Guerra de Independencia Española (1808-1814) – LHistoria

Guerra de Independencia Española (1808-1814)

La Guerra de la Independencia Española fue un conflicto bélico que estalló con la invasión francesa en España con la intención de instalar a José Bonaparte, hermano de Napoleón I, en el trono español.

La Guerra de independencia de EspañaGuerra de la Independencia Española en el contexto de la península ibérica se trató de un conflicto bélico principalmente entre España y Francia que se inició el con el levantamiento en Madrid en contra de la invasión francesa a España, culminando en territorio español el con la victoria de las tropas aliadas españolas, británicas y portuguesas en la Batalla de Vitoria, o finalmente el con el pronunciamiento del ejército español a favor del rey Fernando VII. Desde el contexto histórico de Francia y Gran Bretaña se conoce como Guerra de la península ibérica o Guerra peninsular al conflicto militar entre el imperio francés bajo control de Napoleón Bonaparte y las potencias aliadas de España, Gran Bretaña y Portugal por el control de la Península Ibérica en el marco de las guerras napoleónicas. Este versión del conflicto se inició el con la invasión franco-española de Portugal, pero desde el contexto histórico español se inicia con el levantamiento del 2 de mayo en Madrid.

El los franceses y los españoles firmaron el Tratado de Fontainebleau en el que se estipulaba en conjunto una invasión militar de Portugal (así como la eventual repartición de sus territorios) y se permitía para tal efecto el paso de las tropas francesas por territorios españoles. Pero una vez en España los franceses iniciaron una ocupación de facto. El los reyes Carlos IV y su hijo Fernando VII fueron obligados en las abdicaciones de Bayona a renunciar al trono español a favor de Napoleón, quien lo cedió a su hermano José Bonaparte. El los españoles se levantaron contra la invasión francesa dando inicio a la Guerra de la Independencia Española.

Guerra de la Independencia Española. Escena de la Muerte de Pedro Velarde y Santillán durante la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, en Madrid el 2 de Mayo de 1808 (autor: Joaquín Sorolla; fuente: Wikipedia).
Guerra de la Independencia Española. Escena de la Muerte de Pedro Velarde y Santillán durante la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, en Madrid el 2 de Mayo de 1808 (autor: Joaquín Sorolla; fuente: Wikipedia).

Después de seis años de guerra, el el ejército español se pronunció en apoyo a la restitución de Fernando VII en el trono de España. Esto significó el regreso de la monarquía absolutista que el derogó la Constitución de Cádiz de 1812, a solo dos años de haber sido promulgada. El se firmó el Tratado de París entre Francia y la Sexta Coalición. Después de un nuevo intento de Napoleón por recuperar el trono francés y extender la guerra, se firmó el segundo tratado de París el .

Nomenclatura

El conflicto en la Península Ibérica durante las guerras napoleónicas se conoce con diferentes nombres dependiendo de la región, el ámbito o el período. En España se conoce como Guerra de la Independencia Española, Guerra de independencia de España, o simplemente como Guerra de Independencia, al proceso ocurrido entre y contra la ocupación francesa y para la restauración de Fernando VII en el trono español. Bajo este contexto también se conoce como la Guerra de España, la francesada, Guerra del Francés, Guerra de los Seis Años, Levantamiento de los españoles, Revolución de los españoles o Sublevación de los españoles.

Pero la Guerra de Independencia Española fue uno de los teatros militares en la Península Ibérica durante las Guerras napoleónicas. En Gran Bretaña y en el resto del mundo se conoce como Guerra peninsular o Guerra de la península ibérica al conflicto que desde desde 1807 enfrentó a Francia y la España napoleónica contra el Reino Unido, Portugal y la España borbónica por el control de la Península Ibérica.

Antecedentes

Revolución francesa

Revolución francesa

La Revolución francesa fue un violento conflicto en Francia que se inició en 1787, con la convocatoria de los Estados generales que luego se autoproclamaron como Asamblea Nacional, y finalizó en 1799, con el Coup d’état de Napoleón Bonaparte a través del cual se inició una nueva era imperialista en Francia. Napoleón Bonaparte se autoproclamó cónsul de la Primera República Francesa el 18 de febrero de 1799, y en 1804 Pío VII lo coronó como emperador del Primer Imperio Francés.

