, Noruega. Comenzó su carrera profesional como futbolista en el Bryne FK de Noruega cuando tenía 18 años. Algunas veces centrocampista, pero más habitualmente defensor disciplinado y aguerrido, se convirtió en una pieza clave del equipo y en 1993 fue fichado por Nottingham Forest de Inglaterra. Tras el descenso de los Reds pasó al Leeds United, en julio de 1997, y jugó las semifinales de la Champions League en la temporada 1999-2000.

Su buen rendimiento hizo que Manchester City decidiera pagar dos millones y medio de libras por su traspaso. Estuvo tres años en el club donde hoy brilla su hijo, del 2000 al 2003, pero tuvo problemas físicos recurrentes que no le permitieron afirmarse como titular indiscutido y, sobre todo, sufrió las consecuencias de una brutal entrada del irlandés del Manchester United Roy Keane que fue determinante para su futuro.

Siempre atento a la carrera de su hijo, estuvo presente en el Bernabéu el 9 de mayo pasado, cuando se disputó la primera semifinal de la Champions, que terminó con empate a 1. Y protagonizó un incidente con una parte de la afición madridista: después del gol del belga Kevin De Bruyne, fue abucheado y reaccionó desde el palco del estadio con un visible corte de mangas y tirándoles cacahuetes a los aficionados que lo provocaron.

Una curiosidad biográfica: Alf-Inge ha declarado alguna vez que además del fútbol le gusta mucho la música, que su género preferido es uno muy popular entre los nórdicos, el heavy metal, y que su banda predilecta es Metallica.

Alf-Inge Haaland se retiró en 2003, después de una lesión que tiene una historia de la que todavía hoy se sigue hablando en el mundo del fútbol.

En la temporada 2000-2001 de la Premier League inglesa, Haaland y Roy Keane se enfrentaron en un partido entre el Leeds United y el Manchester United. Las cosas entre ellos no estaban bien, había cuentas pendientes. En un partido de la temporada 1997-1998 Keane sufrió una lesión en la rodilla tras un choque con Haaland, cuando jugaba en el Nottingham Forest. El temperamental centrocampista del Manchester United sintió que el golpe de Haaland fue intencional y nunca se olvidó del tema.

En abril de 2001, Haaland y Keane volvieron a verse las caras en un terreno de juego en un derby de la FA Cup entre el City y el United. Y Keane se vengó con una patada premeditada a la altura de la rodilla que le costó la roja directa. Si bien días después se disculpó por su agresión, Keane publicó en 2002, cuatro años antes de su propia retirada, una autobiografía en la que contó su definitiva versión de los hechos: supuestamente Haaland lo acusó de exagerar su dolor después del encontronazo de aquel partido de septiembre del '97 y eso lo enfureció. "Le dije 'toma esto, cabrón, y nunca más vuelvas a ponerte sobre mí con cara de desprecio mientras yo estoy lesionado'. No esperé a que el árbitro David Elleray me mostrase la tarjeta roja, sólo giré y me marché al vestuario. No tuve remordimientos. Lo que va, vuelve", escribió el irascible irlandés, que terminó su carrera deportiva siendo campeón con el Celtic de Glasgow en 2006.