Daniel López, profesor de Infantil y ‘tiktoker’: “Paso más tiempo hablando de emociones y resolviendo conflictos que enseñando las letras” | Expertos | Mamas & Papas | EL PAÍS
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Daniel López, profesor de Infantil y ‘tiktoker’: “Paso más tiempo hablando de emociones y resolviendo conflictos que enseñando las letras”

Conocido en internet como ‘Profe Danny’, el también ‘instagramer’ publica su primer libro para adultos, ‘Hasta el error es divertido’, una no-guía sobre esta etapa crucial de la educación a la que quiere darle el valor que se merece

Daniel López es profesor y aprovecha las redes sociales para dar a conocer a otros profesionales de la enseñanza.
Daniel López es profesor y aprovecha las redes sociales para dar a conocer a otros profesionales de la enseñanza.

Con más de 307.000 seguidores en TikTok y 128.000 en Instagram, Daniel López Ortega (Madrid, 34 años), más conocido como Profe Danny en internet, se ha convertido para muchos en un referente de la Educación Infantil. Y eso que a él, según admite, la vocación le llegó de rebote. Del rebote que le produjeron todos los profesores nefastos que se ha encontrado por el camino: “Algunos de ellos dejaban atrás a los alumnos a los que les costaba más aprender. Y es algo que no puede pasar”.

Él escogió la etapa de Educación Infantil porque quería asentar unas buenas bases sobre todo lo emocional y de valores en sus alumnos. “Quiero ayudar, con mi pequeño granito, a crear una sociedad mucho más empática y con pensamiento crítico”, sostiene. Además de lo que hace en sus clases, con sus alumnos, aprovecha la oportunidad que le dan las redes sociales para dar a conocer a otros profesionales de la enseñanza porque, dice, “la educación no es sota, caballo y rey”.

López, que ya se había atrevido a escribir para el público infantil con el cuento ¡(No) quiero ir al cole! (Penguin, 2023), acaba de publicar su primer libro para adultos: Hasta el error es divertido. La realidad de la Educación Infantil sin filtros ni purpurina (Plataforma, 2024). Un título cuyo punto de partida es que esta primera etapa es mucho más que hacer collares de macarrones en clase. De hecho, asegura que la labor del maestro es más compleja y que consiste en “formarse continuamente para llegar a nuestro alumnado y darles una educación de calidad”.

PREGUNTA. Sinceramente, ¿hasta el error es divertido?

RESPUESTA. Sí lo es en el momento en que comienzas a verlo como una oportunidad de aprender. Siempre se nos ha dicho que aprendemos a base de preguntar y equivocarnos, pero la realidad en las aulas es que no hay lugar al error. En mi época como estudiante me daba vergüenza levantar la mano por si mi respuesta era errónea. Equivocarse era de poco listo, porque ya me lo debería saber o no me había esforzado lo suficiente. Con el título del libro, y con el libro en sí, quiero recuperar eso de que nos podemos equivocar. Pero que sea una realidad y no simple palabrería.

P. ¿Se puede aprender del error también en clase?

R. Trabajo en un centro con pedagogía Montessori, y si hay algo que me ha enseñado este pensamiento es que hay que hacer para aprender. Para aprender hay que manipular las cosas, los objetos, descubrir las cosas por uno mismo. Se aprende de todo lo que nos rodea, no solo de un ambiente preparado como puede ser una clase, sino del mundo en sí.

P. Desde la introducción deja claro que esto no es un manual. ¿Qué es entonces?

R. En realidad, el libro son mis vivencias desde que comencé a trabajar en Educación hace más de 10 años. Durante mi periodo universitario, me pintaron la Educación Infantil de una manera muy edulcorada. La realidad dista mucho de esa escena de película. De ahí que sea un libro sin purpurinas. Cuento la realidad que he tenido que afrontar, casos de maltrato que no he sabido cómo gestionar y cómo he tenido que aprender sobre la marcha. Relaciones con los padres, cómo hablarles a los adultos y cómo, de la nada, se puede torcer todo. Pero también cuento lo bonito, lo que me ha marcado y lo que me llevo. Sobre todo, con el libro, intento abrir las mentes a otra manera de ver la Educación Infantil y darle la importancia que merece.

P. ¿A quién está destinado: a profesores o a padres?

R. Lo recomiendo a toda persona que le interese la educación. Está escrito con un lenguaje muy sencillo, en todo momento he intentado que parezca que nos estamos tomando un café juntos y te estoy contando mi día a día.

P. En su libro dice que lleva a sus alumnos en la cabeza las 24 horas del día. ¿No es una carga muy pesada?

R. No lo es. Pero sí es una responsabilidad muy grande. Al final, tristemente, están más tiempo con nosotros que con sus familias. Por lo que debemos tener claro que lo que hagamos o digamos les va a influenciar mucho. Uno de los trabajos más complicados que he tenido que hacer es a saber verme desde su perspectiva; a controlar mucho mis emociones y mi lenguaje no verbal, a convertirme en un espejo positivo y seguro que necesitan mirar.

P. ¿Saben los padres en qué consiste la Educación Infantil? ¿Qué se les debe enseñar en esta etapa educativa?

R. Lo cierto es que, con cada promoción, noto que se les quieren enseñar contenidos propios de edades más avanzadas y que lo adecuado a su edad se está dejando a un lado. Pero luego les tratan como si fueran más pequeños y se les sobreprotege. Una locura. Hay veces que es un sinsentido.

P. En Educación Infantil, ¿una de las claves es prepararles para la vida escolar?

R. La Educación Infantil ofrece la posibilidad de empezar a convivir en una clase y a socializar en grupo. No me gusta verla como una preparatoria para Primaria, pero, en cierto sentido, lo es. El sistema y la falta de conciliación familiar así lo tiene estructurado. Por otro lado, si se escolarizan directamente en Primaria les va a costar más.

P. Entiendo que en Educación Infantil no solo se les enseña a leer. ¿A qué más se les enseña?

R. Yo paso más tiempo hablando de emociones y resolviendo conflictos que enseñando las letras. En Infantil se les enseña a convivir, a hablar de sus emociones, a ser críticos, a relacionarse de manera positiva, a escucharse, a comprender al resto, a respetarse y un larguísimo etcétera.

P. ¿Hay que hacerles un regalo a los niños al acabar el curso?

R. Sí: tiempo en familia. Llevan mucho tiempo en el cole. Se merecen unas buenas vacaciones junto a su familia disfrutando de tiempo de calidad. Jugando y trasteando. Tirándose a la piscina en bomba o investigando un nuevo camino en el campo.

P. ¿Qué es lo más agradecido de ser profesor de Educación Infantil?

R. Verles crecer y aprender. Acompañarles en el camino de convertirse en minipersonas y tener un asiento en primera fila cada vez que su cara se ilumina al descubrir algo que pueden hacer. Es una auténtica pasada.

P. ¿Y lo que menos?

R. Lo primero que me viene a la mente son las familias. Muchas veces no nos lo ponen muy fácil; y debemos remar todos en la misma dirección si queremos que la educación funcione. Al inicio de curso siempre pido confianza.

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