Aparece Ryan Gosling en el hotel Ritz de Berlín, con ese aire surfero y colorido, en sudadera y sin grandes alardes, una humildad que traslada a la respuesta de la gran pregunta a la que siempre te enfrentas cuando te entrevista Men’s Health. “Oh no, pensé que me ibas a decir que tenía que haber entrenado más o haber comido menos cosas malas, no sé”, explica entre risas, aunque Emily Blunt, que se sienta a su lado, le ‘pincha’ sin parar durante nuestra charla, también por sus esculpidos abdominales. “Cuéntale cómo te has puesto tocho. Los ‘Tim-Tams’ (deben ser unas galletas, no se fíen) Ryan, la dieta…”. Y se hace un silencio de todo menos incómodo.
Esto debe ser lo que llaman química, unas miradas y sonrisas que llevan más allá de la gran pantalla, pero que de sobra demuestran en ‘El especialista’, la última magistral creación del maestro David Leitch, que pone por fin el merecido centro de atención en los invisibles dobles de acción –él también lo fue antes de sentarse en la silla de director–, y que con su característica dosis de humor, fusiona ambos conceptos con el riesgo que va más allá del propio trabajo que aquí se reivindica. “Sin duda, colar un romance en medio de tanta acción es lo más peligroso. Cambiar el ritmo, el tono… Estaba muy entusiasmado con ello, pero fue un reto mayúsculo, me daba miedo, pero cuando tienes dos de los mejores actores del planeta trabajando contigo, poniendo todo su esfuerzo, es mágico de ver”.
Claro, David se ha apoyado en dos de los mejor valorados actores de la actualidad –“Son tan buenos juntos, su química es tan natural desde el primer momento en que leyeron el guion y se pusieron a construir sus personajes”, cuenta emocionado–, que junto a él han podido dar rienda suelta a una naturalidad más allá de los papeles. “Y le da mucha realidad a la película que no sepas que va a pasar en el día a día de la grabación, no sabes que va a traer en la cabeza el otro. Hay que ser flexible, y hemos querido llevar eso a la pantalla. Emily es la mejor en eso”, vuelve Ryan a la humildad. “Ha sido un placer, nunca nadie ha trabajado a mi lado con tanta coordinación. Creo que es recíproco esto, Ryan”, le concede Emily. “Hemos tenido mucha suerte de tener el equipo que hemos tenido, que David trabaje de una forma tan expansiva y loca, y con confianza, ha sido muy fácil. Y así creas un tono y unos personajes que haces tuyos, sin estar sujetos a nada, o ser demasiado severo. Nestro trabajo era crear una pareja reconocible, en mi caso también conmigo misma, gestionando el caos y los sueños extravagantes. A veces en las pelis de acción tienes todas las respuestas, pero cuando aparece el amor, hemos tenido una oportunidad de ir más allá del guion”.
En ‘El especialista’, Ryan interpreta a Colt, y Emily a Jodie. El primero es un doble de acción reputado que tras un accidente en una película, desaparece del mapa y sufre todo un proceso de reconversión mental hasta que vuelve para salvar a su actor principal (interpretado por Aaron Taylor-Johnson) y a su otrora amada Jodie, a la que ha dejado en la estacada cuando era operadora de cámara y vivían lo mejor de un incipiente romance, pero que ahora es directora, y se enfrenta al gran reto de hacer una gran película de acción, mientras su relación ha de caminar sin rencores hacia una hipotética reconciliación. “Lo que he intentado es homenajear el doble de acción sin fijarme en nada más. Y sabía que lo podíamos hacer porque David Leitch era el director, nadie mejor que él. Trabajábamos en el guion, y un día me dijo que ‘chocarte con un coche duele, que te tiren de una ventana duele, que te quemen también, pero el corazón duele más’. Y le pedí que lo escribiera, que eso debía ser la película, la dureza del trabajo físico, pero también en el alma. Rompes el récord de vueltas de campana con el coche, pero luego te metes en él y lloras con una canción de Taylor Swift justo después”, explica Ryan para apuntalar la sinopsis.
