Volver a Los Estados Unidos en la Revolución Mexicana Sección anterior: Los Estados Unidos antes de 1913 | Sección siguiente: De la Convención de Aguascalientes al ataque de Pancho Villa contra Columbus, NM

El presidente estadounidense Wilson tenía una opinión diferente a la de su predecesor, el presidente Taft. Woodrow Wilson creía en la soberanía de la voluntad popular y por ello se negó a reconocer lo que él consideraba el gobierno ilegítimo de Victoriano Huerta. A pesar de ello, Wilson tuvo que aparentar que estaba haciendo algo para calmar la situación mexicana, por lo que él y su Secretario de Estado, William Jennings Bryan, decidieron ocupar el puerto más importante de México.

El embargo de armas de Estados Unidos y Huerta

Muchos vieron la negativa de Wilson a reconocer la presidencia de Huerta como una orden para que éste abandonase el puesto. Ciertamente, muchos entendieron el embargo de armas y la invasión de Veracruz como una manera de limitar su autoridad y forzar su dimisión. Esta caricatura, dibujada por Clifford Kennedy Berryman, apareció en julio de 1914, probablemente en el Washington Star, y muestra a los Estados Unidos ordenando a Huerta a que abandonase la presidencia.

El embargo de armas estadounidense comenzó poco después de la toma de posesión del presidente Wilson en marzo de 1913. El presidente creía que el embargo provocaría un alto el fuego entre las diferentes facciones involucradas en la Revolución Mexicana. Aunque técnicamente el embargo estaba diseñado para aplicarse de igual manera a todas las facciones beligerantes, Huerta sufrió más que el resto. Después de que Carranza declarase a Coahuila en rebelión en febrero de 1913, Huerta confiscó toda la producción militar de las factorías mexicanas, aunque México no producía suficientes armas o municiones para abastecer las necesidades del ejército federal a medida que el conflicto se recrudecía. Por lo tanto, Huerta requisó todas las armas en manos privadas para uso militar en las regiones bajo su control, dejando a la población civil desarmada e incapaz de defenderse contra los ataques de los Constitucionalistas. Poco después, incluso el requisado de armas y municiones a la población civil resultó insuficiente, por lo que Huerta pidió a Estados Unidos la devolución de todas las armas que habían sido confiscadas a las tropas federales que se habían rendido a Estados Unidos en la frontera, pero el presidente Wilson se negó. Desesperado, Huerta miró hacia Europa y Asia, realizando un pedido de 40 millones de cartuchos y decenas de miles de rifles de Europa, y otro de 70.000 rifles a la Mitsui Rifle Company de Japón. En el momento en que declaró a México en bancarrota, Huerta había hecho un pedido de más de 145 millones de cartuchos, los cuales nunca fueron entregados.

Ya que los métodos legales no pudieron proporcionar suficiente munición para mantener a las fuerzas federales en la lucha, en el verano de 1913, Huerta tuvo que recurrir a métodos ilegales para conseguir armas. Para ello envió a contrabandistas a Nueva Orleáns y Nueva York para procurar armas y enviarlas a Cuba donde barcos mexicanos se encargarían de recogerlas. Los Departamentos de Estado y de Guerra de Estados Unidos pronto se dieron cuenta de la estratagema de Huerta y la usaron en su contra. A lo largo de 1913, los barcos que se dirigían a La Habana transportando armas para Huerta, sufrían “accidentes” o eran interceptados y enviados a bases navales americanas en Tampico o Veracruz. Después esas armas eran “accidentalmente” enviadas a las tropas de Carranza que alegremente las aceptaban a pesar de los comentarios antiamericanos que Carranza había hecho en público. Cuantas más armas Huerta obtenía en Estados Unidos por contrabando, más municiones iban a parar a las manos de Carranza.

A finales de 1913, Huerta probó una nueva táctica. Envió a Nueva York grupos de contrabandistas al mando del vice-cónsul ruso en México, León Rast, donde compraron cuantas más municiones les fue posible de la Hartford Colt’s Manufacturing Company. En lugar de ir a Cuba, sin embargo, estas armas fueron enviadas a Odesa, Rusia, y luego a Hamburgo, Alemania, y de allí a Veracruz en el trasatlántico alemán Ypiranga. Desafortunadamente para Huerta, el Ypiranga llegó demasiado tarde para servirle de ayuda.

