A 41 años de la Guerra de Malvinas: quién fue Margaret Thatcher, la mujer que se ganó el apodo de "Dama de Hierro"

Pero a 12.775 km. de distancia de las islas, en Londres, la noticia pasó de ser una catástrofe a una gesta. Margaret Thatcher fue la que vio ese cambio de escena en la política interna del Reino Unido.

A finales de 1981, tras apenas dos años en el poder, Thatcher era la jefa de Gobierno más impopular en Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial. Sus reformas conservadoras le significaron profundos enfrentamientos con los sindicatos. Hubo disturbios y manifestaciones, pero ella siguió adelante mientras perdía consideración en la imagen popular.

Las encuestas incluso decían que antes de cumpir dos años en el poder debería dejar la casa del 10 de Downing Street, la sede del primer ministro. Pero el desembarco de los militares argentinos iba a darle una herramienta impensada para su provecho.

Como sucedió con los dictadores argentinos, el conflicto borró muchas diferencias. En abril de 1982, los británicos apoyaron la determinación de la primera ministra ante el conflicto y tras la victoria pasó a ser un ejemplo de fortaleza y liderazgo para el país.

"Hacer lo que sea necesario para recuperar esas islas"

Margaret Thatcher dio esa declaración a la cadena de TV ITN, el 5 de abril, tres días más tarde del desembarco argentino.

Pero eso dicho en público, ante sus propios colaboradores y ante el secretario de estado Norteamericano, el General Douglas Haig, fue su convicción íntima.

Una "Dama de Hierro" en formación

Ya con el apellido Thatcher (de su marido) incorporado, Margaret comenzó una carrera ascendente en el Partido Conservador que no se detendría. En 1959, cuando tenía 34 años, llegó a ocupar un escaño en el Parlamento británico. No eran muchas las mujeres allí y también debió batallar contra eso.

En esos años de preparación, quedó bien marcada su ideología liberal (en términos de la política argentina) y se opuso vehementemente a las políticas “liberales” (en términos sajones) del partido Laborista. Los definió como quienes abonan el camino “no solo hacia el socialismo, sino también hacia el comunismo”, por su política de elevar los impuestos.

En 1970, en un gobierno conservador, comenzó a demostrar su pensamiento y acción como ministra de Educación: propuso recortes a los gastos del Estado en esa área y modificaciones severas con las raciones alimentarias en las escuelas. Sin embargo, promovió un cambio en el sistema de enseñanza para todo el país, que dio resultados. La matrícula se duplicó en pocos años. Thatcher ganó gran popularidad por ese logro.

La primera mujer a cargo del gobierno británico

Su partido logró una aplastante victoria sobre los laboristas. Consiguió una amplia mayoría y Thatcher, su principal figura, fue elegida como la primera ministra, cargo desempeñado por una mujer por primera vez en la historia de ese país. Así comenzo su propia revolución conservadora.

Así llevó adelante estas ideas que sacudieron a toda Gran Bretaña:

• Impulsó la desregulación mercado financiero.
• Aplicó el poll tax, en el cual todos los adultos residentes pagaban una misma cantidad.
• Avanzó en la privatización de empresas públicas.
• Creó normas para flexibilizar el mercado laboral.
• Esto suponía reducir la influencia de los sindicatos.

Nació lo que se conocería como el "Thatcherismo" en materia económica, una apuesta fuerte por la economía de mercado y el poco control estatal.

Pero no solo en los asuntos domésticos impuso sus férreas ideas, aunque hubo graves revueltas en los inicios de los 90. Pronunció un discurso muy crítico contra el comunismo de la Unión Soviética. Entonces, desde el diario Krasnaya Zvezla (“Estrella Roja”), el periódico de las fuerzas armadas soviéticas, se la criticó diciendo que se creía una “Dama de Hierro”.

Enfrentó un paro de mineros en 1984. Después de casi un año de huelgas, los mineros depusieron su actitud sin lograr una sola propuesta a su favor.

Pero para 1982, la economía comenzaba a recuperarse. Logró hacer con sus medidas de apertura que la inflación bajara de un muy alto 18% al 8,6%.

Relaciones con la Reina

Siempre se dijo que chocaron permanentemente por sus estilos totalmente diferentes y también por sus ideas. Thatcher, muy conservadora ante una reina Isabel II mas “abierta”. Ambas se reunían todas las semanas mientras duraron sus tres períodos de gobierno.

