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Ha tenido que esperar hasta la �ltima jornada, pero... la pesadilla del Granada no ha durado mucho. Desde que hace poco m�s de un a�o, aquel penalti errado por Jorge Molina el 22 de mayo condenaba al equipo nazar� al descenso, volver a la m�xima categor�a se hab�a convertido una obsesi�n en el club andaluz, decidido a retornar a la mayor brevedad posible, una misi�n que ha completado despu�s de una temporada colmada de obst�culos, incluido un cambio de entrenador, que el conjunto nazar� ha sabido ir sorteando hasta alcanzar la meta.
M�xima exigencia
El curso, con Karanka a los mandos, arrancaba tras un verano en el que el Granada se movi� de forma en�rgica y efectiva en el mercado, logrando la incorporaci�n de jugadores como Melendo, Cabaco, Andr� Ferreira, Ignasi Miquel, Meseguer o Callej�n, un ramillete de refuerzos de primer nivel que, junto a la continuidad de otras piezas como Puertas y Uzuni, conformaban un plantel intimidante, cuya obligaci�n era dominar la categor�a.
As� fue la v ictoria que vale un ascenso...
Con una exigencia m�xima, la campa�a pronto comenz� a torcerse, las cosas no marchaban seg�n lo esperado y lo que ten�a que ser un paseo militar se convirti� en una traves�a plagada de turbulencias por culpa de los resultados lejos de Los C�rmenes, un lastre que llev� al equipo a cumular once partidos y casi seis meses sin ganar como visitante, un escenario que desemboc� en la marcha de Karanka.
Cambio de rumbo
Fuera de los puestos de 'playoffs' y obligados a cambiar de timonel a mitad del trayecto, el proyecto se tambale� y la temporada corr�a el peligro de desmoronarse antes de tiempo. Ante una situaci�n l�mite,el Granada decidi� apostar por Paco L�pez,que aterriz� en el club andaluz con la misi�n de reconducir la marcha del equipo y, como mal menor, lograr una plaza para las eliminatorias por el ascenso.
Tras un comienzo algo irregular, el t�cnico pareci� encontrar la receta adecuada y el equipo interioriz� las directrices impuestas por el valenciano, llegando a encadenar una racha de diez encuentros sin perder, escalando posiciones hasta encaramarse a lo m�s alto de la tabla, una situaci�n de privilegio que meses atr�s parec�a inalcanzable. En un sprint final carente de l�gica, el Granada ha sabido mantener la cabeza fr�a y no fallar en los momentos decisivos, imponi�ndose al resto de rivales para volver a la m�xima categor�a cumpliendo con los pron�sticos.
Constantes vitales
Aunque la campa�a ha sido una aut�ntica monta�a rusa para el Granada, tres pilares se han mantenido firmes a lo largo de la competici�n: Uzuni, Ra�l Fern�ndez y una fiabilidad inquebrantable en sus dominios, donde no ha perdido ning�n partido, �nico equipo de la categor�a que puede presumir de ello.
El goleador alban�s ha comandado al equipo con sus goles, liderando la tabla de m�ximos artilleros de la categor�a desde el inicio, mientras que el experimentado guardameta bilba�no aprovech� la lesi�n de Ferreira para convertirse en la muralla nazar�, aunque en la recta final otra inoportuna lesi�n ha devulto a Andr� bajo palos. Una pareja que ha marcado las diferencias.