"Notice to quit : U.S." Clifford Kennedy Berryman. Published in the Washington Star, July 1914. Cartoon Drawings, Prints and Photographs Division, Library of Congress

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj001

Buques extranjeros y tropas revolucionarias en la Bahía de Tampico y Ciudad Victoria

A partir de 1913, después de que el presidente Madero fuera asesinado, EE.UU. desplegó varios buques de guerra en la bahía de Tampico con fines de reconocimiento militar. La marina de EE.UU. recopiló información sobre la insurgencia de Carranza contra Huerta y protegió los intereses de los ciudadanos estadounidenses que vivían en la costa del Golfo de México. Buques británicos, franceses y españoles también estaban desplegados en Tampico. Aunque la presencia de fuerzas militares extranjeras en aguas mexicanas suponía una flagrante violación de la soberanía del país, Huerta no hizo nada, excepto enviar a sus propios marineros de la cañonera Zaragoza a que visitaran a los comandantes estadounidenses el 28 de diciembre de 1913.

El corazón de la industria petrolera en la región del delta del Pánuco estaba en la ciudad de Tampico. Las fuerzas rebeldes atacaron los bastiones regionales de Huerta y los intereses petroleros en Pánuco. Tanto las fuerzas rebeldes como las tropas federales sabían que la clave para lograr la victoria se encontraba en el control de Pánuco, ya que su industria petrolera producía y procesaba suficiente petróleo para abastecer a las fuerzas mexicanas y a los combatientes en la I Guerra Mundial. Las ganancias generadas podrían ser usadas en la reconstrucción de la infraestructura mexicana, una vez concluida la Revolución.

El líder rebelde Othón Lastra comprendió la importancia de controlar la industria petrolera tomando Pánuco por sorpresa en el otoño de 1913. Lastra no encontró resistencia por parte de la población y logró controlar la Bahía de Tampico con relativa facilidad. Poco después, anunció a la prensa estadounidense su intención de cerrar la bahía y atacar Tuxpan. El general federal Arzamendi, avisado de antemano, atacó a los rebeldes a las afueras de Tampico forzando su retirada a Ciudad Victoria.

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj002

Los extranjeros huyen de Tampico

A medida que se intensificaba la lucha entre las tropas federales de Huerta y los constitucionalistas de Carranza en Tampico, muchos países se empezaron a preocupar por la seguridad de los ciudadanos que residían allí, ya que su bienestar y la protección de los intereses económicos estaban estrechamente ligados.

EE.UU. estuvo al frente de la mayor y mejor organizada evacuación porque todavía no estaba involucrado en la Primera Guerra Mundial. Por ejemplo, la Marina de EE.UU. forzó el traslado de muchos americanos de Tampico a Galveston, Texas. Tan impresionado había quedado el gobierno francés por la manera en que se había llevado a cabo que pidió a la Marina de EE.UU. a que también evacuase a sus ciudadanos.

Este artículo de periódico describe en qué medida algunos de los extranjeros fueron evacuados de Tampico hacia mediados de diciembre de 1913. Mientras las fuerzas insurgentes y federales continuaban luchando, los extranjeros temían por sus propiedades y sus vidas, a pesar de que los líderes rebeldes habían prometido evitar causarles daño tanto como fuera posible, por lo que se creó una zona neutral para proteger las vidas de los extranjeros.

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj003

Woodrow Wilson y el no-reconocimiento diplomático del gobierno de Huerta

Al presidente electo Wilson no le gustaba la “diplomacia del dólar” del expresidente Taft y odiaba al embajador Wilson, quién creía que sólo un dictador podía mantener el orden y proteger los intereses económicos estadounidenses. Además, al presidente Wilson simplemente no le gustaba Huerta, pues le consideraba corrupto, violento, irracional y además alcohólico, y no lo quería ejerciendo ningún control sobre los intereses estadounidenses en México. El 4 de marzo, Huerta envió una carta felicitando a Wilson, pero éste respondió al general, y no al presidente Huerta. El 11 de marzo, Wilson anunció que los Estados Unidos sólo reconocerían gobiernos establecidos de manera constitucional y moral, y no reconocería a aquellos que hubiesen llegado al poder usando la violencia. Tanto el embajador Wilson, como Huerta, no creían que Wilson dejase de reconocer a su gobierno por razones puramente morales. El mundo entero creía que con el tiempo Estados Unidos reconocería su régimen. Para el mes de julio, casi toda América Latina y Europa habían reconocido a Huerta, así como también, China y Japón. Wilson, sin embargo, todavía se negaba a hacerlo, incluso a pesar de que hombres de negocios estadounidenses en México pidieran al presidente que lo hiciese.