Guerras revolucionarias francesas

Las Guerras revolucionarias francesas o Guerras de Coalición se llevaron a cabo tras el inicio de hostilidades en 1792 entre Austria y el gobierno revolucionario francés, y concluyeron con la firma del Tratado de Amiens de 1802. Estos conflictos estuvieron caracterizados por el enfrentamiento entre Francia y las diversas coaliciones europeas que se le opusieron. Los franceses estuvieron constantemente en guerra con Gran Bretaña desde 1793 hasta 1802.

Guerras napoleónicas

Las Guerras Napoleónicas fueron una serie de conflictos bélicos a escala global durante el tiempo que Napoleón Bonaparte gobernó Francia, entre 1803 y 1815. El afán imperialista de Napoleón lo impulsó a controlar durante más de una década a casi toda Europa gracias a una serie de conquistas y alianzas. El principal adversario ante las aspiraciones expansionistas de Napoleón era el Imperio Británico y se encontraba entre sus planes la invasión de Inglaterra, aunque no tuvo éxito.

Las guerras napoleónicas se desarrollaron en diferentes frentes en Europa, el océano Atlántico, Río de la Plata, océano Índico, Norteamérica, y en el mar Caribe. Durante los doce años en los que se prolongó el conflicto hubo diferentes alianzas y coaliciones, que principalmente enfrentaron al Reino Unido y sus aliados (Austria, Rusia, España, Portugal, entre otros) contra el Primer Imperio francés y sus aliados (Holanda, España napoleónica, Italia, Dinamarca y Noruega, entre otros).

Bloqueo Continental

El 21 de noviembre de 1806 entraron en vigor una serie de decretos promulgados por Napoleón Bonaparte en Berlín, llevando a efecto un Bloqueo Continental contra la amenaza británica a través de la imposición de medidas económicas. El Bloqueo Continental fue una política exterior de Napoleón en su lucha contra el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Consistió en un bloqueo económico y comercial impuesto por Francia por el cual se excluía a Gran Bretaña de todo intercambio mercantil con el resto de Europa, con la finalidad de arruinar las finanzas de los británicos.

El único país europeo que se opuso abiertamente al Bloqueo Continental fue Portugal, ya que dependía notablemente del comercio con Gran Bretaña así como de las rentas de su imperio ultramarino para subsistir. Esto causó que Napoleón amenazara con invadir Portugal y se firmara un tratado con España para tal efecto.

Tratado de Fontainebleau

El Tratado de Fontainebleau fue un acuerdo entre Francia y España firmado el 27 de octubre de 1807 en la ciudad francesa de Fontainebleau en el que se estipulaba una invasión militar conjunta de Portugal, ante el desacato del Bloqueo Continental contra Gran Bretaña. El tratado también estipulaba el paso terrestre de las tropas francesas por el territorio español para la invasión de Portugal. Este tratado fue el precedente directo a la invasión francesa de Portugal y de la misma España.

De acuerdo con el tratado, los territorios de Portugal serían divididos en tres zonas:

  1. El norte de Portugal (Oporto y Entre-Minho-e-Douro) sería entregado con el nombre de «Reino de Lusitania Septentrional» al antiguo rey de Etruria, Carlos Luis de Parma (Luis II de Etruria), sobrino de Fernando VII, en compensación por sus territorios italianos entregados a Napoleón.
  2. La zona centro de Portugal (Beiras, Trás-os-Montes y Estremadura portuguesa) y el resto de los territorios estarían administrados por los franceses.
  3. La zona sur de Portugal (Alentejo y Algarve) pasaría al primer ministro español Manuel Godoy y su familia como «Principado de los Algarves».

El tratado estipulaba que la eventual división de las colonias portuguesas entre Francia y España sería motivo de un acuerdo posterior.

Guerra de la península ibérica

La Guerra de la Independencia Española abarca un período paralelo con la Guerra de la península ibérica entre 1808 y 1814. La Guerra de la Independencia Española abarca el conflicto histórico de los españoles entre 1808 y 1813-1814 contra las fuerzas invasoras de Napoleón, hasta la restitución del rey Fernando VII en el trono. Mientras que la Guerra peninsular abarca en un sentido más amplio a todos aquellos conflictos bélicos y estrategias militares que ocurrieron en la península ibérica (incluyendo España) entre 1807 y 1814 durante las guerras napoleónicas.

Invasión napoleónica

Invasión franco-española a Portugal

Con la instauración del Bloqueo Continental en Europa contra los británicos, Napoleón Bonaparte buscaba aislar completamente a Gran Bretaña del comercio europeo y arruinar la economía británica. Sin embargo, los portugueses no acataron el bloqueo económico y Napoleón orientó su interés hacia la Península Ibérica y el Mediterráneo occidental, ejerciendo presión sobre la corte de Portugal a la que se advirtió para que adoptase un cierre al comercio con los británicos desde sus puertos.

