Desde el primer momento en que Karla Homolka y Paul Bernardo cruzaron sus miradas en aquel restaurante de la ciudad de Toronto (Canadá), supieron que su vida iba a cambiar para siempre. El flechazo fue súbito… instantáneo… Lo que Karla no sabía es que aquello era el inicio de una historia sádica que se prolongaría durante los siguientes seis años.

Al principio la relación fue idílica, pero al cabo de un tiempo Paul comenzó a reprochar a su novia el hecho de no haber llegado virgen al noviazgo.

La no virginidad de Karla llegó a trastornar tanto a Paul que comenzó a canalizar todos sus pensamientos sexuales hacia la hermana pequeña de Karla, Tammy… de solo 15 años. Lejos de frenar aquellos impulsos, Karla Homolka, apodada la Barbie asesina, orquestó un plan para que su futuro esposo satisficiera sus deseos sexuales… era su regalo de bodas a su futuro marido drogarían a su hermana menor de edad para abusar de ella sexualmente.

La fecha elegida fue en plena Navidad… el 23 de diciembre de 1990.

Karla y Paul animaron a la pequeña Tammy a que se tomara una copa, en la que previamente habían añadido narcóticos. El sueño venció a la niña y perdió la conciencia… fue entonces cuando Karla y Paul la agredieron sexualmente.

Mientras cometían aquella aberración, Tammy comenzó a convulsionar… parecía que su cuerpo intentaba expulsar los narcóticos. Paul y Karla no advirtieron las continuas arcadas de la niña que, al tener la boca y las fosas nasales tapadas por un paño anestésico, murió ahogada en su propio vómito.

Cuando se dieron cuenta de que Tammy yacía lánguida y sin vida, se apresuraron en inventar una historia… dirían a la policía que la pequeña había muerto ahogada con su propio vómito debido al exceso de bebida ingerida.

El de Tammy, su hermana de solo 15 años, fue el primer asesinato de Karla Homolka, conocida como la Barbie asesina.

ASESINA EN SERIE

Para conocer los detalles del expediente de Karla Homolka hemos tenido en La Noche de Adolfo Arjona a Victoria Pascual, socióloga y criminóloga. Autora de “Mujeres asesinas”.

Karla Homolka era una joven con una vida familiar tranquila; era una chica aparentemente normal con una vida normal, que termina convirtiéndose en una asesina en seria, con la complicidad de su pareja Paul Bernardo. 'Él jugó un papel fundamental, porque antes de conocerlo no había delinquido y hoy día ella vive en libertad y no ha vuelto a cometer ningún delito desde entonces' asegura Victoria.

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Cuando conoce a Karla, Paul es un joven atractivo, con mucho éxito social, con 23 años que acababa de obtener un título en contabilidad. 'Había llevado un infancia complicada, con una madre que abusaba de él, alcohólica y con un padre maltratador' cuenta la socióloga, 'pero hasta que no conoce a Karla, no comienza a cometer su primeros delitos graves'.

Cuesta mucho pensar en lo que ambos hicieron a una niña de 15 años, y siendo la propia hermana de Karla. Pero la violación y asesinato de Tammy no fue el único de esta pareja de sádicos.

Paul Bernardo y Karla Homolka, violaron y mataron durante dos años a lo que hay que sumar los años previos que él actuó en solitario. Se le atribuyen en total cuarenta violaciones. A principios de 1993 Paul Bernardo es detenido. 'Le detienen porque ya era sospechoso y durente las investigaciones la policía llama a Karla para contrastar algunas sospechas' dice Victoria, 'y en uno de esos contactos Karla acude a la cita con la policía con signos de haber sido maltratada y ella en ese momento lo denuncia y aprovecha para contar dos de los crímenes cometidos'.

La detención de Paul llevó consigo una acusación judicial a su esposa, Karla Homolka, quien evitó la cadena perpetua. A pesar de que había incluso vídeos en los que se veía a dos jóvenes siendo torturadas y violadas, Karla solo pasó doce años en la cárcel.

PERFIL PSICOLÓGICO

Paul Bernardo y Karla Homolka fueron apodados como Barbie y Ken, una pareja oscura y sádica, con un perfil psicológico aterrador. Para bucear en él, en La Noche de Adolfo Arjona acudimos a Concha Calleja, perito judicial en criminología, psicología forense y perfiles criminales.

Paul Bernardo, conocido también como el violador de Scarborough. Se le atribuyen cuarenta violaciones… siempre menores de edad y tenía fijación con la virginidad de sus víctimas. 'Lo hace porque es la mujer más vulnerable, es la que no ha tocado nadie, es la niña' dice Concha, 've a la mujer como un objeto, no tiene respeto hacie ella y tiene un perfil de haber sido también el abusado y maltratado'.

Karla Homolka, padecía hibristofilia, tendencia a sentir atracción por personas que han cometido un crimen, un delito o tienen propensión a cometerlo. 'Se sienten atraidas por este tipo de hombres y se convierten en sus fans' asegura la experta, 'es muy dificil curar este transtorno, porque la mujer tiene el patrón de creer que puede sanar a ese hombre'.

El ser humano suele ser maravilloso, pero cuando el mal entra en él, puede bajar hasta lo más profundo del infierno… como es el caso de esta pareja de asesinos sádicos… De ellos hablamos para no olvidar que el mal está siempre entre nosotros.