Wilson envió al periodista William Bayard Hale para que le informase de la situación sobre el terreno, aclarar lo sucedido durante la Decena Trágica y sobre el ascenso de Huerta al poder. Los informes de Hale condenaron tanto a Huerta como al embajador estadounidense. En julio, el presidente ordenó al Comité de Relaciones Exteriores del Senado a que cesase de su puesto al embajador Henry Lane Wilson, y en agosto nombró a John Lind como el nuevo representante presidencial en México. Nada más llegar allí, Lind comenzó negociaciones secretas con el gobierno de Huerta, exigiendo un alto el fuego, elecciones libres y abiertas de manera inmediata, y en las que Huerta no se presentaría, y que los resultados fueran respetados.

Huerta respondió que él solamente negociaría después de que los Estados reconocieran su gobierno. Lind le dijo que Estados Unidos nunca lo iban a reconocer sin unas elecciones. Al mismo tiempo, Wilson envió a diplomáticos directamente a los líderes constitucionalistas en el norte y a los zapatistas en el sur. Las relaciones con el gobierno de Huerta continuaron deteriorándose hasta que Estados Unidos finalmente rompió todas las negociaciones el 9 de abril de 1914.

W.B. Hale. Bain Collection, Prints and Photographs Division, Library of Congress. LC-DIG-ggbain-13947 (digital file from original negative)

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj004

William Jennings Bryan y John Lind

Nacido en 1860, William Jennings Bryan era uno de los rostros más conocidos en la política americana ya por la década de 1890. Un líder del ala más liberal del Partido Demócrata, Bryan se había presentado tres veces a la presidencia antes de que Woodrow Wilson fuese elegido en 1912. Wilson lo nombró su Secretario de Estado debido a sus conocimientos sobre asuntos nacionales e internacionales. Sin embargo, Wilson raramente siguió su consejo. Por ejemplo, cuando Wilson trató de negociar la paz en México, Bryan recomendó una intervención militar. Bryan dimitió de su cargo como Secretario de Estado en 1915, justo cuando Wilson tuvo que afrontar algunas de sus decisiones más difíciles sobre la Revolución Mexicana.

John Lind, soldado y político, emigró de Suecia a EE.UU. a los 13 años de edad. Lind representó a Minnesota en Washington D.C, como miembro del Congreso en el periodo de 1887 a 1893, y como gobernador de 1899 a 1901.

Cuando Woodrow Wilson asumió la presidencia en 1913, consideró establecer la paz en México una de sus máximas prioridades. Como Wilson se opuso rotundamente a la interferencia del embajador Henry Lane Wilson en la Revolución, lo cesó de su cargo, nombrando en su lugar a John Lind como su Enviado Personal para Asuntos Mexicanos, para ser sus ojos y oídos en México, recabar información y negociar acuerdos.

Lind estaba de acuerdo con el presidente Wilson en su postura respecto a Huerta, a quien Lind sólo consideraba como el presidente de facto de México y no su legítimo líder. Lind era de la opinión que Carranza, como el gobernador de Coahuila, legalmente elegido, podría recibir el poder ejecutivo de Huerta hasta que se pudieran celebrar unas elecciones. Al negar el reconocimiento, EE.UU. podría forzar a Huerta a cumplir con las demandas de Washington. Como Lind escribió: “Con él [Huerta] en el [poder], no se podrá, a mi juicio, esperar tal acuerdo.” (John Lind a William Jennings Bryan, el 29 de mayo de 1914, William Jennings Bryan Papers). Lind informó a Wilson que las relaciones diplomáticas podrían reanudarse y que se podría llegar a un acuerdo con cualquier persona menos con Huerta.

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj005

Preludio a una invasión y la respuesta de Huerta al presidente Wilson

La intervención estadounidense en Veracruz no fue el único motivo por el que el gobierno de Huerta fue derrotado. Huerta sencillamente no podía resistir las fuerzas que le presionaban por todos lados. Cuando los constitucionalistas se alzaron contra Huerta, el presidente Wilson se aprovechó de la división interna. Como el propio Huerta manifestó más tarde: “Se me pusieron todos los obstáculos y al fin se consumó la ocupación de Veracruz, en una forma contraria a todas las leyes de la guerra, violando la soberanía de un pueblo y asesinando inocentes con cañones que disparaban a salvo de ser tocados. Y todo para arrojarme del poder.” (Huerta, Memorias del general, p. 98).

Huerta identificaba a Henry Lane Wilson como su amigo, porque ambos eran enemigos de Francisco Madero. Sin embargo, él afirmó que Wilson había participado activamente en el derrocamiento tanto de Díaz como de Madero. En el momento en que Woodrow Wilson se involucró en el conflicto, la mayoría de los países ya había reconocido a Huerta, pero EE.UU., bajo Wilson, se negó. Huerta intentó seguir pidiendo préstamos de los países europeos, pero después de la negativa de Wilson a reconocer su gobierno, el dinero se había acabado. De acuerdo al propio Huerta, todo lo que el presidente Wilson hizo, incluyendo enviar a John Lind, había sido con la intención de apartarlo de la presidencia e instalar a los constitucionalistas en su lugar.

Memorias del Gral. General Collections, Library of Congress. (NP, 1914); F1234 .H86

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj006

Las cartas de John Lind a William Jennings Bryan (marzo y mayo de 1914)

Las ya tensas relaciones entre EE.UU. y México empeoraron a principios de 1914, cuando tropas al mando de Pancho Villa mataron al ciudadano inglés William Benton. En respuesta, el Secretario de Estado estadounidense, William Jennings Bryan, instaba a que EE.UU. adoptase una política de vigilancia y preparación.

El diplomático John Lind, escribió a Bryan el 23 de marzo de 1914 para tratar la rebelión zapatista en Morelos. Lind creía que la paz en Morelos era esencial para el país y que eso sólo podría pasar o bien ganándose la confianza de los zapatistas, o bien exterminándolos. Lind predecía que EE.UU. podría destruir a Huerta en menos tiempo y con menos dinero de lo que se necesitaría para establecer la paz en el sur de México. Lind también instaba a Bryan a que se pusiera en contacto con los revolucionarios constitucionalistas en el norte, pensando que EE.UU. ya se había inclinado por ellos y que se les debería apoyar con armas. Si los constitucionalistas tomaran Veracruz, Tampico y Torreón, su victoria estaría prácticamente asegurada pero, al mismo tiempo, advertía, EE.UU. tendría que vigilarlos muy de cerca.

Más tarde, Lind escribiría un libro sobre los mexicanos, indicando, “Sentí entonces [en 1914], como siento ahora [en 1915], que la paz en México es imposible... Estoy convencido de que si [el gobierno de EE.UU.] hubiera reconocido a Huerta y se le hubiera proporcionado la oportunidad de tomar prestado todo el dinero que Europa le hubiera podido prestar, no habría establecido la paz en México.” (Lind, La gente de México, 13). Lind ya había expresado su posición sobre Huerta en una carta dirigida a Bryan, el 29 de mayo de 1914. Lind le dijo que se necesitaba un nuevo presidente en México, y que “la eliminación de Huerta era necesaria para los intereses del pueblo mexicano.” (Lind, La gente de México, 28)

John Lind to William Jennings Bryan, 23 March 1914. Page 2. William Jennings Bryan Papers, Manuscript Division, Library of Congress. mm 75014217

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj007

Inversionistas extranjeros siguen el progreso de la Revolución Mexicana

Los inversores de todo el mundo estaban muy interesados por la Revolución Mexicana. Cada uno de ellos apoyaba a un bando o a otro para aventajar a sus competidores en el mercado internacional, ganar la I Guerra Mundial, y obtener los máximos beneficios. Los consulados y ejércitos extranjeros recopilaban información sobre los avances de las tropas de Huerta, Carranza y Obregón, e intercambiaban información entre sí.

La División de Manuscritos de la Biblioteca del Congreso guarda en sus fondos los papeles del contraalmirante Henry T. Mayo, los cuales incluyen todas las notas tomadas por los oficiales en Veracruz sobre el progreso de la rebelión contra Huerta desde 1913 hasta 1914. Estos apuntes o comentarios son de varia índole: algunos son memorandos militares dirigidos al almirante Fletcher, comandante de todas las fuerzas navales estadounidenses en el Atlántico, algunos aparecen escondidos en las cartas personales entre el cónsul de EE.UU. en México y Mayo, y otros son de los propios líderes de la Revolución, bien a través de correspondencia directa con el almirante Mayo o a través de otros consulados extranjeros.

Por ejemplo, cuando el almirante Mayo se enteró en abril de 1914 que las fuerzas rebeldes tenían planeado hacerse con el control de Tampico, escribió al general Luis Caballero, comandante de las fuerzas constitucionalistas, para recordarle de la neutralidad de EE.UU. También pidió que los intereses petroleros a lo largo del Río Pánuco no se tocaran, pues estaban muy cerca del lugar desde donde los refugiados extranjeros embarcaban en los barcos que partían de México. En respuesta a las preocupaciones expresadas por el almirante, Caballero escribió:

“Inspirado en el decreto emitido por... en el que Carranza dispone que las vidas y propiedades de los extranjeros sean absolutamente respetadas. Al comenzar el ataque contra este puerto [Tampico] he expedido una circular a todos los jefes de esta columna, insistiendo a que extiendan todas las garantías a los ciudadanos extranjeros”.

Admiral Henry T. Mayo to General Luis Caballero, April 1914. Page 2. Henry T. Mayo Papers, Manuscript Division, Library of Congress. mm 83060608

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj008

Ignacio Morelos Zaragoza (1860–1927)

Nacido en Monterrey, Nuevo León, el 22 de agosto de 1860, el general Ignacio Morelos Zaragoza estuvo al frente de las tropas mexicanas que lucharon contra la invasión de Tampico por EE.UU. Morelos Zaragoza apoyó al presidente Huerta y fue nombrado gobernador y comandante militar de Tamaulipas. Después de otro ascenso, a general de división, en 1914, Morelos fue destinado a Tampico desde donde observaba las actividades extranjeras en el Golfo de México.

Al poco de llegar a Tampico, las relaciones entre EE.UU. y el régimen de Huerta se rompieron a raíz del “Incidente del Dolphin,” un momento tenso cuando varios marineros estadounidenses fueron accidentalmente arrestados. El propio Morelos Zaragoza se tuvo que enfrentar al fracaso diplomático cuando EE.UU. exigió una salva de 21 cañonazos a la bandera americana como disculpa. Dos días más tarde, el Senado de EE.UU. concedió al presidente Wilson la autorización para invadir Veracruz. No obstante, Morelos Zaragoza todavía luchó contra el nuevo régimen de Carranza, fue arrestado y puesto en libertad.

El gobierno estadounidense estaba muy interesado en los comandantes militares en las ciudades importantes donde tenía grandes inversiones. Tampico y Veracruz eran consideradas como importantes, pues eran los principales puertos de salida del petróleo mexicano, en su mayoría controlado por compañías estadounidenses, británicas y alemanas.

Letter. Henry T. Mayo Papers, Manuscript Division, Library of Congress. mm 83060608

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj009

Henry T. Mayo (1856–1937)

Henry Thomas Mayo nació en Burlington, Vermont, en 1856 y se graduó de la Academia Naval de EE.UU. en 1876. En 1913, fue nombrado asistente personal de Josephus Daniels, Secretario de Marina de Estados Unidos durante la presidencia de Wilson. Después de poco menos de un año de estar trabajando a las órdenes de Daniels, fue nombrado comandante de las fuerzas estadounidenses en el Golfo de México desplegadas frente a la costa en la Bahía de Tampico. El almirante Mayo estaba al mando de las fuerzas navales cuando las relaciones diplomáticas fracasaron a principios de abril de 1914. El almirante pidió al presidente Wilson autorización para que las tropas estadounidenses invadiesen México y fue el segundo al mando de la invasión americana a finales de abril de 1914.

En 1915, después de concluida la ocupación estadounidense de Veracruz, Mayo fue nombrado Comandante de la Flota de la Marina de Estados Unidos en el Atlántico, cargo que ejerció hasta el final de la I Guerra Mundial.

Los papeles del almirante Mayo se encuentran en la División de Manuscritos de la Biblioteca del Congreso. Esta colección incluye su correspondencia personal, órdenes militares, memorandos y comunicaciones oficiales con varios cónsules en México, además de cientos de artículos de periódicos, tanto americanos como mexicanos, que revelan la opinión pública sobre el almirante. Aquí se incluye un periódico americano que califica a Mayo como “El Hombre del Momento” por defender la bandera de EE.UU.

Newspaper clippings. Henry T. Mayo Papers, Manuscript Division, Library of Congress. mm 83060608

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj010

Fracaso diplomático en Tampico: el incidente del “Dolphin”

A principios de abril de 1914, las relaciones diplomáticas entre el régimen de Huerta y EE.UU. se rompieron cuando fuerzas federales mexicanas arrestaron accidentalmente a un grupo de marinos estadounidenses. Estados Unidos tenía desplegados varios barcos en la Bahía de Tampico, incluyendo el buque insignia U.S.S. Dolphin. El 9 de abril, el comandante jefe, almirante Henry T. Mayo, envió a varios de sus marinos al Puente Iturbide para recoger provisiones para el Dolphin. El coronel Ramón H. Hinojosa, quién ignoraba las consideraciones especiales de México hacia los soldados y marinos americanos, arrestó a los hombres de Mayo y los condujo ante el general Ignacio Morelos Zaragoza en la plaza principal de Tampico.