Desde el punto de vista histórico, Portugal era un antiguo e importante aliado comercial de Gran Bretaña. Al mismo tiempo, Gran Bretaña había encontrada nuevas oportunidades de comercio con Brasil, la colonia portuguesa en América. Esta apertura de los portugueses al comercio con los británicos irritaba a Napoleón y consideraba como una amenaza el acceso británico a la flota naval portuguesa.

El 19 de julio de 1807 Napoleón envió órdenes a través de su canciller, Charles Maurice de Talleyrand-Périgord, para que Portugal declarase la guerra a Gran Bretaña, cerrara sus puertos a los navíos británicos, detuviese a los británicos de paso de manera provisional y confiscara sus bienes. Después de unos días el gobierno portugués respondió que no iría más allá de sus acuerdos originales.

En agosto de 1807, Napoleón encargó al general Jean-Andoche Junot la organización en Bayona del Cuerpo de Observación de la Gironda con alrededor de 30.000 soldados para forzar el Bloqueo económico y marítico en Portugal. Napoleón tomó como ejemplo los eventos de la Guerra de las Naranjas en 1801 (que enfrentó brevemente a España y Francia contra Gran Bretaña) y reclamó el apoyo de la corte española para la invasión a Portugal. España entonces envió un ultimátum el 12 de agosto de 1807 al gobierno portugués a través del conde de Campo Alange.

El 27 de octubre de 1807 los franceses y los españoles firmaron el Tratado de Fontainebleau para organizar una acción militar conjunta contra Portugal. Bajo los términos del acuerdo se le permitía el tránsito a las tropas francesas a través de territorio español para la invasión de Portugal. También establecía la división del territorio portugués en tres entidades: el norte sería entregado al antiguo rey de Etruria con el nombre de «Reino de Lusitania Septentrional», el sur sería entregado al primer ministro español con el nombre de «Principado de los Algarves» y el resto de los territorios quedarían bajo control de los franceses.

De acuerdo a los términos del tratado franco-español de de Fontainebleau, la invasión francesa liderada por Junot estaría apoyada por 25,500 soldados franceses organizados en tres columnas. Unos 6.500 soldados españoles bajo el mando del general Taranco marcharon desde Vigo a tomar por asalto Porto en el norte. Unos 9.500 españoles bajo el mano del general Solano avanzarían desde Bajadoz para capturar Elvas y su fortaleza. Otros 9.500 españoles bajo el mando del general Caraffa recibieron instrucciones para reagruparse en Salamanca y Ciudad Rodrigo para cooperar con las principales fuerzas francesas de Junot.

Negociaciones de último minuto entre los portugueses y los franceses fracasaron. Los portugueses fueron notificados que de no rendirse en el acto la casa de Braganza sería depuesta. Las primeras tropas francesas ya habían comenzado a cruzar la frontera de España hacia territorios de Portugal. La invasión francesa de Portugal no encontró resistencia armada y Junot entró rápidamente en Lisbon con una columna de 1.500 hombres fatigados el 30 de noviembre.

Invasión francesa a España

Invasión francesa a España

Para 1807 en España se encontraba un sistema político sumido en el caos y la corrupción. Carlos IV, un hombre apático y desinteresado por el gobierno era el rey de España desde 1788, pero era considerado como un gobernante incompetente. Sin embargo, la reina María Luisa de Parma y su supuesto amante, el primer ministro Manuel Godoy (también conocido como príncipe de la Paz por su negociación de la Paz de Basilea en 1795) , eran quienes gobernaban el reino de una forma u otra. España controlaba el acceso al Mar Mediterráneo y poseía numerosas colonias en ultramar. Era un importante punto estratégico en el mapa europeo.

Napoleón se aprovechó de la situación y propuso al gobierno español en octubre de 1807 invadir conjuntamente a Portugal y repartir los territorios entre ambas naciones. Manuel Godoy negoció el Tratado de Fontainlebleau con Francia y poco después se permite el tránsito de los franceses por el territorio español para la invasión a Portugal. Pero la verdadera intención del emperador era conquistar simultáneamente a España y Portugal para designar a la cabeza de ambos reinos a su hermano José Bonaparte (soberano de Nápoles desde 1806).