Para demostrar que jamás tuvieron un enfrentamiento, Thatcher escribió más tarde: "Siempre encontré la actitud de la Reina hacia al trabajo de gobernar absolutamente correcta. Las historias de la lucha entre 'dos mujeres poderosas' eran demasiado buenas".

En un capítulo de la serie The Crown, se recrea que cuando la “Dama de Hierro” dejó el poder, iba en auto y recibe un llamado de la Reina, que la convoca al palacio de Buckingham para darle personalmente una distinción de honor por sus servicios al país.

Un atentado contra su vida

El otro gran inconveniente interno fue el IRA. El Ejército Republicano Irlandés la veía como una enemiga declarada. Especialmente, luego de que uno de los lideres de los separatistas irlandeses, Bobby Sand, iniciara una huelga de hambre pidiendo la libertad de varios militantes del IRA detenidos. Thatcher no cedió y Sand mantuvo su actitud hasta que murió.

En la madrugada del 12 de octubre de 1984, una bomba estalló en el Hotel Brighton de la ciudad inglesa con el mismo nombre. Era el lugar elegido para la convención del partido Conservador. Hubo 5 muertos, pero Thatcher se salvó por dos minutos, cuando se retiró del lugar antes de la explosión.

Un aliado vital

En 1981llegó Ronald Reagan a la Casa Blanca. También con ideas conservadoras y aperturistas para el mercado. Sus “Reaganomics” eran muy similares a las que aplicaba desde hacia dos años la primera ministra británica. Pero la restauración conservadora se elevó al plano internacional. Ambos coincidían en su visión del mundo y en ver al comunismo, a la URSS, como un enemigo a eliminar.

Thatcher siempre defendió lo que entendía como intereses británicos aun frente a Europa. No estaba de acuerdo en la integración amplia que proponían los países de la Comunicad Europea (hoy la Unión Europea). A tal punto que nunca aceptó que la libra esterlina dejara de ser la moneda de Gran Bretaña.

La guerra de Malvinas

Thatcher no hizo ningún progreso en la relación bilateral. El asunto central, conversar por la soberanía –reclamo garantizado por la famosa resolución 2065 de la la Asamblea General de la ONU aprobada el 16 de diciembre de 1965- reconoció la existencia de una disputa de soberanía ambos países. Además, el Comité de descolonización debería tomar cartas en el asunto.

El gobierno militar argentino, en 1982, tenía ya un serio problema con la economía y manifestaciones en su contra en las calles, como la marcha del 30 de marzo de 1982, organizada por la CGT de Saul Ubaldini, la mayor manifestación contra la dictadura iniciada en 1976.

El desembarco en Malvinas, apenas 3 días más tarde, pareció dar vuelta la situación para el general Galtieri y su gobierno de facto. Lo mismo pasó con la mala imagen de Thachter tras sus dos primeros años de gobierno.

Pero Thatcher no dejó hacer a la dictadura argentina. Planteó un reclamo inmediato ante el Consejo de Seguridad de la ONU (Gran Bretaña, miembro permanente, tenía derecho a veto). Logró una resolución a su favor: la numero 502, que planteaba el cese inmediato de las hostilidades a las partes implicadas en el conflicto. La resolución exigía además la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las Islas.

En esa resolución se vio de inmediato que la Argentina, pese a declararse aliada incondicional de los Estados Unidos, no tendría a ese país como neutral. Gran Bretaña logró el voto a favor de EE.UU. en las Naciones Unidas. También de Francia. En tanto, China y la URSS, se abstuvieron. La posición de Argentina en la ONU comenzaba a retroceder casi 20 años. Ronald Reagan no dejaría sola a su aliada.

regan y thatcher.jpg

Margaret Thatcher y Ronald Reagan, artífices de la "revolución conservadora" (Foto: archivo).

Una flota al Atlántico Sur

Margaret Thatcher dispuso una fuerza de tareas para viajar de inmediato al Atlántico Sur con la premisa de recuperar las Islas Malvinas para la ocupación de Gran Bretaña.

Los esfuerzos diplomáticos fracasaron por impericia y negligencia de los dictadores argentinos. Pero también porque Thatcher vio en la guerra una oportunidad para afianzar su figura en Gran Bretaña.

