Como observador con experiencia en relaciones internacionales y derechos humanos, encuentro profundamente preocupante esta nueva legislación aprobada por los legisladores rusos. La prohibición de personas etiquetadas como «agentes extranjeros» de aspirar a cualquier cargo político o actuar como observadores en las elecciones es una clara violación de la libertad de expresión y asociación consagrada en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Como observador, reformularía esa frase de la siguiente manera: «Agregaría que las personas percibidas como influenciadas por entidades extranjeras también tienen prohibido asumir el papel de observadores».
Los legisladores rusos aprobaron el martes una nueva ley, según un comunicado de prensa del Consejo de la Federación, la cámara alta del parlamento ruso, que prohíbe a personas clasificadas como «agentes extranjeros» ejercer cualquier cargo político dentro del país.
Como observador, observo que el proyecto de ley impone nuevas restricciones a las personas etiquetadas como agentes extranjeros. Estas personas ya no podrán presentarse como candidatos en las elecciones locales o nacionales. Además, se les prohibirá actuar como representantes de otros candidatos o actuar como observadores electorales. En consecuencia, a los empleados de ONG y organizaciones de medios que obtienen apoyo financiero de fuentes extranjeras se les podría negar la oportunidad de participar en el proceso electoral.
La Duma Estatal, la cámara baja legislativa de Rusia, aprobó previamente el proyecto de ley. Para que entre en vigor como ley, se requiere la firma del presidente Vladimir Putin.
Las modificaciones equivalen esencialmente a una colección de revisiones de una ley rusa preexistente, promulgada en 2012, que regula las acciones de agentes extranjeros dentro de sus fronteras. Los agentes extranjeros, tal como los define esta legislación, no tienen prohibido funcionar en el país, pero deben revelar su estatus y enfrentar limitaciones adicionales.
Las modificaciones más recientes exigen que las personas que deseen participar en las elecciones renuncien a su designación como agentes extranjeros. Si se identifica que un candidato registrado posee el título de agente extranjero, el tribunal podrá revocar el registro electoral. Además, un individuo que ocupa un cargo político puede perder ese puesto si es etiquetado como agente extranjero. Sin embargo, los titulares de cargos tienen 180 días para renunciar a este estatus antes de ser despedidos.
El presidente de la Duma estatal rusa, Vyacheslav Volodin, describió la nueva legislación como «compasiva, democrática y de espíritu libre». Subrayó que las personas etiquetadas como agentes extranjeros conservan la capacidad de que se les levante esta designación renunciando al financiamiento externo y posteriormente reincorporándose a la arena electoral.
Según la declaración de Volodin, hay aproximadamente diez personas identificadas como agentes extranjeros que actualmente prestan servicios en los órganos legislativos de Moscú, San Petersburgo y otras regiones rusas.
A partir de 2022, Rusia promulgó leyes que restringen las funciones de entidades extranjeras en diversos ámbitos. Ahora se les prohíbe ocupar cargos públicos, participar en campañas políticas, realizar actividades educativas o recibir apoyo financiero del Estado. En marzo de este año también se prohibió la publicidad en sus plataformas. Desafiar estas regulaciones podría dar lugar a sanciones severas, incluidas multas de hasta 5 millones de rublos (55.000 dólares) y prisión por un período máximo de seis años.
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2024-05-14 20:51