Siguiendo el protocolo establecido para el acto, el matrimonio cumplía con su rigurosa puntualidad y llegaba a la sede del diario de tirada nacional en torno a las 19:45 sin esperar un pequeño contratiempo. Como es habitual en estas celebraciones, el photocall se desarrollaba con un ligero retraso. Así, Nuria Roca, última en posar, se aliaba con la rapidez y la eficacia ante la inminente presencia de los Reyes, quienes esperaron educadamente su momento charlando con los mandatarios del grupo editorial y los dirigentes del periódico.
Sin embargo, esos breves minutos a la entrada de la planta baja de la sede hicieron que Ortiz Rocasolano, que conquistaba con unos pendientes 'Crown' y un vestido escotado, pasara, según afirman testigos presenciales a Vanitatis, "un poco de frío" debido a los 9 grados marcados por el termómetro en la capital en ese instante. Eso sí, lo hizo mostrándose "agradecida y encantadora con los organizadores".
Una vez resuelto este instantáneo ‘choque climático’, don Felipe y doña Letizia pudieron pasar a una alfombra azul por la que antes habían desfilado múltiples rostros conocidos de alto nivel, como Florentino Pérez, Susanna Griso o Alberto Nuñez Feijóo, y donde incluso se había producido una instantánea histórica entre Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero: los dos expresidentes de España posaron juntos tres años después.
En esta ubicación, también aconteció un pequeño descuido. Las autoridades que acompañaban a Sus Majestades y ellos mismos fueron colocados en el photocall por orden de derecha a izquierda. Una decisión que hizo que por unos instantes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tapara la figura de la Reina por completo a los fotógrafos al pasar por delante de ella para ocupar su lugar en la imagen oficial del evento.
Finalizado el posado, los Reyes de España atendieron a los trabajadores del diario ‘La Razón’, a quienes dedicaron un breve mensaje sobre su importante función para la sociedad. Después, llegó el momento de hacer lo propio con el resto de invitados al acontecimiento, cuya cifra se estima en más de medio millar de personas. Por ello, “aunque no perdían la sonrisa y se paraban a charlar con todo el que se lo pedía con una cercanía sorprendente, a ratos veía a Letizia y Felipe un poco abrumados por la situación, porque no existía tampoco un espacio de separación entre los invitados vip, la prensa o los publicistas”, explican a Vanitatis.
No obstante, más allá de la mencionada y siempre comentada amabilidad del matrimonio royal, uno de los detalles que más llamaron la atención de los asistentes fue la increíble fuerza de doña Letizia en sus apretones de manos. “No imaginas la firmeza con la que estrecha las manos”, anotan a este digital.
Precisamente, durante uno de esos saludos se produjo el momento más comentado de la noche. Belén Esteban publicó un selfi con Sus Majestades en su cuenta personal de Instagram, el cual ya ha alcanzado la etiqueta de ‘fenómeno viral’ en redes sociales al ser una de las publicaciones más compartidas y comentadas del día de ayer. “Mientras hablaba con ellos, Belén les pidió si podían tirarse una foto y los Reyes accedieron encantados entre risas”, nos comentan testigos presentes.
Por último, otra de las sorpresas de la noche también fue protagonizada por un rostro conocido nacional: Eduardo Navarrete. En su encuentro exprés con doña Letizia, a quien preguntó: “¿Qué tal, guapa?”, pudo cerciorarse de que la Reina de España le conocía cuando su respuesta fue: “¿Cómo estás? Me alegro de verte”.
