En el Palacio de Charlottenburg (Schloss Charlottenburg) es posible vivir la cultura de la corte de los Hohenzollern del S. XVII a principios del S. XX a pesar de quedar destruido durante la II Guerra Mundial. El edificio original que después fue el palacio y la zona del jardín fue el Schloss Lietzenburg, un palacio de entretenimiento de pequeño tamaño para la princesa electora Charlotte von Brandenburg entre 1695 y 1699, fue edificado según los planos de Arnold Nering. El jardín fue una de las primeras zonas barrocas de estilo francés de Alemania. La amplia remodelación y ampliación comenzó en el año 1701 después de la coronación de Federico I. Hoy en día, las salas barrocas como la zona de porcelana o la capilla se pueden visitar con su diseño original.
Se vivió una ampliación considerable en el palacio después de la subida al trono de Federico el Grande. En 1740 se comenzó la creación de la galería dorada y la sala blanca, además de las habitaciones reales según los planos de Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff con la edificación de la nueva ala y sus salas de fiestas representativas. Las pinturas de Antoine Watteau son unas de las obras más significativas del palacio.
Federico Guillermo II, Federico Guillermo III y su esposa Luisa utilizaron el Palacio de Charlottenburg como residencia de verano. En 1810, Karl Friedrich Schinkel diseñó un nuevo dormitorio para la reina. La sala de la biblioteca se conserva original de la época de Federico Guillermo IV.

En el jardín de palacio están situados el Nuevo Pabellón, el Belvedere y el mausoleo con la tumba de la reina Luisa.