Las Máscaras de la Diablada - Artesanía Peruana

Uno de los elementos más distintivos

Las Máscaras de la Diablada

Las Máscaras de la Diablada que usan los danzantes, representan a diferentes personajes del imaginario religioso y cultural del altiplano.

Festividad de la Virgen de la Candelaria

Las Mascaras de la Diablada son utilizadas en una de las danzas más representativas y espectaculares del folclore peruano, especialmente de la región de Puno, donde se celebra cada año la festividad de la Virgen de la Candelaria, patrona de la ciudad. Esta fiesta, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2014, reúne a miles de bailarines y visitantes que disfrutan de la música, el color y la devoción que se expresa en las calles y los escenarios.

Mascara de la diablada

Mascaras de Diablos

Uno de los elementos más distintivos y llamativos de la diablada son las máscaras que usan los danzantes, que representan a diferentes personajes del imaginario religioso y cultural del altiplano. Estas máscaras son elaboradas por maestros artesanos que plasman en ellas un rico simbolismo y una gran creatividad. Las máscaras no solo son vistosas, sino que poseen un elaborado simbolismo .

La lucha entre el bien y el mal

¿Como se crearon las máscaras de la diablada?

Las máscaras de la diablada tienen su origen en las antiguas culturas prehispánicas que habitaban el altiplano, como los tiwanakus, los lupakas y los collas. Estas culturas rendían culto a diversas deidades, entre ellas el Supay, el señor del inframundo, que era representado con rasgos zoomorfos y antropomorfos. Con la llegada de los españoles y la evangelización, el Supay fue asociado con el diablo cristiano, y su imagen fue usada para infundir temor y respeto entre los indígenas.
Sin embargo, los pobladores del altiplano no renunciaron a sus creencias ancestrales, sino que las fusionaron con las nuevas manifestaciones religiosas. Así nació la diablada, una danza que representa la lucha entre el bien y el mal, entre los ángeles y los demonios, pero también entre los opresores y los oprimidos. La diablada es una forma de resistencia cultural y de afirmación identitaria.

Mascaras de la Diablada

La Danza de la Diablada


Las máscaras de la diablada son confeccionadas con diversos materiales, como madera, cuero, cartón, yeso, metal y tela. Sobre ellos se aplican pinturas, hilos dorados, lentejuelas, plumas y otros adornos que les dan un aspecto brillante y llamativo. Las máscaras suelen tener una forma ovalada o circular, con una abertura para los ojos y la boca. Algunas también tienen cuernos, orejas o colmillos.
Los personajes que se representan con las máscaras son variados y dependen del tipo de diablada que se baile. Entre ellos se encuentran:
El Lucifer o Diablo Mayor: Líder de la diablada y el encargado de dirigir a los demás danzantes. Su máscara es la más elaborada y ostentosa, con una corona de cuernos, una barba larga y bigotes. Su rostro suele ser rojo o negro, con expresiones feroces o burlonas. El traje es también el más lujoso, con una capa roja o negra, un espaldar con alas o plumas, una coraza con motivos religiosos o paganos, un pantalón bordado y unas botas con cascabeles.
La China Supay o Diabla: Es la pareja del Lucifer y la única mujer que baila la diablada. Su máscara es similar a la del Diablo Mayor, pero con rasgos femeninos y una cabellera larga. Su traje es también rojo o negro, con una falda corta y ajustada, un corpiño bordado y unas botas con cascabeles.
Los Siete Pecados Capitales: Son los acompañantes del Lucifer y la China Supay, y representan las tentaciones que acechan al ser humano. Sus máscaras tienen diferentes colores y expresiones según el pecado que simbolizan: soberbia (amarillo), avar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra