"La 1420": 26 de junio de 1884, el Congreso sanciona la Ley de Educaci�n - Noticias de Mendoza - Memo

"La 1420": 26 de junio de 1884, el Congreso sanciona la Ley de Educaci�n

El aniversario de la ley fundacional de la educaci�n argentina, que le arrebat� a los sectores eclesi�sticos la formaci�n de la poblaci�n. Los protagonistas de aquel momento hist�rico, en la pluma del historiador y docente Gustavo Capone.

La grieta generacional

La sanci�n por parte del Congreso Nacional de la ley 1420 depar� uno de los debates m�s virulentos y prolongados en la historia argentina. La ley fue sancionada el 26 de junio y promulgada finalmente el 8 de julio de 1884.

El tratamiento de la ley mostr� dos maneras de concebir el rol del Estado ante el tema educativo. Distintos puntos de vista se cruzaron en la discusi�n relacionando la ense�anza religiosa, la escuela mixta y el control del Estado sobre la educaci�n. La magnitud del tema sirvi� adem�s para profundizar la divisi�n de "la generaci�n del ochenta".

En otro contexto hist�rico (con diferentes aristas y manifestaciones) es un debate que sigue latente, entrando frecuentemente en tensi�n cada vez que la discusi�n sobre el papel y funci�n que debiera cumplir el Estado se cruza con los intereses dogm�ticos de alg�n credo confesional (preponderantemente la Iglesia Cat�lica) y traspasa la dimensi�n constitucional con su debate institucional y se instala en la esfera personal e ideol�gica.

Pero aquel debate fue m�s all� que conseguir el laicismo, la obligatoriedad, la gradualidad y la gratuidad en la educaci�n primaria Argentina. Tuvo como "misi�n" salvar del analfabetismo cr�nico a la amplia mayor�a de la sociedad y quitarle a la oligarqu�a el monopolio del abecedario. Un pueblo alcanza su dignidad cuando educa ciudadanos capaces de reconstruir su historia. Por eso era imperioso que todos fueran a la escuela, y por eso tambi�n la sanci�n de "la 1420" qued� inmortalizada en la memoria argentina, pues ante el v�lido posicionamiento sectorial, la discusi�n pol�tica sald� una cuesti�n que pronto se convertir�a en un legado para las futuras generaciones. "La 1420" reflejar� una de las p�ginas m�s simb�licas y representativas de nuestra historia nacional.

La historia, la pol�tica y aquellos debates en contexto

Dos posturas ideol�gicas servir�n de base a cada sector en pugna. Una, siguiendo a los ilustrados y liberales. Para ellos el estado nacido del pacto inicial entre los hombres ten�a la obligaci�n de garantizar la libertad a trav�s de las leyes, promover la equidad distributiva de la riqueza y alentar un sistema educativo basado en inculcar en los ni�os un fuerte sentimiento de amor por la colectividad; podr�a ser una s�ntesis de lo que Rousseau planteaba en su "Contrato Social" o cuando en "Emilio, o de la educaci�n" (1762), el mismo autor sosten�a que "la educaci�n tiene como objetivo formar un hombre libre, el desarrollo de la intuici�n y del sentimiento". Por otro lado, la posici�n cat�lica a partir del Papa Pio IX en su "Syllabus" (1864), subrayando los errores de la modernidad y la subordinaci�n del Estado a la moral cristiana, adem�s de la existencia de derechos naturales anteriores al Estado e independientes del mismo, condenando fuertemente la separaci�n entre la Iglesia y el Estado. Irreconciliables. Desde ah�, un camino que devino en debate. Y un debate pol�tico que concluy� en ley.

"El ochenta"

Ven�amos desde aquel tiempo de Sarmiento presidente, donde las provincias con apoyo nacional fundaron unas 800 escuelas, alcanzando el pa�s un total de 1.816 escuelas, de las cuales el 27 % eran privadas. Mientras que la poblaci�n escolar se elev� de 30.000 a 110.000 estudiantes. Fue tambi�n el tiempo donde se abrieron las de puertas la Escuela Normal de Paran� (1870), paradigma del normalismo.

Referencias importantes arrojaran los censos nacionales. El CN de 1869 nos mostrar� un �ndice de analfabetismo del 78 % de la poblaci�n. El censo de 1895, a 11 a�os de sancionada la ley 1420: 54% de analfabetismo. Habiendo crecido la poblaci�n de 1. 877.490 (CN 1869) a 4.044.911 en 1895.

Por ende, para fomentar el proceso inmigratorio, la idea de desarrollar la industrializaci�n y de estimular el trabajo en el campo, fue necesario utilizar a la educaci�n como una herramienta para lograr esos objetivos. As� la escuela se convirti� en el instrumento imprescindible para incorporar en la poblaci�n un conjunto de valores ciudadanos emanados de la modernidad, mientras que paralelamente se iniciaba un ciclo de "argentinizaci�n" para reafirmar las referencias hist�ricas propias.

El debate por la educaci�n ya estaba instalado. Desde aquellas posiciones irreductibles. Luego devino la p�rdida para la iglesia cat�lica de sus potestades en lo atinente al registro civil, matrimonio, cementerios y educaci�n. El Estado pas� a controlar los actos m�s destacados del ciclo vital humano. Hasta 1880 la iglesia cat�lica registraba exclusivamente los nacimientos, los matrimonios y las defunciones. Para los dirigentes liberales, la religi�n deb�a salir del espacio p�blico para reducirse a la conciencia en el �mbito privado. Claramente una pelea por el poder.

