Denzel Washington y Ryan Reynolds, dos espías sin glamour

MADRID (Reuters) – Muchas de las películas de espionaje presentan un mundo idealizado donde los espías llevan una vida maravillosa y salvan al mundo de múltiples peligros, nada más lejos de lo que han tratado de retratar Denzel Washington y Ryan Reynolds en su primera colaboración juntos, «El invitado».

Por Emma Pinedo /  REUTERS 31 de enero de 2012 /

MADRID (Reuters) – Muchas de las películas de espionaje presentan un mundo idealizado donde los espías llevan una vida maravillosa y salvan al mundo de múltiples peligros, nada más lejos de lo que han tratado de retratar Denzel Washington y Ryan Reynolds en su primera colaboración juntos, «El invitado» (“Safe House”).

«Me interesó la película porque no parecía una versión muy glamurosa del espionaje, no es James Bond», dijo Reynolds en una entrevista en Madrid con varios medios.

Washington interpreta a un ex agente dela CIArenegado que utiliza sus conocimientos para vender información al mejor postor mientras que Reynolds es un joven idealista que acaba de incorporarse a la organización y está atrapado en un primer destino no muy apetecible: custodiar un piso franco en Sudáfrica.

«El personaje de Denzel Washington es un tipo que ve en mi personaje su pasado y yo veo en el suyo mi futuro. Me gusta la hipocresía respecto ala CIA, respecto a mi personaje, que es un tipo idealista y noble pero también es un mentiroso, miente a su novia, a todos a su alrededor (…) Me gustó que no presentara una idea romántica de ese mundo», explicó el actor canadiense.

No obstante, Reynolds no cree que pudiera llevar esa doble vida en la realidad, ni siquiera por una buena causa, porque, dice, es agotadora.

Washington, que aceptó el papel en homenaje al que fuera su agente durante más de 25 años ya que fue uno de los últimos proyectos que le recomendó antes de morir, reconoce que es consciente de todo el trabajo sucio que organizaciones como la CIA llevan a cabo para proteger a los demás.

«Mi interés no era hacer la película para poner al descubierto a los malos que hay enla CIAo el FBI, no soy tan ingenuo. Organizaciones como éstas siempre han operado en secreto, han hecho lo necesario para protegernos. Creo que seríamos ingenuos si pensáramos que sólo son tipos buenos, honorables y honestos» declaró.

Washington decidió ser también productor ejecutivo del proyecto – dirigido por el cineasta sueco de origen chileno Daniel Espinosa, conocido por «Dinero Fácil» – para profundizar en las motivaciones de los personajes, porque no quería sólo una película de acción.

«Mi personaje es un sociópata. Es un manipulador, un asesino. Alguien le llama traidor, pero él no dice que es un traidor. El dice que todo el mundo se equivoca menos él y hace todo lo que haga falta para ganar. Siempre quiere ganar», indicó Washington, ganador de dos Oscar, por «Tiempos de Gloria» (1989) y «Training Day» (2001).

UN OJO MORADO

Reynolds, que ha intercalado superproducciones de Hollywood como «X-Men Orígenes: Lobezno» y éxitos en taquilla como «La proposición» con cintas de bajo presupuesto como «Buried: Enterrado», dijo con ironía haber temido por el futuro de su carrera, e incluso su vida, tras poner un ojo morado a Washington rodando una escena de acción.

«Fue un día duro», dijo entre risas Washington recordando el incidente, explicando que iban en un coche a gran velocidad que había sido construido especialmente para poder grabar desde cualquier dirección. Un conductor controlaba el coche desde el techo, por lo que era muy difícil de predecir hacia dónde iba a girar y en un forcejeo, la cabeza de Reynolds impactó contra su ojo.

«Había que hacerlo así porque a la velocidad a la que íbamos, conducir e interpretar una pelea a la vez es demasiado peligroso, y yo le estoy ahogando y nos estamos golpeando… En otra época imagino que los dobles hubieran terminado haciendo la escena, pero ahora con esta tecnología y cómo construyen los coches, los actores pueden estar ahí y ponerse el ojo morado», declaró el intérprete afroamericano.

Tras una extensa carrera donde ha interpretado todo tipo de personajes, tras probar también la dirección y subirse a las tablas de Broadway, Washington sigue teniendo ganas de seguir en la interpretación y citó varios papeles que adoraría encarnar como Thelonious Monk, un pianista y compositor de jazz que trabajó con los mejores, pero al que una enfermedad mental llevó a recluirse los últimos años de su vida. Ricardo III y el Rey Lear son otros dos papeles deseados por el protagonista de «Filadelfia».

Mientras, Reynolds, que lleva dos años y medio sin parar de trabajar, se centrará ahora en una película de un director novel, y agradeció poder cambiar de registro con relativa facilidad.

«Lo que más me interesa son las personas que están involucradas en un proyecto, eso no quiere decir que de vez en cuando me apetezca hacer una comedia para reírte un rato», declaró.

Fuente: Que.es

Ryan Reynolds Gave Denzel Washington His First Black Eye

BY CATHERINE KAST Tuesday January 31, 2012

It turns out that action star Ryan Reynolds may be just as dangerous off-screen as he is on.

Denzel Washington says that Reynolds gave him a black eye while they were filming Safe House in South Africa.

«I’ve never had a black eye in my life!» Washington, 57, told reporters Saturday while promoting the film, which hits theaters Feb. 10. «There’s a scene where I reach over to try to choke him while I have handcuffs on. We were flying around in the car. It just happened that as I was reaching forward he was flying back… and POW.»

Reynolds, 35, plays a CIA newbie who is forced to watch over Washington, a notorious fugitive. The two eventually end up on the run together, with plenty of brawls between the brawny costars. 


Reynolds joked that this punch was a highlight of his career. «That was my early retirement,» he said. «I’ve given Denzel Washington a black eye and I should probably go home.» But Reynolds admitted that he was a little embarrassed after the incident, saying, «It was weird to feel my face on fire.»

Regardless, said Reynolds, «I’m glad I was your first. If it had to be anyone, it was an apologetic Canadian.»

Source: People Magazine