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Johannes Huebl, o por qué el marido de Olivia Palermo es un icono de moda
En lo que a estilo se refiere, el modelo no tiene nada que envidiar a su esposa
Desde hace más de una década, Olivia Palermo es una de las figuras más emblemáticas del panorama de la moda actual. La empresaria posee una elegancia innata que le ha hecho ser considerada por las marcas una mina de oro, y es que su buen gusto va más allá de las tendencias , sabiendo adaptarlas con maestría a su vestidor de una forma natural y siempre manteniendo su esencia clásica con un punto innovador. Sin embargo, en un sentido más marketiniano, su marca personal funciona mejor cuando se presenta junto a su marido, Johannes Huebl, con el que lleva casada siete años tras más de 13 de noviazgo.
Él, siempre discreto y lejos de adoptar simplemente un segundo plano, ha sabido conquistar a las marcas con s u porte y elegancia, encajando a la perfección –no se sabe hasta que punto de forma intencionada o no– con el estilo de su esposa. Ambos parecen sacados de un anuncio, ofreciendo una imagen idílica, fresca y muy sofisticada. Pero dejando a un lado a la socialité, en quien se va a hacer hincapié es en Huebl, cuya relación con el mundo de la moda se ha gestado desde que era un adolescente.
El alemán, además de ser uno de los modelos más afamados de su país, es también diseñador y fotógrafo. De hecho, no se despega de su cámara Réflex y ha realizado editoriales para diferentes cabeceras de moda como Vogue India o Hamptons Magazine . Su 1,88m de estatura, espalda ancha y tez bronceada puede que hayan tenido algo que ver a la hora de convertirlo en imagen de firmas como DKNY, Tommy Hilfiger o Hugo Boss. Pero lo que realmente lo convierte en un referente de estilo es su buen ojo a la hora de adaptar todo tipo de tendencias a su vestidor y dotarles de un punto de lo más interesante.
Uno de sus puntos clave es ese acabado que aparentemente resulta desaliñado y que, sin embargo, alberga un trabajo exhaustivo, tanto a la hora de estar al día de qué es lo que se lleva como el modo de dotarle de un acabado innovador a través de trucos de estilo bastante más sencillos de lo que pueda parecer y que nada tienen que ver con el coste de las prendas o las firmas elegidas.
Cortes clásicos
Abrigos tres cuartos, camisas en tonos neutros, chinos y jeans cinco bolsillos son algunas de las prendas que no faltan en su vestidor. Si tuviese que decantarse por un estilo sería el 'gentleman', donde las piezas de sastrería se tornan clave y se combinan con otras más 'casual' que le aportan un acabado más desenfadado.
Inversión en básicos
Camisetas de algodón, jerséis de cachemir y piezas carentes de estampados en un amplio abanico de color son otras de sus opciones favoritas. En estos casos suele recurrir a detalles tan sencillos como efectivos como podrían ser arremangarse el bajo del pantalón, llevar la camisa abierta con una básica debajo o añadir un pañuelo son algunos de sus trucos.
Atención a los accesorios
Si su mujer es una experta en dar un aire renovado a las prendas, él no se queda atrás. Siempre luce un complemento diferenciador que aporta una nota de contraste al estilismo. Entre sus imprescindibles figuran las gafas de sol en un amplio abanico de estilos –que van desde el aviador a las de efecto espejo–, cinturones del mismo color que los mocasines y cómo no, relojes de las mejores firmas.
Pinceladas informales
No todo son clásicos en su armario, también posee una amplia colección de sneakers, gorras, sudaderas y demás prendas de sport que combina de una manera equilibrada con chinos, camisas y jeans.
Cuidar del peinado
El modelo nunca descuida su beauty look, y aunque suela llevar barba de dos días, siempre está perfectamente recortada, igual que su pelo, con raya al lado y desfilado en los laterales.
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