Radiación ultravioleta

21 de junio de 2022

Datos y cifras

  • Los cánceres de piel están causados principalmente por la exposición a la radiación ultravioleta, ya sea del sol o de fuentes artificiales como las camas de bronceado.
  • En 2020 se diagnosticaron en el mundo más de 1,5 millones de casos de cáncer de piel y se registraron más de 120 000 defunciones asociadas por esta causa.
  • Se calcula que en el mundo hay 15 millones de personas que se han quedado ciegas debido a las cataratas y que el 10% de estos casos puede deberse a la exposición a la radiación ultravioleta.
  • La exposición excesiva al sol de los niños y adolescentes puede contribuir a que sufran cáncer de piel en la edad adulta.
  • Necesitamos exponernos en cierto grado a los rayos ultravioleta, en particular para fabricar vitamina D.
  • Hay medidas de prevención sencillas y eficaces. Se recomienda protegerse del sol cuando el índice ultravioleta es igual o superior a 3.

     

     

    Resumen

    La radiación ultravioleta no puede verse ni sentirse. Aunque algunas personas están expuestas a fuentes artificiales de esta radiación (por ejemplo, en la medicina, la industria, para la desinfección o con fines cosméticos), todos estamos expuestos a la radiación ultravioleta solar. Los niveles de esta radiación dependen de varios factores:

  • La elevación del sol: cuanto mayor sea su altura en el cielo, mayor es la radiación ultravioleta. Estos niveles varían en función de la hora del día y la época del año.
  • La latitud: cuanto más próximo se está del ecuador, mayores son los niveles de radiación ultravioleta.
  • La altitud: la radiación ultravioleta aumenta con la altitud, ya que el aire es menos denso y la absorbe menos.
  • La nubosidad: los niveles de radiación ultravioleta son más altos bajo los cielos despejados, pero pueden ser elevados incluso con nubes.
  • El ozono: absorbe parte de la radiación ultravioleta del sol. Donde hay menos ozono, esta radiación llega en más cantidad a la superficie de la Tierra.
  • La reflexión: las superficies reflectantes, como el agua, la arena y la nieve fresca aumentan el nivel de radiación ultravioleta.
  • El cambio climático: se prevé que afecte a los niveles de radiación ultravioleta en la superficie de la Tierra, por ejemplo, variando la cantidad de ozono y la nubosidad.

    Efectos en la salud

    Las cantidades pequeñas de radiación ultravioleta son necesarias para producir vitamina D, pero la exposición excesiva tiene consecuencias negativas para la salud, ya que puede causar cáncer.

    Efectos en la piel

    Los efectos agudos de la radiación ultravioleta pueden ser: daños en el ADN, quemaduras solares, reacciones fototóxicas y fotoalérgicas e inmunodepresión, que puede considerarse un factor de riesgo de cáncer y dar lugar a la reactivación de virus (por ejemplo, el del herpes labial).

    Los efectos crónicos de la exposición en la piel y los labios pueden ser:

  • melanoma cutáneo: un tumor maligno y potencialmente mortal;
  • carcinoma epidermoide (o de células escamosas): un tumor maligno que, por lo general, se propaga menos que el melanoma y suele ser menos letal;
  • carcinoma basocelular: un cáncer de piel de crecimiento lento que aparece sobre todo en las personas mayores; y
  • envejecimiento prematuro de la piel: pérdida de elasticidad de la piel a una edad temprana, con disminución de la cicatrización de las heridas.

    La exposición excesiva a la radiación ultravioleta causó en 2020 alrededor de 1,2 millones de nuevos casos de cáncer de piel distinto del melanoma (carcinomas epidermoide y basocelular) y 325 000 casos de melanoma cutáneo, así como 64 000 y 57 000 defunciones prematuras por cáncer de piel distinto del melanoma y por melanoma cutáneo, respectivamente.

    Efectos en los ojos

    La radiación ultravioleta puede causar efectos oculares agudos, como fotoqueratitis y fotoconjuntivitis (es decir, la inflamación de la córnea y de la conjuntiva, respectivamente). Se trata de efectos reversibles que se pueden prevenir con gafas protectoras y no suelen causar daños a largo plazo, pero son dolorosos y pueden requerir una intervención terapéutica.