El 17 de noviembre las tropas franco-españolas al mando de Junot entraron en Portugal con destino a Lisboa, sin enfrentar resistencia alguna. El 22 de diciembre otro ejército francés liderado por Dupont con 22.000 efectivos de infantería y 3.500 de caballería entró en España sin anuencia de la Corte española; y el 9 de enero, cruzó la frontera franco-española otro ejército al mando de Moncey con 25.000 efectivos de infantería y 2.700 de caballería. Pronto la persistente presencia francesa en España se volvió sospechosa, sumado al hecho que ocuparon ciudades que incluso no se encontraban de camino a Portugal.

El 1 de febrero, contraviniendo lo pactado con España en Fontainlebleau, el general Junot depuso formalmente a la dinastía Braganza en Portugal y al consejo de regencia designado por el príncipe regente, y proclamó el gobierno de Napoleón sobre la totalidad del territorio portugués. Durante el mismo mes de febrero, Napoleón se reveló contra su aliados y ordenó a los comandantes franceses tomar las fortalezas españolas. Barcelona fue tomada el 29 de febrero cuando una columna francesa disfrazada como un convoy de soldados heridos convenció a las autoridades a abrir las puertas de la ciudad.

Los 100.000 soldados del ejército real español se encontraban paralizados y pobremente equipados. Las tropas españolas se encontraban confundidas ante los disturbios en Madrid, frecuentemente sin líderes y dispersadas desde Portugal hasta las Islas Baleares. Por ejemplo, las tropas de la división del norte lideradas por el general español Pedro Caro y Sureda habían sido asignadas a Napoleón en 1807 y permanecían en Dinamarca bajo el comando de los franceses.

Solo en las periferias de España hubo una respuesta efectiva. El ejército de Galicia bajo el mando de Joaquín Blake y el ejército de Andalusia bajo el mando de Francisco Javier Castaños lograron ambos contener la invasión francesa. Los franceses no tuvieron éxito en tomar mucho del noreste de España pero tampoco pudieron los españoles repeler la invasión francesa.

Motín de Aranjuez

Entre el 17 y 19 de marzo de 1808 ocurrió el Motín de Aranjuez. Se trató de un levantamiento aparentemente popular en protesta al asentamiento de las tropas francesas en España por el que se obligó al rey Carlos IV a abdicar el trono español a favor de su hijo Fernando el 19 de marzo, pero fue realmente un golpe de Estado propinado por la Guardia Real. Fernando VII fue recibido como un salvador cuando entró en Madrid el 24 de marzo.

Abdicaciones de Bayona

Abdicaciones de Bayona

Ante los problemas políticos de la monarquía española y las disensiones en la corte española, Napoleón extendió invitaciones a París (por separado) a Carlos IV y a su hijo Fernando VII para escuchar sus planteamientos. Tanto padre como hijo necesitaban del apoyo de Napoleón y no cuestionaban su amistad, Carlos para recuperar el trono y Fernando para legitimar su posesión.

Fernando VII estableció un Consejo de Regencia (o Junta de Gobierno) que gobernase en su ausencia y partió a Bayona bajo la promesa de Napoleón de ser reconocido como el legítimo rey, arribando junto a su comitiva el 20 de abril. Carlos IV por su parte, arribó a Bayona junto a su esposa el 30 de abril cuando fueron agasajados por Napoleón como los verdaderos reyes de España. El emperador francés había decidido sustituir a los Borbones por la familia Bonaparte, y convertir así a España en un Estado satélite. Napoleón pretendió ser un aliado y engañó a los regentes españoles en creer que tenía intenciones pacíficas y amigables.

El 2 de mayo de 1808 ocurrió el levantamiento de los españoles en Madrid contra las tropas francesas, mientras ocurrían los hechos en Bayona.

El 5 de mayo de 1808 se llevaron a cabo las abdicaciones de Bayona. Carlos IV y Fernando VII encontrándose en Bayona fueron obligados a abdicar sucesivamente sus derechos al trono de España a favor de Napoleón Bonaparte, quien poco después lo cedió a su hermano José Bonaparte con el nombre José I. El 12 de mayo también renunciaron a sus derechos los otros posibles sucesores Carlos y Antonio en Burdeos, al igual que la reina de Etruria. El infante Francisco de Paula era menor de edad y no suscribió la abdicación.

Guerra de la Independencia Española

La Guerra de Independencia Española se desarrolló entre 1808 y 1814. El primer enfrentamiento campal entre un ejército español más o menos organizado y las tropas imperiales francesas se llevó a en la batalla del puente de Alcolea en la Provincia de Córdoba (Andalucía), pero la historiografía española considera generalmente que el levantamiento del 2 de mayo contra los franceses fue el inicio de la Guerra de la Independencia Española. Por lo menos 100 batallas se llevaron a cabo hasta la conclusión del conflicto en 1814.

