Carolina de Brandeburgo-Ansbach, nacida el 1 de marzo de 1683 en Ansbach, Sacro Imperio Romano Germánico, fue una figura prominente en la historia de Gran Bretaña. Era hija del margrave de Brandeburgo, Juan Federico. Tras la muerte de su padre en 1687, fue llevada primero a las cortes de Dresde y luego a las de Berlín.
Carolina era considerada una mujer brillante, culta e inteligente, muy valorada en todas las cortes europeas. Tuvo la oportunidad de convertirse en reina de España, pero rechazó la propuesta porque no estaba dispuesta a renunciar a su fe protestante.
Se casó con Jorge II de Gran Bretaña en el Palacio de Herrenhausen, en Hannover, el 22 de agosto de 1705. Cuando su suegro ascendió al trono británico como Jorge I en 1714, su esposo se convirtió en duque de Cornualles y poco después en príncipe de Gales, convirtiéndose ella en princesa de Gales.
Carolina de Brandeburgo-Ansbach se convirtió en reina consorte de Gran Bretaña e Irlanda desde el 11 de junio de 1727 hasta su muerte. Al mismo tiempo, fue electora consorte de Hannover y duquesa consorte de Brunswick-Lüneburg por su matrimonio.
Durante su reinado, Carolina forjó una gran amistad con Sir Robert Walpole, el primer ministro. Fue su influencia en el rey Jorge lo que permitió a los príncipes de Gales continuar con su estilo de vida después de que Jorge Augusto se distanciara de su padre.
Carolina de Brandeburgo-Ansbach falleció el 20 de noviembre de 1737 en el Palacio de St. James, Londres, Gran Bretaña. Su muerte marcó el fin de su reinado como reina consorte de Gran Bretaña e Irlanda.