Dicho paquete de leyes agudiz� profundamente el enfrentamiento entre el sector liberal gobernante y los cat�licos. A la convocatoria de un Congreso Pedag�gico le siguieron fuertes discusiones que encontraron en los medios period�sticos verdaderas tribunas ideol�gicas que defend�an una u otra posici�n. Un hecho bisagra fue la queja por medio de una carta del Nuncio Apost�lico Monse�or Mattera al gobierno nacional por la manera que era tratado por algunos diarios. El diario "Tribuna Popular" acusaba a Monse�or Mattera de inmiscuirse en asuntos internos de la naci�n. Mattera solicit� en su misiva el cierre y clausura del diario. La respuesta del gobierno fue: devolverle la carta enviada y el pasaporte, expuls�ndolo del pa�s. Las relaciones entre Argentina y el Vaticano quedaron rotas hasta 1890.

Los unos y los otros

Los enfrentamientos ven�an de larga data. En 1868 hab�a estallado en Santa Fe una manifestaci�n cat�lica contra el gobernador Oro�o por su posici�n a favor del matrimonio civil. En 1871 durante la Convenci�n Constituyente de Buenos Aires las posiciones irreductibles terminaron en amenazas y duelos p�blicos ante las ofensas esgrimidas. En 1875 una manifestaci�n incendi� la Iglesia del Salvador. En C�rdoba el gobernador Ju�rez Celm�n rompi� relaciones con el Obispado provincial. Como una referencia mendocina de la puja existente marcaremos que los departamentos provinciales cambiaron sus nombres religiosos. En 1884, San Isidro pas� a ser Rivadavia. Pero previamente en 1871, San Miguel se convirti� en Las Heras. En 1887 un decreto gubernamental de Tiburcio Benegas modific� los nombres religiosos de los departamentos: Nuestra Se�ora del Rosario se modific� por Tulumaya, y luego por Lavalle. Santa Rosa fue sustituido por Chacabuco en 1889. San Rafael por 25 de Mayo. San Carlos por 9 de Julio. San Vicente por Belgrano (luego Godoy Cruz). Esto se mantuvo hasta 1893, cuando por Ley 265 se restituy� los nombres de Santa Rosa, San Rafael y San Carlos.

Un diario referencial del pensamiento cat�lico fue "La Voz de la Iglesia". Desde ese medio Jos� Manuel Estrada y Pedro Goyena, adalides de la posici�n religiosa, atacaron la pol�tica educativa nacional constantemente. Adem�s de ser un �rgano de difusi�n, fue el motorizador de grandes convocatorias, concentrando todos los discursos emanados de la Asociaci�n Cat�lica de Buenos Aires y un impulsor de la creaci�n y acciones del partido pol�tico "Uni�n Cat�lica" (primera experiencia de un partido pol�tico confesional). "Los sentimientos y creencias religiosas ser�n banderas pol�ticas"; sosten�a su primer postulado.

"La Ley"

Debido a las fuertes presiones, la ley no mencion� el car�cter laico de la educaci�n, pero dispuso y permiti� que la educaci�n religiosa fuera considerada opcional (con autorizaci�n de los padres, dictada fuera del horario escolar). La escuela p�blica estar�a al alcance de todos los ni�os, medio fundamental para el acceso a un conjunto m�nimo de conocimientos, tambi�n estipulados por ley. Importante fue que los padres se ver�an obligados a enviar a la escuela a sus hijos. Por �ltimo, la formaci�n de maestros, el financiamiento de las escuelas p�blicas y el control de la educaci�n (privada o p�blica) tambi�n quedar�a en manos del Estado.

La 1420 tuvo una vigencia normativa centenaria, aunque instal� h�bitos y pr�cticas que llegaron a nuestros d�as. Se multiplicaron por miles las librer�as y los gobiernos se vieron obligados a crear bibliotecas p�blicas en todo el pa�s. Tambi�n potenci� el rol pol�tico del Consejo Nacional de Educaci�n y los consejos de circunscripciones. Nada m�s, ni nada menos que Sarmiento, tras ser presidente ocup� esos espacios.

La Educaci�n como derecho

La Ley 1420 fue la piedra basal del sistema educativo argentino. No solo logr� formar a los ciudadanos para obtener igualdad de posibilidades entre los habitantes de Argentina, sino que adem�s garantiz� la uni�n del pa�s en el aspecto pedag�gico a lo largo de su vigencia. La escuela y el maestro fueron el aglutinante imprescindible del nuevo tejido social. Desde ah�, la familia vio a la educaci�n como la perspectiva de su crecimiento ciudadano.

Y no solo el Estado se convirti� en el responsable de la educaci�n p�blica, sino que por sobre todas las cosas, estableci� derechos insustituibles para todos los residentes en el territorio nacional. En el fondo, "La Ley" derrib� los muros sociales preestablecidos por d�cadas acercando posibilidades para logr� la verdadera emancipaci�n personal a trav�s de la educaci�n. "Hemos roto la �ltima cadena", dir�n luego los reformistas de 1918. Pero nada hubiera sido posible sin ese primer paso. La lucha contin�a, y mucho m�s hoy en tiempos pand�micos. Siendo una deuda todav�a en Mendoza, no poder contar con una nueva ley provincial de educaci�n. Ese ser� otro nuevo desaf�o.

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