Francisco de Paula Santander, Fundador Civil de la República | La Red Cultural del Banco de la República
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Francisco de Paula Santander, Fundador Civil de la República


Autor: Moreno de Ángel, Pilar
 

El último día de mi vida será el primero en que la Nueva Granada no me verá ocupado de su independencia, de su honor y de sus libertades, escribió el general Francisco de Paula Santander como frase final de sus Apuntamientos para las memorias sobre Colombia y Nueva Granada. Las anteriores ideas fueron la síntesis de una vida dedicada por completo a defender la integridad, la estructura y el sistema democrático, que Santander consideraba el más apropiado para regir los destinos de una naciente república. Gracias a esa semilla hoy Colombia se yergue en la América Latina —a pesar de sus enormes problemas— como un baluarte de los principios democráticos. El Hombre de las Leyes nació el 2 de abril de 1792 en la Villa del Rosario de Cúcuta, por entonces una pequeña aldea fronteriza ubicada dentro del Nuevo Reino de Granada, hoy Colombia. Fueron sus padres don Juan Agustín Santander Colmenares y doña Manuela Antonia de Omaña Rivadeneira y Rodríguez.

Francisco de Paula Santander viajó a Santafé de Bogotá, en 1805, para usufructuar una beca de estudios en el Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. Allí obtuvo el grado de bachiller y cursó posteriormente jurisprudencia. El 20 de julio de 1810 el joven estudiante presenció los acontecimientos que dieron origen al movimiento de independencia. Santander ingresó al servicio militar el 26 de octubre de 1810 con el grado de subteniente abanderado en el Batallón de Infantería de Guardias Nacionales. Su escalafón militar fue riguroso y culminó con el grado de general de División obtenido en la batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819. Desde entonces se le conoció como “el organizador de la victoria”.

A partir de ese momento, el general Santander envainó su espada victoriosa y dedicó todos sus esfuerzos a la creación y organización civil de la naciente república. Como vicepresidente encargado del poder ejecutivo en ausencia del Libertador, su labor administrativa fue de singular importancia para respaldar la obra emancipadora del general Simón Bolívar, quien así lo reconoció en múltiples cartas y documentos. Desde Lima, el 9 de febrero de 1825, escribió a Santander: “Cuanto más considero el gobierno de usted, tanto más me confirmo en la idea que usted es el héroe de la administración americana.” La victoria lograda por las fuerzas republicanas bajo el mando del general Antonio José de Sucre, el 9 de diciembre de 1824, en la llanura de Ayacucho, había puesto fin a la gesta heroica.

Lograda la independencia surgió en Colombia un conflicto de dos corrientes. Se perfilaban por un lado los militares nacidos de las necesidades de la guerra. El Libertador Simón Bolívar había dicho premonitoriamente en 1820: “yo le temo más a la paz que a la guerra.” Muchos de los oficiales, al llegar a la vida ciudadana, como fue el caso del coronel Leonardo Infante, se dedicaron a abusar de los privilegios que se les habían otorgado y aterrorizaban a la población civil inerme. En 1826 el Congreso de Colombia resolvió llamar a juicio al general José Antonio Páez, comandante general del departamento de Venezuela. Se le acusaba por los hechos ocurridos en Caracas, durante un reclutamiento de tropas en el cual el general Páez ordenó que se reclutara por la fuerza a todos los hombres que encontraran. El general Páez se negó a presentarse en Bogotá para responder a juicio ante el Congreso. Allí comenzó la disolución de la Unión Colombiana. Frente a los caudillos militares aparecía el grupo de letrados granadinos que había estructurado la Constitución de Cúcuta, la cual era muy superior técnicamente a las anteriores granadinas, a la de Angostura y a la posterior de Bolivia —obra del Libertador Simón Bolívar— la cual según el historiador venezolano Antonio Arellano Moreno, era “especie de monarquía electiva, sin privilegios de sangre, en la cual el sufragio popular que daba menoscabado, era un puente entre la anarquía española y el caudillo que surgía de la guerra.” Esta Carta Constitucional fue la que se pretendió instaurar en Colombia. El choque era inevitable y Santander lo enfrentó con entereza y dignidad.

El final de la Unión Colombiana se debió a los proyectos monárquicos adelantados por el Consejo de Ministros, el fracaso de la Convención de Ocaña y el distanciamiento ideológico entre el Libertador Simón Bolívar y el vicepresidente Francisco de Paula Santander cuando el primero se invistió de facultades extraordinarias, lo que significaba que asumía la dictadura. “El no habernos compuesto con Santander nos ha perdido a todos” escribía con inmenso dolor el general Simón Bolívar al general Rafael Urdaneta durante su largo y atormentado viaje final.

Se juzgó al general Francisco de Paula Santander como partícipe en la conspiración del 25 de septiembre de 1828 contra el Libertador Presidente Simón Bolívar, hecho del cual era inocente. En este caso el juez único de la causa, general Urdaneta, violó flagrantemente el derecho universal y las leyes nacionales durante el desarrollo del proceso cuando, por ejemplo, no permitió al sindicado defenderse ni nombrar defensor. Ante un verdadero plebiscito en favor del condenado y a solicitud del Consejo de Ministros, el Libertador Presidente perdonó la vida al general Santander. Desterrado y proscrito, fue acogido en Europa y los Estados Unidos de América como el “autor de la existencia y la libertad de Colombia”. Tal vez ningún otro compatriota había sido recibido con tantos honores por los personajes más notables de la época.

Disuelta la Unión Colombiana fue elegido primer presidente constitucional de la Nueva Granada. Ejerció la primera magistradura de la república del 1 de abril de 1833 al 1 de abril de 1837. A las 6:32 del 6 de mayo de 1840 murió el general Francisco de Paula Santander. Las palabras finales del estadista fueron: “¡Ahora si! ¡Adiós mis amados amigos!”. Se extinguía así la vida de uno de los más notables ciudadanos de América, a quien le había correspondido por fuerza del destino desempeñarse como militar, jurista, estadista y esencialmente como el fundador civil de la república.

Fecha de publicación: viernes, 21 julio 2017
Fecha de última actualización: miércoles, 9 marzo 2022