El Camino: Una película de Breaking Bad - Análisis

¿Dónde se esconde Jesse Pinkman?

Crítica de El Camino: Una película de Breaking Bad

Que Breaking Bad es una de las mejores de la historia es un hecho. Que en ocasiones es mejor no estirar el chicle, también. Durante los años posteriores al final de la emisión de la serie de AMC, hemos tenido Better Call Saul con una recepción mixta... por lo que a pesar de la alegría de saber que Bryan Cranston, Aaron Paul y Vince Gillighan estaban trabajando en algo relacionado con este universo, nos quedamos con la mosca detrás de la oreja por si quizás el efecto acababa siendo más negativo que positivo.

Esta crítica no contiene spoilers de El Camino, aunque sí trataremos algunos hechos del final de Breaking Bad, serie que deberías haber visto ya.

A pesar de ser considerada una de las mejores series de la historia, su final fue cuanto menos controvertido, con una última temporada que no dejó satisfechos a todos. Por ello, cuando se anunció El Camino: Una Película de Breaking Bad, la sensación fue simultánea de redención y tener un epílogo mucho más a la altura de lo esperado, así como ese miedo por si el resultado no era el esperado y toda nuestra imagen de la creación de Vince Gillighan se venía abajo. Por suerte, tras haber podido ver en Netflix las 2 horas de película, podemos decir que El Camino está a la altura de la grandeza de Breaking Bad.

Eso lo consigue a pesar de —o gracias a— que Walter White no es el protagonista de esta historia. El Camino se centra en la vida de Jesse Pinkman después de la serie, quien acabó hecho añicos la última temporada de Breaking Bad. Nadie sufrió tanto a Heisenberg como él. De aliado pasó a una especie de esclavo moral que tuvo que aguantar hasta el final al personaje de Bryan Cranston. "Vinnie" Gilligan nos mostró las diferentes capaz de este papel, muy ambiguo moralmente, porque había tenido que cometer actos reprobables, pero no siempre se arrepintió de ellos. En ocasiones simplemente fue arrastrado por Walter White, y en otras él solito se metió en la boca del lobo. Y puede que por eso consiguiéramos "identificarnos" tanto con él, por ser una víctima, pero tener su parte de culpa en todo el tinglado.

El Camino es un apasionante retrato sobre la libertad... dentro de la persecución. Si recordáis, la última temporada fue un calvario para Pinkman, cautivo de Todd (Jesse Plemons), quien precisamente había recogido el guante de convertirse en el heredero del imperio de White... aunque acabaron cayendo en su propia trampa. Pinkman consiguió liberarse, por lo que en la película está en mejores condiciones que al final de la serie, pero evidentemente también está siendo perseguido por las autoridades policiales por todos sus delitos.

El Camino, título internacional de esta obra, le viene como anillo al dedo a la película. El plan de Jesse Pinkman no es otro que conseguir reunir dinero suficiente para poder huir y empezar de cero, a la vez que emprende un viaje para reunirse con todas aquellas personas que le importan en la vida y quedan vivas tras haberse juntado con Walter White (que ya sabemos que pocos títeres dejó con cabeza). De este modo, el propio espectador se siente parte de un viaje de despedida para tantos personajes queridos que casi ni recordábamos, pero que la cinta se encarga de recordarnos por qué fueron importantes en mayor o menor medida.

Toda esta trama principal como pura secuela está apoyada en flashbacks que nos ayudan a saber más del pasado. Por fortuna, en un esfuerzo de Gilligan y compañía, no se trata de escenas sacadas de la serie, sino nuevos "recuerdos" filmados para la ocasión. Igualmente, no hay ningún tipo de "previously on Breaking Bad", así que lo mejor es que veáis la última temporada de nuevo un poco antes de dar el salto a El Camino (o un resumen en vídeo que tenéis en Netflix).

Por aprovechar al máximo lo que ofrece la película y porque El Camino, como obra independiente tampoco es para tanto. Pensad en el valor que tiene Vengadores: Endgame como cinta independiente y el plus que supone como cierre a 10 años de Universo Cinematográfico Marvel. Pues eso mismo sucede aquí. Si alguien osa ver El Camino por su cuenta y riesgo, la película no le parecerá muy buena porque tampoco entenderá demasiado.

El gran protagonista en esta ocasión es Aaron Paul y consigue sobreponerse a la alargada sombra de Walter White. Aaron Paul ganó tres Premios Emmy como Jesse Pinkman, por lo que el personaje de la serie ya había conseguido atraer la atención del gran público televisivo, que supo ver en Pinkman a esta víctima forzosa de comportamiento reprobable. En esta ocasión, la cinta consigue "completar" la absolución de Pinkman, dándole las armas para convertirse en una especie de justiciero que trate de borrar todos los restos de las conexiones con Walter White a la vez que libera sus propios demonios y ejecuta su venganza.

No podemos obviar tampoco el trabajo de Vince Gilligan dando el salto a la gran pantalla, donde no tenía experiencia como director. Tiene un ritmo apropiado para sus 2 horas de duración, en el que no faltan escenas de acción e incluso un pequeño resquicio para la comedia, su desenlace está a la altura de lo esperado y hay un gran trabajo de cámara detrás para sacar el máximo partido a los escenarios de Nuevo México en continuación con la estética que ha predominado en la serie durante sus temporadas, toda una seña de identidad más de este universo.

El Camino conseguirá satisfacer a los exigentes fans de Breaking Bad, incluso a aquellos a los que Better Call Saul no consiguió hacerlo. A pesar de ser el eterno secundario, la actuación de Aaron Paul como Jesse Pinkman hace que nos hubiese gustado que hubiera tenido todavía más protagonismo en la serie original. Se puede sobrevivir a la alargada sombra de Walter White.

Pros

  • Aaron Paul está genial.
  • El viaje de despedida consigue conectar con el espectador más fiel de este universo.
  • Los flashbacks son geniales.

Contras

  • ¿Por qué no nos llega a cines en España?
  • Como película independiente es regulera si no vienes de la serie.

El veredicto

El Camino consigue sentirse como una verdadera película y Vince Gilligan, quien escribe y dirige, no cae en el error de hacernos sentir ante un larguísimo capítulo a modo de epílogo. La cinta muy bien del hecho de perder a Walter White como protagonista en favor de Jesse Pinkman, y la actuación de Aaron Paul está a un gran nivel en su proceso de redención. Es cierto que no podemos considerarla un producto independiente, ya que, sin haber visto Breaking Bad, El Camino puede ser una cinta bastante floja e ininteligible, pero para todos aquellos fans de una de las mejores ficciones televisivas, podemos decir que pueden estar tranquilos, que estirar el chicle en esta ocasión ha hecho que todavía conserve su sabor.

En este artículo

El Camino: Una película de Breaking Bad

AMC | 11 de octubre de 2019

Crítica de El Camino: Una película de Breaking Bad

8
Muy bueno
El Camino demuestra que se puede sobrevivir a la alargada sombra de Walter White si Aaron Paul está en estado de gracia como en esta película.
El Camino: Una película de Breaking Bad
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