Rambo III
Comparte con tus amigos










Enviar

En 1988 Rambo llegaba al final de sus aventuras ochenteras con una espectacular tercera parte. En ella se hacían eco de un tema tan actual y candente, por aquel entonces, como la invasión soviética de Afganistán. Stallone aprovechó este conflicto para infiltrar a Rambo y cargarse a unos cuantos soviéticos en… ‘Rambo III’.

“Usted sabe que no conseguirá ninguna victoria. Cada día su maquinaria de guerra pierde terreno frente a un grupo de luchadores por la libertad desarmados y mal equipados. Pero lo cierto es que subestiman al enemigo. Si conociese su historia sabría que esa gente jamás se ha rendido ante nadie, prefieren morir antes que ser esclavizados por un ejército invasor. No pueden ganar a un pueblo así. Nosotros lo intentamos, ya tuvimos nuestro Vietnam. Ahora ustedes tienen el suyo”.-Coronel Trautman.

Crítica de Rambo III

Tres años después del estreno deRambo’, el coloso Sylvester Stallone volvería a encarnar a uno de sus personajes más carismáticos, junto al boxeador Rocky Balboa. En esta tercera parte nos encontramos con un John Rambo que vive retirado de las guerras y demás operaciones bélicas. Ahora disfruta de la paz y tranquilidad que le ofrece vivir en la comunidad de un templo en Tailandia. Allí va consiguiendo algún dinero extra en peleas clandestinas y el resto de su tiempo lo emplea en ayudar a sus compañeros monjes en la construcción de un nuevo templo. Sin embargo, el pasado siempre nos persigue cual fantasma errante…

El Coronel Trautman (Richard Crenna) y un asesor militar llamado Robert Griggs (Kurtwood Smith) visitarán a Rambo. La intención es pedirle que se les una en una peligrosa misión. El escenario en esta ocasión será Afganistán. Allí un comando americano deberá introducir armas y ayudar a los rebeldes afganos para poder derrocar a los soviéticos que han invadido sus tierras.

Teniendo en cuenta lo comentado, ‘Rambo III’ se desarrolla, en su mayor parte, en los desiertos y tierras afganas (Israel, Arizona y Tailandia en la realidad). El caso de Rambo me recuerda bastante a lo que se hizo en los cómics, hace muchas décadas, con el Capitán América. Me refiero a presentar a un héroe que no existía pero que en sus cómics participaba en conflictos reales. Rambo es un personaje de ficción pero en sus películas interviene en conflictos verídicos.

En el caso de este film el conflicto fue la guerra de Afganistán. Una guerra que llevaba la friolera de 10 años activa desde el final de la guerra fría. Esto ocurrió con la invasión de los soviéticos desde 1979 hasta 1989, apenas un año después del estreno del film. Curiosamente, las tropas soviéticas empezaron su retirada de tierras afganas semanas antes del estreno. Es igual, se retiraran o no, John Rambo iba a acabar con una buena parte de ellas. Tan es así que el libro Guinness de los récords (edición de 1990) consagró esta tercera parte como la película más violenta de la historia (hasta ese año). Para ello tuvieron en cuenta sus 221 actos violentos y 108 muertes. Ese registro, a día de hoy, ya se habrá superado de calle…

La curiosidad que os acabo de comentar viene a demostrarnos el tono que coge esta tercera parte. Si bien en su primera entrega (Acorralado) la gente decía que era violenta, la realidad es que sólo contaba con ¿dos muertes? La segunda (Rambo) era ya más salvaje. Y esta tercera parte es cien por cien violenta y bélica en su estado más puro. Rambo combate con cuerpo a cuerpo con todo tipo de armas e incluso emplea explosivos por decenas. Él solo consigue toda una proeza (irreal) como la de volcar la guerra en favor de un bando castigando increíblemente al otro.

Quizás por el exceso de «fantasmadas» en el sentido comentado (un hombre difícilmente invadirá una base soviética protegida con hombres, minas, perros y demás ¡dos veces!… amén de arrasar a casi toda una tropa) o quizás porque el personaje empezaba a estar ya un poco trillado y a dejar de interesar al público, lo cierto es que ‘Rambo III’ está considerada como la película más floja (o que menos gusta, según a quién preguntes) de la franquicia del ex-boina verde.

Tras volver a revisionarla, debo decir que para mi es una muy digna tercera parte. Sylvester Stallone está soberbio y más fuerte que nunca para hacer frente a toda la acción. Además, Sly se muestra increíblemente ágil y gran parte de las escenas de riesgo las hizo él mismo. De hecho, en una de ellas, y por culpa de las aspas de un helicóptero, casi perdió la cabeza. Ahora bien, es cierto que la cinta baja un poco el listón de calidad global en comparación con sus antecesoras.

En las dos primeras películas podíamos llegar a creernos (salvo alguna excepción) lo que veíamos. En cambio, en ‘Rambo III’ nos acercamos más a la típica película de «uno contra el barrio», «uno contra el mundo» o, en este caso, «uno contra todo un ejército». Esto es lo más negativo que le veo. Por otro lado, hay que resaltar que presenta las escenas más impactantes y mejor rodadas de toda la saga: infiltración y guerra en estado puro.

La cinta posee momentos realmente memorables que, cuando éramos pequeños y no éramos tan maniáticos como podemos serlo ahora, nos hacían alucinar en colores. Ver a Rambo con el arco disparando flechas explosivas contra helicópteros haciéndolos estallar es algo impagable. Y es que si esta película es superior en algo a las dos anteriores es en el nivel de acción y violencia. Además de lo bien rodadas que están estas escenas. La cinta tiene ya más de 30 años y sigue ofreciendo una realización de set-pieces realmente increíbles. Cuando vemos fuego por todos lados y elementos estallando es que pasaba de verdad. Los efectos generados por ordenador no existían. Cine artesanal en estado puro.

La recepción del público en su estreno en USA fue algo inferior a lo esperado. La película no llegó a recaudar los 65 millones de dólares que costó. Pero una vez se estrenó en el resto del mundo quedó patente que fue un éxito notable. Al final logró recaudar en global más del triple de su presupuesto, casi 190 millones.

Pasarían los años y Rambo, al igual que Rocky, quedaría relegado al olvido. Así hasta que en el año 2006 empezaría la resurrección de ambos personajes y de una  nueva y fenomenal franquicia como ‘Los Mercenarios(Sylvester Stallone, 2010). Pero, pese a todo esto, ‘Rambo III’ siempre estará ahí para recordarnos muchas cosas: que el cine de acción de antaño en su inmensa mayoría de veces es mejor y está superiormente rodado (sin tembleques extraños de cámara) que las cintas actuales. Y, pese a muchas licencias y fantasías, esta es una de las buenas películas de acción de Sylvester Stallone.

Conclusiones.
Finalizo esta crítica de Rambo III, una película que, evidentemente, no es perfecta. Es una cinta para ser juzgada como lo que fue en el año de su estreno y no lo que pueda parecer hoy. Actualmente podemos verle muchos más defectos que en su día, todo debido básicamente a su irreal planteamiento. Eso pasaba hace 20-30 años pero no éramos tan puntillosos y simplemente nos dejábamos llevar y disfrutábamos más de lo que veíamos en pantalla. Pese a todo, ‘Rambo III’ sigue manteniendo un estado de forma realmente fresco y posee unas escenas de acción francamente buenas. Escenas consideradas hoy, pasados más de 30 años, a la altura de muchas películas bélicas y de acción de la actualidad. Es lo que tiene el cine artesanal: si lo haces bien perdura durante mucho tiempo.

Tráiler de Rambo III

Escucha nuestro podcast