Luis del Pino, periodista: "Fernando VII se sobrepuso a catorce golpes de Estado y el pueblo le adoraba"

Entrevista | Luis del Pino Periodista

"Fernando VII se sobrepuso a catorce golpes de Estado y el pueblo le adoraba"

"Los enemigos a los que este rey había derrotado son los que al final lograron imponer una visión histórica de él completamente falsificada"

El periodista Luis del Pino, en Zamora.

El periodista Luis del Pino, en Zamora. / Miguel Ángel Lorenzo

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

El periodista Luis del Pino hace justicia histórica con su último libro, "Yo, el difamado. Autobiografía apócrifa de un buen rey", donde descubre al verdadero Fernando VII tras bucear en los archivos de la época y mostrar una imagen que es totalmente antagónica a la que han presentado los libros de historia. Del Pino, fascinado con la figura de este monarca, promete una segunda parte si el público recibe de buen grado esta nueva visión del rey, que acaba de salir a la luz. De todo ello habló ayer en el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, acompañado en la mesa del paraninfo del Colegio Universitario por el director de cine Antonio del Real.

–¿Cree que la historia de España debe una disculpa a Fernando VII?

–Considero que sí, después de repasar todas las fuentes primarias, como cuento en mi libro, las cosas que se han dicho de él son la mayoría falsas y calumniosas. Cuando uno acude a los documentos originales, descubre que durante todas las circunstancias que atravesó España en vísperas del 2 de mayo él fue el único de los protagonistas que supo plantar cara a Napoleón, que se enfrentó al emperador con dignidad y que defendió los intereses de España y de los españoles, a pesar de lo cual hoy en día es una figura muy denostada y criticada, de manera absolutamente infundada.

–¿Por qué ha trascendido esa imagen tan negativa?

–Creo que el problema aquí es que al final quien dicta cuál es el recuerdo que queda de la gente en la historia es el que se molesta en escribirla. Y Fernando VII no se molestó, sino que se dedicó a gobernar. Los enemigos a los que Fernando VII había derrotado son los que finalmente lograron imponer una visión histórica completamente falsificada. Ahora como la tecnología va avanzando es mucho más fácil acceder a los contenidos de los archivos y es al compararlos con lo que se nos ha ido contando cuando se descubre que nada de eso era cierto.

–¿Cómo se cruzó la oportunidad de poder investigar sobre la figura de Fernando VII?

–Se cruzó curiosamente a raíz de la lectura del libro "Un día de cólera", dedicado al 2 de mayo, escrito por Arturo Pérez Reverte, que está muy bien documentado. Hasta ese momento, personalmente, la visión que tenía de Fernando VII era la misma que la de todo el mundo: un rey traidor con su familia y con España, que se había comportado con Napoleón como un cobarde y a quien le había regalado la Corona. Pero cuando leí el libro me encontré con una serie de datos que me sorprendieron.

–¿Cómo cuáles?

–Por ejemplo, el 2 de mayo, lejos de ser un alzamiento popular, había sido organizado y la gente había llegado a Madrid un día antes para participar. Luego, profundizando en la bibliografía del libro de Pérez Reverte, me encontré con que el alzamiento lo había organizado la gente de Fernando VII, lo que chocaba con todas las ideas previas que tenía. Es decir, si el rey había organizado esto para enfrentarse a los franceses, significaba que no se había rendido a Napoleón. Fue ahí cuando me empecé a replantear la figura de este monarca y leyendo me di cuenta de que la información que nos había llegado de Fernando VII era la de un rey que tenía todos los defectos del mundo: feo, tramposo, traidor, cobarde, rastrero, inculto… La historia no le concedía ni la más mínima virtud y, sin embargo, al mismo tiempo, fue un señor capaz de sobrevivir a todos sus enemigos, los venció y logró sobreponerse a catorce golpes de Estado, murió en su cama tranquilamente y, encima, el pueblo le adoraba. Así que había algo extraño, por lo que me replanteé este tema y le propuse a la editorial La Esfera de los Libros para escribir la historia.

–¿Cómo se planteó el argumento del libro?

–Mi idea inicial era tratar de identificar qué virtudes tenía, al lado de sus defectos. Pero cuando empecé a bucear en los archivos, me encontré que no nos habían contado ninguna verdad sobre Fernando VII. El Fernando VII real que se desprende de los documentos oficiales y sus cartas personales es distinto del presentado por la historia y, viendo a este segundo, uno se da cuenta de por qué el pueblo quería a su rey, porque no era mal rey.

–¿Cómo fue el proceso de investigación?

–Fue un trabajo arduo. Ha sido un año invirtiendo un montón de horas diarias a la investigación, pero también ha sido enormemente entretenido y, sobre todo, sorprendente. Sin ser historiador de profesión, me he encontrado con archivos franceses y españoles hablando de los hechos del 2 de mayo, con datos que son inéditos. Y algunos de ellos los aporto en mi libro.

–No es historiador, pero sí es periodista. ¿Eso le ha servido a la hora de afrontar la investigación?

–Considero que sí, porque, en cierto modo, los periodistas somos historiadores de la realidad, nos dedicamos a recopilar datos y, a partir de ahí, dotamos de sentido a los hechos para contárselos a la gente.

–Una vez descubierto el verdadero personaje, ¿qué descripción haría de este rey ahora mismo?

–Lo describiría como alguien a quien le tocó vivir unas circunstancias enormemente críticas en España cuando accedió al poder y, a pesar de ello, supo sobrevivir y sacar adelante a España, tomando en cada momento las mejores decisiones posibles. Fue un monarca que supo siempre elegir la menos mala de las opciones disponibles para el país.

–¿Seguirá investigando sobre la figura de Fernando VII?

–Primero vamos a ver qué tal recibe la gente el libro, que acaba de salir publicado, y si la respuesta es positiva, habrá una continuación, porque esta biografía de Fernando VII llega hasta 1814, cuando vuelve de Francia, deroga la constitución de Cádiz y accede al trono. El resto de su vida es igualmente apasionante y también se ha manipulado. Si a los lectores les gusta este primer tomo, habrá un segundo. Material no va a faltar, porque la cantidad de documentación existente es inmensa.

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