La muerte de Harris Wolobah, un estudiante de secundaria de Massachusetts, dejó en el punto de mira a un desafío viral en las redes sociales que implica consumir tortillas de maíz extremadamente picante.
El joven de 14 años falleció el pasado otoño y hasta ahora no se conocían con exactitud los motivos detrás de la tragedia. Recientemente, la autopsia reveló que la causa principal fue la alta concentración de una peligrosa sustancia conocida como capsaicina, exacerbada por una cardiomegalia y un defecto cardíaco congénito.
Wolobah se había dispuesto a comer una gran cantidad de tortillas de una conocida marca, con tal de superar el popular reto de internet “One Chip Challenge”, impulsado por la propia empresa de snacks en el 2022.
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Los peligros del One Chip Challenge
El caso de Wolobah volvió a encender la polémica detrás de este tipo de desafíos virales, especialmente entre los jóvenes, y dejó especialmente bajo la lupa a la marca responsable.
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Las tortillas en cuestión estaban cubiertas con el pimiento Carolina Reaper y el Naga Viper, que son de los chiles más picantes del mundo. Aunque el paquete contaba con advertencias sobre su consumo, sobre todo en los más chicos, no existía ninguna prohibición de venta a menores.
A raíz de este lamentable caso, las autoridades locales y médicos han emitido advertencias sobre los peligros de consumir alimentos extremadamente picantes de forma desmedida, particularmente para aquellos con condiciones cardíacas preexistentes.
La respuesta de la marca
La empresa detrás del “One Chip Challenge” retiró recientemente el producto del mercado después de la muerte del joven de 14 años, pero está lejos de dejar atrás la discusión sobre la responsabilidad corporativa en la promoción de desafíos.
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Los retos en redes sociales como TikTok o Instagram son cada vez más populares. El debate se centra en el interés de los niños en imitar lo que ven en dichas plataformas, donde en la gran mayoría de los casos no hay una concientización de lo que ocurre.
