ELECTRIC CITY.
8/10
En una era en la que las compañías de internet aspiraban a convertirse también en proveedores de vídeo al estilo de Netflix u otras plataformas de streaming, Yahoo! Screen adquirió esta creación de Tom Hanks, que se convirtió así en su primer original animado. Es más, al estrenarse en julio del 2012, puede considerarse la primera serie de animación para adultos estadounidense que se estrenó en un servicio de streaming: se adelantó por trece meses a The Awesomes (agosto 2013 en Hulu) y por dos años a la primera en alcanzar amplia popularidad, BoJack Horseman (agosto 2014 en Netflix).
Electric City es una distopía futurista que transcurre en un mundo postapocalíptico en el que la electricidad es el bien más preciado. La electricidad y el poder, claro, algo que humanos de todos los lugares y épocas han codiciado. Es esta última cuestión la que hace de la que nos ocupa una sociedad que tiende a la distopía, puesto que los dirigentes, unas matriarcas que se reúnen para tejer, no dudan en recurrir a sicarios para eliminar a la disidencia: los viajes y la comunicación libre, entre otros, están prohibidos para ahorrar energía.
Me parece interesante la creación del universo y cómo refleja su obsesión por la producción y ahorro de energía: llegó un año después de Fifteen Million Merits, el episodio de Black Mirror que abordaba un asunto similar, y una década antes de la crisis energética que tenía en vilo a la Unión Europea como consecuencia de la invasión rusia de Ucrania. En cambio, es menos convincente el guion, repleto de lugares comunes y personajes estereotipados; y la animación, cuya estimable estética no maquilla las carencias presupuestarias.
Dirigida por Joel Trussell, cuenta con guiones de Tom Hanks, Joshua Feldman y Bo Stevenson. A pesar de que no tuvo mucha suerte en el momento de su estreno en internet y nunca pasó de la primera temporada, fue reciclada como largometraje, formado con el que sí ha tenido algo más de recorrido.