Levantamiento del 2 de mayo

Desde el Motín de Aranjuez del 17 de marzo España se encontraba en un estado permanente de conflictividad. Los ataques contra los godoyistas eran frecuentes, sumado al creciente descontento popular después que los franceses incumplieron la promesa de reconocer a Fernando VII en Bayona en abril de 1808. A principios de mayo de 1808 corrían rumores que la Junta de Gobierno (el Concejo de Regencia establecido por Fernando VII para gobernar en su ausencia) era presionado para enviar a Bayona a los miembros de la familia real que permanecían en Madrid.

El 2 de mayo de 1808 los ciudadanos en Madrid se rebelaron contra la ocupación francesa, asesinando unos 150 soldados franceses antes que la revuelta fuese brutalmente reprimida por la guardia imperial élite de Joachim Murat y la caballería de Murat, que asaltó la ciudad y atropelló a los manisfestantes.

El 3 de mayo de 1808 el ejército francés fusiló a cientos de madrileños en retaliación por la revuelta del día anterior. Este evento fue inmortalizado por Francisco Goya en su pintura «El 3 de mayo en Madrid» también conocida como «fusilamientos en la montaña del Príncipe» Pío o «Los fusilamientos del tres de mayo».

Insurrecciones provinciales

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Intervención de la Grande Armée

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Sexta coalición (1812-1814)

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El Imperio Francés contra el Reino Unido, Rusia, Prusia, Suecia, Austria y España.

Batalla de Vitoria

La batalla de Vitoria se llevó a cabo el 21 de junio de 1813 en los alrededores del río Zandorra a tres kilómetros de la localidad de Vitoria. Fue un conflicto decisivo en la Guerra de Independencia Española. El ejército aliado al mando del general Arthur Wellesley (futuro duque de Wellington) se enfrentó a las tropas francesas que escoltaban la huida de José Bonaparte hacia la región de Vitoria. La victoria aliada aceleró la expulsión de las fuerzas francesas del territorio español (con excepción de Cataluña) y traslado la etapa final a territorio francés.

El ejército francés se encontraba comandado por José Bonaparte y los generales Jean-Baptiste Jourdan y Honoré Gazan, quienes contaban con alrededor de 58.000 hombres y 153 cañones. El ejército aliado se encontraba al mando de los generales Arthur Wellesley, Thomas Graham, Rowland Hill, George Ramsay, Miguel Ricardo de Álava, Francisco de Longa, Francisco da Silveira y Luís do Rego Barreto. Disponían de unos 80.000 hombres divididos en cuatro columnas y 90 cañones (consistían en alrededor de 50.000 británicos, 16.000 portugueses y 8.000 españoles).

Después de una serie de encarnizados enfrentamientos los aliados lograron romper las defensas napoleónicas. Los franceses iniciaron una huida desesperada dejando atrás el armamento y la artillería. José Bonaparte se vio obligado también a huir de la zona a caballo, abandonando un cuantioso botín que procedía del saqueo al patrimonio público español (que luego fue saqueado por los britanicos).

Fin de la guerra

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En diciembre de 1813 Francia y España firmaron el Tratado de Valençay (en la localidad francesa de Valençay) en el que el Napoleón Bonaparte ofreció la paz y reconoció a Fernando VII como rey de España ante las derrotas sufridas en la Guerra de la Independencia Española. Sin embargo, el tratado no entró en vigor en España debido a que las Cortes y la Regencia en Madrid no lo aceptaron. Ya estando la guerra perdida para los franceses, Napoleón Bonaparte procedió a liberar a Fernando VII y permitió su regreso a España en marzo de 1814.

Otro tratado de paz se firmó en París el 30 de mayo de 1814.

Repercusiones

Las repercusiones de la Guerra peninsular o Guerra de independencia española fueron trascendentales desde el punto de vista histórico en Europa, pero tuvo consecuencias especialmente en Las Américas donde se produjeron movimientos independentistas como respuesta directa a la ocupación francesa de España. Más tarde el imperio español emprendió una guerra continental para reprimir las rebeliones y recuperar sus colonias en América.

  • Derogación de la Constitución de Cádiz
  • Restauración de la monarquía absolutista
  • Cambios territoriales establecidos en el Congreso de Viena
  • Proclamaciones de independencia en las colonias de América
  • Guerra de Independencia de América Latina
  • Descolonización de América

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