Abbé Pierre fue un sacerdote católico que luchó contra la pobreza, fue parte de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, fundó el movimiento Emaús (hoy presente en más de 40 países) y vivió casi 100 años. ¿Cómo resumes una vida así en poco más de dos horas? El director Frédéric Tellier trata de hacer esta titánica tarea en Abbé Pierre, a Century of Devotion, un biopic que busca encontrar al hombre detrás de la leyenda.

Abbé Pierre es interpretado por Benjamin Lavernhe (My Donkey, My Lover & I) desde su juventud hasta su vejez con mucho compromiso y cumple la tarea de retratar los conflictos internos detrás de la legendaria figura, cuyo gran debate es encontrar su propósito en el mundo. Lo mismo se puede decir de Emmanuelle Bercot (El baile de las locas), quien encarna a Lucie Coutaz, la incondicional acompañante del sacerdote. Juntos crean una relación tan sólida y personajes tan entrañables que mantienen la atención del espectador pese a lo convencional de la estructura.

Tellier escoge para su película una construcción clásica, al estilo de La Môme o The Eyes of Tammy Faye, en la cual los grandes acontecimientos en la vida del personaje pasan uno tras otro a manera de viñetas sin oportunidad de profundizar en ninguno. Si bien este tipo de acercamientos permite tener una idea general de quién fue el protagonista en términos amplios, limita la posibilidad de interiorización, y este es justo el pie del cual cojea Abbé Pierre, a Century of Devotion.

Hay momentos muy poderosos y conmovedores en esta película, como la ocupación Nazi en Francia o la muerte de cientos de personas en Paris durante el invierno en los años 50, pero ni bien se presenta el conflicto y sus implicaciones en la vida de Abbé Pierre, el guion pasa al siguiente tema: se muestra material de archivo de la época y se salta a varios años en el futuro cuando todo ya se encuentra resuelto. Para quienes no sepan nada del personaje esto resultará bastante informativo, pero disminuye el poder emocional de gran parte de la historia. Fuera de la relación con Lucie, el resto de personajes quedan reducidos a una idea y son poco memorables, incluyendo a François (Antoine Laurent), el mejor amigo del religioso.

Lo que salva a Abbé Pierre, a Century of Devotion de ser una mirada superficial como, por ejemplo, Bohemian Rhapsody, es la honesta búsqueda de los guionistas de no idolatrar al sacerdote y mostrarlo como una persona llena de defectos y debilidades. Los momentos, si bien no son profundos, sí lo hacen crecer de forma orgánica y la transformación al hombre seguro de sí mismo que vemos al final se siente natural. Abarcar tanto tiempo de la vida de una persona solo se justifica si ésta tiene un conflicto que amerite una búsqueda de ese tamaño, y en este caso los distintos obstáculos elegidos por los creadores sí son lo suficientemente fuertes como para evitar caer en lo repetitivo o en solo ser una biografía de Wikipedia.

Para mantener el dinamismo, Tellier recurre a diversos recursos visuales, con resultados variados. El fotógrafo Renaud Chassaing usa en varias ocasiones unos lentes especiales que mantienen enfocado el centro del encuadre y desenfocan todo a su alrededor. Esto no solo le da un aura espiritual y enigmática a la imagen, sino que ayuda a transmitir la gran soledad y conflicto del protagonista incluso cuando está en medio de una multitud. 

En cuanto a la edición, hay varios montajes interesantes entre los que se intercalan las palabras o reflexiones de nuestro héroe junto con escenas del presente y el pasado inmediato que dan una sensación de urgencia a la lucha. Sin embargo, no todas estas decisiones arriesgadas funcionan, como lo demuestra un abrupto montaje a múltiples pantallas de Abbé Pierre dando entrevistas que parece sacado más de una película de acción de Guy Ritchie que de un drama histórico que hasta ese momento se había mantenido bastante sobrio.

Al igual que el hombre que pretende retratar, Abbé Pierre, a Century of Devotion es una obra imperfecta pero con muy buenas intenciones y hecha con mucho amor por parte de todo su equipo. Podrá no ser transgresora, pero tiene un buen balance entre el mundo interno de su héroe y los acontecimientos externos que marcaron su vida. Además, su historia es tan inspiradora que es imposible no dejar que te ilumine un poco el corazón.

“Abbé Pierre, a Century of Devotion” tuvo su estreno mundial en Cannes 2023.