25 abril 1982 recupera RU las Georgias del Sur.jpg

Cuando el crucero General Belgrano fue hundido por los británicos, el 2 de mayo de 1982, fuera de la zona de exclusión marcada por los propios mandos de ese país, la guerra no tuvo marcha atrás. Todas las negociaciones fracasaron. Y la supremacía militar británica decidiría la guerra a su favor pese a las heroicas misiones de la Fuerza Aérea Argentina. Thatcher fue la responsable final de esa orden.

El 14 de junio de 1982, la Argentina aceptó la derrota. Las islas volvieron a manos inglesas y la "Dama de Hierro" sumó más poder, que le permitió remontar las situaciones en el orden interno.

"Hemos restaurado, una vez más, el dominio del Reino Unido y hemos hecho que todas las naciones sepan que la soberanía territorial británica será defendida y que nunca más debemos ser víctimas de una agresión", declaró con orgullo la mandataria conservadora ante los diputados. El cambio de 180 grados estaba dado. Nada le arrebataría un tercer mandato

guerra soldados malvinas.jpg

Los soldados argentinos en las Islas Malvinas, en 1982 (Foto: archivo).

Un tercer período de gobierno

Para 1987, el desempleo fue disminuyendo, la economía se estabilizó y se fortaleció, y la inflación bajó. Las encuestas de opinión mostraban a los conservadores con una amplia ventaja y los resultados de las elecciones locales también habían sido exitosos para ellos.

La "Dama de Hierro" no perdió el tiempo. Convocó a elecciones generales para el 11 de junio de ese año y logró una nueva reelección.

En ese tiempo vio la caída de la Cortina de Hierro. Aunque sobre Mijail Gorbachov declaró: "Es un hombre muy interesante con el que se puede dialogar y avanzar en muchos temas".

El final

Sin embargo, Thatcher, que condujo a su partido y al país con una gran decisión, tal vez por ese estilo vehemente, construyó muchos enemigos internos. Que esperaron el momento y a la persona adecuada. Eso ocurrió en 1990. El único miembro del gabinete que lo acompañó desde el primer día de gobierno, Geoffrey Howe, dio un golpe mortal a la “Dama de Hierro”. Cuando la Unión Europea instituyó el euro como moneda única, no estuvo de acuerdo. Howe, que era más europeísta, renunció.

Fue el momento que esperaron los demás conservadores. Desafiaron su poder en plena campaña para un nuevo período de gobierno. Michael Haseltine compitió desde el propio partido. Thatcher ganó en primera vuelta. Pero hay una foto en la que todo quedaría aclarado. Mientras saludaba afuera del 10 de Downing Street, los miembros del gobierno le dijeron que no ganaría una elección general, que dejara paso a un relevo. En la foto del momento, justo detrás de su hombro, estaba el elegido: John Major. Siempre calificó a ese momento como una “traición”.

Al marcharse del 10 de Downing Street, les dijo a los periodistas a modo de legado personal: “Dejé un Reino Unido mucho mejor que el que era cuando llegué al poder hace 11 años y medio".

Terminó así la era de la “Dama de Hierro”. Gobernó de 1979 hasta 1990. Fue la figura que más tiempo estuvo en el cargo de Primer Ministro en todo el siglo XX.

se va margaret thatcher.jpg

Defensa de otro dictador

En 1998, Thatcher pidió la liberación del expresidente y dictador Augusto Pinochet cuando España ordenó su arresto y trató de juzgarlo por violaciones a los Derechos Humanos durante su dictadura en Chile. Thatcher no olvidó el apoyo dado por el dictador durante la Guerra de Malvinas y se opuso a su extradición

Sus últimos años

Una estatua suya está colocada en el ingreso al recinto de la Cámara de los Comunes. Estuvo presente el día de la inauguración, el 21 de febrero de 2007 y dijo: "Hubiera preferido que fuese de hierro, pero el bronce hará... que no se oxide"

Su salud se deterioró a tal punto que sufrió varios episodios cerebrovasculares. Según un libro publicado por su hija Carol en 2008, Thatcher padecía demencia senil aproximadamente desde el año 2000.

Thatcher falleció el 8 de abril de 2013 . Estaba en el Hotel Ritz de Londres cuando sufrió un último ACV. Tenía 87 años. A su funeral, asistieron muchas personalidades mundiales. Entre ellos, el propio Mijail Gorbachov. Sobre Thatcher dijo: "Quedará para siempre en la historia y en nuestra memoria". Para la Argentina, también, pero por otras razones.