Woodrow Wilson afirmó en sus memorias que el bote llevaba la bandera de EE.UU. y que el coronel Hinojosa sabía que los marineros eran americanos. Esto se contradice con los testimonios de testigos presenciales, quienes afirmaban que el bote no llevaba ninguna bandera ni ningún distintivo que lo identificara como americano. El general Morelos Zaragoza, gobernador en funciones en aquel momento, reconoció su nacionalidad e inmediatamente ordenó su puesta en libertad y puso a Hinojosa bajo arresto, pendiente de una disculpa formal a los marinos.

Unas horas más tarde, oficiales del Dolphin se dirigieron a Morelos Zaragoza pidiendo una explicación sobre lo sucedido. El general recapituló todo el incidente y se disculpó otra vez. Los oficiales regresaron al Dolphin, pasaron el informe al almirante Mayo, y enviaron una carta oficial reconociendo la disculpa del general Morelos Zaragoza a la oficina del Gobernador-General. Sin embargo, a las 5 de la tarde, tropas estadounidenses regresaron de nuevo a la oficina de Morelos Zaragoza, pero esta vez exigiendo una disculpa por escrito y una salva de 21 cañonazos a la bandera estadounidense en el lugar donde los marineros americanos habían sido arrestados. Morelos Zaragoza rápidamente redactó una disculpa pero, al mismo tiempo, dijo que él sólo estaría dispuesto a cumplir con el saludo de los 21 cañonazos si Estados Unidos saludara a la bandera mexicana de igual manera. El presidente Wilson y EE.UU. rechazaron el compromiso del general y solicitó al Congreso autorización para invadir México. Dos días más tarde, el 11 de abril de 1914, el Congreso autorizó la acción militar, poniendo en marcha la invasión de Veracruz.

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj011

Frank Friday Fletcher (1855–1928)

El almirante Fletcher estuvo al mando de varios grupos de batalla integrados en la Flota del Atlántico de la Marina de EE.UU. entre 1912 y 1914. El 21 de abril de 1914, el almirante dirigió la invasión del Puerto de Veracruz en México. Recibió la Medalla de Honor del Congreso por su “Distinguida Conducta en la Batalla”. Sin embargo, Fletcher no se quedó para administrar la ciudad después de la victoria, sino que entregó el mando al ejército.

Fletcher era muy respetado por sus subordinados; pero no así por los mexicanos, contra quienes había dirigido la invasión en 1914. La Henry T. Mayo Collection en la División de Manuscritos de la Biblioteca del Congreso, incluye correspondencia entre los almirantes Mayo y Fletcher, la cual revela lo mucho que Mayo y los otros oficiales lo respetaban. Los mandos de la invasión estadounidense aparecen en esta fotografía: Fletcher a la derecha, Mayo en el centro, y el almirante Charles J. Badger, Comandante en Jefe de la Flota del Atlántico, a la izquierda.

Literary Digest (1914). Henry T. Mayo Papers, Manuscript Division, Library of Congress. mm 83060608

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj012

La invasión

Barcos estadounidenses en el Golfo de México se alinearon frente al Puerto de Veracruz el 21 de abril de 1914, listos para atacar. El almirante Frank F. Fletcher, comandante en funciones del U.S.S. Florida, había apresado al barco alemán Ypiranga para impedir que armas alemanas llegaran a las fuerzas de Huerta. Después la marina estadounidense capturó la Aduana de Veracruz. Fletcher exigió que las fuerzas federales mexicanas, ahora aisladas de cualquier ayuda alemana, se rindieran, o atacarían con cañones pesados de 12 pulgadas para forzar su rendición. Más todavía, si eso no fuera suficiente, el almirante Charles J. Badger, Comandante en Jefe de la Flota del Atlántico, estaba dispuesto a llegar con una fuerza de 10.000 hombres antes del mediodía.

El propio presidente Huerta negoció con Fletcher y ordenó que las tropas mexicanas evacuaran Veracruz. Algunas de las tropas desobedecieron las órdenes de Huerta permaneciendo en la ciudad para protegerla. Comenzó una intensa batalla y la ciudad quedó paralizada.

