Mascaras de la Diablada
La Danza de la Diablada
Las máscaras de la diablada son confeccionadas con diversos materiales, como madera, cuero, cartón, yeso, metal y tela. Sobre ellos se aplican pinturas, hilos dorados, lentejuelas, plumas y otros adornos que les dan un aspecto brillante y llamativo. Las máscaras suelen tener una forma ovalada o circular, con una abertura para los ojos y la boca. Algunas también tienen cuernos, orejas o colmillos.
Los personajes que se representan con las máscaras son variados y dependen del tipo de diablada que se baile. Entre ellos se encuentran:
El Lucifer o Diablo Mayor: Líder de la diablada y el encargado de dirigir a los demás danzantes. Su máscara es la más elaborada y ostentosa, con una corona de cuernos, una barba larga y bigotes. Su rostro suele ser rojo o negro, con expresiones feroces o burlonas. El traje es también el más lujoso, con una capa roja o negra, un espaldar con alas o plumas, una coraza con motivos religiosos o paganos, un pantalón bordado y unas botas con cascabeles.
La China Supay o Diabla: Es la pareja del Lucifer y la única mujer que baila la diablada. Su máscara es similar a la del Diablo Mayor, pero con rasgos femeninos y una cabellera larga. Su traje es también rojo o negro, con una falda corta y ajustada, un corpiño bordado y unas botas con cascabeles.
Los Siete Pecados Capitales: Son los acompañantes del Lucifer y la China Supay, y representan las tentaciones que acechan al ser humano. Sus máscaras tienen diferentes colores y expresiones según el pecado que simbolizan: soberbia (amarillo), avar