    Los efectos crónicos de la radiación ultravioleta pueden ser:

  • catarata (enfermedad ocular en la que el cristalino se vuelve cada vez más opaco, lo que provoca una alteración de la visión y, finalmente, ceguera);
  • pterigión (crecimiento de una carnosidad que puede cubrir parte de la córnea); y
  • cáncer dentro y alrededor del ojo (carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide o melanoma).

    La exposición a los rayos ultravioleta también podría influir en la aparición de degeneración macular relacionada con la edad.

    Se calcula que en el mundo hay 15 millones de personas que se han quedado ciegas debido a las cataratas y que el 10% de estos casos puede deberse a la exposición a la radiación ultravioleta.

    Producción de vitamina D

    La radiación ultravioleta es fundamental para la salud en pequeñas cantidades, ya permite que el cuerpo fabrique vitamina D para reforzar el sistema óseo y osteomuscular. Las personas poco expuestas al sol (por ejemplo, las que viven en una institución o están confinadas en su domicilio, las que tienen la piel muy pigmentada y viven en altas latitudes o las que, por razones religiosas o culturales, se cubren toda la superficie corporal cuando están al aire libre) deberían valorar la posibilidad de tomar suplementos orales de vitamina D.

    Personas con riesgo especial

    La estructura de la piel y los ojos de los niños y adolescentes los hace especialmente vulnerables a los efectos nocivos de la radiación ultravioleta. Las quemaduras solares en la infancia conllevan un mayor riesgo de cáncer de piel en etapas posteriores de la vida. Además, cuando la cantidad de esta radiación es elevada, puede alcanzar y dañar su retina.

    Por su parte, las personas de piel clara sufren más quemaduras solares y tienen más riesgo de presentar cáncer cutáneo que las de piel oscura; sin embargo, estas últimas no están exentas del riesgo de cáncer. Además, todos debemos protegernos de los daños oculares.

    Las personas con mayor riesgo son las que tienen muchos nevos, las que toman medicamentos fotosensibilizantes y las que tienen antecedentes familiares de cáncer de piel.

    Las personas que trabajan en exteriores están expuestas a más radiación ultravioleta solar y corren más riesgo de presentar un cáncer de piel distinto del melanoma.

    Medidas de protección

    En gran medida, el cáncer de piel se puede prevenir. La OMS recomienda las siguientes medidas de protección contra la exposición excesiva a la radiación ultravioleta:

  • limitar el tiempo de exposición al sol del mediodía;
  • buscar la sombra;
  • ponerse ropa protectora;
  • usar un sombrero de ala ancha para protegerse los ojos, la cara, las orejas y el cuello;
  • utilizar gafas de sol envolventes que garanticen una protección del 99% al 100% contra los rayos ultravioleta A y B;
  • aplicarse un protector solar de amplio espectro en las zonas de la piel que no se puedan cubrir con la ropa. No obstante, la mejor forma de protegerse del sol no es aplicar estos protectores, sino es mantenerse en la sombra y llevar ropa. No se deben emplear protectores solares para prolongar el tiempo de exposición al sol; y
  • no usar aparatos de bronceado artificial, porque aumentan el riesgo de presentar cáncer de piel. El bronceado artificial nunca debe emplearse para conseguir un nivel suficiente de vitamina D. Varios países han promulgado leyes para prohibir o restringir el uso de las camas de bronceado.

Si se consigue que los niños tomen estas sencillas precauciones, evitarán daños a corto y largo plazo y podrán disfrutar de más tiempo al aire libre.

Respuesta de la OMS

La OMS se ha propuesto reducir la carga de morbilidad resultante de la exposición a la radiación ultravioleta. Con ese fin, fomenta la investigación, elabora orientaciones y difunde material informativo sobre intervenciones eficaces de protección contra esta radiación a la población general, los trabajadores expuestos por motivos laborales y los usuarios de los servicios de salud.

El índice ultravioleta solar mundial es una medida de la intensidad de la radiación ultravioleta solar en la superficie terrestre. Fue elaborado conjuntamente por la OMS, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Meteorológica Mundial y la Comisión Internacional para la Protección contra las Radiaciones No Ionizantes.

Este índice permite conocer la capacidad esta radiación de producir lesiones cutáneas en cada lugar y momento, a fin de adoptar medidas protectoras. Cuanto más alto sea el valor del índice, más posibles son los perjuicios para para la piel y los ojos y menos tiempo tardarán en producirse. Cuando el índice alcanza un valor de 3 o superior, deben tomarse medidas para protegerse del sol.