Después del cierre del mercado central, el cónsul estadounidense llamó veinte minutos más tarde al general Gustavo A. Maass, comandante de las tropas mexicanas que aún permanecían en la ciudad, y le comunicó que las tropas estadounidenses habían tomado el puerto, pero que no atacarían los trenes en la Estación Central ni tampoco las mercancías que llevaran abordo. Las tropas estadounidenses marcharon hasta que se apostaron justo en frente de la estación, mientras que tropas mexicanas se dirigieron para enfrentarse a ellas.

Album Histórico Gráfico (Mexico 1920). General Collections, Library of Congress. F1231.5 G666 1920

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj013

La lucha

Hacia el mediodía, las tropas habían comenzado a luchar en múltiples puntos por la ciudad. El combate comenzó por la Avenida Morelos, continuando por la Plazuela. Las tropas estadounidenses capturaron los edificios de correos y telégrafos. En la Plaza de Armas, las tropas mexicanas intentaron retomar el edificio de la aduana. La batalla se intensificó en la Calle de Esteban Morelos, resonando a lo largo del malecón “Muelle de Sanidad”. Las tropas mexicanas repartieron armas a todos los heridos en el Hospital Militar que estuvieran en condiciones de luchar. Los soldados heridos defendieron los almacenes de artillería en el puerto, al mismo tiempo que presos militares también ayudaron. Incluso los cadetes se enfrentaron al enemigo en las escolleras de Academia Naval. Mientras tanto, en la Estación Central, las tropas mexicanas descargaron las municiones que se encontraban en sus trenes y lucharon contra las tropas estadounidenses a lo largo de los tramos del ferrocarril.

Las fuerzas mexicanas se replegaron hacia Tejería el 22 de abril, y siguieron luchando. A pesar de ello, el almirante Fletcher pidió refuerzos. Hacia el mediodía, un batallón del U.S.S Utah desembarcó en las escolleras de la Academia Naval, territorio que los estadounidenses habían tomado el día anterior. Sin embargo, los cadetes aún controlaban la Academia Naval. Las tropas estadounidenses mantuvieron un fuego de artillería constante desde la Aduana hasta la plaza del mercado, pero aun así, los cadetes resistieron por más de siete horas. Al final del día, los Estados Unidos habían perdido terreno y las tropas del Utah tuvieron que replegarse.

Fletcher pidió refuerzos a los marines. A las 7:45 de la tarde, las fuerzas navales estadounidenses atacaron la ciudad. La incursión de los marines fue rápida, profesional y letal; tomaron Veracruz en cuestión de horas. Para el 23 y 24 de abril los marines habían silenciado todos los focos de resistencia que quedaban en la ciudad, forzando a Maass a evacuar, tal y como Huerta había ordenado originalmente. La invasión había terminado y EE.UU. ocupó oficialmente el puerto de Veracruz.

Mexico in Peace and War: a Narrative of Mexican History and Conditions from the Earliest Times to the Present Hour, Including an Account of the Military Operations by the U.S. at Vera Cruz in 1914 and the Causes that led Thereto. Chicago, 1914. General Collections, Library of Congress. F1208 .R96

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj014

Mapa: trazando las batallas de la invasión

El mapa que se incluye aquí es un plano topográfico de la ciudad de Veracruz en 1907 y muestra donde se libraron las principales batallas de la invasión. El Edificio 1 es el Edificio de la Aduana de Veracruz. Aquí, barcos de la Marina de Estados Unidos capturaron el barco alemán Ypiranga y transfirieron su carga, el primer acto de beligerancia de la invasión estadounidense. En la esquina noroeste se pueden ver las vías de ferrocarril que componen la Estación Terminal. Allí, los trabajadores descargaban el petróleo para la exportación. Además, la estación servía como el punto de transferencia entre la Línea Tampico-Veracruz y la Línea de Tehuantepec, donde las fuerzas estadounidenses derrotaron a las fuerzas federales. En la esquina noreste, a través de la entrada del Golfo de México, se encuentra el edificio 22, la Academia Naval de Veracruz, donde los soldados americanos libraron la batalla más dura de la invasión contra un pequeño grupo de jóvenes cadetes por más de siete horas. Las tropas estadounidenses sólo derrotaron a los cadetes cuando llegaron a controlar el muelle del Faro -Edificio 4- bombardeando luego la academia desde dos posiciones.

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj015

La invasión de Veracruz crea oposición en los Estados Unidos

Aunque el Congreso apoyó la invasión de México, el resto del país no estaba tan dispuesto a hacerlo. Fueron muchos los que criticaron la decisión de Wilson, pues eran de la opinión que los militares estadounidenses deberían quedarse aquí, y dejar el “problema mexicano” para los mexicanos.

