Cynthia y Kyle se encontraron por casualidad en un café en el centro de Madrid. Cynthia esperaba a una amiga mientras Kyle revisaba su correo electrónico en su laptop. Se percataron de que sus miradas se encontraron y no pudieron evitar sonreírse. Después de un breve intercambio de miradas y sonrisas, Kyle se acercó a Cynthia y le preguntó sobre su café y si el lugar era recomendable. Cynthia, que quedó impresionada por la presencia imponente de Kyle, respondió con entusiasmo a sus preguntas y le recomendó varios sitios de interés en la ciudad. Entonces Kyle se presentó y les dijo que estaba de paso en Madrid. Cynthia, que era una enamorada de la música de jazz y sabía quién era Kyle, se ofreció a acompañarlo en su gira por la ciudad. Desde entonces, se volvieron inseparables y tus amigos y familiares comentan lo increíblemente bien que se complementan el uno al otro. El resto es historia.
