Black Box

Black Box: Escuchas y sospechas

· Crítica de Black Box | Estreno 3 de diciembre de 2021.
· El guion es impecable, perfectamente canónico, la información llega cada vez en el momento oportuno y los giros del relato y las sorpresas están en su sitio.

El vuelo Dubai-París se estrelló en los Alpes. No hubo supervivientes. Mathieu Vasseu, técnico de la BEA (Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil), experto en acústica, es encargado de investigar este accidente. El análisis de las grabaciones contenidas en la caja negra le lleva a descubrir una serie de anomalías que cuestionan la tesis oficial y le obligan a llevar su investigación en secreto.

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Yann Gozlan, autor de El hombre perfecto, que también interpretó Pierre Niney, dirige una película muy interesante, que tiene tanto de thriller como de documental y de disertación sobre la influencia de la tecnología en nuestras vidas, las grandes corporaciones, la corrupción y la verdad. Es optimista al confiar en que se puede descubrir la verdad. La parte documental, el trabajo de Mathieu, es notable pues pone al espectador en las botas (los auriculares) del protagonista y le hace ver un mundo al que no está habituado, escuchar unos sonidos ininteligibles, filtrarlos y convertirlos en una historia inteligible; le hace plantearse las mismas preguntas que él se hace y convencerse de que su tesis merece ser atendida.

Cuando la historia se convierte en un thriller, el espectador no deja de preguntarse por la idoneidad del héroe: inteligente, frágil y sensible, con un punto de obsesión que lo hace particularmente vulnerable. Y sin embargo, Pierre Niney es perfecto para este papel precisamente porque es un hombre normal que simplemente quiere hacer bien su trabajo. Hasta reconoce que podría haberse equivocado. De hecho, su excepcional oído a veces le juega malas pasadas y hace que el espectador no esté dispuesto a darle la razón incondicionalmente, lo que añade interés a esta historia.

El guion es impecable, perfectamente canónico, la información llega cada vez en el momento oportuno y los giros del relato y las sorpresas están en su sitio. La película no busca innovar, sino contar bien una historia, y lo hace con un pulso magnífico.

Tal vez le sobren unos minutos, tal vez no, las repeticiones son necesarias. Junto a Pierre Niney hay un equipo de secundarios cuyo trabajo es notable, empezando por Lou de Laâge, como esposa de Mathieu y mujer fuerte, y algunos veteranos del cine francés como André Dussollier (Diplomacia).