Un artículo del San Francisco Chronicle del 21 de abril de 1914 trata la decisión del presidente en un lenguaje altamente crítico, en el que se evidencia la repulsión del autor por las tácticas que Wilson había usado para obtener la autorización del Congreso para la invasión. Acompañado por una caricatura política muy crítica e incisiva, el artículo simboliza el carácter de la oposición estadounidense a la guerra. El ciudadano medio americano no se oponía a la invasión por razones morales; sino más bien, por motivos políticos, argumentando ante todo que Wilson había intimidado al Congreso y manejado la “cuestión mexicana” de la manera equivocada.

Otro problema de cómo Wilson manejó la situación fue su demanda de que México saludara la bandera de EE.UU. Wilson afirmó que el saludo era una disculpa por haber insultado a EE.UU. al arrestar a los marineros del Dolphin. ¿Por qué, entonces, incluso después de la invasión de Veracruz, los mexicanos nunca fueron obligados a saludar la bandera estadounidense? Incluso durante las negociaciones que finalmente condujeron a la retirada de EE.UU. y al desplazamiento de Huerta del poder, el tema nunca fue abordado. La Marina de EE.UU. ocupó Veracruz para demostrar a México que Huerta tenía que renunciar, y lo hizo sin contar con un amplio apoyo por parte de la ciudadanía estadounidense.

Newspaper clippings. Henry T. Mayo Papers, Manuscript Division, Library of Congress. mm 83060608

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj016

Cómo se interpretó la invasión de Veracruz por Estados Unidos

Entre el 20 y 22 de abril de 1914, la marina y los marines de Estados Unidos invadieron y tomaron el puerto mexicano de Veracruz. El presidente estadounidense Wilson, afirmó que las tropas habían invadido porque el gobierno de Victoriano Huerta rehusó disculparse por el Incidente del Dolphin, que había ocurrido después de que varios marinos estadounidenses fueran arrestados en Tampico cuando se encontraban en tareas de reabastecimiento del U.S.S. Dolphin. Los periódicos estadounidenses tomaron diferentes puntos de vista sobre la invasión; mientras algunos estuvieron de acuerdo con el presidente y apoyaron la participación estadounidense en México, otros lo acusaron de abuso de poder. Para más información sobre el incidente y sus repercusiones políticas, ver la sección de Veracruz en este sitio web.

El artículo que se incluye aquí describe la situación en Veracruz y los acontecimientos que transcurrieron durante la invasión, observado también que sólo cuatro soldados estadounidenses murieron, en comparación con los 150 mexicanos.

“Veracruz es tomada por Estados Unidos.” Graham Guardian (Safford, AZ). 24 de abril de 1914. Página 1, imagen 1. Serial and Government Publications Division, Biblioteca del Congreso

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj017

Los efectos de la invasión

Estados Unidos ocupó Veracruz desde el 21 de abril hasta el 23 de noviembre de 1914, ofendiendo a muchos mexicanos, tanto a las fuerzas federales como a las constitucionalistas. El almirante Fletcher declaró la ley marcial en Veracruz, permitiendo con ello que el general de brigada Frederick Funston y el ejército de EE.UU. asumieran el control sobre la ciudad. Huerta consideró declarar la guerra, pero las fuerzas federales estaban luchando en múltiples frentes contra Carranza, Obregón, Villa y Zapata. Los líderes rebeldes también consideraron declarar la guerra, pero tanto Carranza como Villa necesitaban de la ayuda y municiones de EE.UU., y ni Obregón ni Zapata tenían suficientes recursos para luchar simultáneamente contra Huerta y EE.UU.

Representantes de México y EE.UU. se reunieron el 20 de mayo de 1914 en las Cataratas de Niágara, Ontario, Canadá, para evitar una guerra. Con Argentina, Brasil y Chile (las potencias ABC) como testigos, México y EE.UU. acordaron que las tropas de EE.UU. saldrían de México una vez que Huerta dejara la presidencia y se estableciera un gobierno estable en su lugar. En julio Carranza derrocó a Huerta y asumió el control sobre la presidencia mexicana.

Newspaper clipping from the U.S.S. Minnesota. Henry T. Mayo Papers, Manuscript Division, Library of Congress. mm 83060608

Marcar como favorito: //www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/wilson-veracruz-sp.html#obj018

Volver arriba

Volver a Los Estados Unidos en la Revolución Mexicana Sección anterior: Los Estados Unidos antes de 1913 | Sección siguiente: De la Convención de Aguascalientes al ataque de Pancho Villa contra Columbus, NM