Más allá de los matices de casi cada secuencia, el objetivo principal de la historia se cumple cuando la mayor parte de nuestra conversación vira hacia el despliegue de esos desconocidos y alocados dobles a los que ha de reconocerles méritos más allá de la vocación. “Corren el riesgo de matarse, y nosotros no. Tenemos suerte a su lado, ese compromiso de hacerse un selfie por la calle no es nada comparado con lo que hacen”, cuenta Blunt con humor sobre los beneficios de la no popularidad. Y Ryan Gosling interrumpe: “Yo espero que después de esta película a ellos también les pidan selfies”. Ahora en serio, “son un grupo de personas muy especial. Sin miedo, con coraje, habilidosos, no ven los límites, te ayudan y luego su trabajo desaparece en edición. Ha sido muy divertido ser parte de algo que les arroja los focos, con lo que contribuyen, y cómo físicamente se arriesgan. Es raro que esta película no se haya hecho antes”, se extraña Ryan. “Queríamos dar visibilidad a la gente que está detrás de las cámaras, y que aman lo que hacen. Son muchas horas, días duros, pero no son cineastas ni críticos, solo tienen pasión. No haces esto durante 15 horas seguidas si no te gusta el cine. Así que queríamos que el público estuviese seguro de que le iba a llegar todo esto, lo que nosotros sentimos estando en el set, y lo que yo he hecho durante toda mi vida”, explica Leitch. Y Emily les da la razón: “Mi relación con mis dobles es de total agradecimiento. Es un trabajo que necesita más reconocimiento y espero que esta película se lo puedan dar, porque se arriesgan más que los demás, nos protegen y nos apoyan a los actores, que al final nosotros aparecemos en el último minuto, decimos nuestras líneas, sobre lo que ellos genuinamente ya han hecho. Y encima luego te dicen que lo has hecho genial. Son las mejores personas en el set”.
Es muy curioso lo que menciona Gosling en el párrafo anterior, su sorpresa ante la novedad del argumento, cuando hoy en día ya está todo inventado y se han hecho todo tipo de películas de acción. Buenas o regulares, “creo que en la acción debe estar muy bien conectada con el personaje, sino no es interesante. En este caso el hecho de basarlo en un doble de acción hace que puedas permitirte cualquier licencia, crear personajes importantes es el primer objetivo, y si puedes hacerlo fiable y relevante, ya es mucho. Ahora se recuerda al tipo, y la acción solo le acompaña…”, reflexiona Leitch, que de esto algo sabe. Y con la acción, por mucho doble que haya… Ya saben que hay escenas de lucha, y hay que estar en forma: “Pues la verdad es que no tengo ningún secreto”, duda Gosling sobre la clave de sus músculos. “Lo mejor de todo es que es una película muy física, pero yo no he tenido que involucrarme en el entrenamiento, es lo bueno de tener dobles, pero nada que merezca la pena mencionar, lo siento. Lo siento Men’s Health España, siento decepcionaros”, termina con humor. Y Emily siempre al quite, mientras vacila: “Yo tampoco tengo secretos, simplemente me gusta entrenar, de verdad, y sobre todo, como digo en la película, mucho pilates… esa sería mi respuesta final”.
Joaquín Gasca es experto en deportes de competición, tecnología y motor. Hace un tiempo que colgó las botas de tacos para centrarse en el pádel y el running… cosas de la edad, se queja. Pero también se apunta a cualquier bombardeo que tenga que ver con poner su cuerpo al límite, sea al volante de un Aston Martin o yendo a la oficina en patinete.
Es muy del Atlético de Madrid, así que cuando futbolistas como Marcos Llorente o Álvaro Morata han protagonizado la portada de Men’s Health, allí estaba él para escribirlas. Acaba de correr su primer maratón para Runner’s World, y como pasa en este universo, ya está buscando el siguiente para bajar de las 3 horas. Si hay que testear cualquier tipo de pala de pádel, vehículo o reloj, no pone problema. Incluso zapatillas. Lo que haga falta en equipación deportiva.
Joaquín se graduó en periodismo por la USP-CEU en 2013, pero desde 2009, cuando entró en el periódico de la Universidad, ya comenzó a ejercer de “periodista” 360 en digital y papel. Los siguientes pasos de sus casi 15 años de carrera los dio haciendo cultura y deporte en la revista Shangay, hasta que entró en Hearst una semana antes del inicio de la pandemia en 2020. También es profesor de redes sociales y nuevas tecnologías en la Universitas Senioribvs CEU y forma parte del Innovation HUB de Hearst para investigar sobre nuevas tendencias.
